-Narra Aidan-

-¿Hablaste con él?!

-Si, claro -me miró atenta- ¿estuvo mal? -pregunté nervioso-

-Bueno, no lo sé. ¿Qué fue lo que le dijiste? -se sentó frente a mi mientras se acomodaba su pequeño cabello con la mano-

-Solo me disculpe por cómo lo traté a él y a ti antes, y también le agradecí por ayudarme a volver a la vida -sonreí. Ella se veía pensativa- No entiendo, ¿que tiene de malo?

-De echo no hay nada de malo, ¿qué fue lo que te dijo?

-Me dijo que me dejaba estar contigo pero, de alguna manera piensa que te estoy utilizando -rodó los ojos- y dijo que encontraría la verdad

-Que idiota -se levanto y tomo una chamarra para ponérsela-

-No seas tan cruel con él, cariño -me levante y la abrace por detrás pasando mis brazos por toda su cintura- solo se preocupa por ti

-Pero no tiene porque -renegó y recargue mi barbilla en su hombro-

-Claro que tiene porque, eres su hermana. Lo entiendo, créeme ____, no está haciendo nada malo. Además, no encontrará ninguna "verdad" más que el darse cuenta de que en verdad me gustas -deje un beso en su mejilla y me aleje. Volteó a verme y sonrió tiernamente- ¿Ya estás lista? -asintió- andando -extendí mi codo, pasó su mano por este para así ambos bajar y salir de casa para ir al convivio escolar-

(.....)

-¿Seguro que no quieres venir con nosotros? Te prometo que James no te molestará -reí y negué- ¿estarás bien?

-Por supuesto, no te preocupes, diviértete con tus amigos. Quizá yo arregle cuentas con los míos -hablé acomodando mi cabello. ____ se acercó y me tomo de la corbata, sonreí de lado pero fue en vano, solo la iba a acomodar-

-Esta chueca -mencionó quitando y volviendo a hacerle el nudo- por favor no te pelees con nadie, Aidan

-No prometo nada -jaló ligeramente el nudo de la corbata haciéndome abrir los ojos de golpe por la presión que sentí- de acuerdo, esta bien, no me pelearé con nadie -rió- que agresiva

-Listo -se alejó-

-Aún así no te salvas -pase mi mano por su cintura pegándola fuertemente a la mía y con la otra mano la tome de la mejilla juntando nuestros labios en un beso feroz-

Nos separamos y sonreí pícaro mientras ella lucia como un tomate. Reí y deje un beso en su frente para así cada uno tomar su camino.

Habían muchos alumnos, bailando, cantando, comiendo, jugando. Era un caos, nada fuera de lo normal. Buscaba y buscaba dentro de la cancha a mis amigos.

Mire a lo lejos a Blake así que me acerque corriendo antes de perderlo de vista

-Aidan, que bueno verte -estrechamos las manos y dejamos una palmada en la espalda del otro-

-¿Estas solo? -asintió- ¿es enserio?

-Si, ya sabes, últimamente se me está haciendo costumbre -sonrió desanimado y bebió de su refresco. Sentí un golpe en el pecho-

"Ser rechazado"

"No encajar con los demás"

"Ser el raro"

Lo entendía perfectamente, y fui un completo idiota al no darme cuenta antes de lo que Blake pasaba. No necesitaba ser un "nerd" para ser el raro.

-Ven amigo, acompáñame por una bebida -sonreí mientras palmeaba su hombro. Asintió y me guió a las bebidas-

(......)

-Me alegra mucho que a pesar de todo no hayas cedido, Blake. A pesar de los malos comentarios y de ser el excluido no cambiaste, y continuaste siendo tú mismo. Siempre siendo responsable, respetando a las mujeres, siendo Justo. Eres una gran persona

Habíamos tenido una plática lo suficientemente profunda y ambos nos habíamos desahogado como jamás pensé hacerlo con nadie. Pero Blake simplemente era un chico excluido, que a pesar de llevarse bien con los "populares" lo trataban mal por el simple echo de que no era, actuaba, ni hablaba como ellos. Él siempre fue él mismo, nadie lo hizo cambiar sin importar nada y estaba orgulloso de eso, porque de alguna manera demostraba que si existen las personas fuertes que sin importar qué tan mal los traten o hablen de ellos, continúan con su vida porque saben que tienen la razón y que son buenas personas.

-A mi también me alegra que por fin seas tú mismo, Aidan -sonrió amable y asentí- Se siente bien, ¿no? Dejar de tratar de encajar con la sociedad

-Honestamente si. Jamás me había sentido tan libre de poder hacer lo que quiera sin que me importe lo que la gente diga o piense

-Eso es bueno -asentí- y, sabes que aquí tienes a un amigo que te apoyará siempre y cuando seas tú mismo -sonreí en agradecimiento. Era un gran tipo- mi bebida se terminó -reímos- creó que iré por mas y a buscar algo de comer, ¿vienes?

-Te busco en un rato, amigo. Debo hacer algo pendiente -asintió y sin más tomó su camino al igual que yo el mío-

-Narra ____-

-¡Ya relájate, James! -gritó Alyssa mientras le daba un golpe en la cabeza. James frunció el ceño y colocó su mano en donde lo habían golpeado- Escucha pedazo de excremento humano, en tu vida vas a volver a ver a un chico disculpándose por algo que hizo hace un año, y mucho menos pidiéndote permiso para poder salir con tu amiga. ¡Reacciona! Aidan está siendo 100% real

-¿También te lavó el cerebro? -preguntó rodando los ojos-

-No. ¿Qué se sentirá que te laven el cerebro? -volteó a verme y yo levante los hombros con una sonrisa nerviosa-

-Que inteligente eres, Alyssa -habló James-

-¡Da lo mismo! Solo estoy siendo realista. Aidan lo está haciendo bien, está conquistando a ____ y además te está pidiendo permiso para estar con ella, cosa que en teoría no debería porque no eres más que un simple amigo, pero eso solo significa que el fideo humano te tiene miedo

-Por supuesto que debería -aprobó James y tome de mi bebida-

-Entonces deja ya el drama. ____ ultimada mente puede andar con quien ella quiera

-Ya me canse de esta conversación, no sabes ni entiendes nada -la señaló. Bebía de mi trago, la botella estaba en la mesa a nuestro lado así que era más fácil-

-No, el que no entiende nada eres tú. Estas siendo tan dramático sin sentido, no tienes ningún derecho de meterte en su vida

-¡Dije que ya me aburrí de la conversación, Alyssa!

-Y ahora no soportas que te digan la verdad, ¿no, James?!

-Si continuas con el tema te prometo que me olvidaré de tu amistad por completo. Y sabes que yo jamás miento -Alyssa lo vio enojada- y ____, deja de beber tanto -rodé los ojos y lo ignoré-

-Actúas como algo más, ese tema en serio te molesta, como, si fueras su novio, o un familiar...

-¡Alyssa ya deja de meterte! -habló James subiendo el tono-

-Tu también ya deja de meterte

-Es diferente

-¿Por qué? -mire a James y este a mi. Solo suspiro tratando de calmarse-

-Porque yo soy su mejor amigo

-Y yo su mejor amiga, así que -le saco la lengua para terminar su frase. Suspiré y James lucia demasiado molesto-

-Estoy cansada -me termine el trago- iré a caminar, arreglen sus diferencias y cuando ya no tengan que estar discutiendo me buscan -hablé un tanto molesta y empecé a avanzar no sin antes tomar la botella y llevarla conmigo-

Se suponía que era un convivio para poder distraerse de la escuela, y todos esos problemas. Pero James y Alyssa se la habían pasado discutiendo por un tema que no era de la incumbencia de ninguno de los dos, y eso me molestaba un poco. Mis amigos estaban en la pista, bailando, riendo, divirtiéndose, mientras que yo debía estar con esos dos escuchando sus puntos de vista por algo que por más que se pelearan no me harían cambiar de parecer. Aidan era mi novio, y ellos aún así seguían discutiendo.

Caminaba entre la gente mientras bebía directamente de la botella. Mire a lo lejos a Aidan, en realidad si lo estaba buscando para poder pasar tiempo con él, pero al ver como estaba riendo con Blake, Cameron y Louis me contuve y preferí dejarlo divertirse con sus amigos. Salí de la cancha mientras seguía bebiendo, no era normal que yo bebiera así. ¿Una botella para mi sola? Definitivamente no era normal, pero tan solo recordé algunas palabras de personas que te dicen "el alcohol te ayuda a olvidar" "a ahogar las penas" y lo único que quería era olvidar todos los problemas que estaban en mi cabeza en este momento.

Cuando menos me lo espere salí de la escuela y continué caminando. Quería caminar y caminar sin rumbo, quizá llegaría hasta el parque y me regresaría. Bebía y bebía hasta que unas luces de auto me aturdieron la vista. Me hice hacia la banqueta pero este se orilló de igual forma. Me detuve y fruncí el ceño. Mire como un tipo bastante grande, que va, estaba enorme, tanto de ancho como de alto. Se bajó  y se agachó para poder visualizar bajo su carro. Le calculaba 31 años

Procuré seguir mi camino pero este habló

-Buenas noches -dijo amable- Disculpe -se levantó y me miró- ¿tendrá algún número de una grúa? Creo que a mi auto se le ponchó una llanta -hizo una mueca-

-Lo lamentó, no tengo -sonreí amablemente y avance. Su voz me detuvo de nuevo-

-¿Podría ayudarme entonces? -voltee a verlo- ¿a empujar?

-Haré lo que pueda -hablé y deje la botella en el suelo. Me acerque a la cajuela y él también- a las tres -hice fuerza pero de la nada volvió a hablar-

-¡Aguarde! Tengo una llanta de repuesto, si -camino hacia el volante y se adentró al auto- lo había olvidado, cuidado, le abriré la cajuela -me aleje un poco y la cajuela se elevó ligeramente-

Pose mis manos sobre esta y la levante por completo. Fruncí el ceño

-Creo que alucinó, señor -buscaba con la mirada, no había señal de una llanta-

Y de la nada sentí un trapo sobre mi boca y nariz, comencé a moverme intentando zafarme, otra mano se posó sobre mis brazos dejándolos por debajo. El señor no salió del coche de nuevo, significaba que alguien más estaba ahí. Sentí como comenzaba a levantarme para meterme a la cajuela. Intentaba gritar, pataleaba y me movía lo más que podía pero era inútil. Comencé a sentirme débil y no precisamente por el alcohol. Mis ojos se empezaron a cerrar y mi cuerpo no reaccionaba. Perdí el conocimiento...