One Direction | Fireproof ⨟
❝Estoy siento algo muy dentro de mí,
más caliente que un chorro de agua hirviendo.
Estoy sintiendo algo muy dentro de mí,
y se lleva, se lleva todo lo que tengo.
Sí, se lleva, se lleva todo lo que tengo❞

Eran las cinco de la mañana cuando llegaron al apartamento de Kevin. Nathan no había podido ir a buscarlos, pero consiguió a alguien que podía. Vaya sorpresa se llevaron al ser recibidos por la familia de Kevin... bueno, sus dos mejores amigos.

ㅡ¡Bienvenido de vuelta! ㅡgritó una mujer de cabellos cortos y rubios, alertando por un momento al azabache que venía escondido detrásㅡ. ¡Oh! Vienes... acompañado.

Kevin asintió repetidas veces, echando miradas a su mejor amigo de vez en cuando: ㅡÉl es Eddward. Doble D, ella es Nazz, es una de las secretarias más antiguas que tiene la empresa.

ㅡBuenas noches, es un placer conocerte finalmente ㅡdijo, tomando la mano que el azabache le ofrecióㅡ. Kevin ha hablado muchas cosas, realmente bellas, sobre tí. Ansiaba conocerte ㅡdijo, con una sonrisa impecable en su rostro.

Eddward también le sonrió: ㅡMuchas gracias, el placer es todo mío, por supuesto ㅡagitó un poco su mano en el saludo, pero se quedó un segundo confundido por la mueca sorprendida de la rubia al escucharloㅡ. Lo siento, ¿te apreté muy fuerte la mano?

ㅡNo, sólo... ㅡrió bajito, soltándoleㅡ. Tu voz es muy hermosa, ¿lo sabías? ¿Cantas? Porque suena muy melodiosa.

ㅡBueno, muchas gracias ㅡrió, avergonzadoㅡ, no suelo cantar, pero me gusta mucho la música. Adoro tu cabello, a mí jamás me quedaría bien el rubio.

ㅡ¡Seguro te quedaría de maravilla! ㅡalentó, tomando la mochila que Eddward colgaba de su hombroㅡ. Déjame ayudarte con eso, cariño, quiero platicar más contigo.

Por otro lado, en la cocina, Nathan daba saltitos contentos con el rostro sonrosado por la emoción y una sonrisa que no podía contener. Kevin volteaba a verlo con los brazos cruzados.

ㅡ¿Puedes decirme qué hacen ustedes dos aquí? Me dijiste que no podrías ir a buscarnos al aeropuerto ㅡacusó.

ㅡSí, bueno ㅡmiraba por sobre el hombro de su mejor amigo, intentando atisbar a su acompañanteㅡ. Verás, la sorpresa no iba a prepararse sola...

ㅡNath, él puede estar cansado, ¿no pensaste en eso? Tal vez tenga mucho sueño y quiera irse a dormir, pero no lo hará porque están ustedes dos aquí.

Nathan se detuvo y lo miró sorprendido. Luego puso una mueca y lo miró de arriba hacia abajo un par de veces, retrocediendo, mostrándole las palmas de las manos.

ㅡ¿Qué has hecho con mi hermano?

ㅡ¿De qué hablas?

El de cabellos teñidos de azul tomó una cuchara de madera de la mesa y lo señaló con ella: ㅡ¿Desde cuando te preocupa alguien más? Sé que eres muy bueno y bondadoso, incluso muy atento, pero te estás pasando de la raya.

ㅡOye, sólo me preocupo por su bienestar ㅡdijo, haciendo énfasis. Luego abrió la boca y los ojos con sorpresaㅡ. No puede ser...

ㅡAjá ㅡdijo, haciendo muecas con su caraㅡ. Realmente te estás preocupando por él. Así que, supongo, que te gusta de verdad.

Kevin rió bajito, y luego lo miró con una sonrisa extraña.

ㅡ¿Te sorprende que me guste alguien?

ㅡTú nunca gustas de nadie.

ㅡEso fue bastante malo.

ㅡ¡Sólo digo la verdad! ㅡdejó la cuchara en la mesaㅡ. Todos siempre gustan de tí, porque pareces un hombre sacado de un libro de Jane Austen, pero tú nunca gustas de nadie ㅡahora era él quién se cruzaba de brazosㅡ. Eres cómo el señor Darcy, y tu nuevo amor sería Elizabeth.

ㅡDeja de llamarlo así.

ㅡ¿Así cómo? ¿Elizabeth?

ㅡNo, cómo "mi nuevo amor"

ㅡ¿Tengo que repetirlo? Sólo digo la verdad ㅡsuspiró, acercándoseㅡ. ¿Quieres que te lo diga de otra forma? Bien, te lo diré de otra forma. Tú eres Katniss Everdeen y él es Peeta Mellark, sólo tienes que ver cómo se ha comportado con Nazz y lo mucho que la aprecia, ¡y sólo pasaron diez minutos desde que se conocieron!

》 Tú eres cómo Will Traynor, aunque eres bastante lo contrario, y él es Louisa, intentando sacarte de ese mundo triste y asqueroso en el que, por alguna razón que sigo desconociendo, quisiste meterte. Cuando hablas de él conmigo, te me asemejas muchísimo a Austin cuando no se daba cuenta que realmente amaba a Ally. Ustedes dos, de alguna forma, me recuerdan a todas las canciones de Taylor Swift que me sé de memoria.

ㅡY si pensabas que no lo diría, aquí va: estás a éste poquititito ㅡdijo, mostrándole su dedo índice y el pulgar casi juntándoseㅡ... de convertirte en Buzz Lightyear cuando lo reinician mal por error y le confiesa su amor a Jessie de todas las formas que tiene ㅡlo apuntó con uno de sus dedos, mirándole directo a los ojosㅡ. Y, créeme, amigo mío, tengo muuuuchísimas referencias más que no quieres que te diga.

Kevin abrió la boca, incrédulo: ㅡHas pasado muchísimo tiempo con Nazz.

ㅡNo te fijes en eso, fíjate que tengo referencias ㅡdijo, alejándose y mirando a su alrededorㅡ. Voy a hacer café, así que ve sacándome las tazas de dónde sea que las tengas.

ㅡVives conmigo hace un año ¿y no sabes dónde están las tazas de café? ㅡpreguntó, observándolo con una ceja alzada.

ㅡNo, y ya que no estás haciendo nada ㅡlo señaló acusatoriamente con el dedoㅡ, me ayudarás.

ㅡAcabo de llegar de un vuelo.

ㅡ¡De cuatro malditas horas! ㅡrióㅡ. Vamos, mientras más rápido me ayudes a hacer las cosas, más rápido tú y tu noviecito nuevo podrán irse a dormir.

ㅡ¡Qué no es mi novio! ㅡse quejó, con los dientes apretados.

ㅡ¡No todavía! ㅡdijo, haciendo el mismo gesto.

Mientras los mejores amigos discutían en la cocina, la rubia y el nuevo acompañante de Kevin admiraban el fuego falso de la chimenea danzar y brindar calor.

ㅡAsí que... ¿Kevin y tú ya se conocían, y no lo sabían? ㅡhabló, con sorpresa, la rubia.

ㅡBueno, casi... íbamos a la misma secundaria juntos, pero yo terminé después que él. Tengo que decir que estuve flechado desde que lo ví, pero ㅡse encogió de hombrosㅡ, las cosas pueden cambiar.

ㅡOh, qué historia más mágica~ ㅡdijo, abrazándose al almohadón rosado que estaba en el sofáㅡ. Ustedes dos seguro estuvieron destinados a estar juntos en otra vida ㅡhizo un pucheroㅡ. Me da un poco de pena por sus almas, ¡pero ahora pueden aprovechar el momento!

ㅡNo me digas que tú también crees en esas cosas ㅡdijo, con los ojos muy abiertos en sorpresa.

ㅡBueno, sí... un... un poco ㅡcomentó, avergonzadaㅡ. Supongo que, uh... soy... ¿la chica de la astronomía?

ㅡ¡Yo también! ㅡdijo, agitando una de sus manosㅡ. En la secundaria solían burlarse de mí porque siempre estaba pensando en el horóscopo.

ㅡ¡A mí me pasaba lo mismo!

ㅡ¡Oh, cielos! ㅡambos rieronㅡ. Woah, no me habría imaginado jamás encontrar a alguien que pudiera entenderlo... es decir, mi hermano aún se burla de mí, pero para mí es importante. No "súper importante" cómo que los de Sagitario son malos. No creo en cosas tan... específicas, como esa.

ㅡUgh, y que los de Tauro comen mucho ㅡdijo ella, rodando los ojosㅡ. Bueno, yo soy de Cáncer, y no soy un bebé llorón.

ㅡOh, yo soy de Libra, y seguro que se nota bastante... aunque, según mi hermano, no soy cómo el resto de librianos que el mundo te dice.

ㅡCreo que Kevin es de Géminis, pero no estoy segura ㅡtocó su barbilla, pensativaㅡ. No se lo digas, pero nunca puedo recordar bien de su cumpleaños; o me equivoco el mes, o me equivoco el día.

ㅡY que lo digas ㅡse inclinó un poco hacia adelanteㅡ. Yo aún no me lo sé.

Ambos rieron. Kevin y Nathan llegaron con una charola cada uno; uno con las tazas de café y el otro con azúcar y galletas.

ㅡ¿De qué tanto ríen? ㅡpreguntó el de cabellos azules, un poco ansiosoㅡ. No tuve el placer de presentarme adecuadamente ㅡdejó la charola en la mesa y extendió su mano hacia Eddwardㅡ. Mi nombre es Nathan, aunque puedes decirme Nath, y soy el bro de Kevin.

ㅡUn gusto, Nathan ㅡsaludó, tomando su mano y agitándola un pocoㅡ. Kevin tenía razón, eres muchísimo más guapo en persona.

El rostro de Nathan se iluminó con una sonrisa enorme.

ㅡ¿Le hablaste... de mí?

ㅡ¿Cómo no hacerlo? ㅡdijo con un deje de sarcasmo, pero su hermano estaba muy contento cómo para notarlo.

ㅡAún así, soy mejor de lo que dice ㅡse encogió de hombros, tomando asiento a su lado, mucho más rápido que Kevinㅡ. Dime, querido nuevo amigo, ¿cómo fue tu vuelo?

Kevin tomó asiento en el sofá que enfrentaba la chimenea. En el sofá de al lado estaba Nazz, sentada en el lado izquierdo con las piernas sobre el sofá. Doble D estaba del lado derecho (en el sofá a la derecha de Kevin) y Nathan a su lado, sentado con las piernas cruzadas, en forma de indio.

Hubo un momento de la noche en la que él había dejado de hablar. Estaba sentado con los pies apoyados en el suelo, recostado sobre el respaldo del sofá, con ambas manos en cada apoyabrazos. Su cabeza descansaba en la pequeña almohadilla que llevaba el sofá y observaba con cuidado todo a su alrededor.

En otra ocasión, aquel vuelo de vuelta a casa hubiera estado plagado de nada. Absoluta y completa nada. Nathan pasaría a buscarlo por el aeropuerto, probablemente comerían una pizza en el camino y tomarían un par de cervezas, y se irían a la cama. Probablemente Nathan dormiría en la misma cama que él y, dos horas más tarde, Kevin tendría que pasarse a la habitación de huéspedes o dormir en el sofá, ya que su mejor amigo le quitaría todo el lugar.

En la escala de cero a cien, la probabilidad de que Nazz les acompañara variaba entre el cero y el veinte. Pero nunca era un cien completo, como el de esta noche. ¿Qué pretendían estos dos a estas horas de la noche?, ¿qué pasaría más tarde con todos ellos?, ¿le esperaba una noche tranquila o una pijamada?

ㅡKev ㅡllamó Nazz, y él volteó rápidamenteㅡ, ¿me estás escuchando?

ㅡ¿Qué? ㅡpestañeó y luego miró a sus otros dos acompañantes, que estaban discutiendo sobre una película. Su vista volvió a su amigaㅡ, ¿qué?

ㅡSí, no me estabas escuchando ㅡdijo, entre risasㅡ. Te decía, la reunión se suspendió hasta el miércoles.

¿Miércoles? Técnicamente ya era lunes. Pestañeó un par de veces más, mirándole con el seño fruncido.

ㅡ¿Qué tanto trabajaron para que se suspenda así?

ㅡNo te voy a decir ㅡle sacó la lenguaㅡ. Lo único que tienes que saber es que a Edd no le gustan mucho los lugares con mucha gente, así que deberías llevarlo a beber un café. ¿Por qué no, mañana, lo llevas a la Cafetería Dos Santos? Nathan y yo tenemos un receso a mediodía, podemos ir a almorzar ahí.

Puso una mueca: ㅡ¿Y hablar de trabajo con Eddward presente?

ㅡPodemos no hacer eso ㅡse encogió de hombrosㅡ. Podemos no hablar, si quieres. Sólo digo que sería bueno que no lo mantengas encerrado aquí, al menos que quiera pasar el primer día de sus no-vacaciones encerrado contigo en tu apartamento, los dos solitos ㅡse quedó en silencio unos minutos y luego le miró de arriba a abajoㅡ. Pervertido.

ㅡ¿Y éso por qué? ㅡrió nerviosoㅡ. Yo no dije nada.

ㅡ¿Por eso Nathan decía que no era buena idea venir a esperarlos? ㅡarqueó una cejaㅡ. ¿Por qué querías...? ㅡhizo un par de gestos obsenos que hicieron a Kevin sonrojarse a sobremaneraㅡ. ¡Lo sabía!

ㅡ¡No, eso no es cierto, tonta! ㅡgritó, sentándose derecho en el sofáㅡ. ¿¡Cómo crees...!?

ㅡ¿Qué sucedió? ㅡcortó Eddward, mirándolos.

ㅡ¡Kevin estaba diciendo babosadas!

ㅡ¡Mentira, tú estabas diciendo babosadas, mentirosa!

ㅡPero, ¿cuántos años tienen ustedes dos? ㅡdijo, negando, el de ojos celestesㅡ. ¡No, Kevin, no golpees a Nazz con ese almohadón!

ㅡ¡Dale con la silla! ㅡgritó Nathan, riéndose.

Al final no hubo pijamada, pero antes de poder decir algo, Nazz y Nathan invitaron a Eddward a almorzar con ellos en la cafetería favorita de ambos (cabe destacar que Edd dijo que sí porque también es la favorita de Kevin).

Nathan le dijo a su hermano que había decidido irse con Nazz esa noche para no interrumpirlos a él y a Eddward, ya que era la primera vez que el pelirrojo llevaba a alguien y lo invitaba a quedarse con él. Alguien que, claramente, no era de la familia; cómo su hermano biológico o él mismo. Nazz estuvo de acuerdo.

Kevin había ido al baño después de despedirse y, cuando salió, vió que la sala estaba completamente limpia. Se oía el grifo en la cocina, dónde Eddward estaba lavando las tazas.

ㅡNo tenías que hacer eso, puedo hacerlo yo mañana ㅡdijo, parándose a un lado para empezar a secarlas.

ㅡEstá bien, no es nada. Además, no descansaste mucho y deberías dormir ㅡle dijo, sonriendo, aunque seguía enfocado en las tazasㅡ. Además, si mañana iremos a almorzar con ellos, será mejor que vayamos a dormir temprano.

ㅡ¿Más temprano que las seis de la mañana?

ㅡ¿Ya son las seis? ㅡdijo, cerrando la llave del aguaㅡ. Qué tarde...

ㅡQué temprano ㅡdijo, con el mismo tono sorprendido.

Eddward rió bajito y golpeó suavemente su brazo. El pelirrojo le indicó dónde guardar todo y el de ojos azules obedeció con cuidado de no romper nada.

ㅡ¿Dónde voy a dormir? ㅡpreguntó, con algo de pena.

ㅡ¿Quieres dormir conmigo? ㅡle preguntó, con media sonrisaㅡ. Ya lo hemos hecho un par de veces.

ㅡNo quiero molestarte...

ㅡEsta cama es más grande ㅡse encogió de hombrosㅡ. Aunque no voy a obligarte, si quieres esa es la habitación de huéspedes ㅡseñaló la puerta a su ladoㅡ. Y aquella de ahí es el baño ㅡseñaló la puerta al final del pasillo.

No recibió más respuesta que un simple asentimiento.

Su alarma sonó, cómo siempre cuando se quedaba dormido de más, a las ocho y media; cuando apagó la alarma y se giró, notó que había alguien más durmiendo con él. En su inconsciencia por el sueño, rió bajito.