Mirada de sol.
Eran las 2:00 de la mañana en el hospital general de Berlín, el imperio estaba tenia la suficiente conciensia como para entender que es lo que estaba pasando, se quedo mirando al techo por un buen rato sin preocuparse por nada, ni siquiera de su propio hijo hasta que una voz joven lo llamo.
- Disculpe señor ¿Podría darnos el número de algún familiar o conocido por favor? -
El adulto pareció fastidiado por aquella pregunta, suspiro y después miro directo al enfermero frente a el -¿Es necesario?-
El enfermero suspiro con resignación por las cosas que le diaria al adulto, aunque tarde o temprano lo sabría - Señor, usted tiene una herida de gran tamaño en la cabeza no fue cualquier golpe, eso es un posible daño craneal, tambien tiene fracturas en costillas y pierna derecha así como posible daños en órganos, en unos momentos le haremos más estudios para descartar posibles daños -
Dijo antes de acercarse y dejarle los papeles necesarios para que este dejara al niño a cargo de otra persona
- Usted se quedara aquí por bastante tiempo así que necesitamos que alguien se encargue del menor, así como de los formatos -
-Esta bien - contesto con una voz sería tomando los papales y pluma que le dieron con anterioridad, y aunque no quería hacerlo parecía no tener otra opción, tendría que llamar a su viejo amigo aunque probablemente el no quisiera saber nada de el.
Mientras tanto, dentro de una gran mansion un niño de tez palida y mirada de sol dormía pacífico, con un rostro inocente su cuerpo relajado y con la respiración lenta y profunda mientras sus sueños jugueteaban en su habitación, volaban desordenando los libros para luego volver al niño abrazarlo y susurrarle cosas dulces al oído, Un gato de colores claros se encontraba acurrucado en lis pies del niño mientras ronronea dulcemente .
-rig -ring - en medio de toda la tranquilidad el teléfono de casa había comenzado a sonar comenzó a escucharse a lo lejos, era suave pero perceptible.
- rin- ring-
Volvió a oírse pero, acompañado con el sonido de una puerta abriéndose y unos cuantos bostezos o maldiciones por parte de un adulto, más especificamente de su malhumorado padre, los pasos de este resonaron por todo el pasillo con un sonido hueco propio de la madera, en dirección al teléfono y paraban justo hay antes de que se escuchara un pesado -¿Hola?-
- Buenas noches señor, ¿Me permitiría hablar con I.ruso? -
El adulto soltó un lebe bostezó leve bostezo para después responder - Yo soy i.ruso ¿Quién habla? -
- Sentimos la molestia de hablarle a estas horas de la noche pero, es necesario que usted se presente al hospital general de berlin, para tratar asuntos con su conocido I.alemán -
El ruso bufo un poco al escuchar ese nombre, aunque sabia en sus adentros
<<¿Ahora qué le paso a ese idiota? ni siquiera me a llama en años y ahora ma llaman del hospital>> Pensó antes de suspirar - Voy para allá, gracias- Dijo antes de colgar el teléfono y estirarse tratando de liberarse de la pereza que sentía.
El adulto subió las escaleras con pasos pesados mientras refunfuñaba y gruñía, cambiando casi por completo su actitud en cuanto llego al cuarto de su hijo, abrió la puerta se acerco al menor antes de comenzar a sacudirlo suavemente.
-URSS, hijo levantate -
El pequeño solo abrió los ojos por un par de segundos antes de suspirar y volver a dormirse, sin darle mucha importancia a su padre.
- Amor tengo que atender un asusto y es urgente, vamos levanta te - dijo conduciendo con aun más fuerza.
URSS abre los ojos y se sienta mientras frota uno de sus ojos con suavidad - Es muy temprano -
- Lo se pero, es muy importante, así que viste te rápido - dijo con una sonrisa para después comenzar a caminar fuera de la habitación y darle su espacio.
URSS solo se levantó con pesades y comenzó a hacer su cama <<¿Qué será ese asunto?>> << Espero que si sea importante>> pensó terminando de arreglar su cama y comenzando a buscar su ropa << Sinceramente si no lo es voy a llorar, porque no hay nada mejor que dormir >>
Para Reinch ya habían pasado varias horas desde que el y su padre habían ingresado al hospital, I.alemán tubo que ser preparado para una sirugía de emergencia, mientras el menor se encontraba en la sala de espera cerca de la recepción al lado de una enfermera.
Para el pequeño las horas eran largas y aterradoras, a su corta edad el sabia ya que una cirugía podría ser peligrosa y cualquier error podría ser letal, eso lo llenaba de miedo la sola idea de perder también a su padre lo estaba volviendo loco, mientras las palabras de su padre resonaban en su mente y las lágrimas se hacían cada vez más presentes.
El recargo sus brazos en sus rodillas y bajaba su cabeza.
<< Reinch quiero que me escuches bien, le hablaran a un viejo amigo el I.ruso el te cuidara asi que no quiero aue le causes problemas
¿Entiendes?>>
La enfermera a su lado no decía nada, solo se quedaba en su lugar y le acariciaba su espalda para tratar de consolarlo, ella no sabía que hacer en esos casos.
<<No debo de ser una molestía>>
Para los rusos las horas de viaje habían pasado distinto, habían sido rápidas y amenas entre charlas cantos y sientas de el menor de los dos cuanto menos lo imaginaron estaban frente aquél edificio de aspecto agetreado
I.ruso bajo el auto después de estacionar se y miro asia todas direcciones tratando de reconocer el edificio, hacia mucho tiempo que el no pisaba sus baldosas o caminaba por sus pasillos, aquel lugar lo llenaba de miles de recuerdos aunque había cambiado mucho tras 7 años.
- Ya llegamos - Exclamo mientras su hijo veía el edificio a través de su ventana <<o eso espero>> Pensó mordiendo se un poco el labio y cerrado la puerta de el lado de el piloto.
- ¿Por qué venimos a un hospital? - pregunto mientras comienza a bajar del auto para después cerrar la puerta de manera lenta.
- Por que un amigo esta aquí y nos necesita - Respondió antes de caminar hacía la entrada del hospital seguido de su hijo.
- ¿Quién? - Pregunto el pequeño algo confundido jamás había escuchado sobre algún amigo de su padre.
- Lo consiste hace mucho tiempo pero eras muy pequeño, hace mucho tiempo que no lo veo - Dijo agachando la mirada con algo de pesar - Pero creo que tiene un hijo que es menor a ti por un año, asta podrías ser su
amigo - Dijo con una sonrisa tratando de cambiar su animo.
Su hijo solo lo miro algo confundido y dijo un leve - si - antes de seguir caminando con su padre, ambos ingresaron con pasos calmados pero rápidos asía la recepción, en cuanto llegaron la recepcionista se les quedo mirando de abajo a arribe con la mirada confusa.
- Buenas noches, ¿Podría decirme donde se encuentra el señor
I.alemán? - Pregunto con una sonrisa calida, la recepcionista no dijo nada solo movió algunos papales de manera rápida hasta encontrar el indicado.
- ¿Usted es el señor I.ruso? -
- Así es - contesto con tranquilidad antes de mostrar su identificación para respaldar sus palabras, la recepcionista lo reviso de arriba abajo y una vez identificado lo miro sin mucha importancia y comenzó a mover los papeles nuevamente.
- El señor se encuentra en cirugía -
I.ruso asintió comprendiendo que seguramente abría que esperar por un par de horas -¿Y donde esta su hijo?-
- Esta allí con una de mis compañeras - Dijo señalando hacia el menor
- ¿Usted tomara la custodia de el?-
- Por supuesto que si- Contesto mirando a aquel niño tan solitario y triste.
- Necesitó que usted firme estos papeles por favor - Dijo mientras le extiende unos papeles.
- Gracias - Dijo antes de mirar a su hijo, el cuál no le quitaba la vista de encima al hijo de su amigo parecía curioso e interesado por lo que le dio unas palmaditas en la espalda y le sonrió.
- ¿Por qué no vas con Reinch mientras yo firmó los papeles ?-
Su hijo e devolvió la sonrisa y después se dirigió con Reinch se paro frente a el y le ofreció un pañuelo.
...
Editado el :22/02/2023
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