Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝘊𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝟣𝟣

The Coyote Theory | This side of Paradise
Pregúntame porqué mi corazón está en mi garganta,
jamás me he enamorado, siempre estuve solo.
Me siento cómo si hubiera dormido toda mi vida,
el amor es tan fuerte que me hace sentir muy débil

Y sin más, pegó sus labios a los suyos.

Y, diablos, se había sentido cómo tocar el mismísimo cielo.

El reflejo del relámpago fuera de la ventana le hizo volver a la realidad, y se alejó suavemente del rostro contrario, deteniéndose a cada milisegundo para acariciar una de sus mejillas con el dedo pulgar.

El tiempo se habría detenido de no ser por el trueno golpeando la tierra en algún lugar muy lejos de ellos. Los ojos de Eddward estarían llenos de estrellas brillantes si no fuese por que no había luz. Kevin sabía cómo se verían sus bellos ojos, cómo si millones de fuegos artificiales estallaran al mismo tiempo.

ㅡOye ㅡun suave murmullo le hizo levantar la vista.

ㅡPor favor, no digas que te arrepientes ㅡmurmuró en respuesta.

ㅡ¿Arrepentirme? ㅡsoltó una suave risita, pegando su frente a la del contrarioㅡ, claro que no. ¿Cómo te arrepientes de besar a un ángel?, ¿qué clase de loco hace éso?

El sonido extraño de su nariz le hizo darse cuenta que estaba llorando. Se alejó y, entrando en pánico, acarició con sus pulgares la parte bajo de sus ojos.

ㅡLo siento, ésto es tan estúpido ㅡmurmuróㅡ. Soy tan estúpido.

ㅡ¿Por qué?

ㅡ¿Qué clase de loco llora por un beso? ㅡrió de forma amarga, pero no parecía alejarse de las manos del pelirrojoㅡ. Lo lamento, enserio, yo sólo... ugh, ni siquiera sé por qué intento explicar algo que no sé explicar.

ㅡPorque ésa maravillosa mente tuya siempre tiene una respuesta de último minuto para todo ㅡcontestó, alejándose un segundo para tomar uno de los pañuelos de la mesa redonda, alcanzándoselos y dejando que secara sus lágrimas con uno de ellos.

Y, cuando digo 'siempre', lo digo encerio. Cuando Jimmy se había asustado porque encontró una mariquita en su ropa, le explicaste rápidamente con un corto cuento el por qué era de buena suerte y que no debía golpearlas. Cuando a Sarah le dió miedo subir a los columpios, le dijiste que cada vez que se elevara, tocaría las nubes (pero que no debía soltar las cadenas del columpio por más que quisiera). Les dijiste a los niños cómo vivían las estrellas, aunque son bolas de energía que, tarde o temprano, morirán.

Les contaste la leyenda del hijo de la luna, de cómo en los eclipses la Luna y el Sol se unen para bailar un rato, de la forma en la que todos somos iguales y no hay ningún problema en ser... diferente al resto. Les contaste historias que jamás pensé en escuchar; les hiciste creer que eran parte de la realeza, lo divertido que es andar en barco, lo especiales que son los libros, y lo escencial de una risa o una sonrisa todos los días.

Tienes una mente maravillosa, perfectamente imperfecta, hecha con pedazos de estrellas y fragmentos de libros. Tienes una forma de pensar que es bonita e increíble. Tienes miedos, cómo el resto del mundo. Tienes cosas que te gustan, cómo el resto del mundo. Tienes poderes, cómo el resto del mundo... pero, no eres cómo ellos. Estás loco, pero no eres cómo ellos.

ㅡ¿Estás seguro que yo soy el de la mente bonita? ㅡrió bajito, mirándole con una leve sonrisilla.

ㅡMe hiciste detener el auto a las dos de la madrugada, en un parque, para juntar dientes de león para mis sobrinos ㅡlevantó una ceja al rostro algo fruncido del azabacheㅡ, ¡tu excusa fue que eran mágicos!

ㅡPrimero, no fue una excusa. Y segundo, ¡sí son mágicos! ㅡbufó, frotando uno de sus dedos contra uno de sus ojosㅡ. Colectas dientes de león, los metes en un jarro y, cuando los niños pequeños se sienten tristes, puedes darles uno y que ellos soplen su tristeza y sus deseos lejos. Es magia, por donde sea que lo veas.

ㅡ¿Seguirás diciendo que no tienes una mente bonita o quieres que te haga recordar otras cosas? ㅡpreguntó, obteniendo suaves risitas de parte de Eddward.

Doble D tomó una de sus manos, jugando con sus dedos. Pronto y sin pensarlo, entrelazó su mano con la del pelirrojo, admirando lo "femenina" que lucía su mano sobre la de Kevin. Sus dedos eran gruesos y grandes, mientras que los de él eran finos y largos. Tiene manos de hombre, sin dudarlo.

Levantó la vista para encontrarlo con una sonrisa en el rostro.

ㅡ¿No has visto a alguien con una mente bonita, cómo la mía, antes? ㅡse animó a preguntar, aunque su corazón dolía un poco con cada palabra.

ㅡNo, jamás. Creí que el único con una mente... excepcional, era mi profesor de geografía en la secundaria. Ése hombre hablaba del cielo cómo si fuera suyo ㅡsonrió al recordarlo, y sus ojos volvieron a engancharse con los de Eddㅡ. Él hablaba cómo si fuera el que ponía detalladamente las estrellas en el cielo, tú hablas cómo si armaras constelaciones enteras de ellas.

ㅡAy, Dios mío ㅡrió, avergonzado, cubriéndose la boca con una manoㅡ. Ahora tus coqueteos y cursilerías son mejores.

ㅡ¿Antes no lo eran? ㅡrió, haciendo una mueca sorprendida.

ㅡ¡Claro que sí! Pero, jamás pensé que coqueteabas conmigo porque te gustaba...

ㅡAl principio así era ㅡrascó detrás de su oreja, volviendo a bajar la cabeza para admirar sus manos entrelazadasㅡ, pero luego fue costumbre.

ㅡ¿Crees que funcionaron? ㅡsusurró, acariciando con su pulgar el borde de su mano.

ㅡFuncionaron. Y, al parecer, lo hicieron muy bien ㅡdió un suave apretón a su mano y ambos rieron bajito.

ㅡKev, yo...

ㅡSé lo que vas a decir, pero no quiero oírlo.

ㅡ¿Hablas del rechazo?

ㅡQue yo te rechace a ti, no es lo mismo que tú me rechaces a mi.

ㅡBien, entonces hazlo tú.

ㅡNo quiero rechazarte ㅡsuspiró, un poco cansado de todos los sentimientos que explotaban dentro suyo.

ㅡUno de los dos tiene que hacerlo.

ㅡNo quiero ser yo, y no quiero que tú me rechaces a mi.

ㅡKev...

ㅡLo siento, no puedo.

ㅡSabes que tenemos que hacer ésto ㅡrió bajito, algo nervioso. Después de todo, él tampoco quería hacerloㅡ, ¿qué tal si... nos damos un tiempo? ㅡsonrió al ver el rostro confundido del pelirrojoㅡ. Eso. Darnos un tiempo.

ㅡNi siquiera somos... una pareja oficial.

ㅡ¿Acaso importa? ㅡse inclinó un poco, para verle más de cercaㅡ. Nos llevamos conociendo casi dos meses, ¿qué nos cuesta esperar un poco más?

ㅡMe pican los labios ㅡmurmuró, recibiendo una risilla en respuestaㅡ; enserio, creo que tienes menta o algo en los labios.

Las risas del azabache habían empezado a hacerse más fuerte, e incluso él mismo reía mientras le veía. Se levantaron y comenzaron a ordenar el resto de las cosas esparcidas por la cama.

Eddward fue a buscar café para ambos, mientras Kevin preparaba las almohadas al borde de la cama, sostenidas por dos simples sillas.

ㅡ¿Entonces? ㅡpreguntó, una vez sus piernas y cintura fueron cubiertas por la manta. Se tomó un leve descanso para beber un sorbo de su taza y luego volteó a mirarleㅡ. Si no quieres decirlo, puedo decirlo yo.

ㅡSerá mejor que tú me rechaces.

Eddward rió, Kevin tendría una oportunidad de ser su pareja y ya sabía lo dramático que podía ser. Bajó una de sus manos y tomó la del pelirrojo, acariciando con su pulgar los nudillos de sus dedos.

ㅡKevin, yo... realmente lo siento, pero debo rechazar tu confesión y pedirte que dejes tus sentimientos amorosos por mi a un lado ㅡmurmuró, turnando miradas a su mano y su taza de caféㅡ. Deberíamos dejar de vernos por un tiempo. Soy el niñero de tus sobrinos y aprecio mucho a tu hermano cómo si fuera mi mejor amigo. Lo siento, pero debo rechazarte.

Kevin se pasó los dedos por los ojos y, suavemente dijo;

ㅡSí, lo entiendo ㅡsuspiró y luego se echó a llorar falsamenteㅡ. ¡No puedo creer que me hagas ésto!

Eddward aguantaba su risa; ㅡCariño, de verdad lo lamento... pero, tienes que entender...

ㅡ¡No! ¿qué hay de los niños? ㅡpuso una de sus manos sobre su frenteㅡ, ¿acaso pensaste en ellos?

ㅡ¡No te atrevas a meter a los niños en ésto! ㅡle gritó.

Empezaron ambos una discusión en la que las palabras fueron transformándose en "blah, blah, blah" al poco tiempo. Tomaron sus tazas de café y las dejaron sobre la mesa, aún discutiendo cómo un viejo matrimonio, sólo que ahora ambos estaban recostados en la cama y no dejaban de reír.

ㅡ¡Y blah, blah, blah, para ti también! ¡buenas noches!

Eddward se hizo del borde de la manta y la levantó hasta su frente, cubriéndose mientras le daba la espalda.

ㅡOye, no me des la espalda.

ㅡ¿Seguiremos discutiendo?

ㅡ¿Quieres discutir?

ㅡEn realidad, tengo sueño ㅡmurmuró, bajando su pedazo de manta hasta su cuelloㅡ, ¿qué hora es?

ㅡTres y media ㅡmurmuró, removiéndose en la cama.

Uno de sus brazos quedó bajo la cabeza del azabache, mientras que el otro brazo pasó sobre su cintura. Se acurrucó sobre su espalda y besó su hombro con cariño, recibiendo risillas de su parte.

ㅡ¿Desde cuándo tan romántico?

ㅡDesde que no rechazaste mi beso.

Doble D suspiró con una gran sonrisa en su rostro, moviéndose un poco más para quedar ambos sobre el centro de la cama. Levantó una de sus manos y la llevó a su estómago, en dónde sus dedos se encontraron con los de Kevin y éstos se entrelazaron con los propios.

ㅡTe besaría mucho ahora mismo.

ㅡNo sucumbas ante tus pecados ㅡrió sobre su cuello, besando parte de éste y parte de su oreja tiempo despuésㅡ, aunque no me enojaría si me besaras justo ahora.

Eddward se movió, girándose para darle un pequeño y rápido beso en los labios. Bajo el sonido de la pequeña llovizna fuera, acarició con la punta de su nariz, la nariz del pelirrojo. Pegó su frente a la suya y, con sus manos nuevamente entrelazadas, cerró sus ojos dispuesto a dormirse.

Kevin, entonces, en su rumbo a dormir; miró la faceta tranquila de su acompañante a su lado y sonrió. Tarareaba una canción en pleno silencio, y cuando vió la comisura de sus labios levantarse un poco, sabía que estaba listo para hacerlo, aún así le tocara pasar vergüenza absoluta.

Ask me why my heart's inside my throat,
I've never been in love, I've been alone...

Murmuró, acariciando la mano de Eddward con uno de sus dedos. La suave sonrisa que intentaba ocultar le hizo sentirse algo avergonzado, pero seguro para continuar.

And I feel like I've been living life asleep,
love's so strong and it makes me feel so weak...

Acercándose un poco más, con una de sus manos sobre su cintura, logró abrazarle y estar con su frente sobre la contraria.

Are you lonely? Our fingers dancing when they meet,
you seem so lonely... I'll be the only dream you seek...

El dueño de aquellas bellas orbes azules abrió sus ojos y miró atentamente al pelirrojo, ganándose una sonrisa avergonzada de su parte. Éste cerró sus ojos al encontrarse demasiado nervioso para continuar, y luego de un par de risitas, continuó junto a otra voz.

So, if you're lonely, you don't need to show me,
if you're lonely, come and be lonely with me.

Kevin abrió sus ojos, encontrándose con que Doble D estaba murmurando su canción favorita, cantándola junto a su voz. Fue silenciándose a si mismo, perdiendo un poco su sonrisa a la vez que se concentraba en admirar y recordar cada parte de su rostro.

Are you lonely? The passion is crashing as we speak,
and you seem so lonely...
you're the ground that my feet won't reach...

Con sus ojos abiertos y conectados a las orbes verdes de su acompañante, le dedicó una sonrisa al muchacho y después de un suave asentimiendo común, ambos comenzaron a cantar.

So, if you're lonely- darling, you're glowing-
and if you're lonely, come and be lonely with me.

El pelirrojo se adelantó y dejó un pequeño beso en la punta de la nariz de Eddward, y luego de darle las buenas noches, se alejó. Doble D, encantado (y a la vez avergonzado) se acercó y dejó un beso en su frente, volviendo a acurrucarse en su pecho.

En las mejillas de Kevin habían estallado dos bombas de color rojo, y en el pecho de Eddward sonaban fuertes los tambores.

El sonido del reloj a lo lejos le hacían cerrar los ojos y volverlos a abrir. Supuso que eran las cuatro de la madrugada para cuando se durmió; aferrándose a la cintura de Doble D, quién dormía con la frente entre sus pectorales medio formados.

Porque si, no quería despegarse de él. Y porque no, no le molestaba aquel calor insoportable sobre su pecho.

Pensaba (mientras se dormitaba) en quién de los dos iba a despertarse primero, en si habría luz temprano en la mañana, si podía ser él el primero en despertarse y poder prearar un desayuno adecuado.

Se preguntó e imaginó si habrían besos, si podría abrazarlo con toda la intensidad del mundo, si podría cumplir con la promesa de mantenerse alejado por un tiempo... porque su corazón se estrujaba cada vez que pensaba en perderlo.

"Nos gustamos mutuamente, ¿por qué no mostrarlo al mundo?"; se pensó. "Es el siglo XXI, ¿por qué no amarlo en público?"; se pensó. "Voy a extrañarlo. Solo quiero amarlo, amarlo, y amarlo hasta el cansancio"; se pensó.

Era algo sensible con las emociones fuertes cómo lo eran el amor o el románticismo, por éso jamás ha querido enamorarse. Por éso había rechazado muchos corazones. Por éso siempre fingió ya tener pareja.

Por éso terminó durmiendo con su corazón al borde de las lágrimas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro