Habían decidido tomar un taxi para poder llegar al centro de florida, iban ellos junto a otros señora pero Jimin no iba totalmente cómodo ya que se movía a cada rato.

— Este asiento definitivamente no es para tres personas. — Dijo Jimin mientras trataba de ponerse de lado para caber mejor.

— Siéntate en las piernas de tu novio. — Habló la señora.

— El no es mi novio.

— No estamos juntos.

— Claro, lo siento. — Se disculpó la mujer. — Está es mi parada.

El hombre paró y la mujer le pagó para luego bajarse del auto, Jimin por fin pudo respirar normal y se alejó un poco de Jungkook.

— ¿Por que estás tan lejos?

— Llevaba casi diez minutos pegado a ti, necesito respirar.

— Si te molesta estar conmigo solo tienes que decírmelo.

— Oigan yo no estoy para escuchar peleas de novios. — Habló el hombre mirándolos por el espejo retrovisor.

— No somos novios.

— No tenemos nada.

El hombre asintió en silencio y siguió conduciendo.

— Hasta aquí llegamos, gracias por traernos.

Jimin sacó un poco del dinero que su madre le había dejando y le pagó al hombre.

Ambos bajaron del auto sin saber dónde estaban, Jungkook tomó la mano de Jimin y lo llevó hasta la vereda para caminar y llegar a algún centro comercial.

— ¿Me sueltas? — Dijo Jimin apretando la mano de Jungkook.

— Si sigues tratándome así te dejaré solo en medio de la calle.

— Ni siquiera sabes donde estamos.

Jungkook iba a decir algo pero una linda pelirroja pasó por su lado e hizo que Jungkook la persiguiera con la mirada, Jimin se cruzó de brazos mirando hacia otro lado.

— No, pero esa linda chica nos puede decir donde estamos, déjamelo a mi.

Jimin vio como Jungkook se acercaba a aquella chica con su gran sonrisa perfecta, le dijo un par de cosas y Jungkook besó su mano como forma de agradecimiento.

— Estamos a unas cuadras del centro comercial.

— Genial, camina.

Jimin no lo esperó y comenzó a caminar hacia el centro comercial, Jungkook lo siguió detrás tratando de no perderse por todas las lindas chicas a su alrededor.

— Me gusta florida.

— No te pregunté.

— Que genio, estoy que te pido tres deseos.

— Si no cierras la boca pediré un taxi y me iré a casa y le diré a mamá que no te deje entrar. — Le dijo en tono de advertencia.

— ¿Por que estas tan molesto?

— Estamos perdidos y tú solo vas y el sonríes a una chica que de seguro no volverás a ver en tu vida.

— Se llama Lexy y además tengo su número. — Le mostró un papel en su mano con el número anotado de aquella chica.

— Ya no. — Jimin tomó el papel y lo metió a su bolsillo. — Sigue caminando o te dejaré solo.

Jimin siguió su camino junto a Jungkook hasta por fin llegar al dichoso centro comercial, Jimin en seguida buscó algún restaurante para poder almorzar.

— ¿Que vas a pedir?

— No lo se pero quiero que él me atienda. — Apuntó hacia un mesero moreno que estaba atendiendo a otra mesa.

— Nos.

— Me atenderá solo a mi si me voy a otra mesa.

Jungkook suspiró cruzándose de brazos.

— ¿Por que estás molesto? Quita esa cara, te pondrás feo.

— Feo tienes el...

Justo el mesero llegó interrumpiendo a Jungkook, para la suerte de Jimin era aquel chico moreno que había apuntado hace un rato.

— Buenas tardes, ¿Que van a querer?

— Hola. — Jimin leyó su nombre en su camiseta. — Tyler, ¿Que me recomiendas?

— Las pastas son lo mejor que puedo  ofrecerte.

— ¿Viene con tu número incluido?

El chico rió.

— Te lo puedo agregar si quieres.

— Claro.

El chico esta vez miró a Jungkook, quien lo fulminaba con la mirada.

— Quiero lo mismo que mi amigo. — Le dijo a Tyler. — Pero yo no quiero el número incluido.

— Oh no te preocupes, lo pedí para mi. — Le dijo Jimin. — Solo eso Tyler.

— Vuelvo en seguida con sus órdenes.

El chico se fue no sin antes sonreírle a Jimin, quien le sonrió de vuelta.

— ¿Puedes dejar de hacerte el lindo?

— Perdón, es natural.

Jungkook bebió de su agua mirando a su alrededor, distintas tiendas, restaurante y cosas así que tenías los centros comerciales.

El castaño volvió su vista al frente sin ver a Jimin, lo buscó con la mirada viendo que estaba hablando con el mesero, rodó sus ojos sintiéndose ya algo molesto.

— ¿Que son ustedes? — Le preguntó Tyler refiriéndose a Jimin y Jungkook.

— Amigos, solo eso. — Explicó. — Y cuéntame ¿Tienes novia o novio?

— Nop.

— Bueno, pronto lo tendrás.

Tyler rió.

— ¿Como dijiste que te llamabas?

— Jimin, Park Jimin.

Tyler asintió anotando su nombre en un papel.

— Puedes escribir tu número si quieres, puedo invitarte un café si gustas.

— Claro, me escribes y nos vemos.

Jimin le sonrió una última vez antes de volver a su puesto junto a Jungkook.

— Es tan tierno y sexy.

— Si ya lo creo.

Jimin sacó su teléfono viendo algunos mensajes de su mamá preguntándole cómo estaban, Jimin solo le respondió que bien y que habían parado a comer.

— Mamá pregunta si necesitas algo para comprarlo antes de irse a casa.

— Cinta adhesiva y una cuerda.

— ¿A quien vas a secuestrar?

— A ti si no te callas.

Jimin le contestó que ninguno de los dos necesitaba nada y que no se preocupara, ella solo le contestó que se cuidarán y que no se fuera muy tarde.

Tyler les entregó la comida y se retiró para pudieran comer, Jimin comió en silencio al igual que Jungkook.

— ¿A donde iremos después? — Preguntó Jungkook.

— Podemos ir a alguna tienda. — Contestó Jimin.

— Y hacerlo en un camerino, joder me encanta como piensas.

— Invita a lexy, de seguro ella quiere ayudarte con tus fantasías.

— ¿Y por que tú no?

— Por que tengo una cita con Tyler.

Jungkook volvió a su rostro serio sin decir nada.

Jimin con una sonrisa siguió comiendo de su comida e intercambiando miradas con Tyler desde su mesa de vez en cuando.

Y Jungkook supo que sería una tarde muy larga.

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— Sanitiza tu boca antes de querer besarme o mejor aún, no lo hagas, recuerda que somos amigos.

— Amigos, claro.

Jimin siguió escogiendo ropa que llamara su atención o que podría ponerse para salir los días que quedaban.

— ¿Por que no vamos a esa tienda? Luego podrás escoger ropa.

Jimin fue literalmente arrastrado hacia la tienda que Jungkook quería ir, no se dio cuenta de que el castaño lo había llevado a una tienda sexual.

— Jamás vi tantos penes de plástico en mi vida. — Musitó mientras miraba a su alrededor, viendo todo tipo de juguetes, trajes, lubricantes y cosas así.

— ¿Quieres un lubricante?

— No, no quiero.

Jungkook rodó sus ojos y dejó el producto en su lugar.

— ¿Te pondrías un traje?

— Yo creo que si.

— Genial, ¿Cual quieres? Yo te lo regalo.

Jimin escogió uno de los trajes, habían de enfermero, policía, profesor y así un montón más.

— Yo creo que el de policía te quedaría bien.

— No sé, debería ir a preguntarle a Tyler cual le gusta más.

— Creo que es hora de irnos, mañana venimos mejor.

Jungkook quiso irse pero Jimin lo tomó de su brazo col una sonrisa burlona.

— No te vayas, prometo modelarte el traje.

— Tratas de chantajearme con tu cuerpo, eso es muy inteligente de tu parte.

Jimin rió.

— Elige uno tú y yo me lo pondré.

Jungkook escogió el que más le gustó entre todos los trajes que había sin que Jimin se enterara que traje había escogido.

Fue hasta la caja a pagarlo y se lo dieron en una bolsa, tomó la mano de Jimin y lo llevó hasta la salida para ir a otra tienda.

— Jamás pensé que habrían tantos sabores de condones, ¿Alguna vez lo hiciste con un condón con sabor?

— Sip, con uno de fresa pero no saben muy bien, así que prefiero todo al natural.

— ¿Con quien?

— Con una chica que estuve como dos meses si no me equivoco, todo iba a bien hasta que le dije que su vagina estaba muy floja.

Jimin no evitó carcajear.

— ¿Y yo? ¿Tengo algún defecto? ¿Hay algo que no te guste de mi?

— Por el momento no, duro que eres casi perfecto.

— ¿Casi?

— Eres el primer chico que no me ruega por que meta mi cosa dentro suyo, no se por que siento que eres especial y no debo dejarte ir.

Jimin detuvo sus pasos y lo miró.

— Hay algo que debo decirte y espero que no lo tomes mal y afecte algo entre nosotros.

— Si dices lo que pienso que vas a decir te juro que me devuelvo a Corea.

— Me gustas Jungkook.

Eso, sin miedo al éxito 🙈