Esta historia no es de mi pertenecía¡Solo la traducción lo es ! Crédito a Myramcqueen

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Severus Snape estaba disfrutando muchísimo de tener el castillo prácticamente vacío.
Esa tarde, habían enviado a la mayoría de los estudiantes a la excursión anual de Hogsmeade, y este año, él no había sacado la paja corta cuando se trataba de ser acompañante.

Eso significaba que tenía el resto de la tarde y la mayor parte de la noche para hojear la biblioteca, tal vez preparar un lote y simplemente disfrutar de una existencia pacífica por una vez.
Al entrar en la tranquila biblioteca, el maestro de pociones se dirigió hacia la sección restringida; no había leído esos libros en mucho tiempo y había algo en particular que estaba buscando en este momento.

Mientras se abría paso entre las filas de libros antiguos, algo le llamó la atención. O mejor dicho, alguien.
Allí, en uno de los escritorios en el centro de la biblioteca estaba Harry Potter. El niño estaba sentado solo, jugando una partida de ajedrez mágico contra el tablero evidentemente encantado.
Severus se detuvo.

Hacía tiempo que no veía al chico fuera de clase. Las visitas de Harry los viernes por la noche se detuvieron abruptamente una vez que comenzó el Quidditch, y el profesor solo podía pensar que la práctica estaba teniendo prioridad sobre los estudios del niño.
Los ojos esmeralda se movieron en su dirección.

"Buenas tardes, Sr. Potter," dijo suavemente, parándose frente al chico.

Harry masculló una respuesta, moviendo una de sus piezas, que rápidamente se hizo añicos.
Severus tomó asiento en el escritorio, mientras el tablero de ajedrez hacía su movimiento.

"¿Por qué no estás en Hogsmeade con tus amiguitos?"
Harry se encogió de hombros.

"Esa no es una respuesta, Potter," dijo el maestro de pociones, levantando una ceja.
"Mi tía y mi tío no firmaron el comprobante, señor", suspiró. "Así que no me permitieron ir".

"Ya veo."

Harry tomó otra pieza de ajedrez y fue a moverla, pero el maestro de pociones lo detuvo con un movimiento silencioso de su mano, indicándole que moviera otra pieza en su lugar.
El chico hizo lo que le sugirió y tomó a uno de los caballeros opuestos.
"Gracias", dijo, sonriendo levemente.

"Dime, Potter. ¿Cómo van sus estudios?" preguntó Snape.

"Bien, señor, creo. ¿Por qué lo preguntas?"

"No hay razón. Simplemente me llamó la atención que no había... visto mucho de ti, desde el
Gryffindor-Slytherin", dijo Snape con cuidado, después de todo, no sería bueno dejar que el chico pensara que le importaba, era simplemente una observación.

Harry se tensó visiblemente ante el comentario, y
Snape frunció el ceño. "¿Problema, Potter?"
El niño vaciló.

"Continúa. "Es solo que... Ese día, en el partido de Quidditch... mi escoba se salió de control..." comenzó Harry. "Lo recuerdo".
"Y... bueno, al principio pensé que era yo, señor.
Después de todo, apenas he tenido lecciones de vuelo —explicó—. Pero Ron y Hermione dijeron... maldiciendo mi escoba", respondió el chico.

"Arnd... ellos pensaron... quiero decir, dijeron que..."

"Déjame adivinar, Potter. Después del incidente, tus tontos amigos, como siempre, sumaron dos y dos y obtuvieron cinco, concluyendo así que fui yo quien gafe tu escoba, ¿correcto?" ofreció.
Los ojos de Harry se agrandaron.

"Dime Potter, ¿qué razón crees que podría tener para desear hechizar tu escoba?" preguntó Snape.

"Yo... no lo sé, señor..." dijo la pequeña voz.

"¿Y no crees que, si quisiera acabar contigo, podría simplemente cortarte en pedazos y usarlo como ingrediente de pociones?"

Harry palideció un poco. "Supongo que sí."

"Entonces, ¿por qué, por lo tanto, pensó que era prudente creer esta tontería?" preguntó.

El color rápidamente volvió a las mejillas del chico y bajó la mirada. "Yo no dije
Lo creí, señor. Yo solo... no estaba seguro de lo que yo también creía..."

"Es comprensible, supongo, dado el atentado contra tu vida", reflexionó Snape.

"Entonces, ¿alguien intentó hechizar mi escoba?"
Harry frunció el ceño. "Pero... ¿quién? ¿Por qué?"

"Hasta el momento, no sé la respuesta a eso", le dijo el profesor, que era solo una verdad a medias.

"Sin embargo, tengo la intención de averiguarlo".

"Lamento haber dudado de usted, señor",

dijo el niño, convenientemente tranquilizado de que no estaba compartiendo una biblioteca con su intento de asesinato.

"Está bien, Sr. Potter. Dados mis esfuerzos para contrarrestar la maldición, no es de extrañar que sus amigos llegaran a la conclusión de que lo hicieron", dijo, e inmediatamente se arrepintió.

Los ojos del chico volvieron a ser enormes. "¿Estabas tratando de... ayudarme?"

Severus Snape suspiró. ¿Por qué parecía que el niño acababa de darle un gran regalo?

"¿Es realmente tan sorprendente para usted? Mi reputación me precede, estoy seguro, pero soy, ante todo, un profesor en esta escuela y, por lo tanto, no me parecería adecuado permitir que un estudiante caiga del cielo mientras me siento y no hizo nada",
le dijo al niño - ahí, esa era una explicación satisfactoria.

"Yo... gracias, señor.

"No pienses más en eso, Potter," dijo, moviendo otra pieza por el tablero para el chico.

Siguió un cómodo silencio, antes de que Harry hablara de nuevo.

"¿Cómo es, señor?"

"¿Cómo es qué, Sr. Potter?"

"Hogsmeade," aclaró Harry, y Snape vio un ligero destello de decepción regresar a los ojos del niño.

"Es en gran medida aburrido", mintió el maestro de pociones, en un intento por salvar los sentimientos del niño.

"En esta época del año hará frío, el suelo estará lleno de lodo y habrá tanta gente apiñada en las tiendas y posadas que es poco probable que sea una experiencia muy agradable".

"Está bien", dijo, dándole a Snape otra sonrisa débil. "Sé lo que está tratando de hacer, señor, y se lo agradezco. Estoy seguro de que habrá otros años, y en realidad no me importa perderme tanto. Fue solo... bueno, Hubiera sido agradable ir a buscar algunos regalos de Navidad para Ron y Hermione. Y tal vez
Hagrid. Supongo que no tendré otra oportunidad ahora. Eso es todo."

Severus Snape observó al chico por un momento. ¿Era este niño desinteresado realmente el descendiente de su némesis de la infancia?
Severus Snape observó al chico por un momento. ¿Era este niño desinteresado realmente el descendiente de su némesis de la infancia?
"Entiendo, Potter. Sin embargo, tal vez si tuvieras que explicarle la situación a
Director Dumbledore, puede considerar concederle el privilegio de un viaje a Diagon.
Callejón, junto con la compra de útiles escolares para enero", sugirió.

"Gracias, señor. Pero no creo que el profesor
Dumbledore me dejaría ir al callejón Diagon por mi cuenta", suspiró Harry.

"No estoy sugiriendo ni por un momento que vayas solo, niño idiota. Tal vez, si así lo desea, el director puede autorizar tal visita si un miembro del personal lo acompañara", le dijo Snape.

Eso realmente molestaría a McGonagall, ¿no? Un viaje no deseado a Diagon
Callejón, justo antes de Navidad. Severus Snape sonrió para sus adentros ante la idea.
"¿Podrías ser tú?" preguntó Harry, de repente.

"¿Qué?" Snape espetó, fuera de shock.
La cara del chico cayó un poco.

"Lo siento, señor. No importa. Solo pensé que si iba a ir al Callejón Diagon, me gustaría ir con usted más que nada. Pero entiendo que está ocupado, y no lo estoy tu responsabilidad. Así que está bien, honestamente. No te preocupes por eso".

Severus Snape exhaló profundamente.

"Muy bien, Potter. Te acompañaré al callejón Diagon. Pero solo si el profesor
Dumbledore está de acuerdo", escuchó las palabras salir de su propia boca, antes de que pudiera detenerlas.
Los ojos de Harry se iluminaron.

"¿En serio? ¡Eso sería genial, señor! ¡Le preguntaré mañana a primera hora!"

"No tengo dudas de que lo harás," dijo Snape, mientras el tablero de ajedrez volaba las últimas piezas de Harry en pedazos.

"Y mientras estemos allí, tal vez sea necesaria una visita a Flourish and Blotts. De hecho,
Les enviaré una lechuza y me aseguraré de que pongan una copia de An Idiot's Guide to Wizard's Chess' en espera para ti, tus habilidades son muy deficientes".
Se suponía que era un insulto, pero el pequeño mocoso en realidad tuvo la audacia de reír mientras guardaba la tabla y se ponía de pie.
Deslizándose por el borde del escritorio, Harry extendió la mano y envolvió sus brazos alrededor
el cuello de Snape en un torpe intento de abrazo.

"Gracias, señor", susurró.
Y antes de que Severus Snape tuviera la oportunidad de alejar al chico o administrar algunos insultos selectos, el niño se había ido, dejándolo preguntándose qué diablos acababa de aceptar.

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Neku: Lección del Día 2 + 2 =5 jajaja 😋

Bueno como siempre me disculpo por el retraso,la carrera de medicina no es fácil Gente¡ No es fácil! Pero bueno no me estoy quejando pero es la verdad ✨

Espero tengan un lindo día y nos leemos en el siguiente cap 😋✨

𝘼𝙡𝙛𝙖𝙧𝙚𝙧𝙤🖤🦇

And Remenber
Yo Take Thing
From The
Heart
🖤