-Narra ____-

Luego de la pelea de Dante y Aidan en el salón las clases transcurrieron de lo más normal. O bueno, al menos un poco.

Alyssa no nos dirigió la palabra en todo el día. Simplemente nos evitó como si fuéramos desconocidos. Nuestros demás amigos entendieron todo luego de que lo explicáramos y dijeron que intentarían hablar con ella. Sinceramente me sentía mal por esa situación, es mi mejor amiga y no podía resistir el hecho de que me evitara. No puedo imaginarme como se la pasó James.

Al terminar las clases Aidan se despidió de mi con un abrazo y un beso en la frente, sin que nadie más nos viera.

-¿Podemos hablar? -pedí cuando acarició mi cabello-

Necesitaba asegurarme de que estaba bien. Quería saber que pensaba en esos momentos, no quería que estuviera mal, quería que se expresara, que sacara lo que sea que tuviera en su cabeza. Aidan sobre piensa mucho, y me preocupa porque simplemente explota sin pensar correctamente.

-Hablamos más tarde, ¿si? -se alejó un poco-

-¿Al menos puedes asegurarme que estás bien?

-Claro -dijo sonriendo falsamente. Se notaba. Lo mire mal- ¿qué?

-¿Y esa sonrisa tan falsa?

-No es falsa

-Claro que lo es, tú nunca sonríes así. Aidan, ¿quieres contarme qué pasó?

-No Colin, no quiero

-Es solo que...

-¡Necesito pensar! ¿Está bien?! -cerré los ojos al escuchar su grito- carajo -susurró- Colin...

-Bien. Cuando te relajes y dejes de sobre pensar estupideces me dices. Porque por supuesto, aquí estará tu estúpida para escucharte solo cuando tú quieras -empecé a avanzar alejándome de él-

Sentí un jalón en mi brazo y lo mire atenta.

-Lo lamentó, pero enserio, necesito estar solo. No te molestes, ¿si?

-Bien -intentó dejar un beso en mi frente pero me zafé de su agarre antes y salí de ahí-

Escuché mi apellido de nuevo pero lo ignoré. Evite continuar el tema o todo terminaría mal. Sabía que las personas no cambiaban de un día para otro, y quería darle su espacio a Aidan porque él me lo pidió, porque de él salió querer cambiar esa forma de ser suya. Porque por más romántico, carismático, amable y caballeroso que fuera, también era celoso, posesivo y prepotente. Él quería cambiar eso, quería mejorar en esos tres aspectos negativos que tenía. Que quizá sin querer salían a flote, y casi siempre contra mi. Y yo no iba a ser nadie para negarle su meta de cambiar, pero.., el proceso de esos cambios eran complicados. Pues lo estaba intentado, si, más sin embargo aún seguían, y siento que cuando más se proponía cambiar más a flote salían esas personalidades de él.

-aprovechando que salimos unos cuantos minutos temprano, quería llevar a Roger a la tienda de instrumentos, dice que está interesado en revisar un teclado -dijo James caminando a mi lado- ¿vienes? -negué- ¿por qué no?

-¿Estas bien, Colin? -preguntó Roger y asentí sonriendo un poco-

-Estoy algo cansada. Me iré al parque para darles tiempo y así nuestros padres no noten que se fueron a otro lado

-¿Segura? -preguntó mi hermano y asentí- Bueno, con cuidado

Se fueron por su lado. Al parecer el coraje que James juraba tenerle a Roger ya había desaparecido y eso me aliviaba. Desvíe mi camino hacia el parque central. Al llegar me senté en una banca bajo un árbol y dejé la mochila a un lado.

Observaba mis zapatos mientras pensaba y pensaba en miles de cosas, algunas serias y otras sin sentido. Estaba algo nublado, en cualquier momento empezaría a llover y justo cuando lo pensé como si fuera por arte de magia algunas gotas empezaron a caer. Suspiré y no me moví de mi lugar, el árbol cubría toda la banca y honestamente amaba la lluvia.

Empecé a tararear una melodía mientras balanceaba un poco mis pies.

-Es un lindo día, ¿verdad? -escuché y me paralice de inmediato sin despegar la mirada de mis zapatos- adoro los días nublados

Levante la mirada lentamente hacia él. Estaba frente a mi con una sudadera en sus manos.

-¿No tienes frío? -preguntó y me extendió la sudadera-

-Lárgate -dije como pude. Me sentía débil y no entendía porque, no quería verlo. No estaba lista-

Vi como soltó un suspiro pesado. Me levanté con intenciones de irme pero colocó sus manos sobre mis hombros. Su tacto, de nuevo. Mierda mierda y más mierda. Sentía como hasta el respirar me costaba

-Necesito hablar contigo... -dijo sin más mientras me miraba directo a los ojos-

-No tenemos nada de que hablar. Ahora suéltame -no podía hacerme para atrás porque claramente estaba la banca. Así que solo quite sus manos de mis hombros-

-Claro que tenemos de que hablar, por favor linda, hablemos, déjame explicarte... -tome mi mochila y pase a su lado- Colin, por favor

-No tienes nada que explicarme -mi mochila cayó al suelo torpemente cuando intentaba ponérmela-

Sentía mis manos temblar al igual que mis piernas. La voz se me entrecortaba un poco y mi respiración se aceleraba. Se agachó y tomó mi mochila rápidamente. La colocó detrás de él.

-Dámela -ordené-

-Hablemos

-Dame la mochila -intente arrebatársela pero se alejo evitándolo- ¡Devuélvemela!

-¡Déjame explicarte, ____!

-¡No tienes nada que explicarme, Cinco! -grité enojada e intentaba quitarle la mochila-

En un intento al acercarme, me tomo de las muñecas haciendo que la mochila cayera al suelo. Se pegó a mi y bajo nuestras manos juntas, mi respiración no tenía control y él apreciaba mi rostro con un gesto de arrepentimiento enorme.

-Yo no...-intentó hablar y bajo la mirada. Intentaba soltarme de sus agarres- Colin, lo lamento tanto...

-Me traicionaste -dije y sentí las lagrimas en mis mejillas. No pude resistir más. Levantó su vista hacia mi y sus cejas bajaron uniéndose en el centro- confié en ti... -susurré- ¿por qué lo hiciste?

-colocó sus manos en mis mejillas. Las gotas de la lluvia empezaron a caer más seguidamente sobre nosotros- Lo lamentó tanto, no tienes idea de cuánto. Yo no... no quise

-Pero lo hiciste. Me echaste a perder todo. Sabias las consecuencias. No lograste entender que no te amare de la misma forma en que amo a Aidan

-¡Lo sé! Se que no me amaras así, y no lo soporto. No pensaba con claridad en el momento que ese idiota se me acercó... jamás quise perjudicarte, pequeña... -acarició mis mejillas e intentó pegar nuestras narices. Me aleje y limpie los ojos- déjame explicarte

-No quiero oírte. No quiero verte. Quiero que me dejes en paz de una vez. En verdad quise poder llevarme bien contigo, quería ser tu amiga, confié en ti, te quería... pero lo arruinaste. -tome mi mochila- no quiero volver a verte

-Colin, por favor -se acercó de nuevo y me tomo del brazo antes de que yo me alejara- necesito que me escuches, necesito que alguien me escuche -soltó-

Adoraba escuchar a las personas. Era lindo porque esperaba que ellos fueran igual de amables conmigo y cuando yo tuviera un problema me dijeran que podía desahogarme sin problema alguno.

No siempre recibía la misma respuesta.

Él quería que lo escuchara.., él fue quien lo pidió, no fui yo quien lo ofreció. Y eso me había dejado sorprendida. Aún así negué mientras las lágrimas salían sin querer, aunque las gotas de la lluvia lo disimulaban muy bien.

-Por favor -volvió a pedir- eres lo único lindo que tengo, pequeña...

-Dijiste que me querías, que jamás me harías daño...

-Y es verdad. Jamás te haría daño, te adoro con todo mi corazón -intentó tomar mis manos pero me aleje y negué de inmediato-

-Mientes. Me jodiste aún jurando que me querías -miro el suelo- no quiero volver a verte. Aléjate de mi, esta vez de verdad -pedí limpiando mis ojos-

-Sabes que lo que me estás pidiendo es prácticamente imposible para mi -dijo y vi algunas lagrimas resbalar por sus mejillas-

-Si en verdad dices aún tener cariño por mi, lo harás. -me di la vuelta y empecé a avanzar hacia casa-

"No mires atrás"

"No mires atrás"

"No mires atrás"

Hice caso a mi cabeza. Sabía que si lo miraba me sentaría a su lado de inmediato y escucharía todo lo que tuviera que decirme, dejaría que se desahogara aunque luego le pidiera que se alejara de mi. Odiaba que las personas se quedaran solas con tantos problemas y mi conciencia me regañaba por no escucharlo por lo menos. Sabía que no lo perdonaría, pero al menos se hubiera podido expresar. Avanzaba bajo la lluvia, y ahora se hacía presente ese estúpido sentimiento de soledad. Ahora era yo quien quería que me escucharan. Quería hablar con alguien, quería llorar en el hombro de alguien. Le mande uno mensaje a Aidan pero este no respondía. Él también tenía sus problemas, debía entenderlo, pero me parecía egoísta, porque yo si estaba para él en momentos difíciles aunque él no me necesitara y me lo dejara en claro.

Avance hacia la casa de Alyssa y al llegar a esta toque la puerta. A los segundos mire como se abrió y me miró mientras fruncía las cejas

-Hola -susurré algo bajo-

-¿Qué haces aquí? -preguntó molesta-

-Yo solo... -mis ojos volvieron a cristalizarse y su gesto cambió- necesitaba ver a mi mejor amiga

-Entra, te estas mojando -se hizo a un lado y entré a su departamento. Cerró la puerta- siéntate, ahora vuelvo -subió y a los segundos bajo con una toalla blanca. La puso sobre mis hombros y se sentó frente a mi- ¿que ocupas?

-¿Sigues enojada conmigo? -pregunté algo entrecortado pasando la punta de la toalla por mi rostro-

-soltó un fuerte suspiro- Da igual, ¿que ocurre? ¿Por qué lloras? ¿Que hacías debajo de la lluvia? ¿Aidan te hizo algo?! -negué- Entonces, ¿qué pasa, ___? No me asustes

-Solo... -empecé a llorar sin saber por donde comenzar. Tantos problemas, tanto estrés, tantas cosas en la cabeza me estaban asfixiando y no podía actuar como si nada pasara-

Sentí sus brazos por mi espalda de inmediato mientras acariciaba mi cabello mojado.

-Llora lo que tengas que llorar, ____. Desahógate, aquí estoy para ti... -sonreí en medio del llanto al escuchar sus palabras. Mi mejor amiga seguía ahí. Para mi. Estaba feliz y eso me quitaba un ligero peso de encima-

Sin embargo habían más problemas y Justo ahora solo quería llorar y llorar. Luego del llanto comenzaría a explicarle todo a Alyssa