Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝘚𝘪𝘹

Día de lluvia, los días de lluvia son muy relajantes. Que mejor que un día lluvioso y una buena taza de chocolate caliente, el día perfecto. Los cielos de Kanezaka se habían roto en aguas ese día, como no se puede salir con ese clima, Genji y Mercy se encontraban viendo una película acompañada con unas palomitas de mantequilla; Kiriko, estaba en su cuarto hablando muy animadamente con unos amigos por teléfono y Hanzo y Cassidy estaban viendo la lluvia mientras que de vez en cuando se hablaban. Cole aprovechaba estas oportunidades para conocer mejor al Shimada para así poder acercarse mucho más, además, hay que decir que ya no le es difícil dirigirle la palabra al japonés, a veces es él, el que inicia la conversación y se podía alargar por horas.
El americano nunca pensó que se iba a llevar tan bien con el hermano de su mejor amigo, estar con el asiático le era agradable.
- Y dime Hanz... ¿Qué te gusta hacer cuándo llueve? - Preguntó Cole mientras acariciaba a uno de los dragones, sí, ahí estaban los pequeños dragones azules haciéndoles compañía.
- Me gusta leer o escribir poemas, cuando era más jóven lo hacía muy seguido. - Respondió el pelinegro mirando hacia la gran ventana que había en la casa. - ¿Y a usted? -
- Prefiero dormir, digo, el día se presta para eso ¿Sabes? Estar en la cama, con mil mantas mientras llueve, es lo mejor. - El japonés solo asintió y no habló más, el castaño se quedó mirándolo, apreciando cada detalle de su rostro. "Hermoso". Pensó. El Shimada mayor notó que lo estaba observando y simplemente se sonrojó levemente.
- También toco la guitarra. - Dijo al aire el vaquero, Hanzo lo miró confundido para luego soltar una pequeña risilla.
- ¿En serio? ¿Quién le enseñó? - Preguntó el asiático.
- Aprendí solo, cuando era más jóven mi antiguo jefe me regaló una guitarra para mi cumpleaños. - Le contó Cassidy para luego acomodarse su sombrero. - Lástima que no la traje. - Concluyó Cole arrecostándose en la silla.
- Creo que Kamori tenía una. - Dijo el pelinegro mientras acomodaba al dragón que estaba en su regazo.
- ¿Qué yo qué, Shimada? - Comentó Kiriko quién había entrado dónde estaba los dos chicos con unas galletas en su mano.
- No es nada malo Kamori, Cassidy me dijo que él sabe tocar la guitarra y yo solo dije que usted tenía una. - Habló el japonés dirigiéndose a la peliverde.
- ¡Ah sí! Sí, tengo una, está en mi cuarto, no la uso porque nunca aprendí pero me la había regalado una amiga. - La amante de lo zorros le dio un mordisco a su galleta. - Ya te la traigo, Cass. - La jóven se fue y unos instantes después regresó con el instrumento en manos.
- Me la cuidas, que si le pasa algo hago que la repares con los dientes. - La de la máscara del zorro hizo un gesto con sus manos de estar vigilando al castaño y se fue otra vez a su habitación.
Después de que la japonesa se fuera, el vaquero acomodó el instrumento en la superficie de sus muslos y manos para empezar a afinarlo, luego, lo probó y ya estaba todo listo.
- Y dime... ¿Qué te gustaría escuchar, cariño? - Preguntó Cassidy bajándose el sombrero en modo de reverencia. Shimada sonrió un poco, ya se había acostumbrado a los apodos que le decía el americano, pero aún así, se le hacía difícil no querer sonreír cada vez que los escuchaba.
- Su canción favorita. - Dijo Hanzo cruzándose de brazos.
Cole solo hizo una mueca y comenzó a tocar "The House Of The Rising Sun" de "The Animals", de vez en cuando, cantaba la letra de la característica canción. El pelinegro estaba maravillado por la destreza con la que tocaba el instrumento y, sobretodo, por como cantaba, no se escuchaba para nada mal. Hanzo estuvo en silencio hasta las últimas notas de la melodía.
El asiático le aplaudió al finalizar.
- ¿Y bien? ¿Te gustó? - Preguntó el castaño dejando la guitarra de lado.
- Tiene talento tanto tocando la guitarra como cantando. - Respondió el japonés. - La canción se me hace conocida... ¿Cómo se llama? - Cuestionó curioso el arquero mirando al chico que tenía de frente.
- "The House Of The Rising Sun" la escuchaba cuando era niño y siempre me a gustado. - Dijo el americano mientras se levantaba para ir a la refrigeradora y sacar una botella de whisky. - ¿Quieres? - Le ofreció Cole.
- El whisky es muy corriente para mi gusto, prefiero el sake. - Le contestó Hanzo volviendo a mirar por la ventana.
- Bueno, tú te lo pierdes. - Cassidy volteó los ojos mientras se reía y se volvía a sentar en su silla con el trago en la mano.
Se quedaron en silencio por un tiempo mirando como caía la lluvia. Al vaquero no le molestaba para nada ese silencio, era cómodo, la presencia del japonés era reconfortante y viceversa, no se sentían solos, se sentían bien, se sentían en paz. Pero esa paz no duró mucho, al castaño se le vino una idea un tanto infantil a la mente, dejó de lado su bebida y tomó la mano del asiático para llevarlo afuera, este solo lo miraba confundido y con el ceño fruncido, no sabía hacia donde lo estaba llevando pero no hacía nada para detenerlo.

Cuando llegaron a la puerta del patio trasero el Shimada mayor soltó la mano del contrario y dijo:
- Ni se le ocurra llevarme afuera con esta lluvia. -
- Vamos Hanz, no seas gruñón, un poco de agua no te hará daño. - Dijo Cassidy mientras salía al exterior y de poco la lluvia mojaba su rostro y ropa.
- ¿Y para qué me voy a mojar? ¿Para enfer- ¿¡Qué demonios hace? - El vaquero tomó por la cintura al pelinegro para llevarlo donde estaba él hace unos instantes.
A pesar de las quejas del japonés este nunca mostró resistencia.
- ¿Ves? ¿A qué no es divertido? - Dijo Cole sin soltar aún al asiático.
- ¿Te parece divertido estar parado bajo la lluvia haciendo nada? - Reprochó Hanzo mientras volvía su cara hacia la del vaquero. Cole no dijo nada y acto seguido empezó a dar vueltas de bajo de la lluvia aún con el pelinegro en brazos mientras que unas risas se le hacían presentes provocando que el más bajo también se empezará a reír.
Estuvieron así un tiempo hasta que Cassidy paró y posó sus ojos en el rostro del japonés que tenía a centímetros de él, podía jurar que sentía su respiración, el asiático solo sonreía mientras miraba la tonta mueca que tenía el vaquero en su rostro.
- Juro que podría ver tu hermoso rostro todo el día y no me cansaría de el. - Dijo el americano en voz baja para que solo lo escuchara el chico que tenía justo al frente, de por si estaban cerca, demasiado cerca.
Al pelinegro se le pusieron las mejillas de rojo carmesí, aún así, no paraba de sonreír. El castaño se acercó de a poco a los labios del Shimada mayor quien no mostraba ningún tipo de rechazo, sabía sus intenciones y no lo iba a frenar, pero a poco centímetros de por fin hacer contacto una voz femenina los llama desde la casa, era Ángela.
- ¡Oigan! ¿¡Qué están haciendo!? ¡Se van a enfermar! - Gritó la rubia desde la puerta.
Los dos chicos la volvieron a ver y luego se miraron otra vez.
- Debería bajarme. - Dijo el japonés avergonzado. Cole obedeció de inmediato, también lleno de vergüenza y se dirigieron hacia la casa.
- ¡Dios mío! ¡Están empapados! Déjenme que les traigo toallas. - La ojiazul se retiró al baño dejando a los muchachos solos.
- Si te enfermas, yo asumiré totalmente la culpa.-- Comentó Cassidy para romper la tensión del ambiente.
- Más le vale. - Dijo el pelinegro para volver a ver al vaquero. - Aún así, estuvo divertido, no me había reído así en años, gracias... - Hanzo sonrió y el americano devolvió el gesto.
- Cuando quieras, azúcar. -
Mercy regresó con unos pañitos y empezó a regañarlos por la tontería que habían hecho, al final, los dos hombres le agradecieron un tanto avergonzados, ella asintió y volvió a la sala de estar donde se encontraba su pareja.
- Bueno, iré a darme una ducha para irme a poner la pijama. - Dijo el castaño mientras se ponía el paño al rededor de su cuello. - Nos vemos en la cena, Hanz. - Concluyó el vaquero para luego retirarse a su habitación.

En la pieza de Cassidy, el pobre chico empezó a cuestionarse mil y un cosas... ¿En serio estuvo a punto de besar a Hanzo? La respuesta, sí.
¿Lo quería hacer?
Respuesta, sí.
¿Por qué?
No sabe, pero está seguro que todas sus intenciones eran esas, el quería besarlo, sentir sus labios sobre los suyos mientras dejaba en claro todos sus deseos.
Se estaba volviendo loco, no obtenía respuestas, o eso pensaba, las respuestas llegaron mas rápido de lo que cae un rayo. Estaba enamorado del pelinegro, fin de la discusión, por fin era capaz de admitirlo y reconocerlo, todo este tiempo lo estuvo, pero era tan ciego que no lo quería notar, desde el primer momento en que lo conoció le encantó, tanto por su apariencia física como por su actitud, todo lo que a convivido, hablado y compartido con él, fortaleció ese sentimiento.
Ahora... La pregunta del millón... ¿Sentirá lo mismo?
No lo sabe, y eso es lo que más le pone nervioso, aún así, el pelinegro no puso ninguna resistencia cuando lo intentó besar y eso que sus intenciones eran más que evidentes, entonces hay una probabilidad de que el japonés también sienta lo mismo por él, a pesar de eso, no se va a confiar, si quiere llegar a tener algo más allá que una amistad con Hanzo va a hacer todo lo que sea humanamente posible para lograrlo.

"El que persevera, alcanza, dicen por ahí."

Notas de la autora: 𓄹 ⸙𓂃 ⊹

¹ La canción que canta Cassidy es esta:

Por si la quieren escuchar, en mi opinión es una gran canción JAJAJA.

² Este capítulo está inspirado en esta hermosa imagen que me encontré en Pinterest. Lamentablemente no encontré quien es el autor/a de esta belleza visual, así que créditos a quien le corresponda, yo solo la comparto. <3

¡Gracias por el apoyo! ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro