Esta historia no es de mi pertenecía ¡Solo la traducción lo es! Credito a Myramcqueen

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Por lo que pareció una eternidad, Severus Snape simplemente se arrodilló junto al cuerpo sin vida de Harry Potter, deseando que el niño se moviera. Abre los ojos, pide una historia, pide una partida de ajedrez mágico, cualquier cosa mundana. Cualquier cosa familiar.

Pero Harry permaneció quieto.
"¿Severus? Severus..." una mano en su hombro.

Se volvió para mirar a su DUEÑO.
"Deberíamos llevarlo a la enfermería", le dijo Filius.

Volviendo en sí un poco, Snape asintió con la cabeza y se giró para levantar al niño.

"¡No! ¡No lo muevas!" Advirtió Poppy, luchando por llegar al frente. "No hasta que sepamos el alcance de sus heridas. Déjame entrar". En circunstancias normales, el maestro de pociones probablemente habría hecho un comentario cortante sobre su mandona.

Pero estas no eran circunstancias normales y en ese momento, simplemente quería que Harry estuviera bien, así que se levantó para dejar entrar a la medibruja.
Agarrando su varita, inmediatamente se puso a trabajar, lanzando hechizos de diagnóstico y curación al niño.

Severus Snape fue todo lo que pudo hacer para quedarse quieto y mirar, impotente.

La opresión en el pecho y la constricción en la garganta no eran sentimientos familiares para el profesor, pero los había sentido antes. Sólo una vez.

Lily..

Los sentimientos eran similares, pero diferentes al mismo tiempo. Ya no era esa versión joven y tonta de sí mismo, consumido por intensos sentimientos de amor y lujuria mezclados con celos y odio.
No, esto se sintió diferente. Se sentía como si estuviera viendo a este niño alejarse, justo ante sus ojos.

Este niño por el que había llegado a preocuparse tan profundamente. Ven a amar.

Lily, por favor...

Satisfecha de que Harry no estaba inmóvil, Madame Pomfrey deslizó un brazo debajo de él y puso su cabeza sobre sus rodillas mientras trabajaba.

Otra mano reconfortante en su brazo. No sabía a quién pertenecía y no se molestó en comprobarlo.

Los segundos se convirtieron en minutos y la medibruja continuó su trabajo en relativo silencio, aparte del murmullo de encantamientos en voz baja.

Y entonces, justo cuando Severus Snape estaba a punto de perder toda esperanza, el pecho del chico se elevó y comenzó a toser.

"¡Oh, gracias a Merlín!" Madame Hooch jadeó cuando Harry abrió los ojos, parpadeando mientras intentaba adaptarse a la luz.

Apresuradamente, Poppy lo levantó hasta sentarlo, frotándole la espalda y dándole varias palmaditas firmes.

"Ya, ya. Estás bien..." la tranquilizó, aunque su rostro se había vuelto de un color ceniciento, diciéndoles a sus colegas que ella misma había comenzado a dudar de
eso.

"¿Harry? ¿Puedes oírme? ¿Estás bien?" Por un momento, Harry miró alrededor de la habitación, aturdido.

Y entonces empezó a murmurar algo inaudible.

"¿Harry? ¿Puedes decirle a Madame Pomfrey cómo te sientes? ¿Dónde te duele?" Preguntó Minerva, inclinándose para mirar el rostro del niño.

Harry murmuró algo de nuevo, desorientado.

"¿Qué pasa? No puedo oír lo que estás diciendo", le dijo Poppy.

"Papá..." logró decir, su voz ronca y sus ojos fijos en algo directamente delante de él.

Pomona Sprout sacudió la cabeza con tristeza. "El pobre amor, no sabe... no se acuerda." La medibruja siguió la mirada del niño.

"¡No, está viendo ese maldito espejo!" ella replicó. "¡¿Alguien podrá sacar eso de aquí?!" Pero Harry frunció el ceño confundido, tratando de estirar el cuello para mirar a los adultos que estaban parados encima de él.

"Quiero a mi papá..." murmuró.

"Oh cariño, él no está aquí..." suspiró la medibruja.

"Por el contrario, mi querida señora, creo que el que Harry pide está parado en esta habitación ahora mismo", le dijo Dumbledore.

Los otros miembros del personal lo miraron confundidos, pero el director simplemente se giró para mirar al maestro de pociones, con un brillo familiar en sus ojos.

"¿Severus?"

Por un momento, Snape se quedó rígido, disuadido por su audiencia.

Pero mientras sus colegas retrocedían, dándole al joven una visión clara de su tutor, Harry intentó liberarse del agarre de la medibruja.

"Tranquilo," Poppy lo atrapó.
Ansioso por evitar más daño al niño, Snape se arrodilló junto a ellos e instantáneamente, dos brazos lo alcanzaron.

"Papá..." murmuró Harry.

El maestro de pociones levantó al niño fácilmente en sus brazos, una sensación de alivio lo invadió al sentir la familiar y traviesa cabeza encontrando su camino hacia la curva de su cuello.

Permitiendo que Harry se sentara en su rodilla, Severus Snape lo abrazó fuerte, colocando una mano en la parte posterior de su cabeza como si algo horrible pudiera suceder si alguna vez lo soltara.

"Papá..." susurró el niño de nuevo, sus párpados se volvieron pesados ​​una vez más.
"Estoy aquí", susurró el maestro de pociones.

Y así fue.

No habría necesidad de que Harry Potter regresara al número cuatro de Privet Drive ese verano.

FIN

Nota del autor:

¡Y ahí lo tienes! Quiero agradecer enormemente a todos los que leyeron y revisaron esta historia. Hay MUY altas posibilidades de que haya una secuela, ¡mira este espacio!

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Neku: y finalmente hemos llegado al final de esta bella obra 🙃

Y en segundo lugar

Feliz día de las flores amarillas 💐🌻 a todos 😌 y por si no les regalan ninguna flor en este día ... bueno 😉

(Credito a quien corresponda )

And Remenber
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🖤