Quinientos.

Sólo quinientos dólares de todo el dineral que había juntado. Éso fue lo que quedó...

Y lo gastaría en él.

Primero, bien temprano en la mañana, había ido a la tienda de juguetes más cercana, justo a un lado del súper dónde siempre iba a comprar.

La suerte estuvo de su lado. No pudo conseguir el Totoro de tamaño gigante, pero consiguió uno al que sólo le faltaban cinco centímetros para ser más alto que él.

Luego, fue a la tienda en la que Eddy dijo que Doble D conseguía muchísimas cosas y revisó todo con sumo detalle... Halló, entre muchas otras cosas, el libro de "Tom Sawyer" y "El Principito"; qué en su mente recibiría muchísimos mimos por conseguir dos libros viejos y buenos para él.

Tres películas del mismo estudio que creó Totoro para que estuviera entretenido, un disco de su banda favorita para que él escuchara un poco, uno melódico, y uno de unos chicos que cantaban en coreano; creyó que también le gustarían.

Tomó tres vídeojuegos y un par de cómics, ésos iban de agradecimiento a Eddy y Ed.

Luego fue a ver a Sarah, ésta había envuelto el regalo en una hermosa cajitta lena de estrellas, y se la tendió en una bolsa blanca no tan transparente, para ocultar aquella caja tan preciosa.

Mientras volvía a casa de Doble D, para ya ir a su cita, encontró una tienda preciosa en su camino. Entró sin esperanza alguna, pero luego de un par de vueltas, encontró algo...

ㅡ Disculpe, ¿ésto está en venta? ㅡpreguntó, mientras señalaba el pequeño collar.

ㅡ Sí, serían unos doscientos por él ㅡcomentó la empleadaㅡ ¿Quiere verlo más de cerca?

ㅡ Claro, me gustaría.

La muchacha metió las manos en la caja de vidrio y las volvió a sacar para posar el collar en manos de Kevin. De la nada, éste se rompe a la mitad.

ㅡ Señor, tranquilo... ㅡadvirtió la empleada, poniendo sus dedos sobre la palma de Kevin, abriendo el girasolㅡ No lo rompió. Se abre.

ㅡ ¿Cúanto dijo?, ¿doscientos? ㅡlevantó la vista, fascinado con lo que había hallado, la cajera le sonrió asintiendoㅡ Me lo llevo.

「 • • • 」

ㅡ ¡Eddy, Kevin está aquí! ㅡgritó Ed, mirando al muchacho con el ceño fruncido.

ㅡ ¿¡Qué!? ㅡse oyó desde adentro, luego unos pasos y Eddy estaba en la puertaㅡ ¡Barbilla de pala, Doble D está esperándote!

ㅡ Calla y toma la bolsa ㅡdijo, poniendo la bolsa en las manos de Edㅡ Y si ustedes dos, tontos, dicen algo al respecto; juro que voy a matarlos ㅡlos señaló a ambos con el dedo y se marchó hasta su motocicleta, yéndose del lugar.

Eddy no podía estar más feliz, los vídeojuegos por los que le había estado rogando a Dios al fin estaban en sus sucias manos de estafador. Y Ed no dejaba de gritar de la emoción a los cómics de aliens y robots que Kevin consiguió.

「 • • • 」

ㅡ ¿Listo para nuestra cita? ㅡpreguntó, mirándole con una sonrisa, desde la puerta.

ㅡ Completamente listo.

ㅡ Espera... Quisiera darte algo primero...

ㅡ ¿Ah, sí? ㅡpreguntó, levantando una ceja.

ㅡ Me odiarás por ésto, pero he entrado a tu habitación mientras no estabas hoy ㅡrascó su nucaㅡ Tu regalo está ahí.

ㅡ ¿Cómo es que no lo ví?

ㅡ Uno de ellos estaba ahí cuando llegaste, pero lo escondí ㅡexplicó, con una sonrisaㅡ Y el otro, Nathan y yo lo pusimos hace una hora.

Ambos subieron las escaleras. Doble D seguía quejándose de cómo no había visto sus regalos, y justo cuando iban a abrir la puerta, ésta se abrió mostrando a Phillip y Nathan dentro.

ㅡ ¡Phillip!

ㅡ ¡Doble D!

Doble D miró al pelirrojo, con el ceño fruncido; ㅡ ¡Kevin!

ㅡ ¡P-Phillip! ㅡgritó el pelirrojo, mirando al de lentes sentado en la ventana.

ㅡ ¡Kevin! ㅡle gruñó.

ㅡ ¡Nathan!~ ㅡchilló el de cabellos azules.