-51-
-Narra Aidan-
Mire a mi chica caminando hacia mi. Sonreí y se sentó a mi lado
-¿Cómo está? -cuestioné-
-Esta bien, por suerte puede hablar con normalidad, se cansa pero es evidente el porque -asentí- ya me siento más tranquila -sonreí y dejé un beso en su mejilla-
-Te dije que estaría bien -asintió-
-Él quiere verte -fruncí el ceño. ¿Qué dijo?-
-¿A mi? -asintió- ¿por qué?
-No lo sé, solo me dijo que te lo mencionara. Deberías entrar -sonrió amable. La mire dudoso pero suspiré y asentí para luego dirigirme con una enfermera y así me indicara a donde ir-
Lo hizo y al estar fuera de la habitación me sonrió amable para irse por su camino. Entré a la habitación y cerré detrás de mi.
Lo observé con detenimiento. El idiota volteó hacia mi y me crucé de brazos mientras me recargaba en la puerta
-¿Qué quieres?
-Tienes.. que cuidar bien de ____ -hablaba cansado y por pausas. Fruncí el ceño confundido-
-¿Por qué lo dices?
-¿Dónde está.. el imbécil de Dante?
-No tengo idea -no me dejo terminar-
-Justo por eso -terminó-
-¿Qué mas sabes? -me acerque y rió con dificultad-
-No soy el malo.. de la historia, Aidan -me vio mal- aléjate de mi. Solo... ____ puede acercarse así
-reí nasalmente y me alejé- Dudo que quiera acercarse así a ti
-Pregúntale y lo confirmarás... -suspiré pesadamente. No podía golpearlo, de por si estaba moribundo- Necesito que.. me hagas un favor
-¿Qué favor?
-Toma mi teléfono -lo busque con la mirada- y... busca en los contactos.. el nombre Luther
-tome el teléfono y busque- ¿Y ese quien es? ¿Tú novio? -sonreí burlón-
-Idiota.. yo solo tengo ojos para Colin.. -lo fulmine con la mirada y ahora él mantenía una sonrisa burlona- solo.. dile donde estoy para que venga. Así... ustedes pueden ir a descansar
-___ no querrá irse -termine de mandar el texto-
-No me importa.. -Levante las cejas sorprendido- es lo mejor para ella.. -soltó un quejido tratando de acomodarse- necesita descansar.. pensar.. tranquilizarse..
-Lo se, y..-volvió a interrumpir-
-Váyanse. Díselo, dile que yo se lo pedí -entrecerré los ojos-
-Bien. Lo intentaré
-¿No sabes convencerla?
-Es muy necia -sonreí viendo a la nada-
-Lo se, es hermosa -lo mire y también sonreía a la nada-
-Cinco -hablé seriamente. Me miró con el ceño fruncido. Este tipo parecía que siempre estaba enojado- Gracias por lo que hiciste, en verdad. Y, me alegro que estes bien
Me miró confundido y tosió un poco
-Lo que sea por.. ella
-Escucha -me cruce de brazos nuevamente- sea lo que sea, Cinco tú y yo siempre seremos rivales, pase lo que pase, lo seremos hasta que tú decidas dejar tus sentimientos aun lado
-Créeme... eso no va a pasar. Lo tengo.. muy claro
-Genial. Pero... -suspiré y me arme de valor porque no podía creer que estaba apunto de decir esto- se lo feo que se siente cuando una persona a la que amas te rechaza -me miró confundido- se como es ese sentimientos de insuficiencia, de no saber cómo expresarle todo el amor que le tienes, y que aunque se lo demuestres de una u otra forma, esa persona seguirá sin corresponderte.
-¿Tú cómo...
-Cállate. Aquí ambos debemos tener en claro eso, somos y seremos rivales. Pero algo que tienes que tener en claro ¡tú! -lo señalé- es que en esta rivalidad ya hay un ganador, y ese soy yo -me señalé- porque yo soy quien tiene su amor, yo soy el que está con ella, yo soy al que ella besa, yo soy el tipo con el que ella duerme...
-Gracias... por recordármelo... pedazo de idiota -volteó hacia otro lado mientras se cruzaba de brazos-
-Aun así.., te volviste muy importante en su vida, y te aprecia -miré el suelo- se expresa muy bien de ti, y además de todo le salvaste la vida, y sea lo que sea o como sea, siempre has estado ahí para ella. No puedo alejarte de su vida, porque le importas, y no voy a quitarle eso -me miró. Su boca estaba entre abierta, estaba sorprendido ante mis palabras-
No les voy a mentir, hasta yo me estaba sorprendiendo.
-No voy a permitir que se aleje de ti, ustedes pueden ser amigos. Pueden salir, divertirse como tal, no le voy a impedir esa parte de su felicidad. Porque si ella es feliz, yo también lo soy. Confío en ella, en ti no -me sonrió sarcástico- pero si en ella. Quizá con el tiempo ambos podamos llevarnos bien, pero lo dudo si sigues con tu ideología de que ella te preferirá a ti antes que a mi -Levante los hombros y rodó los ojos ignorando ese último comentario. Me reí a mis adentros-
-Es Bueno... escuchar eso -asentí seriamente- te lo agradezco
-Genial, eso era todo. ¿Tienes algo más que decir? -pensó y negó-
-Ya deberían irse.. -lo mire intrigado, estaba muy insistente-
-¿Que mas sabes? -repetí la pregunta. Suspiró-
-Es probable que...-volvió a quejarse y se sentó en la camilla- James venga a verla...
-¿Qué?!
-¿Qué esperabas? ¿Qué cuando.. él se enterará no vendría corriendo por su.. hermana?
-¿Tú se lo dijiste?!
-Por dios, James no es idiota. -mire a todos lados y acomode mi cabello estresado- y.. no es todo
-¿Qué más?!
-Narra ____-
Caminé hacia la máquina expendedora y metí un billete para que me diera un jugo. La máquina se atoró y suspiré frustrada. Comencé a moverla ligeramente pero era imposible, además, una enfermera me llamó la atención por hacer eso. Me senté en la silla que estaba al lado de la máquina y espere a que Aidan saliera de la habitación de cinco. Honestamente tenía mucha intriga por saber de que hablaban, era muy confuso todo. Toque ligeramente el rasguño de mi cuello y me queje un poco. Era larga, y por suerte no se hizo una abertura profunda. Aunque claramente si quedaría una cicatriz.
Mi teléfono seguía apagado. Miraba mi reflejo en la pantalla negra, era un completo desastre, parecía que yo había sido la homicida. Y todo por culpa de Dante. No entendía nada, no entendía su odio hacia mi, su odio hacia Aidan, nada de esto tenía sentido. Era como si alguien lo poseyera de la nada y quisiera hacernos daño sin razón alguna.
-Aquí estas -sonreí al verlo llegar y me levanté para abrazarnos- ya hablé con él
-¿Qué hablaron?
-Son cosas entre nosotros -lo mire con los ojos entrecerrados- descuida, no discutimos
-¿Y entonces? ¿Todo en orden? -asintió. Esto era aún más confuso- ¿cómo es posible que ya no estes con intenciones de matarlo?
-Porque técnicamente ya está medio muerto -lo golpee en el hombro ante tan mala broma y rió nervioso- lo lamento, se me salió
-¿Entonces no puedo saber de qué hablaban?
-No cariño, descuida. Todo esta en orden
-¿Hacían algún especié de trato? -intentaba adivinar-
-¿Un trío? -me atraganté- ¡Colin, por Dios!
-¡Yo no dije eso! -me defendí pasando a tomate en vida. Soltó una sonora risa-
-Y yo no me refería a ese tipo de trío, eres una mal pensada -seguía riendo-
-Aidan, llamarás la atención de las personas -susurré apenada con la familia que estaba al lado-
-Digamos que... intentaré tolerar su amistad -parpadee varias veces- entendí que es parte de tu felicidad así que no te prohibiré eso
Lo abrace sonriendo y el dejo un beso en mi mejilla
-Te amo -susurré-
-Te amo más, cielo... -nos alejamos del abrazo- iré al baño y cuando venga nos vamos -iba a avanzar pero lo detuve-
-¿Irnos? No, dijimos que nos esperaríamos
-Colin, es tarde, mis padres se preocuparán
-Pero tú...-me interrumpió dejando un beso sin ser duradero, en mis labios-
-Lo hablamos cuando vuelva del baño, ¿bien? -se fue por su camino y me senté nuevamente-
Jugaba con mis pies, los balaceaba un poco y mi cabeza seguía dando vueltas en pensamientos que no tenían respuestas, al menos no aún.
-Debería desinfectarlo -escuché una voz masculina y alcé la mirada. Era un tipo alto, moreno, de cabello largo y bigote. Fruncí el ceño- su herida -señaló mi cuello-
-¿Disculpa?
-Tenga -sacó unas gasas de su bolsillo trasero y luego me las extendió- es increíble que estando en un hospital no pueda cubrirse esa herida
Tome las tasas dudosa y no dejaba de verlo. Era raro
-Diego, deja de molestar a las personas -voltee. Esa voz...- Oh, ____ ¿cierto? -me sonrió amable-
-Espera, ¿____? -el moreno vio al rubio- ¿es ella? -me miró. ¿Eso que quería decir? ¿Me tenía que ofender? ¿Me tenía que preocupar?- hm, es entendible
-Luther -me levante confundida- ¿cómo es que...
-Cinco se mete en muchos problemas ¿verdad? -mencionó divertido y me extendió la mano para saludar. Sonreí y estrechamos las manos- me alegra verla de nuevo
-También a mi, ¿cinco le aviso?
-Les -corrigió el moreno-
-Disculpe, ¿usted quien es? -mire al tipo y luego a Luther esperando que él me respondiera-
-Diego -extendió la mano mientras sonreía de alguna forma coqueta- Diego Hargrevees
-¿Hargreeves? ¿Cinco tiene dos hermanos? -estreche nuestras manos confundida-
-¿Dos? -mencionó Diego riendo un poco. Luther lo golpeó "discretamente" en el estómago y este soltó todo el aire mientras se quejaba-
-Descuide, nosotros lo cuidaremos. Él nos aviso para que usted y su pareja puedan ir a descansar, lo necesitan, mañana podrán volver si gustan
-Pero, yo quería quedarme, para estar al tanto... -asintió con una sonrisa comprensible-
-Y créame, la entiendo, está preocupada, pero debido a lo que sea que haya pasado, tras ver su estado en este momento -me analizó con la mirada. Una mirada totalmente respetuosa- creo que es mejor que vaya a casa a descansar
-¿Ustedes hace cuanto vinieron?
-Ese enano no sale sin nosotros de casa -habló Diego-
-¿Entonces llegaron aquí junto con él? -ambos asintieron- Perdón que pregunté, ¿ustedes no sabían que iría al hotel donde estamos mi novio y yo? -negaron-
-Miramos que Cinco salió, pero no dijo nada
-Se hace el valiente, y gracias a eso ahora está ahí dentro -se burló el moreno. Fruncí el ceño-
-No es gracioso, él en verdad lucia muy mal -me cruce de brazos-
-Lo entendemos -dijo Luther viendo a su hermano el cual me miraba a mí con una sonrisa egocéntrica- confié en nosotros, créame si hay noticias se las haremos saber
Suspiré pesadamente y asentí. Luther se despidió amablemente mientras que el moreno simplemente se sentaba esperando que yo me fuera de ahí. Vaya que no se parecen en nada.
Aidan salió del baño secando sus manos en su playera. Me tomo de la mano y procure contarle lo que acaba de pasar hace unos momentos. Él sorprendido al igual que yo al mencionarle sus hermanos, salimos del hospital. Llamó a un taxi y ahora nos dirigíamos al hotel. Aidan se veía nervioso y desesperado. No entendía porque. Me recargue en su hombro y este depósito un beso en mi cabello mientras acariciaba mi hombro. Todo el camino nos la pasamos en silencio
Al llegar al hotel subimos por el elevador hasta la habitación. Íbamos tomados de la mano hasta que observamos cómo la puerta estaba abierta. Los padres de Aidan, ambos de brazos cruzados, mire a James a un lado con la mirada en el suelo. Me sorprendí pero sonreí al verlo ahí. Esa sonrisa se desvaneció en menos de 3 segundos. Solté la mano de Aidan al notar a las dos personas más que habían en esa habitación
-Ustedes...
-Que gusto verte, hija
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro