La pesadilla
Narra Ingrid
—No puede ser, es la chica terca— susurro y me acerco a ella.
— Hey, hey responde.
Ella comienza a abrir sus ojos café oscuro lentamente.
—¿Estas bien? ¿Te hizo algo?
—¿Eh? ¿Quién?— pregunta confundida, estamos muy cerca a lo que ella se separa rápidamente después de reaccionar. —¿Cómo me encontraste?
—A ver, ¿estabas dormida?— respondo algo molesto. Ella se queda en silencio.
—Si... ¿Por qué?
—Acabo de quitarte de encima a un hombre armado y tú estabas dormida— digo irónico y molesto— Creí que te había hecho daño y estabas inconsciente, pero la señorita estaba dormida— ella seguía callada—¿No sabes que es peligroso?— comienzo a gritar.
—Yo... lo siento, gracias, tenía mucho sueño y... me quede dormida— dice en voz baja.
—No mediste el peligro que corrías, ¿Para qué vienes al bosque si no te sabes cuidar?— sigo diciendo.
—No es de tu incumbencia a lo que venga— solloza con los ojos cristalizados, creo que me pase.
—Oye... lo siento, solo que acabo de salvarte de un posible asesinato cruel y tú no estabas enterada, aunque seamos desconocidos... no quiero que te pase algo y menos si puedo evitarlo, ¿Me perdonas por hablarte de esa manera?— me disculpo bajando mi tono. Ella solo asiente seria. —¿Me dejas hacerte compañía y ayudarte a volver a casa?
—De verdad te lo agradezco— dice asintiendo, posteriormente la tomo del brazo y comenzamos a caminar.
—¿Cómo te llamas?— pregunto para quitar la tensión.
—Kiara— responde bostezando
Me dirijo detrás de unos arbustos, en el suelo hay pasto, ella saca una linterna y alumbra el camino, no hay rastro de ningún animal, me siento y ella se sienta a mi lado.
—Hay que descansar— la volteo a ver, ella me sonríe y puedo notar el cansancio y agradecimiento en su rostro. Se recuesta en el suelo y pongo su cabeza en mis piernas, es linda... —¿Kiara?
—¿Si?— responde volteando a verme.
—¿Qué edad tienes?
—17 años... ¿Por qué?— dice a punto de dormirse.
—Curiosidad... solo curiosidad— respondo y cierro mis ojos, es 2 años menor que yo y está sola...
Observo su rostro, sus ojos están cerrados y ella duerme tranquilamente, me viene a la mente la imágen de ella nuevamente y me hace recordar el porque estoy en este lugar, antes de que el odio me consuma Kiara se acomoda levemente sacándome de mis pensamientos. Es una chica muy linda, se ve tan burlnerable y tan inocente...
Creo que te estás encariñando Ingrid, y esto no es bueno.
Narra Kiara
Escucho un ruido y despierto, me encuentro en el bosque... cierto, desearía que esto fuese una pesadilla, me levanto y a mi lado se encuentra ese chico, Ingrid, dormido o eso parece.
—Ingrid— digo moviéndolo, el abre los ojos, sus ojos son verdes, debo aceptar que son lindos.
—¿Qué sucede? Yo te deje dormir— dice renegando, a lo que yo comienzo a reír.
—Escuche un ruido, si no quieres ser comida para oso deberíamos irnos. —él sonríe, se levanta y me extiende la mano para ayudar a levantarme. Yo la tomo y comenzamos a caminar, arreglo un poco mi cabello pero no me resulta muy útil.
—Hace hambre ¿No lo crees?
—Si... ¿Y ahora... qué comeremos?
-Probablemente haya animales cerca- dice tomando una piedra y una pequeña rama— ¿Me prestas tu liga? —me la quito y se la doy, me sonríe y seguimos caminando.
Vaya, creo que hoy tiene un buen humor, se ve más amigable o al menos está siéndolo conmigo, desde ayer.
—Ingrid...
—¿Si?— responde sin dejar de caminar ni de ver hacia adelante.
—¿Qué edad tienes tú?
—19— me responde deteniéndome y cubriendo mi boca con delicadeza, posteriormente avienta una piedra a lo lejos con una especie de resortera que construyo en el camino con la rama y mi liga, así que para eso era. —Bingo, ya vamos a desayunar— me voltea a ver y sonríe, le devuelvo la sonrisa y nos acercamos, es un conejo.
Me siento mal por la criatura pero necesito comer... para tener energías y volver a casa.
—Ingrid— le hablo sonriendo
—¿Dime?
—Me siento como cavernícola— digo y el comienza a reír.
—Es verdad— comenta riendo— cavernícolas en el siglo XXI— afirma y ambos reímos.
Ingrid había prendido fuego y asamos la carne de conejo, yo traía un poco de agua pero él dijo que no era necesario, se fue un rato y volvió con la carne de conejo limpia, no voy a negar que estuvo delicioso... o ¿habrá sido el hambre que tenía? Lo que sea que haya sido, ya no tenemos hambre.
—¿Puedo preguntar de una mejor manera... qué hacías de noche acá-— me mira fijamente, una mirada llena de confianza.
—Me regañaras— susurro algo apenada.
—Te quedaste dormida ¿Cierto?— dice riendo levemente, a lo que yo asiento y sonrío inconscientemente. —No tienes remedio.
—¿Tú también buscas tu casa?— pregunto seria.
—No... Tengo que hacer algo pero... no puedo contarte.
—Entiendo— respondo sonriendo, no lo obligare a que me cuente si no me tiene confianza.
—Es hora de seguir nuestro camino, vamos— me mira y yo lo sigo. Creo que... comenzamos a tener un progreso en este corto tiempo.
Caminamos durante un tiempo, el clima se sentía cálido, al parecer era medio día. No tenía hambre, tampoco me sentía deshidratada, pero sí me sentía cansada; habíamos estado caminando todo este tiempo y como verán, soy muy floja. Vaya que la supervivencia te hace hacer cosas que jamás harías por gusto.
No habíamos estado en silencio durante este tiempo, pero tampoco habíamos tenido una gran conversación. Ingrid no hablaba mucho y cada que intentaba crear un tema siempre respondía cortante, ya no encontraba cómo sacar plática para no aburrirme. Digo, si no muero por esos tipos moriré por aburrimiento... ¿Será eso posible?
—Kiara— Ingrid tomó mi muñeca deteniéndome, yo me giré para verlo y miré en su rostro una expresión seria.
—¿Qué pasa?— pregunté confundida.
—Te estoy hablando, ¿me estuviste ignorando?— morí de vergüenza (no literalmente), estaba tan preocupada en sacar un tema de conversación que ni siquiera había puesto atención a lo que me decía.
—No... Lo siento yo...— no supe que decir, titubeé mucho e Ingrid se desesperó.
—Que guardes silencio, escuché un ruido— dijo poniendo su mano en mi boca para que me callara.
No sabía que hacer, simplemente actividades el modo planta y me mantuve quieta para no causar algún problema. Ingrid estaba atento a cualquier ruido, yo estaba atenta igual pero también seguía atenta a sus indicaciones, o a sus acciones, si el corría yo también lo haría, digo; para salvarme también yo.
Mi tranquilidad se esfumó al escuchar pisadas, escuchaba pasos y no eran de nosotros, mi respiración comenzó a ser más rápida y pesada y mis latidos podía sentirlos en todo mi cuerpo; más tensa me puse cuando escuché que estas mismas se acercaban a nosotros, Ingrid me tomó en brazos y yo simplemente guardé silencio.
Comenzó a caminar hacia donde veníamos, en sentido contrario y en silencio. Yo seguía muy asustada, simplemente lo miraba, el también estaba asustado; quería proponerle que me bajara y yo caminar pero tampoco quería que se molestara por que le hablara e hiciera que nos escucharan.
Estuvimos así por algunos minutos y después me dejó bajar.
—Creo que los perdimos— susurró— no es un buen momento para hablar ni hacer ruido, hay que escondernos— habló tomando mi mano.
Nos dirijimos detrás de unos arbustos, había ramas de los árboles, tan bien figurado que si ponías una manta encima parecía un fuerte de esos que haces de niño.
Vaya que la naturaleza es hermosa.
—¿Vamos a estar aquí hasta la noche?— pregunté.
—Hasta mañana— suspiró— aquí te quedarás así voy a buscar comida.
—¿Y si te pasa algo?, ¿Y si te atrapan?
—Tengo mis métodos, no pasará— dijo abrazándome.
A veces creía que este chico era muy bipolar.
Hola, lo siento mucho he tenido problemas pero aquí está la actualización, de verdad una disculpa por desaparecerme 🤧💗los amo y gracias por la espera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro