Y... luego nos besamos. Fue un beso corto, calmado pero a la vez tan puro... Tan tierno... Tan inocente.

Mi corazón late desbocado dentro de mi pecho, como si no pudiera resistir tanta emoción, al separarme de ella hubo un silencio incomodo, hasta que ella habló.

—¿Te digo algo Ingrid?— sonríe y yo asiento para que continúe— este fue mi primer beso.

—Kiara, yo... lo siento

—No— me interrumpe— me gustó— dice sonrojada, yo solo sonrío.

—Entonces... ¿Puedo? — ella asiente y vuelvo a besarla, esta vez es un beso más apasionado pero suave, duramos unos cuantos segundos y nos separamos; nos quedamos viéndonos fijamente a los ojos con una sonrisa.

—Kiara, te amo, no quiero que creas que... Solo quiero jugar contigo por mi edad, se que soy mayor que tú y que eso generaría desconfianza...

—Ingrid— vuelve a interrumpirme sonriendo— Yo también siento lo mismo, y no me importa la diferencia de edades.

Al escucharla decir eso mi corazón descansa, esos nervios que tenía finalmente desaparecieron, en el poco tiempo que he estado con ella me he sentido muy bien, me he preocupado por ella, algo que no había hecho por nadie después de lo de Karolina. Estoy locamente enamorado de sus encantos.

Estamos a punto de volver a besarnos cuando un ruido interrumpe el momento, rápidamente la abrazo y le hago señas de que debe guardar silencio y ella asiente.

Narra Kiara...

Estoy en shock, no sabría como explicarlo, al principio tenía desconfianza de Ingrid pero por un momento me alegró verlo en aquel cuarto oscuro, debo admitir que creí que se aprovecharía de mi al acercarse, no imaginaba que formase parte de la policía, al menos no a su edad.

Otra cosa que me tiene con ganas de gritar al mundo, se que o es el momento para ello ya que estoy en un bosque donde mi vida corre peligro pero... me enamoré de Ingrid, el dar mi primer beso con el fue lo mejor que me ha podido pasar en el tiempo que he estado en el bosque, bueno y conocerlo también, estábamos apunto de besarnos de nuevo cuando se escucharon pasos venir hacia nosotros, el inmediatamente me abrazó con cuidado de no lastimar mi abdomen, cierto, el dolor desapareció cuando me besó... Auch, ya regresó.

Me dijo que guardara silencio, claro... Creo que traía la pistola de toques todo este tiempo.

Busco en mi mochila inmediatamente con cuidado sin hacer ruido y ahí esta, la tomo y la prendo, haciendo que una luz salga de ella, Ingrid me voltea a ver molesto.

—¿Qué haces, acaso quieres morir?— pregunta enojado, ok eso si estuvo mal.

—Los encontré— grita un hombre y se avienta hacia nosotros.

Me muevo a como puedo, pues aun no puedo caminar, pongo la pistola de toques en su cuello y la presiono para que haga su función mientras Ingrid golpea al otro hombre que venia con el; al desmayarse con los toques ayudo a Ingrid y hago lo mismo, después de hacerlo el me sonríe y me abraza, levanta mi mochila y me toma de la mano.

—Eres inteligente Kiara Grey— dice burlón y yo solo sonrío.— Pero no debiste esforzarte— dice refiriéndose a mi herida.

—Estoy bien, no pasa nada— respondo sonriendo para ocultar el dolor— creo que ya no estoy sangrando.

—Bien, parece que no— confirma mirando hacia mi herida y ve que la hemorragia se detuvo— pero cualquier cosa si te duele o algo me tienes que avisar, ¿de acuerdo?— asiento levemente y comenzamos a caminar.

—Ingrid, entonces ¿Ya regresaremos a casa?— pregunto en un susurro.

—Si, solo necesito que me prestes tu cámara, tome fotos del lugar.

—Está bien— le respondo sonriendo— gracias por ayudarme.

—No es nada— sonríe mientras entrelaza nuestras manos.  Se siente tan bien estar con él, realmente quiero volver a casa pero... eso implica ya no verlo y me pone algo triste, Ay dios Kiara solo a ti te pasan estas cosas.

Caminamos hacia enfrente, ¿No veníamos de atrás? Bueno el punto es que comenzamos a caminar, no se en que parte del bosque esta mi casa. Tal vez Ingrid viva en la ciudad del otro lado, pero no importa, el irá a la delegación y ahí pediré un teléfono para hablarle a mi madre.

Mi herida sigue ardiendo, pero puedo resistir caminando, es algo incómodo pero todo por salir de aquí, ya en la ciudad podré ir a un hospital.

—¿Cómo es donde vives Ingrid? — pregunto curiosa.

— Supongo que como todas las ciudades— responde sarcástico— ¿por qué la pregunta Kiara?

—Presiento que vives en la ciudad que no es la misma donde yo vivo...

—Yo te prometí llevarte a casa, después de hacer mis asuntos, si no reconoces la ciudad tomaremos un autobús hasta la otra ciudad para llevarte a casa— dice abrazándome— No te dejaré sola.

...

Me encuentro ahora mismo a un lado de Ingrid, sentada detrás de unos árboles entre dos piedras, siempre nos quedamos en lugares como estos de noche ya que es un lugar menos propenso a que nos encuentre un animal salvaje o esos hombres armados dispuestos a acabar con nuestra vida.

—¿Estás cansada?— me pregunta Ingrid viéndome fijamente

—Un poco, este día fue agotador— digo suspirando— y para ser sincera creí que hoy iba a morir.

—Lo siento por eso, todo fue mi culpa— responde serio.

—¿Tu culpa? — pregunto viéndolo fijamente.

—Si, siempre yo inicio las peleas, lo siento no es mi intención pelear contigo— se disculpa algo triste— no quería encariñarme contigo y aún así lo hice...

—Por eso eras así conmigo— digo confirmando.

—Es correcto— responde abrazándome, un abrazo cálido y suave, que me hace sentir cómoda y en paz— no quería encariñarme contigo y solamente te traté mal... Al final terminé atrapado y... Ahora me da pena contigo Kiara.

—No te preocupes, nunca me molesté, solo me pareció extraño tu bipolaridad— bromeo y el ríe.

—¿Te siguió el dolor?— pregunta refiriéndose a mi estómago y a todo mi cuerpo en general, tiene muchos moretones.

—No me voy a quejar porque sigo viva— respondo bromeando, aunque no bromeando. Realmente agradezco seguir con vida.

—Duerme, mañana buscaremos la salida del bosque y llegarás a casa pronto. — siento un ligero beso en mi frente antes de cerrar mis ojos, estoy cansada... ya quiero llegar a casa para contar todo lo que me ha pasado... Estar con mi familia y amigos... Aunque no quiero separarme de Ingrid.