𝘖𝘯𝘦
Aidan era un chico risueño, le gustaba ver lo bueno de las cosas y animar a quien hace lo contrario
O al menos eso era lo que decía quien lo conocía
Eso cambió cuando conoció a Marie, aquella chica con la cual había estipulado una fuerte amistad que fue arruinada por el intento de el de crear una relación
Sus intentos eran buenos, el la amaba
Sentía esas clásicas mariposas en el estómago cuando la miraba, su piel se erizaba cuando la abrazaba
Ella simplemente aceptó por no hacer sufrir a su gran amigo, el cual solo veía como tal
Su corazón pertenecía a alguien más, alguien sumamente cercano e importante para Aidan
Su hermano, Isaac
¿Como era posible que todos notran esa conexión que tenían ellos dos, menos Aidan?
El amor nos hace ciegos, esa era la razón
Trás avisos y especulaciones respeto a ese argumento por parte de amigos y compañeros, Él solo le creía a alguien
A Marie
«𝘛𝘦 𝘭𝘰 𝘫𝘶𝘳𝘰, 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘯𝘰𝘴𝘰𝘵𝘳𝘰𝘴 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘯𝘢𝘥𝘢»
Eran las solitas palabras que ella decía cuando el chico le pedía explicaciones
Y amaría decirles que el como mínimo dudaba de ella, de sus actitudes y palabras, pero no
El seguía convenciendose, engañandose a si mismo queriendo creer que ella tenía razón y que todos los demás eran unos mentirosos
Incluso Isaac negaba esa relación que tenía a escondidas con la chica de su hermano, y el le creía
Era demasiado inocente para poder creer que su mismo hermano sería capaz de hacer eso, era demasiado ciego a la cruda realidad
Sus amigos fueron quienes lo animaron a declarase a esa chica, y ahora él era quien se arrepentía de haberlo hecho, su relación va de mal en peor
- La nueva ropa me incomoda - habló el mientras caminaba por los pasillos de su colegio junto a su amigo Donovan
Si repentino cambio de estilo, desde uno clásico, a uno más viril, fue algo que hizo para atraer la atención de ella hacía el, cosa que había perdido hace tiempo
- Te dije que no lo hicieras - habló Donovan - En realidad también Susanne, Mark y Samuel te lo dijeron
- Lo se - asintió Aidan - solo que en realidad quise hacerlo - Nadie en realidad creía eso
- ¿Seguro? - Aidan asintió - Así pareces un Gangstar barato
- Jodete Donovan - rodó los ojos
- Ok tranquilo - levantó las manos al aire en señal de paz - ¿Y nos haz visto a la idiota?
- ¡Donovan! - regañó - ¡No vuelvas a decirle así!
- Aidan tu también sabes que lo es - bufó frustrado
- No voy a discutir contigo por esto - dijo con enojo - me voy a mi casa
- ¡Espera! - gritó tomando su brazo - ¿Te llevo yo a tu casa o vas a ir con ella? - Aidan guardó silencio y miró a un costado - ¿No sabes dónde está verdad?
El no la había visto por ningún lado, de hecho era así desde casi una semana
Solía pasar a recogerla para acompañarla al instituto, pero últimamente no estaba nunca, nisiquera cuando quería verla después de la escuela
- Seguro está estudiando o algo por el estilo... - dijo bajando la mirada
Donovan estaba cansado de ver a su amigo abandonado por su novia, incluso el había notado la relación que tenían Isaac y Marie, hasta se lo había referido a Aidan, pero el no quería oír razones
Bufó - Ve a buscarla, si no la encuentras te llevo - Aidan sonrió y se fue corriendo
Al llegar a la biblioteca, ahí estaba justo quien buscaba, sentada en una mesa mientras le sonreía al celular
- ¡Cariño! - dijo Él acercandose
Al escuchar ese apodo, ella se sobresaltó
- ¡Pero que te pasa! - cuándo vio de quien provenía la voz, su expresión paso de una enojada a una espantada - Corazón, creí que ya te habías Ido
- Quise venir a buscarte ora llevarte a casa - habló nervioso - Además es casi una semana que no hablamos - aclaró - ¿Vienes? - le ofreció su mano
- Perdoname cariño, pero le prometí a mamá que la ayudaría en casa
Le pareció tierno que ella quisiera ayudar a su madre en casa, Aunque sabía que era negada para el aseo y la cocina, tanto como Él
- Oh... Esta bien, lo entiendo - sonrió de manera comprensiva pero ligeramente triste
Un notificación que provenía de su celular hizo que ella sonriera
- ¡Se me hace tarde amor! - besó su mejilla - Nos vemos, dijo ir - corrió fuera de la biblioteca
- Adiós...
Al regresar con Donovan, él lo miró con desepción y lástima
- ¿Te dejó plantado?
- Cállate y vámonos - dijo secamente varcando la puerta
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