-53-
-Narra ___-
Me baje del taxi lo más rápido que pude. Llegue a ventanilla y toqué una campanilla para que una enfermera notará que había alguien ahí. Se acercó sonriente y para no verme amargada le sonreí un poco
-¿Si dígame? ¿En qué le puedo ayudar? -preguntó amable-
-Si, disculpe ¿puedo pasar a ver a un paciente?
-¿Qué paciente? -tomó unas listas-
-Hargreeves, Cinco Hargreeves -dije algo apurada-
La señorita rebuscaba en las listas como si no recordara que ya había estado aquí hace unos minutos. Busque con la mirada a los familiares de Cinco y no los veía por ningún lado. Camine adentrándome un poco en la sala y ahí los observé. Al igual que ellos a mi. Me acerque de inmediato
-¿Qué hace aquí? -cuestionó Luther-
-¿Cinco está bien? -se miraron confundidos entre sí-
-¿Por qué la pregunta?
-¿No vieron a alguien extraño por aquí? ¿Un chico, con cabello medio chino?
-¿Por qué tanta pregunta? -cuestionó Diego-
-¡Jovencita! -se acercó la enfermera- alguien está adentro con el paciente, tendrá que esperar -sonrió y casi pude sentir lo pálida que me puse-
-¿qué dice? ¿Quien está en la habitación de mi hermano?
-¿Por qué no piden autorización a sus familiares?!
-Necesito entrar -repetí acercándome a ella. Negó-
-El joven dijo que era familiar
-¿Y se conforma con que le digan eso?! -gritó Diego y llamó la atención de las demás personas. Luther se puso frente a él para calmarlo y la enfermera sólo retrocedió un poco-
-Deberá esperar a que la visita salga
-Pero..-se fue por su camino. Suspiré y mire hacia todos lados-
-____ ¿que sucede? -preguntó Luther-
-No se muevan de aquí. Voy a entrar, alguien me llamo y... no quiero que le hagan daño -Diego se acercó a mi. Trague duro, él si que te intimidaba con tan solo su presencia. Me tomo fuertemente de los hombros-
-Explica que es lo que sucede -negué- ___...
-Esto es un problema mío -dije firme-
-Estaremos aquí. Grita si necesitas ayuda. Si algo te pasa no quiero ni imaginarme como se pondrá Cinco -miro a Luther esperando su aprobación y el rubio asintió. Me soltó y me hicieron una pequeña señal para que yo entrara mientras ellos vigilaban-
Me adentre sigilosamente y cerré la puerta con pasador. Mire a Cinco quien al parecer dormía tranquilamente, sonreí al mirarlo sano y salvo y me acerque a él
-Eh vuelto -susurré-
-Que gusto, ____ -me quede helada al escucharlo y voltee hacia él- me alegra mucho que hayas decidido venir. Eso quiere decir que en verdad te gusta este pedazo de mierda
-Aquí la mierda eres tú -soltó una pequeña risa- ¿qué estás haciendo aquí? Me estoy cansando Dante, así que más vale que empieces a contar la verdad desde ahorita -advertí y levantó las cejas-
-Si yo fuera tu, cambiaría ese tono -se acercó al lado opuesto de donde yo estaba por el lado de la camilla de Cinco. Mi corazón se aceleró- no te conviene hacerme enojar ahorita. Porque no sufrirás tu, si no él -mire una jeringa en sus manos y me alarme aún más-
-Dante, no hagas una estupidez
-¿Tú que sabes? -cuestionó y jugueteó con la bolsa del suero-
-¡Dante! ¿Qué mierda quieres?!
Soltó un fuerte suspiro y recobró su postura de inmediato
-Hace un tiempo, Aidan y yo habíamos hecho una apuesta
-Lo sé
-No, no lo sabes -corrigió- la apuesta de la que sabes, si, es similar pero ahí incluimos a todos nuestros amigos. Esta apuesta era entre él y yo nada más -entrecerré los ojos- nos prometimos, estar contigo
-¿Qué?!
-Veras, yo tenía... ¿cómo decirlo? -pensó un poco- una pequeña atracción hacia ti, y no precisamente por tu inteligencia -trague duro- Aidan aceptó la apuesta y dijimos que ambos estaríamos contigo por lo menos una noche
-Eres asqu...-interrumpió-
-Somos -corrigió de nuevo- Aidan no es un pan de Dios. Y si acepto la apuesta fue por algo que él mismo me dijo -sonrió victorioso. Me resigne a escuchar lo que diría pero prácticamente lo tenía enfrente, era imposible- "Me agrada la idea, los retos personales son buenos para la salud"
-Él no dijo eso -susurré sin creerle-
-____, yo era su mejor amigo, ¿enserio crees que fingió toda esa actitud? -rió irónico- me sorprende que con tu inteligencia no veas sus verdaderas intenciones
-Si eso fuera cierto ya me habría dejado -entre abrió los labios sorprendido-
-¿Se acostaron? -preguntó de inmediato-
-Eso es privado, pero -repetí su tono burlón- ya deberías saberlo
-Entonces... -se alejó de la camilla y caminó hacia mi. Retrocedí con pasos cortos- supongo que cumplió su parte de la apuesta... -me miró de pies a cabeza y mi espalda chocó con la pared. Me acorraló- pero yo no...
-Dante...-susurré incómoda- no te entiendo, ¿por qué yo?
-No lo sé, es bueno experimentar -soltó cínico- hagamos un trato -se acercó más y nuestras narices chocaron. Voltee mi rostro y cerré los ojos con fuerza- tu me dices que si, salimos algún día y yo te dejo en paz, y a tu amante también
-Cinco no es mi..-sin dejarme terminar ahueco mis mejillas haciendo que lo viera-
-Lo es. Aunque lo niegues. Eres el clásico síndrome de Estocolmo mi querida ____... se que lo sabes. Muy en el fondo, aquí -colocó su mano en mi pecho- estás consiente de lo que sientes por él.. ¿o me equivoco? ¿Prefieres a un nenita que solamente mira mientras te hacen daño? Ó ¿a un idiota locamente enamorado que es capaz de dar la vida por ti, literalmente? -soltó irónico. Su mirada estaba fija en mi, y no sé cómo, pero esas preguntas se impregnaron en mi cabeza y comenzaron a dar vuelta tratando de encontrar miles de respuestas. Mi cabeza decía "no" mi corazón decía "si" y no sabía que más pensar-
-¿Por qué no me dejas en paz? -susurré sin saber que más decir-
-Solo acepta mi invitación, salgamos una noche, pasémosla bien, y te dejo de molestar
-¿Te das cuenta que tu cabeza no razona como debería? -frunció el ceño totalmente enfadado- de aquí no sales, Dante. -empecé a apoderarme de la situación-
-¿Ahora que dices?
-Digo que fuiste tan imbécil como para venir a amenazarme y a decirme todo esto en un hospital, sabiendo perfectamente que no pasarás desapercibido. Si yo grito, tú y tú maldita obsesión con el sexo se irán al carajo. Porque Dante, amigo mío -solté burlona- hasta para amenazar se necesita inteligencia, y eso es algo que tú jamás has podido demostrar tener. ¿Sabes para que más la ocupas? -baje mi mirada burlona y este se alejó- ¿o si no como pretendes usarlo?
-¿Quieres averiguarlo? -volvió a acorralarme. Mierda-
-Nunca, escúchame bien Dante. De cualquier manera que me lo hubieras propuesto, ya sea en cuerdo o como ahora me lo estás diciendo, jamás hubiera aceptado tu invitación. Es repugnante, y créeme cuando te digo que jamás sabrás el verdadero significado del amor si continúas así. Jamás tendrás a alguien que de la vida por ti, porque nadie te querrá lo suficiente para hacerlo -me miró enojado. Casi podía oír el rechinido de sus dientes-
-¿Por qué le sigues creyendo a Aidan? ¿Jamás has visto una escena de ira? -parpadee varias veces. Mi intento se fue al caño. Vaya que Dante lo conocía bien. Me analizó- por supuesto que si... -susurró- ¿y aún así sigues con él? ¿Enserio crees que las personas cambian por amor, ____? ¿Tan ingenua eres? ¿En verdad piensas que Aidan cambio de un día para otro sin ninguna intención más aya? -sentí un dolor en el estómago. Y las preguntas nuevamente regresaron a mi cabeza- piensa Colin.. piensa... eres inteligente, no solo es un acoston, pero tampoco te hizo el amor.. ¿a cuantas más crees que les dijo lo mismo?
-Dante...-mi voz se entrecortó-
-¿Qué te hace pensar que eres especial para él? Es tu primer novio, no sabes lo cruel y enferma que puede estar la cabeza de uno que ha pasado de chica en chica como si de un conjunto de ropa se tratara
-Ya basta...
-Al menos yo soy sincero, al decirte que solo quiero salir contigo una noche, ¿pero él? Él es un cobarde, porque sigue contigo, y cuando menos te lo esperes -me empujó fuertemente contra la pared tomándome de los hombros. Cerré los ojos ante el pequeño golpe- estarás destruida y él continuará como si nada
-No.. él..
-Se que en el fondo siempre tienes esa duda en tu cabeza -sonrió de lado y se acercó más. Bajo su vista a mis labios- ¿por qué ser su prisionera si él se divertirá con más personas después? ¿Por qué no hacerle lo mismo? ¿Por qué no experimentar como él ya lo hizo en su oportunidad?
-Porque ella no es así -escuché y abrí los ojos-
Dante volteó y Cinco lo aventó al suelo de un empujón. Me quede helada.
-Cinco, ¡qué haces! -rápidamente me acerque y lo sostuve ya que se tambaleó un poco-
-soltó un quejido- ¿Estas bien? -colocó su mano en la herida- mierda
-Por dios, tu si que estás loco -evite reír e hice que su fuerza disminuyera un poco. Yo lo mantenía de pie-
-Te encanta arruinar nuestros momentos idiota -mencionó levantándose. Cinco lo vio molesto-
-Y tú no te cansas de jodernos -se quejó en silencio-
-Yo ya puse mi condición, ____ -me miró y acomodo su suéter- te dejare pensarlo, ¿de acuerdo?nos vemos pronto.. -sonrió burlón y salió de ahí como si nada-
Suspiré pesadamente
-No le creas nada cielo... -lo mire y este aún mantenía la mano en su herida mientras su otra mano estaba sobre mi hombro al igual que su peso-
-Ven aquí
Lo ayude a llegar a la camilla y cuidadosamente lo acosté. Se quejó cuando acomodé su mano con el suero y me disculpe de inmediato. Me senté a su lado y lo mire atenta
-Narra Cinco-
El idiota de Dante había dicho tantas cosas en menos de 30 minutos. No creía que hubiera gente tan estúpida, pero su existencia me decía todo lo contrario. No hablo mal de mi. Y me sorprendí ante eso, pero puso a dudar a una persona del amor que le tiene a otra, y eso jamás se hace. El sentimiento es horrible, esa inseguridad que te causa escuchar tantas cosas negativas de la persona a la que amas es simplemente como una puñalada; Te llega hasta el tope de tu cuerpo y sientes como la sacan lentamente hasta dejarte en un completo dilema con tu cabeza, desangrandote en cuestionamientos y en debilidad con tus sentimientos.
-¿Por qué sigues arriesgándote así? -rió un poco. Sonreí y mi mano sin la jeringa tocó su mejilla. Mire un sonrojo en estas cuando la acaricié lenta y delicadamente-
-¿Aún lo preguntas? -reímos y me queje un poco del dolor- Aidan no es como él dice... -me miró- está jugando con tu cabeza. Cree que eres de mente débil pero no es así, linda tu eres inteligente Justo como él lo dijo, así que estoy seguro de que entiendes su juego. Cariño... Aidan ha cambiado, y creo que te lo ha demostrado, tú misma lo has dicho.. él.. en verdad te ama
-¿Así como tú? -susurró y acercó un poco su rostro al mío-
Entreabrí los labios al escuchar su susurro y parpadeé varias veces al notar su acercamiento.
Mi respiración se agitó casi al instante. Analice su rostro tan cerca al mío, hace mucho que no la tenía así de cerca. Sus lindos ojos..., sus hermosas mejillas aún ligeramente sonrojadas, sus notables ojeras que la hacían ver tan extremadamente atractiva. Esos ligeras imperfecciones en su rostro, o así las llama ella, porque para mi, la hacen ver imperfectamente perfecta. Las diminutas pero notorias pecas en toda su nariz y marcando la línea hasta sus pómulos. Sus delgados y apetitosos labios ligeramente partidos...
Me tenia jodido.
-Así como yo -susurré igual que ella. Nuestras miradas estaban fijas en los ojos del otro-
Sentía una explosión en mi estómago al tenerla así. Mi conciencia decía "aléjala, esto no está bien" pero mi amor hacia ella tan solo me repetía cada vez más fuerte "bésala, bésala y demuéstrale lo mucho que la amas"
-Me tienes jodido, ____ Colin -confesé en voz baja y me elevé un poco más hacia ella así rozando las narices. Sus ojos se cerraron y las puntas de nuestras narices se acariciaban un poco. La tensión era increíble- puedes ilusionarme las veces que quieras... no me importa, seguiré aquí.. y te amaré cada vez más
-¿Por qué? ¿Por qué permites que te haga esto? -preguntó en voz baja, ambos lo hacíamos-
-Porque cuando uno se enamora de verdad hace cosas estúpidas -reí un poco. Ella sonrió- solo por ver a la otra persona feliz...
-Te quiero... -rocé nuestros labios cuando lo dijo y ella no se alejó-
-¿Me quieres? -susurré y repetí la acción-
Asintió con la cabeza. Cerré los ojos y me elevaba más cuando sentí que ella tras la acción se alejaba un poco más evitando que se juntaran por completo
-¿En verdad me quieres?
Volvió a asentir. Puse mi mano tras su cuello evitando que se alejara más y volví a rozarlos esta vez de una forma más excitante
-¿No podrías amarme...?
-Sabes que eso... no es posible
"Bésala, bésala y demuéstrale lo mucho que la amas"
No soportaba más el hecho de que en cada palabra nuestros labios topaban y topaban. Estaba perdiendo la poca cordura que me quedaba.
-¿Por qué no?
-No puedo ceder... -abrí poco a poco los ojos. Ella aún los mantenía cerrados-
"Aléjala, esto no está bien"
Suspiré un poco y pase mi mano a su mejilla acariciándola. Pegue nuestras frentes y narices
-No es tu culpa.. Quizá.. -alejamos un poco nuestros rostros regresando nuestras miradas al del opuesto- quizá si te hubiera conocido antes, las cosas serían diferentes ahora.. -sonreí triste y continué acariciando su mejilla- Todo está bien, pase lo que pase siempre estaré aquí
Me abrazo de inmediato aferrándose por completo a mi espalda. Solté un quejido silencioso para que no se preocupara y alejara. La abracé delicadamente y acaricié su espalda. Se acurruco en mi cuello ya que sentí su respiración y dejé un beso en su mejilla para acurrucarme de igual forma.
El sonido de la puerta abrirse abruptamente nos hizo separarnos de inmediato. Dejo las manos sobre mis hombros yo sobre su cintura y ambos volteamos a ver hacia esta.
-¡Joven, ya le dije que no puede entrar!
Mierda
-Narra Aidan-
Luego de llevar al hospital con James corrí hacia una enfermera para que me dejara entrar a la habitación del enano. Se negó.
Sin pensarlo camine hacia la puerta y escuchaba sus gritos para impedírmelo. La ignoré y entre decidido, no tenía idea de porque ____ se había ido de la nada, y estaba preocupado por eso.
Me quede helado al ver la escena. Las manos de ____ sobre los hombros del moribundo, sus manos sobre la cintura de mi chica, ambos viendo hacia la puerta por mi entrada. Totalmente asustados. ¿Qué mierda hacían?
-¡Joven ya le dije que no puede entrar! -se quedó a mi lado- ¿usted? -miro a mi novia- creí haberle dicho que no podía pasar hasta que el otro joven saliera
-Él ya se fue -habló Cinco-
-¿En verdad? Ni siquiera lo mire salir -pensó un poco. No entendía nada, pero mi mirada estaba puesta en ambos- de igual manera -recapacitó- usted debe esperar hasta que ella salga para entrar a ver al paciente -me señaló hacia atrás-
-¿Ella aún no va a salir? -los miraba atento. ____ comprendió mi mirada molesta y quitó de inmediato las manos de sus hombros. Él hizo lo mismo pues no le quedaba de otra-
-Si, yo.. ya me voy -miro a Cinco. Él asintió y sonrió. ____ le regresó la sonrisa y se miraron por unos segundos más-
Carraspee fuertemente y apreté la mandíbula. ___ negó reaccionando y se levantó para luego pasar a mi lado y salir de ahí
-Bueno, ahora si joven, ya puede...-interrumpí-
-Gracias -entre por completo y cerré la puerta-
Noté como cinco trago duro y decidido me acerqué para tomarlo del cuello de la bata
-¿Qué carajos estaban haciendo?! ¡Habla ahora! Y más vale que me digas la verdad ¡qué tanto hacían!
-¡Nada malo! -se defendió- ¿hasta cuándo empezarás a confiar en ella?! El idiota de Dante estuvo aquí, la amenazo con hacerme algo si ella no aceptaba una invitación de él, pero le dijo que le daría tiempo para pensarlo. Habló mucha mierda sobre ti, pero la hice recapacitar, porque todo lo que le dijo sobre ti claramente la puso a dudar -lo solté bruscamente-
-¿Hablas enserio? -asintió y suspiré tratando de calmarme-
-Creí que llevaríamos la fiesta en paz -acomodó el cuello de su bata. Bufé irónico-
-Y así será. Siempre y cuando no parezca que estaban besándose antes de que yo entrara
-Ojalá hubiera sido así -susurró pero lo alcancé a escuchar. Me aguante las ganas de dejarlo sin dientes- Ve con ella y consuélala, ámala, abráza, bésala, hazlo Aidan. Porque sea lo que sea que haya pasado aquí, jamás será correspondido, y por más que ella y yo nos engañemos, estamos consientes de nuestros sentimientos -entrecerré los ojos- yo la amo a ella, pero ella te ama a ti, y si alguna vez duda de ese sentimiento es porque yo he sido la causa, yo habré hecho algo para hacerla dudar. Yo la puse a pensar, la puse entre la espada y la pared. Yo soy el que la confunde. Pero Aidan, ella en verdad te ama. Entiéndela, ella jamás había estado en una posición así, y gracias a mi ahora lo tiene más complicado.. -suspiró-
Lo sabía.
Sin nada que decir salí de ahí. Avance hacia donde estaba ____, quien ahora hablaba con los hermanos de Cinco y James. Al verme sonrió un poco y la abrace fuertemente. Ella correspondió el abrazo
-Si que eres valiente -dijo el moreno que si no mal recuerdo se llamaba Diego-
-No lo creo -ella rió un poco- nos vemos luego -se despidió estrechando sus manos de cada uno-
-Con cuidado -el grandote me vio y asentí. Ni siquiera nos habíamos presentado, tan solo me sabía sus nombres porque mi chica me los había dicho-
La tome de la mano y entrelace nuestros dedos. James caminaba enfrente para no ir "de mal tercio" luego de tomar el taxi y sentarnos en la parte trasera escuché la voz de mi linda novia
-Debo decirte algo...-interrumpí recostándola sobre mi hombro-
-Lo hablamos cuando lleguemos, ¿bien? -dije un beso en su cabeza. Necesitaba un trago. Hace un tiempo ya que no bebía-
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