La luz del sol en mi rostro me indica que ya es de día, miro mi reloj y son las 7 am, me duermo otro rato y al abrir mis ojos me doy cuenta que ya son las 10 de la mañana. Me levanto y voy a darme una ducha, me pongo algo casual y bajo a desayunar, hoy es viernes, mi mamá se encuentra trabajando y mis hermanos seguramente están dormidos; han pasado ya tres días desde que llegamos aquí. Me preparo unos hotcakes y un licuado y al término de desayunar subo a mi habitación a ver una película.

—Kiara— dice una voz detrás de la puerta, es mi hermana Rubí.

—Pasa hermana, ¿qué sucede? — pregunto mientras entra a mi habitación.

—Hoy invitaron a Kevin a la casa de un amigo, dice que hay una niña de nuestra edad al parecer y propuso que fuésemos para hacer amigos.

— ¿Quieres que vaya o te acompañe?— respondo dudosa, esas invitaciones de Rubí son un "me da pena, vamos". Ella solo sonríe y es ahí donde entiendo todo.

—Bien, ¿A qué hora es?

—Es a las 3 pm.— responde mientras sale de mi habitación cerrando la puerta.

Me tiro a la cama, realmente no soy muy sociable pero si me encantaría tener amigos, aquí donde viviré un tiempo, o quizá para siempre. Soy muy nerviosa y no suelo ir a lugares donde haya mucha gente, por ende me gusta ir más al parque, que está más solitario y tranquilo.

Rato después el reloj suena indicando las 2 pm, la verdad a veces me desespera, suena cada hora y siempre es el mismo susto que me saca, estoy tranquila y de la nada comienza a sonar, realmente es molesto. Oh cierto, en una hora es lo que me dijo Rubí, debo alistarme. Me visto con algo casual, un pantalón de mezclilla, una blusa blanca y unos converse blancos, tomo una chaqueta de cuero negra por si hace frío en la tarde y bajo con mi celular y mi monedero, ahí están Rubí y Kevin listos para irnos.

— ¿Está muy lejos?— pregunto algo curiosa.

—No mucho— dice Kevin saliendo de casa y nosotras tras él. Al llegar me encuentro frente a una casa ni muy grande ni muy pequeña de dos pisos, de ella sale...

—No puede ser— comento sonriendo. —Hola Abraham

—También pensé lo mismo... Espera ¿Se conocen? — pregunta Kevin algo confundido.

—Hola, si, hace días nos encontramos en la plaza, de hecho cuando ustedes vinieron fue cuando intercambiamos contactos y todo ello— responde haciendo señas de que pasáramos— Bienvenidos.

—Y pensar que la ciudad es muy grande— dice Rubí irónica a lo que todos reímos.

—Buenas tardes— saluda una chica pelirroja de ojos verdes entrando a la sala— veo que ya llegaron, igual quien falta no tarda en llegar, Melanie. — ¿Acaso dijo Melanie? Bueno, hay muchas Melanie en la ciudad pero... ¿Será ella?— Oh, disculpen, mi nombre es Samara, soy la hermana de Abraham.

—Mi linda hermanita— responde Abraham sarcástico, vaya creo que no se llevan bien, posteriormente ríen y el timbre suena, Samara abre la puerta y efectivamente es la Melanie que conozco.

—Hola a todos— saluda entrando y sonriéndome, espero poderme llevar bien con todos ya que no soy muy buena socializando. — soy Melanie

—Hola Melanie— respondemos todos al mismo tiempo.

—Soy Kiara Grey, y ellos son mis hermanos, Rubí y Kevin, creo que ya nos conocíamos por separado, pero recordar los nombres no está mal— digo sonriendo.

—Hace mucho calor, vayamos al parque— propone Samara y todos nos volteado a ver asintiendo, nos dirigimos al parque.

— ¿Está muy lejos?— pregunto de nuevo, a lo que Rubí comienza a reír.

—Eres muy floja Kiara.

—Solo estoy preguntando— respondo riendo— No es que no quiera caminar.

—Ajá te creemos— respondió Kevin mientras llegábamos al parque.

—Compraremos un helado— dijo Abraham.

—Te acompaño— respondió Kevin.

—También quiero ir— gritó Rubí siguiéndolos y dejándonos en una banca a Samara, Melanie y a mí.

—Y bien Kiara... Cuéntanos cómo fue que llegaron acá— propuso Samara para no tener que quedar en silencio y yo accedí.

—Pues... Es algo un poco nostálgico pero aquí voy... — comencé a contar mi historia.

»La luz del Sol pegaba directamente a mi rostro, me levante y me fui a duchar, me puse algo lindo porque era mi cumpleaños 16 y quería pasarla feliz. Baje a la cocina donde estaba toda mi familia, estaba decorado con globos y un pastel con mi nombre. 3 regalos adornaban la mesa y el reloj marcaba las 10:43 a.m.

— Abre tus regaños cariño— dijeron mis padres emocionados.

Asentí y el primer regalo que abrí contenía una cámara profesional. El segundo regalo contenía una mochila equipada con una bella linterna, una brújula, un álbum de fotos y un paquete de pilas. El tercer regalo tenía una pistola de toques eléctricos para defensa.

— Muchas gracias a todos— agradecí emocionada después de que todos gritaron "Feliz cumpleaños".

En eso, el teléfono de mi padre sonó y al parecer a mi madre no le agradó la idea.

— ¿Quién te habla Roberto?

— Mi jefe, ¿Ya vas a empezar con tus celos?

— Si no tuvieras a Carolina quizá no pasaría esto.

En eso, mi hermano tomó la mano de mi hermana y la mía y nos dirigimos fuera de la casa.

— ¿A dónde vamos Kevin?—pregunte curiosa y confundida.

— Veremos que tal funcionan tus nuevos regalos. — respondió el con una sonrisa en su rostro que indicaba que todo estaría bien.

Salimos por 3 horas, y al llegar, mi arreglo de cumpleaños estaba hecho un desastre y el pastel estaba en el suelo. Y sin decirme nada lo supe... Mi familia se había destruido, y en mi cumpleaños.

Las caras de las chicas eran de asombro y tristeza, me sonrojé ante el hecho de que había silencio así que suspiré indicando que ya había terminado de hablar.

—Vaya... Realmente fue algo muy feo— dice Samara un poco triste.

—Créeme que si lo fue, pero bueno no es momento para lamentos si no para comenzar de nuevo— respondo algo apagada pero con actitud.

—Llegamos— llegan con los helados sacándonos de nuestra plática.

Kevin traía un helado de pistache, Rubí uno de fresa y me dio uno de limón, mi favorito.
Abraham traía...

— ¿Te gusta el helado de limón?— preguntó Abraham sorprendido a lo que yo sólo reí.

—Sí, es mi favorito.

—No puede ser, el mío también.

—Vaya tal para cual— bromeó Samara y todos reímos.

—Samara, no empieces a incomodar o su hermano me partirá la cara— dijo en un susurro a lo que mi hermano rió.

—No estaría mal, pero Kiara es libre— dice viéndome.

—Qué buen hermano— bromeo con ellos.

—Tanto que ya lo iba a matar hace días— Dice Rubí riendo y cuenta cómo sucedieron las cosas a Melanie y Samara.

Creo que ya tengo un círculo social, es bueno tener amigos con quien salir.

—¿Por qué no vamos a mi casa? — pregunta Melanie y todos asentimos, nos dirigimos a unas cuantas casas de la nuestra, creo que son 6 casas de separación, no estoy muy segura.

—¿Oye Kiara? — dice viéndome fijamente, dirijo mi mirada hacia ella y ella continúa— ¿Te gusta el entorno?

—Si, es muy lindo— respondo mientras seguimos caminando hacia su casa, todos están en sus asuntos, Rubí con Samara, Kevin con Abraham y bueno, yo con Melanie. —No soy fan de salir mucho, desde que entré a la preparatoria, que fue hace dos años no suelo tener amigos.

—¿Por qué? — pregunta riendo.

—Bien, pues en ese entonces hubo complicaciones en mi familia y no alcanzamos lugar en una escuela así que pues mi hermano Kevin y yo ingresamos a una escuela en línea— digo concentrada en lo que estoy contando— Rubí ya estudiaba así porque un año antes de ello la habían expulsado de la escuela por hacer algo indebido.

—Rubí, ¿Algo indebido? Si tu hermana se ve como un ángel— me interrumpe asombrada.

—Exacto— digo riendo— ella no lo hizo pero aún así la expulsaron y bueno, mi mamá la inscribió en una escuela así.

—Entiendo... Entonces sus amigos eran sus propios hermanos— nos señala a los tres y yo asiento con la cabeza. — Vaya, que historia. Hemos llegado— grita lo último y entramos a su casa, no es tan pequeña, de hecho es bastante grande pero a lo largo ya que solo tiene un piso y terraza.

—Bien, ya me había cansado— habla Rubí y yo imitó sus palabras.

—"Que floja eres"— todos ríen, aunque esa no era mi intención solo quería venganza dulce por la humillación de Rubí *carita tierna*

—Hola buen día, Melanie pasen— dice una señora rubia de ojos negros, al parecer es su madre.

—Gracias, les presento a mi madre— nos dice a nosotros, creo que a Abraham y a Samara ya los conocía— Ellos son los Grey, nuevos vecinos— nos presenta sonriendo.

—Un gusto señora, Kevin— la saluda mi hermano.

—Rubí— agita la mano  mi hermana como un saludo de lejos.

—Kiara— sonrío y ella igual.

—El gusto es mio chicos, soy Alexandra García— se presenta con una sonrisa— Pasen están en su casa, Melanie llévalos a tu habitación, ahorita les llevo botanas y refrescos.

—Muchas gracias— respondemos todos mientras nos dirigimos a la recamara de Melanie.

Bueno, pasamos un buen rato con ella y al término del día nos dirigimos todos a nuestra casa.

—Son bienvenidos cuando quieran— grita Mélanie mientras caminamos hacia afuera.

—Gracias— respondemos todos a la vez.

Vaya, si que me divertí hoy con todos, vimos una película, hablamos de nosotros y bueno, me agrada tener amigos, como dije a Melanie, hacía ya dos años que no tenía pláticas que no fuesen con mis hermanos o mis padres. Creo que la separación de mis padres me favorece en algo, no es momento para buscar puntos malos si no buenos, que me ayuden a superarlo y a no pensar en ello, hay que ser optimistas acerca de todo lo que nos suceda, sea malo o no.

Tres actualizaciones al día, estoy muy emocionada y feliz 😁💚espero disfruten este día del amor y la amistad aun que sea leyendo😁💚los quiero mucho y les agradezco su estancia💚💚💚

Nos leemos💚