Tan solo hacia unos años atrás, Taehyung ni siquiera se hubiera imaginado envuelto en esa situación, bastó una simple discusión para que se equivocarse de esa manera y poner en riesgo todo por lo que había luchado.

Suspiro y giro la llave en la cerradura, al entrar fue recibido por el silencio, se imagino que ni su hijo ni su omega estaban en casa.

Hubiera deseado encontrarse a Yoongi y llenarlo de besos, compensar un poco todas sus ausencias de estos últimos meses, pero siempre que lo intentaba Jungkook buscaba la forma de interponerse.

"Mocoso manipulador e impertinente"

Pensó enojado, para él todo esto era una rabieta por venganza, y no, Kim Taehyung no permitiría que Yoongi salga herido por un acto de rebeldía.

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―Volveremos por la tarde, o entrada la noche, no te preocupes ¿Si? ―le dijo el omega a su esposo por teléfono.

Jungkook no podía mentir, ver al pelirrojo dar muestras de afecto a su padre no era su cosa favorita en absoluto, pero tampoco podía hacer algo al respecto. Aunque, el sentir a un tembloroso Yoongi tan cerca suyo hizo que sus esperanzas y deseos fuesen en aumento.

―Hola, abuela, abuelo ―el menor hizo una reverencia a los mayores en lo que Yoongi cortaba la llamada.

―Nuestro pequeño bebé, ¿Cómo haz estado? ―saludo la señora Jeon Hani apretando las mejillas de su nieto.

―Muy bien abuela, gracias ―sonrió.

―Cuanto a crecido mi muchacho ―su abuelo, Jeon Jisang lo recibió con los brazos abiertos y una sonrisa.

Ellos eran los padres de Jeon HyeSo, es decir, sus abuelos por parte de madre. Además, los ancianos eran su única familia.

Jungkook si había tenido abuelos por parte de padre, y los quería tanto como ellos a él, pero estos habían muerto en el mismo accidente que su madre. Siendo Jisang y Hani sus únicos parientes vivos además de Taehyung.

Hasta donde se sabía, ambas familias eran núcleos reducidos, sin primos ni tías o tíos.

―Buenos días ―, saludo Yoongi con una reverencia de noventa grados a cada uno.

―¿Yoongi? Que sorpresa verte, ¿Cómo estás? ―saludo Hani con sorpresa, pues no solían verse mucho desde que Jungkook sobre paso los diecisiete años.

―Estoy bien, muchas gracias ¿Y ustedes? ―preguntó sonriendo.

―Bien, un poco más arrugados, pero aquí estamos ―contestó Jisang haciendo reír a todos.

Los señores Jeon siempre habían tenido buena relación con Yoongi, le agradecian al omega por convertirse en el apoyo emocional de Jungkook, y de cierta forma averse ocupado de toda la familia en esos momentos tan tristes.

Después de los saludos y recuperar algo de tiempo perdido, los cuatro se retiraron al cementerio, donde dejaron algunas flores y obsequios en la tumba de la difunta HyeSo.

Este acto fue conmocionante para cada uno, Jungkook sentía los ojos llenarsele de lágrimas, e intento disimularlo siendo consolado más tarde por Yoongi. Ningún aniversario de esa índole era grato, y ya se cumplían ocho años sin ella.

Más tarde Jungkook paso a dejar algunas flores en la tumba de sus abuelos, Kim TaeYang y Kim GoWon.

Terminada la visita a las "residencias" mortuorias, los cuatro se fueron a un café cercano para tener una rica merienda y una agradable charla.

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―Es una pena que ya deban irse ―dijo Jungkook haciendo puchero, en verdad le gustaba estar con sus abuelos.

―Si lo es, pero estamos cansados, nos gusta mucho dormir ―murmuró Hani haciéndolo reír.

Tras despedirse, Jungkook miró a Yoongi con nerviosismo.

―¿Crees que podamos ir a algún lugar un poco más privado? ―Yoongi lo miro con sorpresa. ―Hay algo que necesito contarte ―sentenció el menor.

―Esta bien, tu padre aun debe estar en la empresa, quizás podemos ir a casa ―comentó.

Jungkook negó, en verdad necesitaba un lugar neutral para poder contárselo.

―Es...Algo complicado hyung, de verdad me sentiría más cómodo en otro lugar ―menciono suplicante.

Yoongi se sintió confundido ¿Qué era tan complicado como para evitar a Taehyung? Respiro hondo y se dedico a pensar.

―Vamos a sentarnos en el parque, a esta hora no hay mucha gente ―sugirió.

El alfa dudo pero termino aceptando la idea.

Tal como el pelirrojo se lo había dicho, el parque se encontraba casi vacío, y la noche cayendo sobre él.

―¿Qué sucede Gguk? ―lo miro esperando una respuesta.

―Se que esto será un lío enorme, pero estoy decidido ―respiro profundo y continuó. ―Voy a cambiarme el apellido a Jeon.

El pálido quedó boquiabierto ante semejante información. Era más de lo que su mente podía manejar.

―Wow, es enorme, ¿Ya tienes los tramites en proceso? ―arqueo una ceja.

―Algo así, tengo todo lo que necesito, pero como se supone que aun no tengo veintiuno necesito autorización de tutores, le pedí la firma a mis abuelos antes, pero ellos no están acreditados como mis tutores ante la ley, por ende ya te imaginaras... ―dijo nervioso.

Yoongi se llevó una mano al rostro, entendiendo lo que quería decirle.

―Te juro que si fuera por mi te doy la firma, pero Tae se pondrá como loco, primero hay que contárselo y soportar su reacción ―suspiró.

Tenía todo el derecho de enojarse, pues un cambio de apellido no indica precisamente cariño, sino todo lo contrario. No podían esperar cooperación de su parte, pero al menos que no desatará una guerra.

―Esta bien, lo entiendo y no quiero que pagues por mi ―se acomodo el cabello ondulado hacia atrás con nerviosismo. ―Se lo contaré cuando lleguemos a casa, te prometo que será sin peleas.

Jungkook estaba realmente dispuesto a soportar cualquier reacción sin poner ni una sola queja.

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Llegando a la casa, alfa y omega se miraron inquietos, tomaron aire para entrar y abrieron la puerta.

Yoongi se apresuro a saludar a su esposo, quien al parecer había estado trabajando con la laptop durante varias horas.

―¿Cómo están ellos? ―preguntó en referencia a los señores Jeon.

―Bien, no te preocupes, todo estuvo tranquilo ―sonrió.

Jungkook se acerco a ellos, su padre lo miró de reojo, listo para responder cualquier falta de respeto que pudiera venir de su parte.

―Pa ―el apocope salió de los labios del menor casi en un susurró ―Tenemos que hablar.

Las esperanzas de Tae cayeron al suelo después de esas palabras. El que le dijera "Pa" le había hecho creer que estarían en paz al menos esa noche.

―¿Qué pasa? ―preguntó un tanto curioso.

―Jungkook tomo una decisión, y necesita nuestra autorización ―comentó el omega.

―Quiero...Quiero cambiarme el apellido a Jeon ―murmuró.

Kim mayor no dijo nada, ese silencio asustaba más que su voz en alto, los tres contenían la respiración sin darse cuenta. Taehyung se levantó de la silla y miró a su hijo, un gruñido temible se oyó.

―¿Qué fue lo que te hice? ¿¡Ah!? ¿¡QUE MIERDA TE HICE PARA QUE ME ODIES TANTO!? ―grito golpeando la mesa con el puño cerrado.

Por primera vez en su vida Jungkook realmente le tenía miedo.

―Taehyung por favor, no sobrereacciones, hay que hablar esto con calma ―pidió Yoongi, también atónito por verlo de esa manera.

―¿Calma? Este insolente me desprecia de todas la formas posibles ¿¡Y yo tengo que estar calmado!?

Sabían que tenía razón en estar dolido, pero el ambiente se volvía cada vez peor.

―No quiero llevar tu apellido, ―el alfa menor lo observó ―No te odio, no podría aunque quisiera, pero tampoco estoy cómodo siendo un Kim.

Dijo sin levantar la voz, manteniendo su promesa para con Yoongi.

―¿Porqué? Dame una buena razón por la que mi apellido sea una mierda ―. Pidió el alfa mayor.

―Todos me miran como si fuera una escoria, tu me recuerdas todos los días que soy lo peor que le pudo pasar a tu apellido ¿y aun asi lo preguntas? ―dijo con una opresión en el pecho.

―Solo quiero entender que mierda cambio en ti, Jungkook ―su padre lo llamo con los ojos cristalizados ―Tu me admirabas, me querías, pero después de la muerte de tu madre ya no me viste igual.

El menor respiro hondo, negándose a recordar esos momentos, cuando sintió perder a la única persona que le quedaba en el mundo. Cuando el ídolo se cayó de su pedestal.

―No soporto que ella esté muerta y tu vivo ¡Tu tuviste la culpa de lo que le pasó! ¡Debiste haber muerto en su lugar! ―alzo la voz y pocos segundos después se tapo los labios.

Jamás quizo llegar a ese punto, pero tampoco pudo olvidar el trauma que sufrió después de perder a su madre, un secreto horrible del que nadie pudo protegerlo.

El moreno se quedó mudo, helado, con los músculos rígidos y la vena del cuello apunto de explotar.

―Ahora vas a aprender a respetarme ―dijo con agresividad.

Tomo a Jungkook de los cabellos con fuerza, mientras la mano libre le agarraba el abrazo, así comenzó a arrastrarlo hasta la puerta de la cocina.

―¡No! !Taehyung por favor! ―exclamó Yoongi intentado detenerlo.

El alfa estaba cegado por su propio enojo. Así mismo arrojo al maknae en el patio trasero y cerró la puerta con llave, dejándolo afuera.

―¿No estarás pensando hacerle pasar la noche ahí? ―dijo Yoongi al borde de un ataque de nervios.

―Lo lamento, pero eso también es para ti, no puedo permitir que lo dejes salirse con la suya ―habló firme.

Pronto sujeto a Yoongi por la muñeca, su pareja lo observó con una mirada suplicante, sin importarle nada lo arrastro hacia la habitación principal y lo encerró.

Jungkook golpeaba la puerta con fuerza, cientos de lágrimas le caían por las mejillas al pensar que no sólo dijo las palabras que no debía, sino que le fallo al omega y este pagaba por su culpa.

Kim se sentó en el sillón y cubrió su rostro con ambas manos. Ignorando los gruñidos de su hijo y los ruegos de Yoongi en la puerta.

Le dolía como mil infiernos, pero no encontraba otra manera. Para él, Yoongi también tenía que aprender a respetar y dejar de dar órdenes.

―Tae... No me estoy sintiendo bien ―dijo el omega respirando agitado, su esposo lo ignoro, ―Tae, alfa, hablo enserio, me duele el abdomen, mi corazón late muy fuerte.

Sentía una revolución en el cuerpo, pero su pareja lo ignoraba por completo.

―Eres muy astuto cariño, pero no esta vez ―le dijo ahora pegado a su puerta.

El silencio inundó la sala pronto, no entendía porque incluso Jungkook se había quedado callado. Fuera, el menor se tocaba el pecho, le costaba respirar y dolía.

Unos pocos minutos más tarde, Tae tocó la puerta.

―Yoon... ―llamó, sin obtener respuesta― Yoongi...  ―volvió a llamar.

Atemorizado, abrió la puerta.

―¡YOONGI! ―pego un grito al encontrarlo desmayado.

Enseguida tomo al omega en sus brazos y salió hacia el garaje donde tenía el auto.

Jungkook presentía que algo andaba mal, su respiración se comprimia a pasos agigantados. El grito de su padre sólo lo alertó más, lo siguiente que escucho fue el auto. Enseguida se convirtió en lobo, un gran alfa de pelaje negro, y salto la cerca que lo alejaba de la calle, corriendo detrás del auto de su padre.

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Alerta spoiler: Yoongi tuvo una crisis de nervios severa, pero eso le va a traer una sorpresita....

Nuevo y fuerte capítulo! Taehyung elije medidas extremas y no todo sale como lo piensa. ¿Qué pasará ahora?

¿Qué creen que descubrió JK para tener ese trauma?

Muchas gracias por apoyar tanto cada una de mis historias, realmente lo valoro muchísimo. Cada comentario, voto, lectura y compartir las historias es muy muy importante para mi. Espero sigamos así por mucho tiempo.

Lxs amo ♡