ㅡ ¿Vamos a salir hoy? ㅡle preguntó Nathan a Doble D.

ㅡ No, lo siento; Ed y Eddy me han invitado a jugar videojuegos... ㅡdijo, con media sonrisa.

ㅡ Oh ㅡmurmuró, haciendo un pucheroㅡ ¿Volveremos a salir juntos alguna vez?

ㅡ Tal vez mañana ㅡsaludó, con un beso en la mejilla, al de cabellos azulesㅡ No te preocupes por mi, no llegaré tarde a casa.

ㅡ Bien... Nos vemos, mejillas dulces ㅡle sonrió, saludándole.

ㅡ N-Nos vemos, Nathan ㅡsonrió a medio sonrojarse, saludándole con la mano antes de salir.

Desde ése día, Nathan ha estado llamando a Doble D por el apodo de "Mejillas Dulces", cosa que al de gorro no le gustaba, pero toleraba porque era suficiente con que alguien dejase de decirle "Doble D" o Eddward por un tiempo.

Aunque, sí; el apodo repentino y la sonrisa de Nathan le hacían aparecer un leve sonrojo debajo de sus ojos y una sonrisa en los labios. Al principio, Nathan lo decía todo el tiempo, en todo momento; pero cuando vió que empezaron a mirar a Doble D raro, se detuvo.

Se lo decía cuando estaban solos, por ejemplo ahora, que Nathan buscaba un lugar para dormir y Doble D un lugar alejado para leer su libro. Fueron a la biblioteca, al fondo, dónde nadie podía verlos; Nathan fue a dormir y Doble D leyó más de cuatro capítulos.

Hasta que ambos tuvieron que irse.

Nathan despertó cuando Doble D estaba terminando el cuarto capítulo, mencionó que le faltaban dos capítulos para acabar el libro, pero que no quería hacerlo, así que ya estaba listo para irse.

Un suspiro escapó de sus labios y tomó su celular.

Hey, Kev; ¿estás listo para irnos?

No, ¿a dónde vamos?

Vamos a saltearnos las
últimas dos clases, hombre...

Sabes que no puedo, ya tengo
bastantes advertencias...

Bien, escaparé solo.

Suerte, idiota.

Suspiró. Tomó su mochila y se levantó del suelo, pasándola por uno de sus hombros como una bolsa.

Se escabulló por el patio y luego salió corriendo hacia la verja, tirando su mochila para luego salir él.

ㅡ ¡Espérame! ㅡgritó alguien detrás suyo, en un susurro.

ㅡ ¿Qué demonios? ㅡse volteó, algo asustadoㅡ Ah, el cobarde regresó ㅡse cruzó de brazos, retrocediendo un poco.

ㅡ Cállate, estúpido ㅡdijo, tirándole el bolso en la cara, para luego saltar la verja y tomar su mochilaㅡ No seas tonto, ¿de verdad creíste que no me saltearía las clases?

ㅡ No, pero tampoco esperaría a que hagas tu tonto bailecito para salir y corretear por éste bosquecillo, para luego salir ㅡexplicó, comenzando a caminarㅡ ¿Qué te trae por aquí, mi estimado amigo?

ㅡ Las ganas de volver a dormir.

ㅡ ¿Nadie te ha visto?

ㅡ Nadie, nadie.

ㅡ Suertudo ㅡsuspiróㅡ ¿Qué hora es?

ㅡ Diez y media.

ㅡ Bien, regresemos para el entrenamiento ㅡmurmuró.

ㅡ Ahá ㅡasintió el pelirrojo, corriendo lejos de Nathan.

ㅡ ¡Regresa, idiota! ㅡsalió corriendo tras él.