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-41-

-Narra ___-

Entré a casa en cuando llegamos y avancé rápidamente hacia las escaleras, pero la voz de mi padre me detuvo.

-___, vamos a hablar

-No hay nada que hablar -respondí limpiando mis ojos-

-Ven aquí, es una orden. -dijo mamá. Suspiré controlando mis lagrimas y me senté en el sillón. Ellos se sentaron enfrente, James a mi lado y Roger solamente fue con su madre a su habitación.

-Nosotros...-intentó hablar James, papá lo interrumpió-

-No tenían ningún trabajo, nos dijeron eso para ir a la feria. No solo nos mintieron, si no que además descubrimos que sus amigos no sabían que eran hermanos, y que ¡tú, hija! Tienes pareja -me señaló y negué- no quiero mas mentiras. ¿Quien es ese chico?

-¿De donde se conocen?

-¿Desde cuando están juntos?!

-¡Él no es mi novio! -dije y mis lagrimas salieron-

-¡Mamá, papá! ____ dice la verdad -defendió James-

-¿Entonces no tienes pareja? -pensé y negué lentamente mientras miraba el suelo-

-Si eso es cierto, no te molestará empezar una relación con Roger, ¿verdad? -los mire-

-No me gusta Roger, ni yo lo gusto a él

-Eso no lo sabes

-Claro que lo se, Mamá -interrumpió-

-No, no lo sabes. Ninguno de los jóvenes saben lo que sienten hasta que conviven lo suficiente.

-No voy a estar con Roger. ¿De acuerdo? ¡Y no me pueden obligar!

-¡Claro que podemos!

-¡No! Se aparecen de la nada y pretenden que los obedezcamos en todo, ¡después de tanto tiempo! Nosotros ya tenemos nuestra vida hecha. ¡No me van a decir que hacer y que no!

James me abrazo de lado en aprobación de lo que había dicho.

-Bien. Si esa es tu última palabra. ____ vendrás a New York con nosotros. Y no es discutible. -abrí los ojos como platos- ahora entrégame tu teléfono -me extendió la mano-

-¡No!

-¡Entrégamelo! -me tomo del brazo y solté un quejido-

-¡Ya, suéltala. Toma! -dijo James y le entregó mi teléfono. Mierda-

-¡No me levantes de nuevo la voz, James!  -dijo mi padre y sin más camino hacia la cocina-

-Mamá yo no...-interrumpió-

-No es discutible.

-¡Eso es injusto! -gritó James- ____ y yo vivimos juntos, no pueden llevársela.

-No discutiremos esto. Ya está decidido. Cuando nosotros regresemos ella vendrá, y esperemos que con nuestras reglas podamos enseñarle de nuevo ¡la educación y respeto hacia sus propios padres! -me señaló mi madre antes de irse detrás de mi padre-

-Colin, no les hagas caso. Ellos no pueden hacer eso -mi hermano me tomo de las mejillas. Empecé a respirar algo acelerada-

De tan solo pensarlo. De pensar que querían que me fuera a vivir con ellos. De pensar que me querían llevar a New York, nueva escuela, nuevas personas, nuevo hogar, pésimo hogar diría yo. Nueva vida, y lo peor de todo; sin Aidan. Esto no podía estar pasando, eso no podía pasar.

-Hermana...

-Quiero estar sola -dije antes de correr hacia arriba y encerrarme en la habitación-

Me aventé boca abajo a la cama, mi rostro quedó tapado con la almohada y comencé a llorar lo más silencioso posible. Miles de pensamientos negativos llegaron a mi cabeza. Todo esto había sido un desastre, ¿y todo para qué? Para divertirse con mis amigos. Tener a mis padres aquí era una tortura. Y lo que más temía había pasado, y duplicado. Fueron más problemas de los que pensé, se enteraron de muchas cosas en el mismo momento y eso hizo que tomaran esa decisión tan estúpida. No quería hacerlo, no pensaba hacerlo, no me iría de aquí. Continué llorando mientras pensaba en lo confundidos que estaban mis amigos, en lo mal que estaba Aidan al ver esa escena. No lograba entender del todo.

Cinco.

No lo creía de él. No se que pasaba por su cabeza. Él sabía las consecuencias de que mis padres supieran algo así, sin embargo lo hizo. No le importo. Y eso me tenía totalmente decepcionada.

Dante, un idiota. Ni siquiera pude lograr entender como mis padres tendrían confianza en una persona tan miserable como él. Me había jodido, y el hijo de puta lo había disfrutado. Su sonrisa cínica permaneció intacta hasta el momento en el que el coche de mis padres se puso en marcha.

Pero no quería pensar en ellos dos, no valían la pena. Lo único que me preocupaba y me tenía llorando aún más era Aidan. Habíamos discutido antes, más seguido, logramos arreglarnos y esto lo había empeorado de nuevo. Todo. Él no dijo nada, seguro se cansó, se cansó de los celos, se cansó de no entenderme, se cansó de molestarse conmigo, se canso de discutir conmigo y solo decidió irse sin decir nada. Quizá simplemente se cansó de mi. Y eso me tenía jodidamente mal y preocupada.

Continué llorando hasta que sin darme cuenta concilié el sueño.

(....)

Abrí poco a poco los ojos al escuchar unos ligeros golpes. Mire el pequeño reloj  que estaba sobre el mueble al lado de la cama. 12:00 de la noche. Volví a recostarme, esta vez acomodándome de lado, viendo hacia la puerta. James no estaba, seguro que se había quedado dormido en el sillón, le dije que quería estar sola y si que lo entendió. Vaya, quería mucho a mi hermano, aunque no siempre se lo demostrara.

Escuché de nuevo los ligeros golpes y fruncí el ceño sin entender de donde provenían. Volvieron a escucharse, esta vez algo más rápidos. Voltee hacia la ventana y me levanté para luego acercarme y abrir la cortina. Mire a Aidan colgado del marco de la ventana. Abrí los ojos como platos y la preocupación me invadió rápidamente.

-¿Aidan?! -susurré algo alto. Mire como movió su mano en forma de saludo y volvió a agarrarse rápidamente del marco. Abrí la ventana de inmediato y me acerque para ayudarlo a subir-

-Hola Cariño -saludó sentándose en el marco y viéndome-

Lo mire sin entender nada. ¿Él Enserio estaba aquí? O ¿estaba soñando? No lo sé. Pero lo abrace sin decir nada. Quería demostrarle mi amor en ese abrazo, quería demostrarle que en verdad, pensaba en el echo de que él me podría dejar y yo no estaría bien con esa decisión. Quería que supiera que lo quiero, que lo amo en realidad. Sentí como recargo su cabeza sobre la mía pues sus manos las tenía a los costados de sus piernas para tener equilibrio.

-Narra Aidan-

-¿Qué estás haciendo aquí? -preguntó en un susurro, alejándose un poco-

-Quería verte

-¿Estás enojado conmigo? -preguntó desviando la mirada hacia adentro de la habitación. Yo mire hacia el cielo y solté un suspiro pesado-

-La verdad si, Colin. Me moleste en cuanto escuché la palabras de Dante. Pero no quise actuar, y no solo porque hubiera más gente incluyendo tus padres, si no porque... porque te prometí que haría todo por cambiar, por controlarme. En verdad quiero ser capaz de cumplir esa promesa. -sentí su mirada sobre mí pero la mía seguía en el cielo estrellado- preferí controlarme lo más que pude y alejarme de ahí para estar solo. Para estar solo y poder pensar con claridad las cosas, para analizar el asunto. Mientras caminaba pensando en miles de formas para asesinar a ese idiota -bromee- me tranquilice un poco y pensé: "¿Por que mi chica presentaría a Cinco como su novio si sus padres no se lo permiten?" -escuché su hermosa risa- supe perfectamente que no era verdad, supe que algo malo pasaba. Y no era tu culpa. Pero no quise volver. No quise regresar a verte, pensé que quizá podría empeorar las cosas. Decidí darte tiempo, y darme más tiempo para pensar bien. Y ahora estoy aquí, porque quiero hablarlo contigo. No quiero pelear -la mire por fin. Sus ojos estaban cristalizados, y en estos momentos odio ser sensible-

Pero si les soy honesto..., la única persona con la cual lloraría al verla llorar, es con ella,no soportaba el hecho de pensar que algo tenía, que algo la atormentaba, que algo la lastimaba, o que algo la ponía tan feliz hasta el grado de llorar. Me transmitía sus sentimientos con su mirada, y me hacía llorar junto a ella. Sonreí un poco y de la nada sentí sus labios sobre los míos. Era un hermoso beso, lleno de cariño y sinceridad. Ella estaba por el lado de adentro y yo claramente en el marco de la ventana. Tuve que deladear un poco mi cuerpo para poder besarla y acariciar una de sus mejillas en el beso.

-Te amo -susurró al separar nuestros labios-

Nuestros ojos permanecieron cerrados. Pase la punta de mi nariz acariciando la suya y nuestros labios rozaban. Deje un corto beso en ellos y junte nuestras frentes

-Me tienes jodido, Colin -susurré y rió ligeramente- te amo, mi nena -se separó y me miró con una mueca divertida- ¿qué? -reí un poco-

-¿"Mi nena"? -cuestionó cruzándose de brazos aún con la mueca-

-Claro

-¿Por qué?

-Fácil. Porque eres mía -mire un sonrojo discreto en sus mejillas- y eres una nena muy sentimental -limpie sus mejillas y sonrió tímida- ahora, ¿podemos hablarlo? -asintió- primero, ¿Por qué llorabas? -pregunté. Era evidente que había llorado, sus ojos estaban algo hinchados y tenía marcas de lágrimas en sus mejillas-

-Pasaron muchas cosas en cuestión de minutos -dijo sentándose en el marco de la puerta. La tome de la cintura para que tuviera más cuidado. Se puso a mi lado y yo coloqué mi mano sobre la suya- mis amigos se enteraron que James y yo somos hermanos, Alyssa se molestó mucho. Mis padres nos descubrieron en la feria y no teníamos permiso de estar ahí, cinco les dijo que era mi novio y se molestaron aún más. Pero lo que más me tenía preocupada era tu reacción, llegue a pensar que te habías decidido en dejarme -bajo la vista y negué de inmediato-

-No vuelvas a pensar una cosas así -sonrió-

-Y todo fue culpa del imbécil de Dante -dijo enojada. Entrelace nuestros dedos-

-Si, lo sé. No te amargues, cariño. Verás que todo se solucionará -deje un beso en su cien-

-No lo creo -susurró casi inaudible para mi. La mire confundido-

-¿A qué te refieres?

Sus ojos volvieron a cristalizarse

-Colin -puse delicadamente uno de mis dedos debajo de su barbilla para hacer que me viera a los ojos- cuéntame qué ocurre, linda

-Mis padres me llevarán con ellos a New York -soltó y cerró los ojos con fuerza evitando llorar. Sentí como si me hubieran apuñalado-

Empecé a pensar negativamente en cuestión de segundos. Se iba a alejar de mi. ¡La iban a alejar de mi! Se iría a otra ciudad, conocería más personas, tendría una nueva vida, no podía creer lo que escuchaba

-Mi padre se molestó mucho y dijo que no era discutible, yo no quiero, no se que hacer -ocultó su rostro en la curvatura de mi hombro y acaricié su cabello-

-Escúchame bien, Colin -hice que me viera tomando sus mejillas- no te irás de aquí

-¿Cómo pretendes que eso sea posible?

Empecé a pensar, mientras miraba hacia otro lado. Su vista seguía en mi, mi cabeza daba vueltas pensando en las opciones sencillas que tendría para salir de esa decisión, pero ninguna podría resultar. Pensé y pensé lo más rápido que puse, todas eran fáciles pero difíciles a la vez, e inútiles si las analizaba bien, excepto una, pero sería más complicado...

-____, ¿te irías conmigo a Seattle? -mire como parpadeo varias veces de lo inesperado que fue-

-¿Qué dices?

-Mis padres están trabajando allá. Puedo decirles que quiero ir de visita, que quiero pasar las vacaciones con ellos. No les molestará. Ven conmigo -pedí tomando sus manos entre las mías. Me miraba atenta mientras sus labios estaban algo entre abiertos- vayámonos juntos.

-Pero Aidan... eso sería imposible

-No, cariño, no es imposible. Colin, eh hecho de todo por tenerte a mi lado, no permitiré que me alejen de mi, no ahora que por fin lo conseguí, ahora que por fin puedo disfrutar de cada momento a tu lado. No seré tan idiota como para permitirlo. Puedo ingeniármelas para sacarte de casa, para hacer que vayas conmigo, pero debo saber que estás dispuesta a hacerlo. Debo saber que estás dispuesta a todo por estar conmigo. Que estás dispuesta a desobedecer una orden de tus padres. Que estás dispuesta a viajar conmigo. Que estás dispuesta a dejar de ver a James, a Alyssa a tus amigos por lo menos por un tiempo. Que estás dispuesta en verdad, a dejar todo aquí, solo por estar conmigo -su respiración estaba algo acelerada- Colin, ¿vendrías conmigo a Seattle?

-No necesito pensar en una respuesta, Aidan -sonreí ampliamente y bese sus delicadas manos- pero ¿cómo?

-¿Cuándo se van tus padres?

-No lo sé. No me lo dijeron -limpie su mejilla nuevamente y volví a tomar su mano-

-¿Podrías averiguarlo? -asintió- necesitó saber para poder comprar los boletos días antes de que ellos tengan decidido irse y también para decirle a mis padres que iré a verlos

-Claro, intentaré preguntarles

-Necesito que te mantengas tranquila estos días, linda. -me vio confundida- ya sabes, llévales el bajo. Diles si a todo, no los hagas enojar, así podrán llevar la fiesta en paz por unos días más. -asintió- se que lo lograrás -deje un beso en su frente- te prometo que todo saldrá bien...

-¿Qué pasa si no?

-¿Confías en mi?

-Ciegamente -sonreí como idiota al escuchar esa linda y sincera palabra. Ni siquiera dudo en responder al escuchar mi pregunta-

-Todo saldrá bien -repetí y deje un beso en su frente-

-Quédate un rato más aquí... -susurró-

-Por supuesto...

Recargó su cabeza en mi hombro y la abrace de lado. Ambos juntos sentados en ese marco de su ventana, con la vista hacia el hermoso cielo estrellado. Lo admirábamos, juntos. Era un momento hermoso, lleno de paz y tranquilidad, con las cosas que más amaba; el cielo, la luna llena y ella... mi linda ____. No podía pedirle nada más a la vida... con ella lo tenía todo, con ella tenía mi vida completamente resuelta, cada plan, cada meta, ella era parte de todo, y mientras estuviera a mi lado, nada malo podía pasar por mi cabeza. Ella era mi inspiración. Ella era la razón de mi felicidad...

Ella era simplemente, mi vida entera

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