El Mundial de fútbol era uno de los eventos deportivos más importantes a nivel global. Aunque su enfoque principal era el deporte, muchos también estaban atentos a la ceremonia de inauguración y a los artistas que se presentaban. Este espectáculo no solo atraía a los aficionados al fútbol, sino también a aquellos que, quizás, no tenían un gran interés en el deporte, pero sí en el espectáculo en sí. Para los artistas que participaban, era una oportunidad única para presentarse ante un público diferente al suyo habitual, y tal vez captar su interés.
Giselle iba a presentarse en la ceremonia de apertura. Con 20 años y una carrera musical de aproximadamente 6 años, para muchos era una gran estrella. Desde su debut a los 14 años, había captado la atención del público, y con el tiempo se había vuelto cada vez más conocida y famosa, Tenía fans prácticamente en todo el mundo y su fama ya la precedía, así que no era ninguna desconocida en la industria. Aunque no interpretaría la canción principal del evento, sí cantaría uno de sus últimos éxitos.
Llegó a Qatar un par de días antes del 20 de noviembre para ensayar y asegurarse que todo estuviera listo para el gran día. No había margen para errores con tanta gente viendo, ni siquiera en sus propios conciertos se ponía tan nerviosa. Pero ya tenía todo listo, su banda estaba afinada, su vestuario impecable y ella lista para presentarse cuando llegó el momento.
Estaba en su camerino, esperando a que la llamaran para salir al escenario, caminando de un lado a otro mientras hacía sus ejercicios vocales.
— Deberías sentarte un rato, Giselle
Giró su cabeza bruscamente para ver a su hermano Xander, quien estaba sentado en uno de los sofás con un libro en mano. Giselle venía de una familia medianamente grande y aunque no siempre podía estar con sus hermanos, apreciaba mucho que la acompañaran en esos momentos, especialmente cuando cada quien tenía sus propios asuntos que atender.
— Tiene razón, pequeña. Al menos deberías tener algo en el estómago — dijo su otra hermana, Delylah, acercándose para ofrecerle una botella de agua y un paquete de galletas, dejando una suave caricia en su espalda.
— Comeré después de la presentación, ahora no tengo hambre — de todas formas, Elle tomo la botella de agua para levantar la cabeza para beber sin arruinar su labial.
Ya lucía un vestido corto hecho de mezclilla en distintos tonos de azul, con tirantes finos y un escote en forma de corazón. La falda tenía forma de A, con pliegues y detalles deshilachados en el borde inferior para darle un toque un tanto más despreocupado y como complemento tenía un cinturón de cadena dorada con medallones colgantes. En ese momento llevaba unas pantuflas acolchadas, pero se pondría unas botas negras de plataforma que le llegaban justo por debajo de la rodilla antes de salir al escenario.
— ¿Has comido algo desde ayer? — preguntó Xander, levantando finalmente la mirada del libro.
Elle se limitó a llenar sus mejillas de agua y tragar, continuando con los ejercicios vocales como si no hubiera escuchado a su hermano. Por suerte, no hubo tiempo para que su hermano insistiera, ya que uno de los organizadores entró al camerino.
— Giselle, cinco minutos.
Dejó la botella en la mesa cercana y se apresuró a ponerse sus botas, mientras el resto de su equipo, que también estaba en el camerino, se ponía a revolotear a su alrededor. Sus maquillistas se acercaron para empezar a retocarle el rubor, el iluminador y el labial. Su peluquero acomodó su cabello, arreglando los bucles dorados que caían por su espalda, su característico flequillo en la frente y también la media cola que escogieron como peinado. Los segundos pasaron rápidamente, y en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba caminando fuera del camerino hacia la entrada al escenario en medio del campo.
Había desarrollado un pequeño ritual: apenas poner un pie por detrás del escenario, los técnicos se acercaban para colocarle el in-ear y entregarle el micrófono a juego con su vestuario. Sus bailarinas ya estaban reunidas, estirándose ejecutar la coreografía ensayada, mientras que los técnicos ultimaban los detalles de la ambientación del escenario. Dos minutos antes de salir, todos se detenían y se reunían en un pequeño círculo, con Giselle casi en el centro, para compartir unas palabras de agradecimiento o ánimo. Luego unían sus manos y gritaban al unísono "¡Equipo Giselle!". Era una tradición que había mantenido desde su primera gira y que seguiría practicando; en la industria, las supersticiones eran comunes.
Los segundos que seguían a ese pequeño ritual siempre se convertían en un ruido blanco para la rubia, quien se enfocaba en regular su respiración y cerrar los ojos hasta escuchar la cuenta regresiva en su audífono. Al momento se movía hasta su posición de salida, a partir de ese momento simplemente se dejaba llevar.
Dependiendo de si estaba en un concierto o en una presentación, su entrada variaba. En esta ocasión, como solo interpretaría dos canciones, no tenía la opción de hacer una gran apertura. Entraría caminando al ritmo de la música, mientras las luces parpadeaban según lo planeado. A diferencia del público, ella no escuchaba la música tal cual, sino las directrices y las pistas que le indicaban cuándo debía girarse o empezar a cantar, y todo sucedía de forma natural para ella.
Iba a cantar por primera vez una canción que sería parte de su nuevo álbum aún no lanzado "...Ready for it?". La había lanzado como single, y aunque no era una canción escrita específicamente para el mundial, los organizadores consideraron que encajaba con el evento. Era una canción que muchos consideraban poco convencional para su estilo habitual, pero era una de sus favoritas personalmente, combinando un estilo "rudo" con una parte más lírica y vocal, lo mejor de ambos mundos.
Todo salió tal como esperaba. Abrió su presentación diciendo el nombre de la canción dado que así empezaba, seguidamente avanzó con una energía que electrizó a la audiencia desde el primer segundo. Marcaba sus pasos, mientras el escenario se iluminaba con luces que parpadeaban al ritmo de la pista. Caminó con una confianza inquebrantable hacia el centro del escenario, mientras sus bailarinas, vestidas en tonos oscuros con detalles brillantes, se unieron a ella. La coreografía era precisa y fuerte que acentuaban cada golpe de la música, pero cuando llegaba a la parte más suave los movimientos se hacían fluidos, moviendo sus caderas de forma suave. Su voz resonó con intensidad, combinando perfectamente el tono desafiante y la energía cruda de la canción. Cada gesto, cada mirada calculada hacia el público, mostraba que estaba en total control del momento.
Conforme la canción llegaba a su final su voz alzaba las notas para hacerla más enérgica. Finalizo con la misma frase con la que inició y también de espaldas, mirando por sobre su hombro mientras el público rugía de emoción.
Al finalizar, se quitó uno de los auriculares para escuchar al público, y se sintió aliviada al escuchar los gritos y aplausos que la recibían con entusiasmo.
— ¡¿Cómo están, Qatar?! — gritó como saludo mientras la pista de su siguiente canción empezaba a sonar — ¿Están emocionados por el Mundial? — se inclinó un poco hacia adelante, como si escuchara los gritos, manteniendo una sonrisa amplia — Yo también.
Se giró para regresar a la posición inicial, donde tenía más cerca a su banda, que ya entonaba la introducción alargada de "Fast Times". A diferencia de la anterior, esta canción tenía una fuerte influencia del R&B junto al pop, que permitía a Giselle dejar que su personalidad más relajada y juguetona brillara en el escenario. Sin los bailarines a su alrededor, toda la atención estaba en ella, su guitarrista y en la música. Se movía con soltura por el escenario, interactuando de manera casi casual con su banda, mientras sus gestos y movimientos seguían el ritmo fluido de la canción. Incluso en el solo de guitarra se arrodilló en el escenario, moviéndose con la música que emitía la guitarra y que al menos escuchaba por el in-ear, volviendo a levantarse para retomar la letra de la canción.
— Give me a second to forget I ever really meant it — finalizó levantando el micrófono sobre ella con una amplia sonrisa y la respiración agitada. Se tomó unos segundos para regularla, mientras la banda repetía el instrumental del inicio — Gracias, Qatar, han sido un público maravilloso. ¡Disfruten del partido! — se despidió moviendo las manos y lanzando algunos besos antes de salir corriendo por un costado del escenario.
Apenas bajó del escenario, su equipo se apresuró a desconectarle el audio y quitarle los dispositivos, dejándola más ligera. Elle sentía su corazón latir con fuerza mientras escuchaba las felicitaciones de su equipo, y ella también les daba las suyas por su gran trabajo; no podría haberlo hecho sin ellos. Le pasaron una botella de agua, de la que bebió mientras la sacaban del escenario para dar paso al siguiente acto, caminando obedientemente por donde la indicaban para no obstaculizar absolutamente nada.
De vuelta en su camerino, al menos pudo quitarse el vestuario. Aunque lo que más deseaba era irse al hotel a dormir el resto del día, también la habían invitado a ver el primer partido, y no era apropiado rechazar la invitación. Se cambió a algo más cómodo, siguiendo las reglas establecidas: nada demasiado descubierto así que se ahorró el mostrar los hombros y las piernas. Sus hermanos ya la estaban esperando en el palco reservado para ella y su familia, y cuando llegó, faltaban pocos minutos para que comenzara el primer tiempo.
— Hola, hermanita — saludó Xander con una sonrisa mirándola — Estuviste perfecta
— Gracias — la rubia sonrió y se sentó junto a él, soltando un pequeño suspiro mientras se relajaba en el asiento, que al menos era más cómodo — ¿Cuánto dura el partido? Quiero dormir
Aunque era una de las invitadas al Mundial, lo cierto es que no le gustaba el fútbol. Si tenía que escoger un deporte para ser espectadora, sería el fútbol americano; era una orgullosa fan de los New England Patriots desde que tenía siete años y podía ver un partido de tres horas sin quejarse. Pero el fútbol... simplemente no le interesaba. ¿Por qué acepto entonces hacer la inauguración? La respuesta era fácil, tendría que estar loca para rechazar algo así.
— 90 minutos — dijo su hermano, quien, a diferencia de ella, sí seguía el deporte — sin contar el tiempo adicional o el medio tiempo.
Elle suspiró, resignada a mantenerse atenta y despierta. Aunque ya no estaba en medio de la cancha cantando con la atención de todos sobre ella, sería ingenuo pensar que nadie la vigilaba. Más tarde vería las fotos tomadas "in fraganti" de ella sentada, respirando, comiendo o simplemente existiendo, y lo último que necesitaba era un titular amarillista diciendo: "Giselle se aburre en el Mundial y se duerme en el partido de apertura". Tendría que aguantar los 90 minutos y adicionales.
— Dels — llamó a su hermana mayor, girando la cabeza para verla sentada a su lado izquierdo — ¿me dará tiempo de dormir al menos una siesta cortita antes de empezar a arreglarme?
La rubia sonrió a su hermanita. Ella siempre se comportaba como una madre y, por supuesto, buscaba lo mejor para Elle.
— Veremos de qué puedas darte una al menos 30 minutos antes de empezar a arreglarte para la fiesta ¿de acuerdo, Elle?
Asintió de inmediato. Treinta minutos sonaban como todo un milagro, considerando que después la esperaba la fiesta post-inauguración, un evento aún más exclusivo reservado para los artistas invitados y jugadores de las selecciones clasificadas. Para ella, era otro lugar donde tenía que sacar a relucir a la famosa Giselle, sonreír y aceptar los halagos que llegaran, fueran cuales fueran.
Hola gentecita hermosa, vengo a presentarme por este lado. Soy Yami, es un gusto conocerles, soy su escritora en esta ocasión y para este maravilloso fanfic.
Primero que nada gracias por mostrar interés en la pequeña historia, tengo muchas ideas que espero plasmar pronto y correctamente, aunque no voy a mentir al decir que yo tardo DEMASIADO en actualizar (cosas de la vida, del estudio y del trabajo, tristemente) pero cuando tengo oportunidad me gusta darle mi atención a mis historias.
En esta ocasión yo caí flechada por Julián y, como con muches crushes en mi vida, me he visto en la necesidad de escribir una historia con él y un personaje que en este caso es Giselle (quien tiene una historia de origen muy aparte y que no diré por lo extensa) espero que la amen tanto como yo a ella.
Notarán que apenas aquí hay muchas referencias a la cultura pop, principalmente a Taylor Swift y es que no podía no inspirarme en mi artista favorita (segunda, por detrás de Sabrina) para hacer a un personaje involucrada en la industria. Así que habrán muchos elementos de Taylor en la música y vida de Giselle, no un copia y pega pero si situaciones similares.
También quiero invitarles a seguirme tanto aquí como en mi cuenta de tikton exclusiva para wattpad, donde pueden encontrarme como @euphoria_jess, donde subiré algunos videidos de mis historias (ya hay uno de Delicate) y espero le puedan dar amor.
Sin mas que decirles y volviendo a agradecerles un montón todo su apoyo este tiempo. No olviden de votar ⭐ y comentar 💬 que ambas cosas también me motivan a seguir, a mejorar la historia y a saber lo que les gusta y lo que no, además de crear una cercanía con ustedes.
Les mando un beso impreso.
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