— Jimin, de verdad lo siento, no quise decir algo así. — Se disculpó como por tercera vez el castaño con su novio, quien estaba acostado dándole la espalda.

— Es la sexta vez que me pides disculpas, a la segunda ya te dije que no importaba y que estamos bien.

— Es que si importa, por que yo quiero que lo de nosotros funcione, no debí decir eso por que yo si quiero una relación estable contigo.

— Y por eso también debes poner de tu parte, los celos que acabas de tener fueron estupidos.

— Te dijo que eras lindo.

— ¿Piensas lo contrario que estás en desacuerdo?

Jungkook negó con su cabeza repetidas veces.

— Escucha, si queremos que nuestra relación funcione hay que poner parte de los dos, no solo yo, has un esfuerzo si quieres estar conmigo.

— Está bien.

Jimin sonrió y dejó un besito en sus labios.

— Ven, abrázame.

— ¿No quieres hacer otra cosa?

— Ahora no.

Jungkook no tuvo más opción que abrazar a Jimin por la espalda y tratar de no tocar alguna parte de su cuerpo, que el trasero de su novio estuviera cerca de él lo ponía mal, muy mal.

— Tengo frío.

— Abrígate.

— Iré abajo para sentarme cerca de la estufa.

Jungkook hundió su rostro en la almohada sintiendo la cama vacía a su lado, se maldijo así mismo y llevó una manta con él para bajar las escaleras y ver a Jimin sentado frente a la estufa.

Caminó hasta él en silencio y colocó la manta sobre sus hombros, se sentó a su lado y recostó su cabeza en el hombro de su novio.

— Perdón.

— Te vas a llevar la vida disculpándote conmigo.

— Debo hacerlo si se que la cagué, querías que te abrazara y yo solo te dije que te abrigaras, aveces soy muy idiota.

— Dijiste aveces, reconoce también cuando mientes.

Jungkook rió.

— Soy un idiota.

— Exacto.

Jungkook tomó su mano y la entrelazó con la suya, Jimin besó su cabeza y acarició su mejilla con su otra mano.

— Esto es hermoso. — Dijo una voz femenina detrás suyo.

— Ya lo creo. — Respondió otra voz pero más gruesa.

Jimin miró detrás suyo viendo a su padre con maletas y con sus brazos abiertos para recibirlo en un abrazo, corrió hasta él y le dio aquel abrazo que tanto había esperado.

— ¿Que manía tienes con llegar sin avisar antes?

— Todo es sorpresa.

Jimin sonrió y lo volvió a abrazar.

— Hola señor Park. — Lo saludó Jungkook llegando a su lado.

— ¿Que tienes con mi hijo? ¿Por que le agarrabas la mano? ¿Que está pasando aquí? — El señor Park frunció su ceño mientras miraba a Jungkook y a su hijo.

Agradezca que no le estaba agarrando otra cosa, pensó Jungkook.

— Jungkook y yo somos novios desde hace un par de días, pensé en decírtelo cuando llegara a Corea.

— Felicidades entonces. — Hyunsoo les sonrió a ambos.

— Eres un idiota papá, pensé que te habías enojado.

— ¿Por? Se que no te hará sufrir, confío en él.

Y ahí Jungkook sintió miedo, por que desconfiaba tanto de si mismo que sabía que toda esa confianza que le tenía el señor Park se iría por el caño en cuanto se mandara alguna cagada con su hijo.

— Mira lo que te traje, te lo mando Chan desde Australia. — El señor Park le dio una pulsera con sus iniciales y una carta.

— ¿Quién es Chan? — Preguntó Jungkook mientras veía a Jimin recibir aquellas cosas con una sonrisa.

— Es un compañero de la escuela, se fue de intercambio a Australia cuando tenía quince años.

— Ya, que lindo detalle. — Sonrió con falsedad. — ¿Me dejas verlo?

Jimin le pasó la pulsera y Jungkook la miró, viendo una fecha grabada ahí.

— ¿De que es esa fecha?

— Chan y yo fuimos novios, supongo que es de eso, si no es, entonces es desde que nos volvimos amigos.

— Recordando ex novios, que lindo.

Hyunsoo rió y se fue a desempacar junto con Hyejin, dejando a la pareja sola en la sala.

— Dice que quiere verme en la casa del árbol apenas vuelva a Corea.

— ¿La casa del árbol?

— Ahí fue mi primer beso y mi primera vez junto a él.

— Sip, creo que es demasiada información.

Jimin rió recordando aquellos tiempos en los que tuvo a su primer novio, para ser el primero había estado bastante bien. Casi no habían celos, Chan sabía comprenderlo, lo apoyaba y estuvo con él para la separación de sus padres.

Jimin ahí supo que era lo que significaba tener una relación perfecta, Chan siempre trataba de ser el mejor novio y Jimin estaba agradecido de tenerlo aún en su vida. 

Guardó la carta en su bolsillo y miró la pulsera entre sus manos, la tomó y se la colocó.

— Se ve linda, me gusta. — Murmuró.

Jungkook no dijo nada más al respecto y fue a la mochila de Jimin para sacar los dulces.

— Hijo de perra. — Maldijo en cuanto sacó un papel dentro de la bolsa de dulces con el número del chico que los había atendido. — Dime que no lo habías visto.

— Claro que no, yo solo tomé la bolsa y pagué, no vi cuando lo puso ahí.

Jungkook tomó el papel y lo quemó.

— Quiero comer dulces y ni eso puedo.

— Puedes igual, solo es un papel.

Jungkook sacó un dulce y lo comió, Jimin le arrebató la bolsa y corrió en las escaleras hasta la habitación.

— Jimin, no estoy para juegos.

— Ven, te gustará.

Jungkook subió las escaleras y vió a Jimin sentado en la cama con la bolsa en las manos, golpeó la cama a su lado invitando a Jungkook para que se sentara junto a él.

— Comeré una gomita y tú tienes que adivinar el sabor.

— ¿La finalidad?

— Que me beses hasta quedarme sin boca.

Jungkook asintió y esperó a que su novio se comiera la gomita para besarlo.

Jimin sintió como Jungkook chupaba su labio inferior sintiendo el sabor de la gomita.

— Frutilla.

Jimin asintió comiendo otra gomita y repitiendo él proceso.

Así estuvieron casi toda la tarde, los cuatro cenaron una rica comida que Jimin y Hyejin habían preparado. Mientras que Jungkook y Hyunsoo jugaban a las cartas mientras que la comida estaba lista.

Cenaron y todos a dormir.

Excepto dos que estaban en la habitación de arriba besándose hasta quedar sin aliento.

Juro que ahora no sufrirán, pero solo por ahora, no todo lo bueno dura para siempre 😈