Sueño .
En quella noche todo estaba tranquilo la obscuridad cubría con su manto helado y silencioso a toda la ciudad, dejando a relucir las cálidas luces de los edificios, cines y una que otra casona que aún tenía actividad.
la luna tocaba suavemente con su brillo las siluetas de las construcciones mas alejadas de el bullicio dándoles un tono fantasmal.
Sin embargo la tranquilidad suele ser un engaño la mayor parte de el tiempo, algo que le gusta fingir a todos que lo tienen, por que en más de un hogar la paz era solo lo que se aparenta.
Y el reino de las pesadillas, es el anfitrión principal.
Nazi dormía en aquellos instantes pero no se le podría decir que su sueño era plácido, su cuerpo se encontraba bañado en sudor mientras se movía de un lado a otro con desespero, intentando escapar de su propia mente mientras murmuraba a lo bajo.
Donde camina en la penumbra con el cuerpo tembloroso, viendo a todas direcciones sin lograr ver nada negro todo lo que se ve es negro en aquella obscuridad no podía ver mas alla de sus pies, el ambiente no era mejor ayuda para hubicarse era callado e incómodo para el nazi le recordaba a aquel ático donde su padre lo encerraba, el sigue caminando parecía que caminaba por horas sin llegar a ningún lugar o a nada, aquello era aun menos alentador.
Después de tanto tiempo de caminar decide ñarar un poco de repente escucha una voz una muy conocida para el
- nazi ... Ven -
- papi -
- vamos acércate a mi -
- ¿Dónde estas?-
-...-
NARRADORA: El siguió caminando en sumo silencio, aun con la esperanza de poder ver algo o alguien, que por lo menos le resultara familiar. Pero nada...
De repente se escuchan gritos desgarradores y acuosos como si, esa persona se estuviera hagandose, seguido de lamentos y llantos de un hombre, para después escuchar una voz llamándole. Esa voz era, la de su padre...
El alemán comenzó a correr en la dirección de esos ruidos aterradores, ¿Y si su padre estaba en peligro?
- ¡Papá,Papá ¿Dónde estas? ¡-
NARRADORA: ¿Por qué aunque corriera, sus pasos parecían avanzar al contrario de aquellos sonidos? Sus pasos resonaban, firmes y rápidos, mientras los sonidos casi se habían desvanecido por completo.
El niño comenzó a sentir poco a poco, un olor putrefacto y nauseabundo al tiempo que sus pasos se volvieron acuosos, cada vez más pesados como si estuviera corriendo en un liquido espeso.
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