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El mundo se convirtió en un lugar desolado por los Alfas y Omegas, la tierra consistía en una población mayoritaria de betas; personas normales, los géneros eran tan escasos que ya no se apreciaban los olores tan distintivos de cada personas (alfa y omega) por ningún sito.
Muchos ya ni siquiera se molestaban en hacerse estudios para revelar sus géneros, porque sabían que la presentación en sociedad jamás llegaría.
Pero había quienes tenían que vivir como la minoría en el planeta, sufrir de los estragos de ser personas diferentes al resto, ser consciente que dentro de un sistema completamente diseñado para el control y administración de los "normales" tenían que moldearse a sus reglamentos.
Por eso él lindo chico que camina a paso ligero, tomando su supresor de celo, tenía que ser muy cuidadoso en no arrojar la pastilla porque era muy cara.
Una vez relajado y contento, observó la nota perfecta en su examen de operaciones unitarias avanzadas, su dulce y casi imperceptible aroma (gracias a la pastilla recién ingerida) paseaba por las fosas nasales de los que cruzaban su camino, haciéndolos babear. Por qué aún podían olerlas, más no producirlas.
La escasez de omegas y alfas hacía que los betas no estuvieran acostumbrados a los olores de estos.
Junto a sus mejores amigos Jungwon y Jay que al contrario de Jake, caminaba desanimados gracias a un examen de física.
—Sacaste un 8, no es para tanto.—dijo Jake masajeando los hombros de Jay.
—Lo dices porque tú sacaste 10.
—Ponte en mi lugar Jakey, yo tengo un 7, por poco y me voy a recuperación. —Jungwon hablaba en pucheros, provocando ternura a sus amigos.
—Las notas no los definen, saben.
—Claro que si nos definen, no seas un hipócrita niño pedorro, luego nos dirán reprobines, se burlarán de nosotros por no aprobar exámenes fáciles y no quiero que los profesores me miren con cara de asco por ser un inepto. Además si reprobamos, no nos graduamos, no conseguiremos trabajo y terminaremos como vagabundos fuera de un banco esperando por unas monedas mientras olemos a culo.— Jay exasperado jalaba su cabello.
—Estas siendo exagerado. —dijo Jake observándolo con preocupación. "Pobre cuero cabelludo, se va a quedar calvo si se sigue jaloneándose así."
—Concuerdo, si le dramatizaste. —Jungwon lo miraba mal.
—Tal vez un poquito, pero no les voy a mentir... toy un poco desanimao.
—¿Y ahora por qué estás hablando como Bad Bunny? —pregunto Jungwoon parando su caminar.
—No lo hice, tú así me escuchaste. —contra atacó Jay, parando su caminar de igual manera.
Jay y Jungwoon estaban a punto de pelear, lanzándose miradas amenazantes y obviamente atrayendo la atención de los presentes, Jake suspiro cansado, era el pan de cada día.
"Estos hijos de su...s mamás, si se llegan a dar duro los mato." pensó Jake, evitando soltar malas palabras incluso en sus pensamientos.
—¿Dentro o fuera de la cafetería? —pregunto rápidamente interponiéndose entres ambos betas distrayéndolos de sus argumentos.
—¡Fuera! —gritaron ambos al mismo tiempo.
Entraron a una cafetería repleta de personas, dirigiéndose por su almuerzo, los tres chicos pronto entraron, compraron sus alimentos y salieron de ahí, apartando lugares en el jardín de la escuela.
El almuerzo transcurría con normalidad, observaba a incontables personas pasar por el lugar, caminando hacia dentro de la cafetería pues fuera ya estaba repleto, se tenía que pelear por unos buenos minutos si se quería sentar en los jardines de la institución.
El pequeño omega se separó de sus mejores amigos, ambos betas el lindo y el apuesto tendría que asistir a una clase distinta.
Subió las escaleras a paso lento, paso a paso se transportaba cansado, no se percató que una pisada en falso en un escalón lo hizo casi tocar el suelo con la cara, recuperó rápido la estabilidad despertando del cansancio por el susto.
Pero no fue la mala pisada que dio sino lo que se atravesó en su caminar lo que hizo que casi muriera.
Un pequeño colgante yacía debajo de la suela de su zapato, se agachó para tomarlo y admirarlo; un lindo copo de nieve brillaba con intensidad, miró a todos lados buscando alguna persona que pudiera haber extraviado el objeto, pero estaba completamente desolado en los pasillos del 3 piso, suspiro rendido y siguió su camino hasta el salón de clases.
"Que pereza, luego iré a objetos perdidos, quien lo perdió tendrá que esperar, su torpeza casi me mata." refunfuñaba el pequeño.
Continuó el día más despierto que nunca gracias al palpitar de su corazón acelerado por tremendo susto que se dio minutos atrás, hasta que por fin escuchó el estruendo del timbre sonar, guardó sus pertenencias y salió del salón.
Jungwon lo esperaba en la puerta. Hoy Jay tendría práctica de baloncesto así que no los podía acompañar.
Salieron juntos de la escuela, dirigiéndose al auto último modelo que siempre esperaba por Jake en la entrada, el chofer de Jake los llevo a comer helado como todos los viernes después de clases.
Después de llorar de la risa recordando los momentos embarazosos de Jay a la vez que comían sus helados de chocolate y tomándose muchos fotos, Jake dejó a Jungwon en su casa; bueno su chofer, y finalmente se dirigió a la suya.
Jake llegó muy cansado y con sueño debido a los efectos secundarios de las pastillas supresoras, entro a su hogar sin notar los carros lujosos estacionados fuera de su enorme casa.
Aunque el primer paso que dio adentrándose a su hogar un olor intenso lo saco de sus pensamientos y puso sus sentidos alerta.
Dentro de la sala se encontraban tres personas a parte de sus padres y su hermana mayor Rose. Jake quedó parado observando a los desconocidos invitados, dos personas mayores una señora con encantadora sonrisa y un señor con cara de pedo y un chico, condenadamente guapo.
Titubeo por un momento quedando en transe ante tal vista, siendo observado de igual manera, luego recordó que tenía que presentarse o al menos decir algo o si no la vergüenza lo consumiría.
—¡Buenas tardes! —Dijo, haciendo una reverencia, recibiendo sonrisas de ternura de los invitados adultos.
—Jake, hijo, sube a cambiarte, y vuelve pronto, tendremos una charla en la cena. —su madre habló, Jake asintió sin decir más.
—Bien, con permiso.
Jake subió corriendo a su habitación, tratando de que el olor relajante que emigraba de la primer planta hasta su cuarto no le incomodara. Cambio su uniforme por algo presentable y bajo.
"Tal vez es una cena de negocios" pensó, ya que era algo recurrente en su familia.
Su hermana mayor una beta, de 29 años, vivía la vida despreocupadamente pero siempre trabajando duro para luego mantener el negocio familiar con ayuda de Jake, claro. Y sus padres dos betas, trabajadores y amables, amaban a sus hijos más que a ellos mismos. Solo Jake siendo omega fue objeto de numerosos estudios desde pequeño.
Su familia y los invitados ya se encontraban en el enorme comedor, tan pronto como se sentó a un lado de su hermana quien lo miraba de reojo continuamente la comida empezó a llegar, sus padres y los invitados hablaban animadamente de negocios.
"Parece que son cercanos, el ambiente es bueno entre ellos."
Miro "disimuladamente" al chico pálido y desconocido comiendo en silencio, un chico que parecía tener su edad, se veía bastante incómodo, pero aún con la cara de pocos amigos que se cargaba se notaba a kilómetros lo guapo que era, piel blanca y tersa, lunares seductores y un cuerpo envidiable. Y al parecer por su aroma parecía ser alguien con género.
Jake lo miro por un rato y siguió comiendo como si no existiera.
La cena terminó y se dirigieron a la sala a tomar el té. Jake se sentó con su hermana, sus padres y los invitados estaban frente a ellos.
El omega ni siquiera sabía lo que pasaba solo seguía la corriente.
"Ni idea de que dicen, solo sonriamos."
Sonriendo cuando lo miraban y contestando cuando le hablaban.
—Bueno, ya que estamos todos juntos y los aromas se mitigaron, hablemos de lo que está reunión se trata.—su padre hablo primero.
"¿Mitigaron?"
Ninguno de los chicos lo pudo notar, pero en cuanto Jake y Sunghoon cruzaron miradas, el olor de ambos se disparó, haciendo que los presentes betas que no podían emitir aroma alguno pero si podían percibirlo y algunas veces les afectaba, se asfixiaran por un momento. La madre de Jake decido enviarlo lejos para calmar las emisiones y no terminar intoxicados en la cena.
Su padre aclaró su garganta y procedió con la conversación.
—Yun—Jake volteo con su padre confundió.—este es Sunghoon, un alfa, es de tu edad y estudia en la misma escuela que tú.
"Que bien por él."
Al notar el semblante de Jake, otra persona hablo.
—Lamentamos hacer esto tan abrupto, pero ya saben lo difícil que es encontrar parejas para alfas y omegas hoy en día —"¿eh?" —y queremos lo mejor para ustedes, nosotros queremos lo mejor para nuestro hijo. —hablo la que parecía ser la madre del tal Sunghoon.
"E- ¿alfa y omega? ¿Sunghoon es alfa? Esperen, ¿qué?, ¿me lo están regalando? No, ¿me están regalando a mi?"
Jake observo a Sunghoon que mantenía la cabeza baja y luego a los adultos frente a él.
Su madre continuo. —Estábamos dispuestos a buscar a un alfa hasta el último rincón de la tierra por ti Jake, pero fuimos suertudos al tener a Sunghoon tan cerca. Así que espero que puedas aceptas este compromiso.
—¡¿COMPROMISO?!
Observó la cara de Sunghoon por un rato con sorpresa, este se veía bastante desinteresado y ajeno a la platica que se tenía, pero por dentro su corazón latía con nerviosismo.
—Lamentamos mucho decidir esto por nuestra cuenta pero es por el bien de ambos. Es normal que estés sorprendido, queremos que ambos sean felices, y sus vidas no sean mas difíciles de lo que ya son, ¿podrías aceptar esto Jake?
—...
"Ni siquiera le he dicho hola"
Rose observaba todo con detenimiento mientras comía galletas a un lado de la sala. Esto parecía una telenovela.
Jake caminaba a su clase de educación física por el gimnasio junto a sus amigos, como ya era costumbre, Jay y Jungwoon peleaban por estupideces.
—Te estoy diciendo que dejes de comer tantas mazorcas, luego se te atoran en el culo y estas llorando.
—Mira enanin, con mi trasero no te estes metiendo.—soltó un bufido.—Hump, a mi me da igual como salgan los cerotes yo amo el elote... AAAAA, eso rimó.
Jay aplaudió, pero sus amigos lo miraban con asco.
—Que idiota, no te voy a comprar laxantes luego, y te pusiste poético con mierda, que asco.
Jake río fuerte. —Ya basta esquizofrénicos.
—Cállate alburero, naco, corriente, inútil.
—Viejo guango, vulgar, estupido, bueno para nada.
Jake suspiro sobando su estómago, de alguna manera era gracioso verlos y escucharlos.
Procedió a jalarlos del cabello para detener sus argumentos, pero justo observó caminar a Sunghoon frente a él, sus vistas chocaron y ambos voltearon inmediatamente a lados opuestos evitando la mirada del otro.
Ahora que conoció a Sunghoon y sabía que ambos estudiaban en el mismo instituto, pareciera que todo el tiempo se topaban y se volvió más consciente de su presencia.
"Esto es ridículo" pensó el omega.
Ambos de sus amigos, dejaron lo que hacían para mirar a Jake de manera sugestiva, alzando las cejas con sonrisas ladinas.
Sunghoon camino más rápido saliendo de la vista del más pequeño.
—¿Tú esposito es malo contigo? ¿Mhm? ¿No te da mimos? ¿No se llevan bien? —molestaba Jungwoon.
—Que no es mi esposo y ni siquiera nos conocemos.
—Ese alfa debería de respetarte en todo momento, dime si te llega a decir o hacer algo, no lo dudes, ¿okey? —Dijo Jay con un puño golpeando la palma de su otra mano.
—Ajá, aquí estamos para lo que sea, yo cabo el pozo para el cuerpo y Jay nos encubre mientras lo enterramos.
Jake soltó en risas.—Si, gracias. —abrazó a sus amigos enternecido por su preocupación.
La mañana pasó y el momento de llegar a casa llegó.
Al entrar pudo visualizar esos coches último modelo ya conocidos de sus "suegros" y "comprometido".
Al entrar fue recibido por el aroma de Sunghoon.
"¿Que acaso se teletransporto? Si hace rato lo vi y acabamos de salir."
Su madre le hizo una seña para que se acercará a la sala de su hogar.
—Bueno, Jakey, hoy Sunghoon y tú tendrán una cita.
"Primero que nada, buenas tardes."
—Buenas tardes señora Park, madre y Sunghoon.
—Oh, Jakey buenas tardes.—respondieron con risas incómodas.
—Disculpen mucho, pero tengo práctica de futbol en la tarde y yo...
—No te preocupes amor, ya hablamos con tu entrenador, puedes irte sin preocupaciones.
"Vaya hipocresía, jamás me dejan faltar a mis clases extracurriculares." Pensó un poco molesto.
—Entonces, me iré a cambiar.—Jake salió del lugar subiendo pesadamente los escalones de su hogar. Durando lo más posible que pudo, aunque los constantes llamados de su madre lo hicieran delirar.
Ambos chicos salieron de la casa en el auto del alfa, bastante incomodos y con sus familiares viendo cómo se alejaban con enormes sonrisas en sus caras.
Que tétrico.
El primer capítulo ya llego 🎊
Muchas gracias por el apoyo y espero que les haya gustado.
Nos vemos la próxima semana💕.
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