𝘊𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝟫
Ariana Grande | Into You ⨟
❝Oh, cariño; mira lo que empezaste,
la temperatura aquí está subiendo,
¿acaso ésto va a pasar? porque he estado
esperando y esperando a que des un paso;
antes de que yo mismo diera uno❞
Llegaron a un acuerdo poco previsto... mientras la disputa siguiera entre una de las Cruel y el hermano de Edd, Eddy; tanto el de ojos azules cómo el de ojos verdes fingirían odiarse.
Bueno, no odiarse... sólo no quererse tanto cómo antes.
Por más que a Kevin realmente le doliera, intentaría no enviarle ningún mensaje, llamarle sólo cuando esté solo, no saldría con él en largo tiempo y la única forma de comunicación que ambos tendrían; era la ventana de las habitaciones que encaraban la una a la otra por la eternidad.
Eddward pensaba en qué estarían pensando aquellas bellas paredes de madera tableada y algo descolorida, al verle sonreír hacia ellas cada vez que miraba a la ventana y saludaba al pelirrojo.
Kevin se preguntaba si los pájarillos que se escondían entre los canales del agua, sobre la cabeza de Doble D, estarían riéndose de cómo veía atontado al jóven que se sentaba a un lado del calor del sol y la suave brisa a leer un libro.
Por más que quisiera ignorarlo y dejar a un lado todos sus sentimientos encontrados, no podía deshacerse de él. Tenerlo entre sus brazos, besarle la cara, tomar sus manos, llevarlo a ver cómo crece el césped después de haberse cortado.
No lo sabía, y posiblemente jamás lo sabría... pero, sentía que le faltaba una parte de sí mismo cada vez que no le veía, y había veces en las que simplemente se quedaba mirando un punto fijo en el suelo mientras su sonrisa desaparecía.
Lucharía contra mil dragones, aprendería quinientos nuevos hechizos a la vez, cabalgaría a la distancia para encontrarlo y gobernaría junto a él si hiciese falta... todo por no perderlo.
¿Así se sentía estar totalmente enamorado?
Siempre ha sido así, desde niño. Kevin jamás encontró una buena forma de enamorarse; todo le parecía bello y perfecto, hasta el amor en sí (que, clara y obviamente, no solía serlo); cada persoma que le hablaba bonito hacía que sus mejillas se pusieran rojas y que no dejase de sonreír.
Lo mismo ocurrió cuando vió a Eddward por primera vez.
Sintió aquella extraña conexión que jamás había sentido con nadie antes, pero tampoco sabía cómo reaccionar a ella.
ㅡ¿Qué clase de oro es ésto? ㅡgruñó Eddward del otro lado.
La lluvia se había detenido, pero el alcalde del pequeño barrio había dicho que todos se quedaran en sus casas por el momento, ya que se avecinaban aún más tormentas... cada una más fuerte que la anterior.
Doble D estaba preparándose unas palomitas en su cocina, mientras que Kevin le miraba desde la ventana de la cocina de su hermano. El pelirrojo rió cuando el de ojos azules le mostró el maíz con una mueca disgustada.
ㅡ¿Qué clase de referencia a Disney es ésa?
ㅡ¿Qué?, ¿no lo viste venir? ㅡrió, volviendo su vista al muchacho.
La boca de Kevin iba abriéndose cada vez un poco más, hasta el punto en el que dejó salir un pequeño suspiro. Eddward miró a su alrededor y luego le hizo una pregunta divertida, algo cómo; "¿tanto así te gusto?".
ㅡNo puedo... creer... ¡que hayas dicho semejante cosa!
El azabache se quedó quieto, mirándole con el ceño algo fruncido; ㅡ¿A qué te refieres?
ㅡ¡Ésa fue la peor frase que pudiste haber dicho!
ㅡOh, vamos; ¡coqueteamos todo el tiempo! ¡y, a veces, ni siquiera son buenas pick-up lines!
ㅡNo, lo otro...
ㅡOh, ¿no lo viste venir?
ㅡ¡Agh! ㅡapretó su mano contra su pechoㅡ, ¡te odio!
ㅡ¡Cómo si lo hicieras de verdad! ㅡel azabache se cruzó de brazosㅡ, ¿por qué el escándalo?
ㅡ¡Quicksilver dijo éso antes de morir! ㅡfrunció el ceñoㅡ, ¡mi personaje favorito!
ㅡ¿Quicksilv...? ¡ah, Pietro! ㅡlevantó su mano y la golpeó contra su frenteㅡ, Dios, pensé que tu personaje favorito era Iron Man.
ㅡIron Man es el favorito de todos ㅡel pelirrojo levantó una cejaㅡ. Cuando era pequeño, mi hermano encontró las viejas revistas de mi papá, y me las mostraba cuando jugábamos en el sótano. De ahí aprendí muchas cosas, y mi personaje favortio siempre fue Quicksilver... bueno, hasta su última película.
ㅡOh ㅡasintió un par de veces, pensativoㅡ, ¿y a tu hermano quién le gustaba?
ㅡSi no me equivoco, creo que era Hulk.
ㅡ¡Hulk es el favorito de todos! ㅡdijo, entre pequeñas risas y con un tono de obviedadㅡ, a todos los niños pequeños les gusta Hulk.
ㅡPrimero, ¿acabas de llamar a mi hermano, 'niño pequeño'? Y segundo, tienes veintitantos años, ¿enserio te gusta Hulk?
ㅡBruce Banner está completamente infravalorado, ¡ése tipo es increíblemente guapo e inteligente y todos deberían saberlo!
ㅡCariño, que te guste Mark Ruffalo es una cosa, que te guste Hulk es otra.
ㅡCariño ㅡdijo, suavemente, con un toque de coqueteoㅡ; tienes veintitantos años y te sigue gustando Iron Man. Hasta éste punto estoy comenzando a creer que te gusta Robert Downey Jr. y no Tony Stark.
ㅡ¡Él es Tony Stark! ㅡdijo, haciendo énfasisㅡ, ¡y no me digas que no tengo razón!
Eddward estalló en risas, sosteniéndose de la mesa de su cocina antes de deslizarse hacia el suelo. Lo que pensó que era una risa extraña, ahora parecía que nornalmente podía hacerla; incluso ahora que estaba con alguien a que conocía de no mucho tiempo.
Odiaba su risa, la forma en la que su boca se ensanchaba más de lo normal y sus dientes se veían muy grandes, al igual que sus encías. Odiaba el hecho de que riera demasiado fuerte y que no pudiera callar sus pequeños hipidos que sonaban cómo si alguien estuviera limpiando vidrios.
En cambio, la risa de Kevin era maravillosa a sus ojos y oídos.
Sus dientes perfectos, la forma en la que sus mejillas se abultan y aquel pequeño hoyuelo que siempre trata de ocultar cuando sonríe. Había sido bendecido por los mismísimos ángeles.
Se levantó con cuidado y le observó reírse, cubriéndose los ojos unos instantes con su mano derecha. Kevin bajó su mano y por unos segundos ambos se quedaron mirando el uno al otro, hasta que un pequeño sonido los alertó.
ㅡLo siento, debe ser Eddy ㅡel azabache acomodó sus ropasㅡ. Espérame un segundo, ¿está bien? No tardaré.
ㅡTe esperaría una eternidad entera ㅡdijo, levantando los hombros.
Pensó que si hacía el gesto de "no me importa" con sus hombros, sus palabras no sonarían tan... serias. Pero habían hecho saltar el corazon de Eddward de todas formas.
En una esquina de la cocina, Kevin veía cómo el de cabellos negros se paseaba con el teléfono de pared por la cocina, hasta donde el cable del teléfono le alcanzaba. Pensaba en cómo sacarle tema de conversación, qué cosas podría preguntarle para que hablara sin parar y poderle oír por horas.
Admiró su teléfono, llevaban dos horas con ocho minutos y contando segundos hablando.
"¿Cuál es tu personaje favorito del MCU?"; no, éso no, ya le había dicho que eran Bruce Banner y Hawkeye.
"¿Cuál es tu película favorita?"; no, éso tampoco, literalmente le hizo una lista de una o dos películas por categoría, siendo "Yo antes de Ti" una de las principales mencionadas.
Estaba haciendo los mismos gestos que hacía cuando empezaba una discusión, así que suponía que iba a tardar. Genial, podía plantearse más preguntas.
ㅡ¿Qué haces? ㅡpreguntó su hermano, asustándolo un poco en el proceso.
ㅡEstoy hablando por teléfono.
ㅡ¿Con quién? ㅡpreguntó, y observó las afueras de la casaㅡ. Aún llueve, no estarás pensando en salir, ¿verdad?
ㅡNo, no... son cosas del trabajo, estoy en espera ㅡmencionó, enderezándose para mirarle correctamenteㅡ, ¿qué sucede?
ㅡNada, sólo quería saber qué estabas haciendo... los niños están mirando una película con May y su hermana, tu habitación está libre por si quieres ir a buscar ropa o descansar un rato.
Desvió un poco su vista hacia la cocina, Eddward le hizo una seña rápida y casi invisible sobre que podía quedarse a un lado y no hablar hasta que respondiera su llamado.
Kevin asintió suavemente y volvió a ver a su hermano.
ㅡIré a buscar mi computadora ㅡquitó su teléfono de su oído y cortó el llamadoㅡ. Éstos malditos siempre tardan horas en atender... hermano, ¿estás muy ocupado ahora?
ㅡNo, ¿qué sucede? ㅡEd sonrió, revolviendo su taza de café con leche caliente.
ㅡQuería, uh... verás, uh ㅡsuspiró cansado, dándole la espalda a la ventana de la cocinaㅡ... hay un chico...
ㅡMi vecino de al lado ㅡmurmuró sobre su taza.
ㅡNo importa quién sea ㅡdijo el pelirrojo, después de un silencio algo incómodoㅡ; verás... discutí con él, y aunque estemos hablando y las cosas estén un poco mejor entre nosotros, quisiera saber qué puedo preguntar o decir para que nuestra relación crezca más ㅡseñaló, extendiendo sus palmas hacia élㅡ. ¿Quieres un poco de información personal?
Ed miró a todos lados, hasta que finalmente se sentó e hizo un pequeño ademán con su cabeza para dejarlo continuar.
ㅡLe gustan las películas, de todo tipo... y la música, también de tpdo tipo... le gusta, uh, leer mucho ㅡlevantó un dedo y rascó detrás de su oteja con élㅡ. Diablos, es... es cómo yo, pero ㅡrió bajitoㅡ; muchísimo más guapo y de hermosos ojos azules.
Los recuerdos se paseaban por su mente mientras el rubor en sus mejillas crecía cada vez un poco más. Un suave movimiento le permitió volver a la realidad y ver el rostro algo preocupado de su hermano junto a una suave y tierna sonrisa le hizo sentir confundido. Miró a los lados nervioso.
ㅡ¿Qué tanto me ves?
ㅡ¿Jamás has intentado filmarte cuando recuerdas cosas bonitas? ㅡpreguntó, haciendo que Kevin abriera un poco su boca en confusiónㅡ. Deberías hacerlo alguna vez, realmente te ves muy ñoño, y también muy bonito, cuando lo haces. Éste chico del que tanto me hablas ahora mismo parece que tiene una verdadera obra de arte frente a sus ojos.
ㅡ¿Desde cuando hablas con tanta... elocuencia?¹² ¡y más si se trata de mi!
ㅡLeí uno de los libros que trajiste contigo.
ㅡAh, sí. Debía ser eso...
ㅡEn cuanto a tu... amor ㅡrió a la mueca avergonzada de su hermanoㅡ. Sólo ve hablando de las cosas que a ti te gustan, o pregúntale sobre algo que tú sepas... si él no lo sabe o tiene poca información, tal vez tú puedas completarlo con algo... sólo... intenta ser tú mismo, ¿está bien? Lo demás será una leve coincidencia con el paso de las horas.
ㅡBueno... muchas gracias.
Eran casi las siete y media de la tarde para cuando la pequeña llovizna comenzó a hacerse un poco más fuerte, alejando a todos de las calles otra vez. Parecía que iba a ser un buen día, pero todo volvió a oscurecerse de repente.
Kevin:
¿Estás seguro de no querer
venir con nosotros aquí?
Doble D:
No, gracias, encerio.
Si queremos seguir peleados,
debemos hacer que ésto luzca
real. De todas formas... he
cerrado y tableado algunas
ventanas y las puertas, así que
estoy seguro que no ocurrirá
nada malo.
Kevin:
Sabes que, cualquier problema
que tengas, puedes avisarme...
iré corriendo tan rápido pueda
atarme las agujetas.
Doble D:
Muchas gracias, Kev.
¿Sabes? Con la lluvia no me dan
muchas ganas de dormir, y tengo
velas aromáticas que compré con
una edición de libros, así que me
quedaré con una de ellas a la luz
de la luna a leer... estás invitado
a verme por tu ventana.
Kevin:
Oh, lo siento, Doble D... May
invitó a su hermana, ¿recuerdas?
Y cómo los niños no la quieren
en su habitación, ahora duerme
en la mía.
Doble D:
¿Contigo?
Dudó un poco con la pregunta, releyéndola cada vez que podía mientras intentaba redactar su mensaje. Se preguntaba; ¿de qué forma lo ha dicho?, ¿qué cara habrá puesto al enterarse?, ¿se sentirá... mal?
Doble D:
Lo siento, no debí preguntar;
fue muy poco respetuoso de
mi parte.
Kevin:
No, está bien.
"Sistema inmunológico, dame un segundo de calma; necesito contestar un mensaje y tus arranques de palpitaciones en el pecho me hacen dudar mucho"; suspiró, escribiendo rápido un mensaje con algunas faltas gramáticales que arregló antes de enviarlo.
Kevin:
Ya que no hay otro lugar dónde
pueda quedarse, le ofrecí mi
habitación; pero no estamos
durmiendo juntos, yo estoy
durmiendo en el sofá de la sala.
Si te lo piensas por un segundo,
es divertido... tengo cerca la nevera
y una televisión muy grande
con Netflix incluído.
Doble D:
El sueño de todo hombre solitario
que no tiene una habitación propia,
jaja.
Rió bajito, tomándose un tiempo para ver a sus alrededores. Otra vibración le hizo bajar la cabeza.
Doble D:
No sé qué piensas tú... pero, si tu
hermano está de acuerdo y no te
alcanza la súper lluvia, ¿quieres
venir a quedarte aquí?
A Eddy no le gustará que duermas
en su cuarto, así que puedes dormir
en el mío.
El pelirrojo se quedó un segundo en silencio, observando cómo el 'escribiendo...' de color azul se cambiaba por el 'en línea' blanco cada medio segundo. Tal vez estaba pensando en qué más decir, o tal vez estaba pensando en qué no decir.
¿Qué podría decirle? Observó al pequeño niño sobre su pecho, no quería despertarlo, ni mucho menos molestrlo, pero la necesidad de levantarse, chillar y saltar eran demasiado grandes. Un suave suspiro salió de sus labios y la sonrisa que portaba sobre ellos le hacían entrecerrar sus ojitos de la alegría que tenía.
Su celular fue arrebtado y, antes de que pudiera saltar con Jimmy entre sus brazos, fue devuelto a sus manos.
ㅡMe agradeces luego ㅡmurmuró May, quién tomaba entre sus brazos a su pequeño hijo y se marchaba sin mirar atrás.
"Kevin:
Ed está de acuerdo,
estaré ahí antes de las diez"
12. Elocuencia: facultad de hablar bien
con fluídez, propiedad y de manera
efectiva para converncer a quién le está
escuchando. Básicamente, 'hablar con
mucha elegancia'.
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