Narra Ingrid

Todo comenzó hace dos años, mi madre estaba trabajando ya que mi padre nos abandonó desde muy pequeños y ella lo daba todo por nosotros, mi hermana...

—Dijiste que eras hijo único— dice molesta, yo la miro con nostalgia y un poco de impaciencia, pero me logro controlar.

—Déjame terminar ¿Si? por favor.— ella asiente y sigue atenta. Yo comienzo a narrar— Mi hermana estaba enojada por que no la había dejado ir a una fiesta de sus amigas, seria a dos casas por lo que se molestó diciéndole...

—Mamá, por favor, no está lejos— suplicaba Karolina, mi hermana.

—Karol ya te dije que no, tus amigas no son muy buenas influencias y te pueden meter en problemas, además dices que van a beber.

—Tengo 16 años mamá, ya no soy una niña— gritó ella molesta y se encerró en su habitación.

Lo mejor que pensé en ese momento fue en proponerle a mi madre llevarla a la fiesta y cuidarla de cualquier cosa, pero ella ya había salido a trabajar, entonces le llamé y no muy convencida accedió; me dirigí a la recámara de mi hermana.

—Karolina ¿Puedo pasar?

—No estoy de humor Ingrid, enserio quería ir a esa fiesta— respondió del otro lado con un tono triste. 

Debo admitir que conocía mucho a mi hermana y sabía que ella no se escaparía a la fiesta, así que abrí su puerta y la encontré acostada en su celular.

—Levántate o llegaremos tarde— le dije con una sonrisa

—Estás loco, mamá dijo que no— bufó triste.

—Alístate, ella te dio permiso, pero te voy a acompañar para que esté tranquila— dicho esto ella sonrió y brincó de la cama a abrazarme, realmente la quería mucho, era mi hermana menor aunque solo fuese un año. 

—Muchas gracias hermano eres el mejor— dijo yendo a bañarse para arreglarse, yo salí de la recámara y me puse algo casual, no importaba que usara igual solo iba a acompañarla. 

Durante la fiesta la pasó de maravilla, el problema fue al salir de la fiesta, nos fuimos hasta que todos se fueron y ya era bastante noche. La iluminación por mi casa no era muy buena así que ella saco su teléfono para alumbrar un poco el camino y que no tropezáramos con algo, hasta que llegaron dos hombres armados.

—Esto es un asalto saca todo lo que tienes, coopera y seguirán con vida— dijo uno de ellos, otro simplemente se dirigió a mi hermana mientras yo sacaba todo lo que traía en mis bolsillos, pude golpearlos si, pero no quería que la vida de mi hermana corriese peligro, por ello coopere para que nos dejaran ir, pero no sucedió así.

—Vaya, tu eres muy linda ¿Te parece si vienes conmigo?— mi hermana al oír eso inmediatamente negó y me miro aterrorizada.

—Hey, amigo toma las cosas pero ya déjanos ir, al menos déjala ir a ella— le dije para que la dejara en paz.

— No, eso no pasara, ella viene conmigo— dijo agarrándola del brazo, inmediatamente salté y alguien me golpeó quedando inconsciente, lo ultimo que escuché fue También tráelo a el para que no haya testigos.

—Rápido, llévalos al sótano para que cuando despierten griten todo lo que quieran sin que los escuchen— Escuché aun algo inconsciente. 

Cuando desperté estaba en una habitación oscura, no podía moverme, hasta que me di cuenta que estaba atado en un pilar, frente a mi pude ver unos ojos verdes llenos de lagrimas, mi hermana estaba ahí, por un momento me alivie de saber que estaba bien pero... ¿Qué hacíamos aquí? De la nada salieron cuatro hombres.

—Ya despertaron— dijo uno a los demás.

—¿Qué quieren de nosotros?— preguntó mi hermana muy asustada, yo estaba molesto, por no poder hacer nada. 

—Guarden silencio—gritó uno de los hombres— igual nadie va a escucharlos, están muy lejos de la ciudad— explico mientras otro hombre se acercaba a mi hermana.

—Vaya linda, creo que hoy tendré con que divertirme— dijo el hombre con una cara perversa y una navaja en la mano. Comenzó a acercarla mas a su cuello y a bajar hasta su abdomen, la chica estaba muy asustada.

—Hermano por favor ayúdame— decía mi hermana, yo no podía moverme y me sentía impotente.

—Tu hermanito— le dijo pasando una navaja por su vientre— no puede hacer nada para ayudarte.

—Déjenla en paz— gritaba yo con furia y desesperación— mátenme a mí, a ella déjenla ir, por favor.

—Tranquilo, le harás compañía pronto—Un balazo se escuchó dejándome inconsciente, no supe más de mi, realmente creí que había muerto. 

Al despertar estaba en el hospital, no tuve idea de como llegue ahí, estaba mi madre hablándome, inmediatamente pregunte por mi hermana, ella me dijo que estaba bien, descansando en la casa y me tranquilice un poco, el problema de ello fue al llegar y no encontrarla, mi madre tubo que contarme todo.

—Tu hermana— dijo llorando— la mataron esos delincuentes.

No podía creerlo, me sentí horrible por no poder protegerla, el peor hermano, el peor hombre, yo debía estar en su lugar no ella. A los pocos días fue el funeral, fue ahí donde le prometí hacer justicia por ella. 

<Te prometo que haré justicia hermanita, tu no merecías esto, yo debía estar en tu lugar, no tu, perdóname por no poder protegerte> 

Un año después logre estabilizarme y entré en la policía juvenil pidiendo el cargo a criminólogo, créeme que no fue nada fácil por mi edad pero demostré mis conocimientos, aquellos que había conseguido durante ese año y accedieron, entre para buscarlos legalmente, ella no hubiese querido que yo los asesinara. Poco a poco fui haciéndome amigo del jefe de la policía y así pude conseguir el que me dieran ese caso a mi para llevar a cabo la investigación. 

A los 2 años desde su muerte la policía no había encontrado rastro de los asesinos, habíamos  encontrado otra víctima de ellos...

—No tenemos rastro alguno. — comentó el jefe de la policía.

—Yo me ofrezco para seguirlos y buscarlos, con toda discreción.— dije como si nada.

—Podemos perderte y no queremos eso— respondió el comisario.

—Por favor déjenme hacerlo, quiero hacer justicia por ella, puedo reconocer el lugar por dentro... necesito que confíen en mí.

—Bien, te entrego el caso... si pasan 2 meses y no logras encontrar el refugio volverás y no habrá más oportunidades, encuentra el refugio, no les dispares.

— ¿Prometes controlarte?— me preguntó uno de los agentes, yo asentí seguro, aunque no lo estaba, lo intentaría por ella. 

—Entonces... creo que puedo confiar en ti— confirmó el jefe de la policía y me entregaron una grabadora y una brújula. —Encubierto Bennet.

Salí feliz  de la oficina de policía, me dirigí a mu casa y al llegar comencé a contarle el plan a mi madre.

—¿Que tu iras tras ellos? Ya perdí a mi hija, casi te pierdo a ti, no les facilitaras las cosas.

—Voy a hacer justicia por ella, la policía no ha podido—respondí molesto.

—Y si la policía no ha podido ¿por qué tu si podrías? Ya dije que no, y no insistas.

—Si no me apoyas iré por mi propia cuenta, no me busques más— grité y salí de la casa muy molesto. 

Eso fue hace un mes, he estado buscando hace un mes en este bosque, a los asesinos que acabaron con la vida de mi hermana y casi con la mía, al encontrarte corriendo de ellos algo me dijo que debía salvarte, no te pareces a ella pero... su personalidad es similar y... tu edad... ella tenia tu edad.

—¿Por qué no los detuviste cuando me perseguían?— preguntó Kiara mas calmada con intriga.

—La misión es encontrar el lugar, su refugio y llevarlo a la comisaria, yo no puedo hacerlo, me conocerían al instante y eso puede hacer que me maten o quieran hacer algo.— digo viéndola a los ojos— las coordenadas que escribí en la libreta y mi brazo son del lugar donde estábamos.

—Las obtuviste con esa brújula ¿Cierto?— pregunta asombrada, yo confirmo con la cabeza.

—Perdóname por no contarte, era una misión secreta. — me disculpo con toda la sinceridad de mi corazón— por ello desde un principio te dije que volvieras a casa, corrías este riesgo al estar conmigo y no quería eso— suspiro cansado tomando su mano— pero dijiste que estabas perdida y no pude dejarte sola.

—Descuida— me abraza y comienza a llorar— perdón por creer que eras un criminal, por desconfiar de una persona tan buena como tu, siento mucho por lo que has pasado... y gracias una vez más por salvar mi vida.— Sonrió y la abrazo igual.

—No agradezcas Kiara— la separo y ella sigue llorando, limpio sus lagrimas y sin notarlo estamos demasiado cerca, tanto que puedo sentir su respiración, sin pensarlo me acerco a ella y...

Ah miren, no me dijeron nada y actualice tres veces la semana pasada🙂🙂😆

Avisar que esta historia está llegando a su fin y...

Agradecer a todos por la espera y por estar aquí ❤los amo, cuidense mucho y tomen agua❤❤❤