𝘍𝘪𝘧𝘵𝘦𝘦𝘯
Regresando a su casa, a pie y solo, sin contar que estaba más demoralizado que nunca por el acto de ignoro de Marie
Se sorprendió al ver a su novia entrar a su casa, pero Él no la había invitado, no se esperaba que estuviera ahí, decidió entonces creer que se encontraba en ese lugar para justificar sus acciones
Entrando, algo alegre, Ella ya estaba subiendo las escaleras detrás de alguien quien Aidan no había reconocido, mientras éste último la seguía
Marie, ignara de todo eso, entro como siempre hacia en la habitación de su amante, Isaac
Ojalá y pudiera decir que se dieron la mano y comenzaron a platicar, o como mínimo que se besaron pero que Aidan no había visto nada
Pero no fue así
- ¡Isaac! - gritó al ver como besaba a su novia
Ambos se separaron rápidamente, y Lo miraron desconcertados, pero en el profundo, tanto Ella como Isaac sabían que antes o después sucedería
Pero Marie no deseaba que se enterará, no así, no viéndolo sufrir por la repentina sorpresa
Aunque si una manera justa de sufrir, realmente no hay
- Cariño, el me besó, te juro que no hice nada - trato de justificarse, su piel estaba pálida, sabía que probablemente, si Aidan no era tan tonto como para nuevamente caer en sus engaños, sería el final de todo
- Marie, no trates de esconder esto más, Él lo vio con sus propios ojos - Isaac no sentía el más mínimo remordimiento
Por Dios, era tan egoísta, el dolor de su hermano no tenía importancia, el mundo podía arder en llamas y el seguiría con su camino sin importar a quién dejaba atrás
- ¡Tu cállate! - habló con voz temblorosa, ahora todo tenía sentido, todo su laberinto de mentiras había sido resuelto, pero todo, bueno o malo que sea, cuando termina duele -¡Eres un maldito!
- Aidan, amor - trataba acariciar su rostro pero Aidan se lo impidió
- Cállate... - susurró entre dientes tratando no soltar lágrimas, terribles demostradoras de sufrimiento y reveladoras del dolor
- Cálmate, ¿Si?
- Por favor Marie, vete de mi casa - ordenó con los ojos cerrados
Era demasiado tarde hasta para las disculpas
Ella era tan inmadura
Después de hacer hecho tanto daño, exigía regresar a ser lo de antes solamente con unas palabras, pero ninguna de esas era un
«𝘗𝘦𝘳𝘥𝘰́𝘯»
«𝘋𝘪𝘴𝘤𝘶𝘭𝘱𝘢𝘮𝘦»
Era incapaz de aceptar sus errores
- Yo ... - suspiró entrecortada - me iré, pero no dudes en buscarme
Y ahí, se fue
¿Pero estaba segura de haber dejado a la persona correcta?
Se arrepentiría de haber dejado al chico que antes tenía el privilegio de llamar novio, a uno que probablemente utilizaba para tener placer corporal
- Siento que lo hayas descubierto de esta manera - por fin dijo Isaac, quien realmente no sentía nada, pero hasta a él le había parecido muy inmoral no pedirle como mínimo una disculpa
- Eres un cabrón - finalizó antes de irse
Oh, su chica...
Su chica no lo amó como prometió
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro