Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒓𝒆𝒆

|C U R I O U S   C O N N E C T I O N S|



Nunca había sido buena empacando.

Delylah era la que tenía un sistema organizado, ella buscaba los tutoriales en Youtube de como doblar la ropa para tener más espacio en la maleta. Elle, en cambio, agarraba cada prenda, la hacía una bolita y la tiraba dentro de la maleta, en eso se parecía a Leonard, por eso a ella jamás le encargaban llevar vestuarios para los conciertos, eso lo hacía su equipo. Para Catar no había empacado demasiado, apenas un equipaje de bodega que tuviera lo necesario por si alguna ocasión se presentaba, no había usado ni la cuarta parte de nada.

Lo poco que había sacado ya estaba dentro otra vez, por supuesto hecho un lío, pero ya estaba dentro. Su guitarra ya estaba en el estuche y si tenía algo más se ocuparía de ello más tarde, su vuelo salía a media mañana al día siguiente.

Le envió un mensaje a sus hermanos para avisarles, sería peor que irse sin decir nada y vendría un regaño monumental. Por supuesto, a los minutos ambos contestaron que ya iban para el hotel. No paso mucho hasta que llamaron a la puerta y tanto Xander como Dels estaban lado a lado.

— Otra vez ¿por qué Andrew te programo el vuelo de regreso?

— Quiere ver temas para la gira de Emails i can't send, no falta mucho y todavía no hemos terminado de concretar las cosas.

— Son temas más operativos, tú necesitas descansar antes de empezar el tour

Miro a su hermana, desde siempre Delylah se había comportado como la madre de todos, incluso de Xander que era el mayor. Pendiente de cada cosita que afectara su bienestar físico y emocional, tener una hermana así era una gran bendición, pero a la vez era tener a tu madre encima todo el tiempo y para todo.

— No es tan exigente y es algo de lo que quiero encargarme yo también, mis fans están emocionados y son presentaciones contadas, cada detalle debe ser perfecto.

Emails i can't send fue su primer álbum post pandemia, sacado posiblemente en un momento bastante bajo en su carrera, en cuanto a su reputación se trataba. Hacer un tour mundial y producido no habría tenido éxito ni relevancia, así que se le ocurrió algo que ella misma llamó "tour express", eran presentaciones contadas en algunas ciudades, un show de no más de dos horas, sin grandes escenografías, bailarines o parafilia, algo más íntimo, algo para sus fans. Había diseñado ese tour no para romper records o para hacer una revolución en los conciertos, lo había hecho para sus fans, para lo que seguían ahí después del fiasco del año anterior. También era un tour para ella, donde solo importaba su música.

Xander y Dels intercambiaron una mirada, observando a su pequeña hermana. El año anterior no había sido uno bueno, tampoco uno fácil, por eso estaba esperando a 2023 para poder iniciar el tour, ahora que las cosas estaban más calmadas. Para Elle, dejar los escenarios por casi dos años había sido muy difícil, mantener el anonimato aún más porque en la industria era casi imposible, se mantuvo al margen, pero ahora estaba lista para volver.

— Bien, entonces yo regreso contigo

Giselle se detuvo de inmediato para ver a Xander, normalmente era él quien la acompañaba siempre que podía y ahora sí que tenía el tiempo, pero sabía que no era lo que quería.

— Estabas muy emocionado por el mundial, y sé que te sacaste las entradas con anticipación para muchos partidos — dijo la menor, ladeando la cabeza — No necesito que me acompañes, y tu tampoco Dels que sé que necesitas descansar.

Sus hermanos no siempre habían sido así, era reciente y lo entendía, antes era justificado, ahora ya no.

— Volveré yo, llegaré entrada la tarde a Los Ángeles y tendré el auto esperándome, no necesito que me acompañen — negó con la cabeza, regresando a su acción de ordenar el resto de sus cosas — puedo hablar con Rosalie y le avisaré a Leo cualquier cosa

— ¿Tendrás seguridad también? — preguntó Xander, alzando una ceja

Elle se limitó a asentir, pasando sus ojos claros por sus dos hermanos, esperando que de una vez por todas aceptaran

— Está bien, pero ante cualquier cosa...

— Sí, sí, los llamaré

Los mayores rieron suavemente al oírla, su hermanita siempre había sido la enérgica, la que tenía el sentido del humor y que sin importar que, intentaba mostrar una sonrisa. Decirle que no siempre había sido complicado, lo era incluso ahora que todos eran adultos.

— Bueno, en ese caso iré al partido de Estados Unidos y Gales, al menos llegaré al segundo tiempo — Xander se levantó de su lugar, acercándose a Elle para besar su frente — Nos vemos, saltamontes

Acto seguido beso la mejilla de Dels para salir de la habitación. La rubia igualmente se levantó dispuesta a retirarse.

— Dels —  la detuvo antes de que se fuera y por supuesto su hermana le presto toda su atención — el chico de anoche... con el que estabas hablando y luego me pidió mi número para su amigo

— Rodrigo

— Sí, él — dijo rápidamente para no perder el punto de lo que decía o acobardarse — tú... ¿Volviste a hablar con él?

— Nos escribimos, está ocupado con entrenamientos y más porque mañana es su primer partido, pero si tiene oportunidad, no sé, tal vez salgamos

— Ah

Delylah le dedicó una de esas sonrisas que siempre parecían esconder algo, como si supiera más de lo que decía.

— ¿Por qué preguntas?

Elle negó con la cabeza, haciendo un esfuerzo por parecer despreocupada mientras terminaba de cerrar su maleta y ahora se enfocaba en su maquillaje.

— No, por nada en particular, solo curiosidad.

Delylah no era tonta, y Elle lo sabía. Por eso, su hermana no presionó, pero tampoco se quedó callada.

— Si Julián no te ha escrito, quizá es porque tiene demasiado en la cabeza — ante el silencio de su hermana tuvo que cambiar su perspectiva — entonces si te escribió

— Puede ser

— ¿Y qué te dijo?

— Nada en realidad, apenas fue una conversación corta

— Muéstrame

La miro a modo de reproche, pero Dels puso su cara de hermana mayor que no aceptaba un no por respuesta, así que soltó un suspiro y una vez desbloqueo su teléfono se lo pasó. La mayor se puso a leer todo tranquilamente, Elle intentó concentrarse en nada más guardar sus cosas, pero de reojo miraba a su hermana. No era una conversación larga, en conjunto seguramente no sumaban más de 50 mensajes, eso no podía ameritar tanto de su tiempo.

Vio como su hermana cruzaba la pierna, se reclinaba en su lugar, descruzaba la pierna y luego cambiaba de posición. Cada movimiento, por pequeño que fuera lo percibía y solo la inquietaba más ¿cuántas veces ya había acomodado y desacomodado las brochas de maquillaje?

— Mmm...

— ¿Mmm qué? — preguntó de inmediato

Dels levanto la mirada, sonriendo al ver a su hermanita de esa forma. Sí, pocas cosas ponían tan receptiva a Elle.

— Julián parece un chico muy dulce — fue lo primero que dijo, bajando el teléfono — el tipo de chico que se interesa por la persona y no por el nombre, el tipo de chico que parece estar interesado en Elle y no en...

— No en Giselle Lancaster, lo sé — completó, era lo primero que había notado en él, algo que en verdad le había encantado.

— Y lo rechazaste

— ¡No lo rechacé!

— Te invitó a un partido y tú le dijiste que te irás a Los Ángeles

— Pues es la verdad... — murmuró haciendo una pequeña mueca

— Sí, pero tú misma le dijiste que no te molestaba que te escribiera y que si tenía tiempo libre salieran

Infló las mejillas como una niña, costumbre suya, especialmente cuando alguno de sus hermanos la atrapaba.

— ¿Entonces?

— Yo... no sé — admitió finalmente, soltando un pequeño suspiro. Mordisqueándose el labio inferior levemente — simplemente creo que es demasiado, no quiero que él malinterprete las cosas y piense que puede ir a más

— ¿Preferirías que nunca te hubiera escrito?

— En realidad yo no sé qué quiero — dijo, encogiéndose de hombros mientras cerraba el estuche y seguía guardando las cosas — No creo que deba darle tanta atención

Delylah observó a su hermana y como iba de un lado a otro en su intento de parecer que nada importaba. No podía culparla, no con lo que había pasado.

— Como tú digas

¿Cuánto tiempo tenía que esperar un chico para escribirle a una chica?

Había que mencionar que la chica en cuestión prácticamente estaba huyendo después de que la invitara a uno de sus partidos, eso debería significar que no debía escribirle ¿verdad? Pero quería hacerlo, había algo en Giselle que lo hacía querer conocerla, saber más de ella. Una conversación tan corta no era suficiente. Pero tampoco quería ser insistente, menos molesto ¿debería esperar más? Solo pasaron algunas horas después de todo.

— ¿Juli? ¿Estás bien?

Julián levantó la vista, todavía sosteniendo el teléfono en la mano Enzo estaba frente a él, mirándolo con una ceja levantada entre curioso y burlón.

— ¿Qué? ¿Por qué lo decís? — dijo, evitando responder directamente

— Porque llevás cinco minutos mirando el celu como si esperaras que hable solo. Dale ¿Acaso una chica te está haciendo el vacío o qué?

El castaño se pasó una mano por la nuca, algo incómodo por esa pregunta.

— No es eso

Enzo entrecerró los ojos, analizándolo detenidamente antes de decir algo.

— ¿Ah no? Vamos, decime ¿quién es ella? — insistió, dando un paso hacia él.

— No es nadie, dejá de hinchar.

Su amigo bufó y, tan rápido como pudo, le arrebató el teléfono de la mano.

— ¡Enzo, pará! — Julián se levantó de golpe y empezó a corretearlo sin dejar de protestar— Dale, dame eso

— A ver... Gisel, que bonito nombre

— No se pronuncia así — espetó yendo detrás de él — ¡Devolvémelo!

— Pará un toque, que estoy leyendo ¿Por qué están escribiendo en inglés? ¿Usaste traductor o te estás mandando así nomás? — preguntó el pelinegro aun llevándole ventaja a su amigo — Ufff, amigo, no entiendo un carajo de lo que dice acá ¿me explicas?

— Que me lo devuelvas.

Julián finalmente logró alcanzarlo, tomándolo por la parte de atrás de la camisa y tirando de él lo suficiente para quitarle el teléfono de la mano

— Sos un pesado ¿sabías?

— Dale, contame ¿quién es Gisel? Porque para estar metido en el celu tiene que ser alguien importante.

El chico suspiró y bajo la mirada a su teléfono, apretándolo un poco con ambas manos.

— Se pronuncia Giselle, y es una chica... no es lo que pensás

— Ah, no, claro, seguro que no — uso un claro sarcasmo con su sonrisita llena de picardía, dándole un suave golpe en el hombro a su amigo — Dale, no te hagás el misterioso conmigo ¿somos o no amigos, flaco?

Ese comentario le saco una risita a Julián, quien termino negando levemente con la cabeza, a veces Enzo no tenía remedio.

— Pues la conocí en la fiesta de apertura, me tiró el trago encima...

— ¡¿Te tiró el trago encima?! — Enzo soltó una carcajada fuerte que hizo eco en la habitación. — ¡Decime que al menos fue sin querer!

— ¡Obvio que fue sin querer! — respondió Julián, un poco indignado, pero con una sonrisa que delataba que no estaba realmente molesto.

— Pará, pará... dejame entender. Una mina te tiró el trago encima, ¿y vos qué hiciste? ¿Le agradeciste o qué?

— No seas boludo, Enzo. Nos pusimos a charlar un rato después del incidente.

— Ah, mirá vos, todo un caballero. — Enzo lo miró con una ceja levantada. — Y decime, ¿le pediste el número o te fuiste con las manos vacías?

Julián vaciló por un segundo, eligiendo sus palabras con cuidado aunque su rostro ya delataba la verdad.

— No, no yo al menos... fue Rodrigo el que lo pidió por mí. Aunque yo no le dije que lo hiciera ni nada

— ¡Nooo, Julián! — el pelinegro se agarró la cabeza como si fuera un escándalo. — ¡Me estás diciendo que ni siquiera tuviste el coraje de pedírselo vos mismo!

— No quería parecer pesado, ¿ok?

— Nah, flaco, ahí está el problema. ¡Si no tirás, no hay gol! — le dio otro golpe en el brazo, esta vez un poco más fuerte, como para darle ánimo.

— No parecía del todo cómoda en el lugar, seguro que si se lo pedía no me lo daba

— Ya, bueno, ¿Y ahora? ¿Le hablaste? — pregunto mirándolo con curiosidad

— Sí, algo hablamos... pero no sé, viste. Siento que por ahí la estoy molestando y que no debimos pasar más allá de la charla de la otra noche.

— Contame, a ver qué onda.

— ¡No, ni loco!

— Dale, no seas amargo, loco. Necesitás consejo profesional. — Enzo señaló su propio pecho con orgullo. — No por nada ando con Valu desde hace tanto tiempo

Julián lo miró con una mezcla de diversión y resignación, incluso riendo un poco.

— No sé si lo tuyo con Valentina cuenta como "consejo profesional". A vos te salió de pedo.

— Eh, no te hagas el canchero. — Enzo le apuntó con el dedo, fingiendo indignación. — Si querés tener éxito, seguí mi receta: confianza, un toque de humor, y estar ahí cuando menos se lo espera.

— ¿Confianza? ¿Vos? — Julián rio, recordando cómo su amigo había tardado semanas en animarse a invitar a salir a Valentina y cuando lo hizo, fue una cita bastante curiosa.

— Escuchame, flaco. Estamos hablando de vos ahora, no de mí. — Enzo se acomodó en la silla, cruzando los brazos. — Decime, ¿qué te dijo? ¿Respondió con buena onda?

— Buena onda... pero la invité al partido y me dijo que se volvía a Los Ángeles mañana.

Enzo chasqueó la lengua y negó con la cabeza como si fuera un entrenador decepcionado.

— Uh, hermano, eso suena a "gracias, pero no". — hizo una mueca, como si fuera la peor noticia del mundo

— Es que tampoco es tan fácil, ¿entendés? Es famosa, está ocupada... tiene una vida completamente distinta a la mía.

— Y a pesar de eso, te respondió, ¿no? — Enzo alzó una ceja. — Si no tuviera el más mínimo interés, ni se gastaba en escribirte.

— Pero no creo que sea por interés. — negó con la cabeza, eligiendo sus palabras con cuidado. — No parecía alguien que se preocupara mucho por esas cosas.

— ¿Qué cosas? — el pelinegro entrecerró los ojos, tratando de seguirle el hilo a la conversación.

— No sé... La conversación con ella fue diferente, ¿viste? Hablamos como si nada, como si no importara quién era cada uno. Eso fue lo que me gustó.

Enzo lo miró en silencio por un momento antes de hablar, más serio de lo usual.

— ¿Y vos sabés bien quién es? Ya que asumo que ella sabe quien eres tú y que haces

— No del todo. — Julián se encogió de hombros. — Sé que se llama Giselle y que no estaba muy cómoda en la fiesta. Rodrigo me dijo que canta, pero no entramos en detalles ni nada con ella sobre su vida.

— ¿Canta? ¿Y no se te ocurrió buscarla en Google?

— No me interesa eso, Enzo. — Julián suspiró, cruzándose de brazos. — Si me pongo a googlearla, siento que la estoy encasillando en lo que hace y no en cómo es. Prefiero quedarme con la impresión que tuve.

— Pues no lo hagas vos, pero yo si que voy a googlearla

Se levantó de su lugar para ir por su celular que estaba en una de las mesas de noche.

— ¡Enzo, no seas chusma! — protestó, levantándose también, aunque sin moverse demasiado rápido para detenerlo porque una parte de él sí que tenía curiosidad — Te estoy diciendo que no quiero saber esas cosas.

— Y vos no las vas a saber, pero yo sí. — Enzo sonrió de lado mientras desbloqueaba su celular y empezaba a buscar — Mirá si después resulta que la mina es una estrella mundial o una gran criminal y ni te enteraste.

Debería haberse molestado por eso, aunque más bien se sentía incómodo.

— Justamente por eso no quiero buscar nada. No quiero que eso cambie cómo la veo.

— Bueno, no es mi culpa si te cruzaste con alguien interesante, hermano. — El pelinegro ya estaba escribiendo en el buscador, mientras Julián rodaba los ojos. — A ver... ¿Giselle, cantante, Los Ángeles?

Un momento de silencio cayó en la habitación mientras Enzo escaneaba la pantalla de su teléfono. Su expresión pasó rápidamente de curiosa a sorprendida.

— Eh... Juli, creo que la chica con la que hablaste no es de las que nada más "canta".

— ¿Qué decís? — Julián frunció el ceño, olvidando la incomodidad unos segundos que se reemplazó por una profunda curiosidad.

— No quiero exagerar, pero creo que te tiro el trago encima una estrella del pop, flaco. — Enzo le mostró el teléfono, donde una búsqueda rápida había arrojado imágenes de Giselle en escenarios, alfombras rojas, portadas de revistas y demás situaciones propias de una persona muy famosa.

Julián tomó el teléfono, mirando la pantalla con escepticismo. Reconoció inmediatamente su rostro, pero verlo en ese contexto lo descolocó un poco.

— No lo puedo creer... — murmuró, más para sí mismo que para Enzo.

— ¿Viste? Y vos acá pensando que era una chica común y corriente.

— Bueno, yo nunca dije eso. — Julián dejó el teléfono en la mesa y se cruzó de brazos. — Hablamos como dos personas normales. No mencionó nada de esto, y no parecía estar intentando impresionarme y no actuaba como alguna diva del pop.

— Pues es curioso porque sí que tiene la vida de una...

— ¿Qué querés decir con eso? — Julián alzó una ceja, algo confundido.

Enzo se dejó caer en su cama con una sonrisa divertida, volviendo a mirar el teléfono.

— Mirá esto, flaco. — Pasó una lista interminable de fotos y titulares de las que sacó un resumen — Giselle Lancaster. Nacida en California el 16 de octubre del 2001, tiene 21 años y ya es considerada una de las cantantes más exitosas no del mundo, sino de la historia. Empezó su carrera a los 15. ¿Sabés lo que es eso?

— A esa edad yo seguía entrenando en Calchín... — murmuró Julián, todavía procesando toda la información que su amigo le arrojaba.

— Escuchá esto. — Enzo ignoró el comentario y siguió leyendo. — Ha sacado seis álbumes y tres mini álbumes ¿qué es un mini álbum, por cierto? No importa, cuatro de ellos que llegaron al número uno y rompió récord en ventas. Los tickets para sus conciertos se agotan en minutos. Acá dice que en su última gira antes de la pandemia llenó estadios, hermano. Estadios, como si jugara al fútbol.

Julián resopló, todavía tratando de encajar esa imagen con la chica con la que había charlado, intentaba imaginarla rodeada de gente, de fotógrafos, todos buscando un saludo cuando con él había necesitado hasta una presentación.

— Pero no parecía presumida. En serio, Enzo, no daba la impresión de ser alguien con todo eso encima, no me podría imaginar a alguien de ese mundo como ella.

— Y además... — Enzo lo interrumpió, levantando un dedo como si hubiera encontrado el dato más jugoso. — Tiene un patrimonio estimado en... pará que esto me mareó. ¿Ochocientos millones de dólares? ¡¿Ochocientos millones, Juli?! ¿Sabes la cantidad de plata que es eso? ¡Con 21 años!

— ¿Ochocientos? — Julián soltó una carcajada nerviosa, totalmente incrédulo. — Estás jodiendo.

— No, flaco. Mirá. — Le mostró la pantalla con un titular que destacaba su fortuna y otros lujos que poseía bajo su nombre. — Por todo lo que acabo de leer, parece que es más famosa que Messi

— Messi es único. No exageres

Julián pasó una mano por su pelo, sacudiendo la cabeza con incredulidad, había sido un error tremendo ponerse a investigar eso, un gran y horrible error.

— No entiendo. ¿Cómo puede alguien con todo eso ser tan... tan... normal?

— Ah, bueno, hermano, no es que te tiró el trago encima con un fajo de billetes en la mano incluido.

— No, pero pará... — Julián negó con la cabeza, intentando ser lo más logico posible. — ¿Cómo alguien con toda esa fama encima puede estar ahí, en una fiesta como cualquier otra, sin rodearse de guardaespaldas ni toda esa parafernalia que se supone deben tener?

— Mirá, flaco, por ahí no es tan sencillo como parece. — Enzo deslizó el dedo por la pantalla, leyendo otro titular. — Acá dice que tiene una vida rodeada de paparazzis. Dice algo de que no puede ni salir a tomar un café tranquila sin que la sigan con cámaras. Capaz que por eso te pareció tan normal. Estaba intentando tener un respiro o algo.

Julián se quedó en silencio, recordando cómo Giselle había actuado aquella noche. Siempre había tenido una sonrisa amable, pero también se notaba que estaba un poco fuera de lugar, como si no perteneciera del todo a ese entorno aunque otra parte de ella actuaba con una naturalidad y fluidez increible.

— Ahora tiene sentido. — Dijo al fin. — Parecía que no estaba cómoda, como si preferiría estar en cualquier otro lado.

— Bueno, Juli, no cualquiera puede llevar esa vida. — Enzo lo miró con un gesto más serio. — Imaginate que cada cosa que hacés está en un titular al día siguiente. Que la gente te mire no por quién sos, sino por lo que representás. Digo, no es que nosotros seamos unos don nadie, pero tampoco es tan intenso, podemos llevar una vida medianamente normal.

— Sí, pero con todo eso, no daba la impresión de alguien arrogante. Ni de cerca. — Julián suspiró, frotándose la nuca. — Me habló como si fuera una más, como si le diera igual todo eso. Se presentó, sonrió y conversó, me preguntó por mí y ahora que lo pienso... ni siquiera hablamos de ella.

— Eso es raro, ¿no? — levantó una ceja, acomodándose un poco más en la cama y poniendo cara de pensativo — Porque alguien en su posición, con toda esa fama, normalmente haría todo lo contrario: hablar de sí misma, destacar lo genial que es su vida. Yo, al menos, tiraría un par de datos para hacerme el interesante.

— Por eso me sorprendió tanto. — Julián negó con la cabeza, recordando la naturalidad de su conversación y lo cómodo que él se había sentido, incluso apostaba que ella también se sintió igual de cómoda con él — No sé, creo que le estoy dando demasiadas vueltas. Dejá, ya fue, suficiente por hoy

— ¿Seguro? Porque mirá que acá hay cosas interesantes...

— No, ya está — dijo levantando una mano a modo de cortar a su amigo — Si no quiso decirme nada de ella, voy a respetarlo. No me importa si es la octava maravilla del mundo o si inventó el fútbol. Quiero conocer a Giselle por quién es, no por titulares sensacionalistas que a veces lo malinterpretan todo.

— ¿Ahora estás hablando por lo de la Luli Salazar? — preguntó eso con cautela y al momento recibió una mirada fulminante por parte de su amigo — Perdón, perdón. No lo vuelvo a decir, pero ¿no es medio gracioso que también fuera rubia, cantante y...

— ¡Parala, de verdad! — Se puso de pie a modo de poner un tiempo fuera, odiaba hablar de eso — Mejor voy a hacerme un mate, necesito despejarme

— Eso te va a calmar seguro, dale — Enzo rio, encogiéndose de hombros en señal de rendición y de paz — Pero volvé con uno para mí también ¿eh?

— Ni lo sueñes, preparate el tuyo — Le tiro una almohada a la cara antes de salir de la habitación.

Caminó tranquilamente por los pasillos en dirección a la cocina, sus pasos eran automáticos porque su mente estaba ocupada por cierta rubia. Incluso cuando empezó a prepararse el mate sus pensamientos no habían cambiado. Se decía a sí mismo que el reciente descubrimiento -cortesía de Enzo- no debía afectar la forma en que veía a Giselle. Ya se había formado una impresión de ella y pese a que fuera una famosa de talla mundial eso no tenía que cambiar, no lo haría. Se repitió eso algunas veces y después de un rato, ya con el mate listo y la bombilla en mano, sacó su teléfono para ir directo al chat que tenía con ella.

"En ese caso, espero que tengas buen
viaje, y que podamos seguir charlando
como dijiste, y si alguna vez volvemos a
vernos podamos tomar algo, sin que me
lo tires esta vez"

Leyó lo que escribió un par de veces, dudando en cada una de ellas, pero finalmente se mostró decidido. No era nada demasiado directo ni estaba fuera de lugar, así que se tuvo algo de confianza y presionó "Enviar", conteniendo la respiración. Ahora solo le quedaba esperar y tener fe de que la chica iba a contestarle. Tal vez estaba siendo intenso en algún punto, pero quería hablar con ella, conocerla, no era necesariamente un interés romántico o parecido, sino más bien una extraña curiosidad por ella y no iba a tirar la toalla tan fácilmente.

Hola gente bonita, primer capítulo del año.

Si hay gente aquí de mis otros fanfics, perdonen que actualice este más pero es que es mucho mas sencillo y justo ahora la obsesion por Julián esta a flor de piel (¿hola? lo que esta brillando en el Atleti esta para morirse, lo amo, cada dia hay contenido nuevo de él y me encanta) además que Giselle es de mis personajes favoritos, es mi pequeña bebé protegida. De todas formas no desesperen, ya estoy trabajando en los capitulos para los otros fanfics.

Esta vez no habra testamento largo de nota de autora, no tengo mucho que decir. Nada más insisto en que me encantaria saber que opinan del fanfic, de Elle, de esta extraña relacion de Juli y Elle, y todo en general, ideas, propuestas, suposiciones y demás. Apenas estamos iniciando asi que se vendran muchas cositas, por supuesto mucho drama.

Lo que si digo es que yo no soy argentina, recibo algo de ayuda de amistades de allá para, por ejemplo, la conversación entre Enzo y Juli y que sea un poco mas realista (amo como usan el voseo y no tengo ganas de quitarlo para nada) claro que en Giselle no puedo usarlo porque la niña es estadounidense, ya aprendera español pero tiempo al tiempo.

Sin mas que decir me despido, no olviden de votar ⭐ y comentar 💬, espero y disfrutaran el capítulo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro