Jungeun Pov's

Estaba dolida. Dolida y muy sorprendida. 

¿Cómo supo Jinsoul que yo estaba aquí?, ¿Acaso ella...? No, por supuesto que no. Jinsoul no puede ver, es ciega... ¿Verdad?

¡Ahg! Todo era tan confuso... Y esa chica... Esa chica con ojos gatunos viene a culparme a mí, ¡A mí!, ¡Yo soy la última persona en el mundo que querría hacerle algo a ella!, ¡¿Cómo puede pensar tan siquiera que quiero dañarla?! 

Desde el día en el que la conocí... Jinsoul siempre fue especial para mí.

Ella no lo sabe, pero siempre causó una fuerte impresión sobre mí.

Su hermosa mandíbula, era muy atractiva. Dan ganas de morderla y besarla. Su cabello también era muy lindo, aunque extrañamente siempre lo llevaba recogido en unas trenzas o coletas. Su piel era muy suave, y lo supe el mismo día que nos conocimos, cuando le di de mis galletas y tuve que tomar su mano para guiarla hasta el paquete. Jamás había visto sus ojos, debido a que siempre llevaba esas gafas oscuras... Supongo que, como la mayoría de personas que no pueden ver, le daban seguridad o algo por el estilo. No lo sé, no es como que hubiese conocido de cerca a alguien más con esa discapacidad. 

Y justo el primer día, cuando la vi sonreír y contar sus chistes malos... fue inevitable caer ante ella.

No pude admitirlo. No quería hacerlo. Y no era por su discapacidad, sino porque había caído tan rápido por ella que me asustaba.

Jamás me había pasado algo así.

Los días después seguimos encontrándonos en ese mismo parque, en la misma banca, a la misma hora. Ninguna lo había dicho, pero parecía que habíamos hecho una promesa silenciosa para hacerlo.

Todo iba tan bien. Nos divertíamos tanto. Nos reíamos juntas. Nos conocíamos mejor. Yo me enamoraba cada vez más... Hasta ese día. 

Había decidido que llevaría a una de mis amigas más cercanas, Sooyoung, para que la conociera. Le había contado tanto sobre Jinsoul que ella estaba entusiasmada por conocerla. Sin embargo, Jinsoul se atrasó un poco, por lo que optamos por hablar de nuestras cosas. El tiempo pasaba y cuando pensé que no iba a llegar, escuchamos un ruido tras nosotras y nos volteamos a ver qué era.

Era ella.

Estaba ahí, tirada sobre el césped, a su lado habían algunas flores y una extraña tarjeta, pero las tomó de inmediato en cuanto se levantó. Me sorprendió no verla en el sendero peatonal, y peor aún, sin su bastón. La saludé e intenté hablarle, pero solo respondía cortante y negaba.

Sabía que algo le pasaba, e intenté hablarle, pero ella solo salió corriendo junto a Chingu y Sup, sin dejarme decir ni una sola palabra más.

Desde ese momento todo cambió.

No sé qué fue lo que pasó, qué fue lo que hizo que cambiara. No sé qué hice mal. Pero ella no volvió a ser la misma...

Los días siguientes estuve volviendo al parque, con la esperanza de verla y que pudiéramos hablar. Que me dijera que le sucedía y que me dejara ayudarle.

Pero eso jamás pasó.

Por el contrario, varios días después de su desaparición decidí volver al parque otra vez, llevaba un regalo para ella que había comprado con mis ahorros. Estaba decidida a dárselo si aparecía, pero entonces... La vi junto a una chica de cabello rojizo. Estaban tan juntas... Hablaban tan cerca... Que tan inevitable como fue enamorarme, así también lo fue sentirme celosa.

Me acerqué buscando explicaciones, pero en lugar de eso no recibí nada más que desprecio. La chica extraña que parecía un gato me echó. Me dijo que me fuera porque no tenía nada que hacer allí. De inmediato asumí que era su novia.

Le pedí explicaciones una vez más, pero ella seguía sin decir algo. Otra chica castaña se acercó, dijo unas palabras y me dejó mucho más confundida que antes... Confundida y herida.

Entonces, tragándome mi orgullo pisoteado y mi dignidad, lancé el regalo que con tanto esfuerzo había comprado, y me fui de allí con el corazón en pedazos.

Siendo esta vez quien no asistió al parque.

Y había tomado la decisión de no hacerlo nunca más.

Había llorado, pataleado y me había sumido en la tristeza. Sooyoung y mis demás amigas intentaron animarme... Me intentaron ayudar a superar todo, pero por muy tonto que pareciera yo no quería superarlo. La quería a ella de vuelta. 

Hasta ese momento no tenía idea de lo mucho que empecé a depender de ella, de su sonrisa y de sus palabras. No tenía idea de cuanto se podía extrañar a una persona.

Esa noche mis amigas me habían llevado a cenar algo de pizza en un lugar cercano, y se suponía que después iríamos por helado y haríamos una pijamada en mi casa, donde seguramente terminaríamos entre pañuelos usados y comida chatarra al ver películas.

Y digo suponíamos porque no tenía idea de que ella iba a estar allí. No tenía idea de que iba a encontrarme. Ni siquiera me di cuenta de que estaba allí, justo frente a mí... No lo supe hasta que escuché su nombre.

Pero fue demasiado tarde...

Siempre pensé que en el cine y la televisión sobre actuaban y exageraban las cosas, pero me di cuenta de que realmente no era así cuando todo pasó en cámara lenta para mí.

Volteé la cabeza hacia ella, vi como corría hacia mí y también vi cuando ese auto la arrolló.

Mi cuerpo entero se paralizó, me sentí desfallecer.

Todo parecía derrumbarse a mí alrededor. 

Las personas empezaron a gritar, las sirenas sonaban, los pasos apresurados de la multitud y el constante choque contra mis hombros era desesperante. Si no fuera por Sooyoung, habría caído en el suelo. 

Logré reaccionar a tiempo para ver como dos hombres tomaban a Jinsoul y la colocaban en la camilla, llevándola hacia la ambulancia de inmediato. 

Mi único pensamiento en ese momento fue que deseaba que estuviera bien.

Los policías también llegaron intentando tranquilizar a las personas. Logré acercarme donde las dos chicas que había visto con Jinsoul estaban, se encontraban hablando con uno de los paramédicos para que las dejara subir a la ambulancia, pero el hombre se negaba.

Traté de hacer que me dejara ir, de verdad quería estar con ella en ese momento, pero como siempre la chica gatuna me interrumpió, siendo calmada esta vez por la castaña. Iba a contestar a su comentario cuando la voz de otro paramédico nos interrumpió.

—¡La estamos perdiendo! 

El hombre se alejó gritándonos cuál hospital era y se marchó en la ambulancia sin ninguna de nosotras abordo.

Hice una mueca, conteniendo mis ganas de llorar de la frustración, cuando noté algo peculiar frente a mí. La castaña sostenía a la otra chica entre sus brazos mientras ella lloraba y respiraba agitadamente. Besó su cabeza y frotó su espalda, susurrándole cosas que no alcancé a entender... Pero... 

¿Alguna de ellas no era algo de Jinsoul?

La castaña pareció darse cuenta de que aún seguía allí, por lo que levantó la vista y nuestras miradas se encontraron. Fue realmente incómodo, por lo que me giré y tomé el bastón de Jinsoul mientras corría lejos de ellas para conseguir un taxi. 

Debía llegar al hospital, eso era más importante que fisgonear a ese par de desconocidas.

Jinsoul era más importante.

Por esa razón ahora me encontraba en el taxi.

Me costó bastante lograr tranquilizarme y hablarle con normalidad al conductor cuando toda la adrenalina, el dolor y la preocupación me invadían, pero lo hice.

Sostenía el bastón con fuerza mientras veía por la ventana.

Oh, Jinsoul... ¿Qué fue lo que hice mal? 

Sabía que yo no tenía idea de lo que iba a pasar, pero no podía evitar sentirme culpable.

Y la misma pregunta rondaba una y otra vez por mi mente mientras veía el cielo nocturno.

¿Cuándo nuestra historia de amor se convirtió en una tragedia?