𝘊𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝟪
The Lumineers | Ophelia ⨟
❝Yo no siento nada en absoluto, y tú no sientes nada pequeño...
"Cariño, te amo", fue lo último que escribió.
Oh, Ofelia; has estado en mi mente desde el diluvio,
oh, Ofelia; que el cielo ayude a un tonto enamorado❞
Eran casi las doce del mediodía cuando empezó a llover. Dos horas más tarde, llovió cómo si el mundo fuese a derrumbarse. El cielo se había oscurecido y Eddward pensaba que no vería las estrellas aquella noche.
En medio del silencio, cuando la lluvia estaba recientemente comenzando, oyó a su hermano con las llaves, moviéndose rápidamente por todo el pasillo. Se levantó y fue hasta la puerta, encontrándose con Thor corriendo dentro de su habitación y Loki gritando entre los brazos de Eddy.
ㅡHermano, ¿puedes atraparlo por mi? Debo meterlo en la... casita, y llevarlos a la casa de Rolf ㅡsuspiró, cansadoㅡ. Dice que allá no llueve, y tiene una pequeña habitación con paredes antiruido, así que ellos estarán a salvo ahí.
Claro, Thor y Loki le temían a los truenos de Peach Creek. Cuando vivían aún más lejos de la ciudad, ellos estaban tranquilos con los truenos; pero un día, ya en Peach Creek, los perritos se volvieron histéricos y no dejaban de ladrar y llorar.
No sabían si era por la casa (que tenía madera en muchos lugares), o si era porque las tormentas podrían ser tan... abusivas, cómo ésta que parecía estar comenzando.
ㅡ¿Con qué te irás? ㅡpreguntó el de cabellos negros, tomando al pequeño Thor entre sus brazosㅡ. No vayas con la motocicleta, por favor.
ㅡNo, ya pedí un taxi ㅡtomó a Thor y le sonrió a su hermanoㅡ, ¿puedes acompañarme y ayudarme?
ㅡBien, vamos...
No se sentía muy seguro de estar solo en medio de la tormenta, pero estaba seguro de que habría algo que podía hacer para entretenerse. Tal vez, si tomaba uno de sus libros nuevos y se metía dentro de él, podría ignorar los truenos y tal vez a los árboles azotar sus ramas contra las ramas de otros árboles.
Una vez que estuvieron todos listos, la bocina de un auto resonó en las afueras de la casa. Eddy salió corriendo, llevándose una mochila con la ropa necesaria y el resto de sus cosas, un bolso extra y la pequeña casita de perros con Thor y Loki dentro.
Una vez que estuvieron fuera, Doble D despidió a su hermano.
ㅡ¿Estás seguro que no eres tú el que quiere ir con Rolf? ㅡpreguntó, mirándole con los ojitos llorosos.
ㅡNo, ve tú. Rolf no te ha visto en mucho tiempo, estoy seguro que te querrá abrazar y llenar de besos ㅡsonrió a la pequeña risa de su hermanoㅡ. Aguántate.
ㅡBien, bien; me aguanto ㅡsuspiró, entrando al auto y cerrando la puertaㅡ, ¡no te olvides de cerrar las ventanas!
ㅡ¡Sí, papá! ㅡrió.
Casi dormitándose en el sofá, Eddward se levantó de golpe al recibir aquel azote rápido de los cielos al suelo terrestre; un relámpago seguido de un estruendoso trueno.
Corrió hasta el porche delantero de la casa.
Se hizo de los pequeños duendes colgados en las plantas de aloe vera y las "patas de araña", dejándolas sobre una mesa de madera desplegable a un lado de la puerta. Tomó las macetas largas de plástico con rosas pequeñas en ellas y las adentró corriendo a la casa, junto a las plantas que Eddy solía llamar "comunes".
Lo último que quitó del porche delantero fueron los dos 'llamadores de ángeles', la alfombra que decía "bienvenidos" y las sillas desplegables. Cerró la puerta con llave.
Corrió hasta el porche trasero de la casa.
Tomó todas las macetas con las flores que sabía que no iban a resistir la tormenta; las gardenias, los tulipanes, otras rosas, las amapolas y los claveles. Tomó las sillas de madera y la mesa redonda de madera, dejándolas en medio del pasillo. Cerró las puertas con llave y les puso trabas por si había algún viento fuerte.
Todas las flores de las ventanas fueron quitadas y dejadas bajo los umbrales de las ventanas, esperando para ser devueltas a su espacio cuando la lluvia se detuviese. Cerró todas las ventanas y, en algunas de ellas, cerró también las cortinas.
Volvió a sentarse en el sofá y lanzó un suspiro al aire, antes de sentir que sus hombros iban a caerse. Volvió a levantarse y las ganas de llorar mientras oía la lluvia comenzar a caer lentamente, le obligaron a ir corriendo a uno de los cajones de la pequeña mesa debajo de la televisión, se hizo de un sahumerio¹¹ y lo encendió, dejándolo en una de las esquinas de la mesa de madera, antes de volver a arrodillarse frente a la ventana y comenzar con su lectura nuevamente.
Por otro lado, Kevin estaba teniendo un día realmente difícil. Ayudó a su hermano a trabar las ventanas y las puertas, a hacerse de las cosas que estaban afuera para ponerlas dentro de la casa y no sufrir por las pérdidas materiales.
Kevin entró su camioneta al garage de los Barr, mientras que su hermano entró su auto en el garage de Eddward, ya que éste le había dicho que cuando necesitara un lugar, lo tendría en su hogar.
El pelirrojo se encontraba dando vueltas en su silla giratoria, dejando pasar el tiempo hasta que se sintió cómo si fuera a morir. Reviviendo cada uno de los mensajes que en algún momento se había enviado con el de ojos azules que se llenaban de estrellas cuando se unían con sus ordes verdes.
Su gran sonrisa... la forma de sus mejillas sonrosadas... su cabello, cuando lo amarraba en una coleta y pensaba que era lo más hermoso que había visto en toda su vida... cuando le escuchó hablar sobre fantasmas y el pasado, los ovnis y lo que hay más allá de nuestra estratósfera, de lo que había después de la muerte y lo que quería hacer cundo se casara y formara una familia.
Kevin:
Escúchame, tengo un problema.
Nathan G:
¿Qué clase de problema puede
tener un hombre guapo cómo tú?
NO ME DIGAS- ¿ES POR UN CHICO?
Kevin:
Ojalá estuvieras aquí, animal, estoy
seguro que hasta rogarías a todo lo
que no existe para que estuviéramos
juntos. Te conozco, Nath.
Nathan G:
¿Qué sucede? Vamos, ayúdame a
entender todo ésto...
Kevin:
Es el chico de la voz bonita del que
estuviste casi dos horas hablando
por teléfono ayer.
Nathan G:
¿MEJILLAS DULCES?
Sí, un apodo que el mismísimo Nathaniel Goldberg era capaz de inventar a base de un par de fotografías y de un par de frases cursis.
Kevin:
El mismo.
Nathan G:
¿Al fin caes en la cuenta de que
te gusta? Vaya, si que tardaste
demasiado, huh.
Kevin:
Bueno, sabes que sigue siendo
muy difícil para mi después de
todo lo que sucedió cuando
éramos niños.
Nathan G:
Aún no entiendo cómo es que
no estás seguro de decirle lo
que sientes... no es cómo si
fuera a escaparse corriendo,
¿o si?
Kevin:
Su hermano es Eddy.
Eddy McGee Skipper.
Nathan G:
¿Bromeas? Espera, dijiste que su
apellido era Marion, ¿qué relación
tiene con el tonto de Eddy?
Kevin:
Se conocieron cuando eran pequeños...
es cómo nuestra historia, sólo que no
conozco mucho de ella cómo Eddward
sabe de la nuestra.
Nathan G:
Hermano, ése mismo Eddy fue
el que juro destruírte si pudiera
hacerlo, ¿o no?
Kevin:
Porque arruiné su maldito futuro,
Nathan. Pero, ¿por qué arruinar el mío?
Nathan G:
Hermano, por favor...
Kevin:
Si, bueno, al diablo.
Nathan G:
¿No hablaste con él? Aunque
estén enojados, ¿no lo has
intentado? Aunque sea una vez.
Kevin:
¿Qué se supone que vaya a decirle?
¿"lamento todo lo que sucedió con
Eddy en el pasado, juro que jamás
imaginé que él estaría involucrado"?
O, mejor aún, "quise destruír a una
Cruel y su reino de maldad en la
universidad, no sabía que tu hermano
estaba envuelto en ése lío".
Nathan G:
Me gusta más el "¿podemos hablar?
Quiero contarte qué pasó en el verano
de 1997"
Kevin:
No sé si lo hiciste a próposito o no,
pero a él realmente le gustan las
películas de terror... creo que si le
digo éso, realmente me escuchará.
Nathan G:
SOY ADIVINO, MIRA. Bueno, tal
vez puedas usar alguna de las
pick-up lines de las que habíamos
hablado la última vez.
Kevin:
No.
Nathan G:
Bueno, ¿no hay algo más que le guste?
Kevin:
El chocolate amargo, las tardes o
noches de lluvia, los amaneceres
y atardeceres, los libros de fantasía,
las películas y series de ficción, el MCU
entero... la mitología griega, la romana,
la nórdica y las leyendas urbanas...
¿quieres más?
Nathan G:
Wow.
Kevin:
¡Y éso no es todo!
Nathan G:
No quiero saberlo, gracias.
Kevin:
No sé cómo superar ésto.
Nathan G:
Llámalo.
Kevin:
No.
Nathan G:
Cobarde.
Kevin:
No soy un cobarde.
Nathan G:
Gallina.
Kevin:
No soy un gallina. Vamos, Nathan,
se supone que estás ayudándome,
no BURLÁNDOTE de MI.
Nathan envió un audio haciendo ruidos de gallina, riéndose incontrolablemente al final del audio.
Kevin:
Bien, al diablo.
Nathan G:
¡A la casa de mejillas dulces!
Kevin:
No.
Nathan G:
Eres un aburrido.
Kevin:
Yo también te quiero.
Un suspiro salió de sus labios, se asomó a su ventana y no vió a Eddward en la ventana de su habitación. Se armó de valor y se sentó en el sofá bajo la ventana, aún admirando la ventana vacía del otro lado de la verja.
Con su teléfono sobre su oído y la vista fija en la ventana, llamó al número de Eddward.
ㅡYa te dije, Eddy, deja de llamarme para preguntarme si cerré las ventanas y, cuando te conteste que sí, cortarme ㅡbufó molesto.
ㅡLo siento, yo...
ㅡ¿Kevin?
ㅡPor favor, no cuelgues ㅡse quedó en silencio después de haber susurrado aquelloㅡ. ¿Aún estás ahí?
ㅡSí ㅡmurmuró, cómo si estuviera escondidoㅡ. Aún estoy aquí.
ㅡParecemos una pareja que acaba de pelearse y uno de ellos fue a dormir a la casa de sus padres ㅡdijo, bajito, encuchando la risita leve de Eddward por la otra línea.
ㅡSí... así parece ㅡmurmuró, algo de ruido se escuchó al otro lado y luego unos pasosㅡ, ¿estás en la ventana?
ㅡ¿Cómo sabes ésas cosas? ㅡrió, frunciendo el ceño.
ㅡLo sospeché ㅡuna puerta abriéndose y luego las cortinas haciéndose para un ladoㅡ, oye, ¿te gusta mi suéter?
Rió al ver su suéter beige sobre el torso del muchacho de cabellos negros; ㅡLindo suéter, ¿dónde lo conseguiste?
ㅡLo robé ㅡse sentó a un lado de la ventana, tomando sus lentes para ponérselos sobre el puente de su narizㅡ. Bien. Ahora te veo mejor.
Se quedaron en silencio, sólo mirándose el uno al otro, hasta que el pelirrojo suspiró y bajó la vista.
ㅡMira, yo... encerio lo lamento, me gustaría decir que estoy arrepentido de lo que hice en el pasado, pero prometí que no me arrepentiría de nada cuando ingresé en la universidad... excepto de reprobar exámenes por no haber estudiado, ahí si me arrepentí... muchas veces.
》 No sé cómo explicarte todo ésto, pero si no me interrumpes, te contaré todo... cuando estaba en la escuela secundaria conocí a Marie Cruel, la hija del medio de una familia disfuncional. Una infancia pésima y una pésima actitud. Marie nunca fue un ángel, aunque solía presentarse asi delante de todos los demás.
》 May, en cambio, si era una princesa de lo más dulce. Mi hermano se enamoró de ella y Marie y yo tuvimos que pasar más tiempo juntos. Con el paso del tiempo, ambos acabamos en la misma universidad. Cuando estábamos por terminar nuestro segundo año, Marie tenía la fama de ser una chica mala... pero no del tipo que te encuentras en las películas del estilo "Mean Girls" o alguien tan sonsa cómo Lana Thomas en "El Diario de la Princesa", Marie era... peor.
》 Era difícil hacerla cambiar de opinión... testaruda, amargada y siempre con sus chistes malos (malos que insultaban, no malos que eran tan malos que hasta te daban risa, no de esos, no)... llenó de crema de afeitar el despacho del Director, casi encendió fuego un salón de clases, rompieron una televisión del salón visual, mesas, sillas, pizarras... se robaron utensilios importantes y escenciales para la escuela, destrozaron todo a su paso e hicieron un desastre en todos lados.
ㅡCuando entregué las pruebas, que saqué ilegalmente del casillero de Marie y con las cintas de vídeo que Nathan había logrado rescatar de la sala de audivisión y de la oficina principal de los profesores, jamás imaginé que Jhonny, Plank, Marie, Lee ㅡlevantó su vista, mirándole a los ojosㅡ... Eddy, y todps los demás serían... expulsados.
ㅡKevin, yo...
ㅡCreí que solo expulsarían a Marie, ya que fue la mente maestra detrás de todo, y que los otros solo recibirían penas pequeñas porque eran casi cómo... cómo... no lo sé ㅡestaba empezando a sudar y podía sentir que su corazón iba a estallarㅡ. Te juro que no lo sabía, te lo juro por lo que más quieras, no sabía nada...
ㅡKev ㅡle acalló, con risitas leves, cuando los ojos verdes de Kevin se unieron con los de Eddward, este le sonrióㅡ. Te creo, cariño; realmente te creo. Gracias por... no tomarte tanto tiempo en decirme ésto.
ㅡLo siento, debí haberme quedado y rogado cómo un infeliz.
ㅡNo, no debías.
ㅡSí, debí hacerlo.
ㅡKev, no empieces. Acabamos de reconciliarnos, ¿quieres pelear de nuevo y que me vaya a dormir a la casa de mis padres? ㅡpreguntó, escuchando las risas del pelirrojo del otro lado del teléfono.
ㅡLo lamento.
ㅡTienes que decirle éso a Eddy, no a mi.
ㅡ¿Está ahí? ¿Puedo hablar con él?
ㅡNo, él... salió ㅡsonrio de ladoㅡ; Thor y Loki ld temen a los truenos.
Kevin enarcó una ceja; ㅡ¿Thor le teme a los truenos?
Ahora era el pelirrojo el que sonreía mientras las risas de Eddward estallaban del otro lado del teléfono.
11. Sahumerio: humo que produce una materia
aromática que se echa en el fuego para sahumar.
📍 ésto es un llamador de ángeles 💫
📍 Gardenias 💫
📍 Tulipanes 💫
📍 Amapolas 💫
📍 Claveles 💫
📍 póster de la película 'Mean Girls' 💫
📍 Lana Thomas de 'El Diario de la Princesa' 💫
(¡Lana tiene un cono, Lana tiene un cono, Lana tiene un cono!)
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