chapter fifty-three ;
ㅡ Me encontré con Eddy en el camino ㅡanunció, mientras dejaba las bolsas sobre la mesa de la cocinaㅡ ¿Has hablado con él?
ㅡ Si... Bueno, la conversación se dio sola ㅡmurmuró, mientras lavaba unos platosㅡ Éstos platos... Están tan sucios...
ㅡ Doble D ㅡdijo, en voz alta, mirándoleㅡ Sé que no quieres hablar del tema, pero quiero que sepas que Eddy y yo no peleamos, mucho menos discutimos al respecto ㅡexplicó, logrando llamar la atención del de gorroㅡ Me hubieras dicho que hablarías de mi con tus amigos, podríamos haber ido juntos...
Sus manos quedaron bajo el agua caliente, mientras que las del pelirrojo seguían sacando las cosas de las bolsas, preguntándose si debería comentar sobre las cosas que traía ahí o no. Entonces, cómo si jamás hubiese pasado antes, Doble D se acercó a besar la mejilla de Kevin; ㅡ Gracias, pero era algo que tenía que comentarles por mi cuenta.
ㅡ Me alegra que sepas cómo reaccionar ㅡle miró, sonriéndoleㅡ Soy muy impulsivo, posiblemente ya hubiera dicho y hecho millones de cosas...
ㅡ Bueno, éso no será problema ahora que me tienes a mi ㅡrió leve, dejándose abrazar por los fuertes brazos del pelirrojo.
ㅡ Ah, por cierto... ㅡmurmuró, antes de mirar aquellos ojos zafirosㅡ Sólo había helados de fresa, ¿hay algún problema con ello?
ㅡ ¿De fresa? ㅡfrunció el señoㅡ ¿Con crema?
Kevin sonrió para sí mismo, aunque logró crear una extraña mueca de confusión; ㅡ Éso creo... ㅡmetió la mano en la bolsa, sacando dos heladosㅡ Con crema y a base de agua.
ㅡ ¡Son mis favoritos! ㅡdijo, mirando la envoltura para luego tomarla y acariciarla con sus pulgaresㅡ ¿Cómo sabías...?
Sus ojitos zafiros brillaban mientras continuaba mirando la bolsa que había traído Kevin de la tienda. El pelirrojo, en cambio, estaba tan feliz, que sonreía ampliamente mientras acariciaba su espalda. Estaba tan feliz por haber logrado algo bueno por su cuenta.
Si bien Eddy ya le había dicho que aquellos sabores eran sus favoritos, poco sabía que aquella era una marca que Doble D compraba con sus padres después de la escuela en días especiales; por éso Edd era muy bueno con los números y letras, sabía que tendría su "helado especial" para cuando terminara la escuela. Hasta que sus padres tuvieron que irse.
Desde entonces, lo único que hace es ir a aquella cafetería con Eddy y Ed, disfrutando de un buen café con sándwiches u otra cosa que esté en el menú, olvidándose de los helados por un rato.
Claro, éso fue hasta que Kevin apareció...
Para Doble D, ver aquellas envolturas en su cesto de basura en la cocina, le habían traído una especie de felicidad que no sería fácil de olvidar.
Gracias a Kevin, el agrio recuerdo de sus padres había cambiado por uno más hermoso...
ㅡ Buenas noches, Doble D ㅡle sonrió, acariciándole los pocos cabellos que salían de su gorra, mietras terminaba de acomodar su cabeza en la almohada.
ㅡ ¿En cerio no te quedarás?
ㅡ No, es mejor que vaya a casa; Nathan va a preocuparse...
ㅡ Está bien... ㅡsuspiró.
Se levantó despacio y besó los labios de Kevin, acariciando una de sus manos. Volvió a recostarse con una sonrisa, entrelazando sus dedos con una de las manos del pelirrojo, mientras que con la otra acariciaba sus cabellos nuevamente.
ㅡ Voy a quedarme hasta que te duermas, así que tómate tu tiempo.
Unos minutos bastaron para que Edd se durmiera profundamente. Kevin alejó sus manos, mientras aún miraba al muchacho en la cama.
Respiraba tan tranquilo, era tan pacífico verlo... Pero un ruido en la ventana interrumpió su preciosa vista, moviéndose para ver qué había frente a él.
ㅡ ¿Eddy...?
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