Desperté, sentía mucho calor, creo que es por el suéter de Ingrid y porque estoy sobre él, no sé cómo llegamos a estar así pero él está cargándome y abrazándome, levanto mi mirada para observar su rostro, sus ojos están cerrados y él está dormido, veo mi reloj y veo que son las 8 am, bendita costumbre de levantarme temprano y dormir igual. Me muevo lentamente y logró zafarme del abrazo de Ingrid, logrando así poder levantarme, él sigue dormido y vaya que me asombra que tiene el sueño pesado.

Sus mechones de cabello caen por los costados de su rostro, esta tan calmado que parece un chico sin mal humor y de lo más amable, parece que está soñando muy bonito, pues no hace ningún gesto.

Pienso en si lo despierto o no y me decido por dejarlo dormir otro rato, saco mi cuaderno de mi mochila y comienzo a dibujar un bosque con un lago, el lugar a donde quiero llegar, está cerca de mi casa. Paso a la siguiente hoja y comienzo a escribir:

He viajado durante tres días, tres días que parecen ser tres años, son eternos, con un completo desconocido que va tomando mi confianza poco a poco... Ingrid, él ha sido mi amigo este tiempo, a pesar de que a veces peleamos siempre me cuida... 

Paso de hoja y me dispongo a escribir otra cosa.

Aquellos ojos verdes iluminan mis días más tenebrosos, aquella sonrisa sarcástica hace que mi día tenga sentido, tu linda personalidad hace que confíe plenamente y no dudar contarte algo, aunque hay algo que no logro descifrar aún... ¿Qué es lo que siento cuando esos ojos verdes se posan en mi buscando respuesta?

De la nada me viene a la mente el recuerdo de cómo conocí a Ingrid, parecía ser un chico muy frío y antisocial, sin embargo a pesar de su problema de controlar su ira, o de que me tomo muy personal su manera sarcástica de responder, me ha cuidado todo este tiempo. Es algo realmente maravilloso, Ingrid es maravilloso, sin mencionar que es muy apuesto.

"¿Qué dices Kiara? Es mayor que tu."me golpea mentalmente mi conciencia.

Pero si yo nunca dije que me gusta, bueno no lo dije pero... ¿Lo pensé? ¿Me gusta Ingrid?

Veo mi reloj y son las 10 30 am. Vaya, dibujar me quita mucho tiempo y escribir me lleva a pensar, lo que tarda muchísimo tiempo más en procesar mi mente. Oh, hablando de tiempo ¿por qué escribí eso en mi libreta? Lo escribí pensando en Ingrid... ¡Guarda eso antes de que lo vea Kiara Grey!

Me decido por despertar a Ingrid, si no lo hago tal vez se moleste y haya otra discusión, lo cual no quiero, no en estos momentos.

—Ingrid— susurro moviendolo— despierta. —él inmediatamente abre los ojos buscando a su alrededor, un poco alterado.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien?

—Si, tranquilo, siento mucho asustarte, es que son 10 30 am y creí que querrías despertar ya... ¿Todo en orden? — pregunto tímida. Él sonríe.

—Si, todo está en orden, ¿quieres comer algo?

—Por ahora estoy bien, gracias— respondo sonriendo, el se levanta y me extiende la mano, antes de tomarla guardo mi libreta y mi pluma.

—¿Qué es eso? — pregunta señalando mi mochila.

—¿Una mochila? — respondo extrañada, no me digas que no se había dado cuenta. Él rueda los ojos sonriendo.

—Me refiero... ¿Es eso una cámara?

—Oh, si, me la regalaron en mi cumpleaños y me la traje porque adoro tomar fotos, solo que pues... No estamos en un ambiente o momento para tomar fotos— digo apenada.

—¿Qué más cargas en tu mochila? — pregunta curioso.

—Oh, solo un termo de agua que, pensándolo bien, está lleno porque no tomó agua—digo apenada— la linterna, la cámara y una pequeña libreta con pluma—sonrío.

—¿No te pesan las cosas? — pregunta irónico.

—¿Es momento de quejarme? — le respondo irónica y sonriendo, él niega y tomo mi mochila tomando su mano para levantarme.

—Vamos, cuidado con cualquier cosa, si tienes hambre me dices para buscar algo que comer— sonríe tiernamente y comenzamos a caminar.

Después de un buen rato Ingrid mató un conejo y bueno, otra vez lo comimos, es lo más pequeño que hay en el bosque y fácil de obtener, descansamos un rato y proseguimos caminando, hasta que algo me hace tropezar, estaba tan distraída que no vi el suelo y tropecé con una roca.

—¿Estás bien?— pregunta ayudando a levantarme, yo solo asiento, pero mi rodilla no piensa lo mismo, está sangrando, Ingrid saca de mi mochila la botella de agua y me lava la herida.—Debes tener más cuidado, ahorita es un raspón y al rato una fractura, eso no se arreglarlo— me mira y sonríe— no soy doctor.

—Si... me distraje pero tendré más cuidado, gracias Ingrid.

—¿Quieres que te lleve cargando?— pregunta serio, yo niego.

—Estoy bien, gracias, no fue nada grabe— digo y él me toma de la mano.

—No creo que puedas caminar mucho, se nota que el golpe te dolió.— me dice burlón.

—Eso no es cierto— niego indignada.

—Las lagrimas que derramaste entonces fueron lluvia— sonríe sarcástico, yo solo rio.

—No pero...— No me deja terminar cuando comienza a cargarme— Ingrid bájame, estoy pesada— digo riendo

—Claro que no, hasta que esté seguro que puedes caminar, y ni una sola palabra más Kiara

—Gracias de verdad Ingrid— sonrío y accedo, tiene razón no puedo caminar, al menos así estaré un rato hasta que el dolor del golpe se vaya.

Un rato después logro convencerlo de bajarme, parece que ya puedo caminar, realmente ya no me duele la herida, el me baja y seguimos caminando. veo en mi reloj y son las 5 pm, aun no oscurece asi que puedo ver con claridad el camino, esto para no tropezarme de nuevo, tenia mucho que no me caía, desde que tenia aproximadamente 14 años.

Debo admitir que con Ingrid siento algo que jamás había sentido, el hecho de que me cuide y me proteja a pesar de no ser un familiar es algo que realmente me gusta, estoy muy agradecida con él y... A pesar de tantas peleas no me gustaría apartarme de él, no porque tendría más oportunidades de morir pero, su compañía me hace bien. Agh Kiara ya sueltalo, te gusta Ingrid y no quieres aceptarlo.

El camino con Ingrid no es del todo aburrido, a veces hablamos a veces no, depende de si alguno de los dos tiene plática que sacar, pero últimamente desde que encontramos a la chica ha estado muy callado, si no tuviese 19 años diría que se traumó. No voy a negarlo, yo nunca había visto un cadáver que no fuese de animal, sinceramente no sabría decir porque estaba tan animada o porque no estaba traumada con ello.

—Ingrid...

—¿Si? — dice volteando a verme

—¿Puedo saber tú que haces en el bosque?

—No es de tu incumbencia Kiara.

Volvió el chico molesto que me encontré la primera vez, vaya ¿Por qué tiene que ser así? Yo le estoy preguntando en buena manera, no para que se moleste.

—Ingrid por favor, no me hables así—le respondo bajando la voz— solo quiero saber, no sé casi nada de ti ni el porque estás por aquí, me hace desconfiar...

—Desconfías de mi— afirma molesto.

—Comienzo a hacerlo. — digo seria, es verdad, no se a dónde nos dirigimos o qué asuntos va a hacer antes de ayudarme.

—Bien, comienza a desconfiar de quien te salvó la vida y te mantiene a salvo Kiara Grey— comienza a levantar la voz.

—Otra vez lo mismo, Ingrid deja de reclamarme eso o si no para la próxima déjame morir— digo irritada.

—Mira sabes que, piensa lo que quieras de mi Kiara, pero solo te daré un consejo— me quedo seria escuchándolo— usa tu cerebro y piensa, no me respondas solo piensa. ¿Un criminal te ayudaría como yo?

—Ni siquiera se a dónde voy, ¿qué tal y me llevas a lo que será mi prisión?— respondo irónica.

—Entonces, si sigues con esa mentalidad, sigue tu propio camino Kiara y suerte con el poco tiempo que te quedará de vida— dice y sigue caminando, yo solo me doy la vuelta y comienzo a caminar hacia el lado contrario, yo solo quería saber más de él...