5- Hola de nuevo
—¿Cómo que no? —dijo Axel un tanto estresado— ¿¡Caminé y me cansé para nada!?
—En mi defensa no te pedí que caminaras —sonrió tiernamente ella.
— ¡Solo quise ayudar! —se quejó molesto.
—Y yo no dije que me molestara —Posó su mano sobre su hombro— te lo agradezco, aunque ahora estemos más lejos —Sonrió ella y Axel rodó los ojos.
—La última frase arruina tu disculpa.
—Es que no era una disculpa Axel —habló sonriendo.
—Como sea, vamos con tu amiga —respondió estresado.
—Bueno —Suspiró Samara— sígueme, dice que es por aquí—. Comenzaron a caminar hacia atrás, dirigiéndose al punto que indicaba el brazalete.
—Y caminé para nada —Seguía quejándose Axel, Samara sólo sonrió.
—Ya deja de quejarte —dijo ella burlona— ya casi llegamos.
—¿De verdad? Entonces si estábamos...
—No —interrumpió ella riendo a carcajadas, Axel solo frunció el ceño.
—Deberas que te pones bien chistosa Samara —dijo él sarcástico.
—Lo sé —Sonrió ella inocente, un silencio invadió los minutos restantes hasta que llegaron a una esquina desierta, un hombre tomó del brazo a Axel e inmediatamente él volteó a ver qué ocurría.
Este lo llevó a un callejón vacío y Axel se preparó mentalmente para pelear, eso hasta que le colocaron un arma bajo su cuello.
—Danos a la chica, ¿cuánto quieres por ella? —susurró, Axel inmediatamente golpeó el rostro del hombre y pateó su abdomen, tirándolo al suelo del dolor.
—Escúchame bien inútil —dijo gritando, llamando la atención de Samara que apenas y se dio cuenta de los golpes que Axel repartió, haciendo que esta regresara inmediatamente al lugar para ver qué ocurría—. Esta chica vale más que todos los billetes que puedas darme —dijo molesto acercándose y tomando la mano de Samara—, así que ahórrate tus "ofertas" que para la próxima no te dejo vivo.
Axel no era una persona de paciencia, y mucho menos de soportar tantas cosas como esas en un solo día, él estaba más irritado que de costumbre, pero se contenía por ella, y más estrés le daba el no saber por qué.
El hombre no dijo nada, así que Axel sólo comenzó a caminar, llevándose consigo a Samara.
—¿Ya estamos cerca?
—Unas cuantas cuadras más y llegaremos —dijo ella, segundos después dejó de caminar.
—¿Qué pasa?
—Gracias Axel, por defenderme... Pudieron darte dinero y... —Él la interrumpió.
—Como dije Samara, tu vales más que un papel con un número —Tomó su mano viéndola a los ojos— y dije que te protegería de ellos. Yo cumplo mis promesas.
—Gracias —susurró Samara, algo la incomodaba cuando Axel la miraba a los ojos, pero no de manera molesta, sino que sus nervios aumentaban— Es por acá —cambió el tema dirigiéndose a donde se suponía que estaba su amiga.
Llegaron al lugar y en una banca se encontraba una chica rubia de ojos café sentada, viendo hacia todos lados. Samara se detuvo de golpe, esto confundió a Axel, quien después entendió todo cuando ella gritó.
—Lizeth —La chica rubia volteó y Samara comenzó a correr hacia ella. Axel caminó tranquilamente hacia ellas mientras ellas se abrazaban.
Lágrimas comenzaron a bajar por las mejillas de las chicas.
—Te extrañe mucho —habló Samara.
—Me da gusto que estés a salvo —chilló Lizeth emocionada.
—Pero si sólo pasaron horas —susurró Axel para sí mismo.
—A mi igual, ¿Te siguieron? —preguntó seria Samara, Lizeth negó.
—Creo que no.
—Bien. Lizeth, te presento a Axel, el me ayudó cuando me estaban capturando y me ha salvado bastantes veces de ellos —habló Samara— Axel, te presento a Lizeth, mi mejor amiga.
—Gracias por ayudar a mi amiga —Sonrió Lizeth— hola.
—Sí, sí, no hay de qué. Ahora debemos irnos— cambió el tema Axel, el sentimiento había vuelto y la incomodidad de estar con gente se hacía presente.
—Debemos buscar un lugar ahora que es de día —propuso Lizeth.
—Tienes razón —respondió Samara. Axel solo asintió.
—Bien, ¿Se van a quedar en un hotel?
—Supongo —respondió Lizeth.
Samara había acordado no irse de la casa de Axel, pero ahora que estaba su amiga con ella no quería dar más molestias, aparte de que podría y quería proteger a su amiga, ellas siempre se habían cuidado la espalda y no pensaba abandonarla. Un silencio invadió el lugar donde estaban, claro que había ruido, pero no por parte de ellos. Axel se aclaró la garganta para hablar.
—Pueden estar un tiempo en mi casa, en lo que encuentran una para ambas —propuso Axel— va a ser difícil comprar una de la noche a la mañana, aquí las casas son muy caras.
—Ya es mucha molestia conmigo Axel, creo que mejor rentamos un hotel en lo que completamos —respondió Samara, Axel comenzó a estresarse.
—No tienes que gastar cuando alguien te ofrece su ayuda, entiende.
—Oye, qué humor, no le hables así —habló Lizeth molesta, Axel sonrió sarcástico.
—Mira, no te metas y no quieras decirme que debo y no debo hacer —dijo Axel serio.
—Ok, ya basta, tampoco peleen o les corto la garganta a ambos —dijo Samara, Lizeth se quedó callada, era una típica frase de Samara, pero ella sabía que si podía cumplirlo. Axel, en cambio, comenzó a acercarse a ella.
—Quiero ver que lo intentes —Sonrió de lado.
—Oh, créeme que no quieres —respondió Lizeth— esta chica le ha cortado el cuello a dos personas de nuestra realidad con sus poderes solo para defenderme.
—Ah, ¿Si? —Sonrió Axel viendo fijamente a Lizeth— Bueno, entonces ¿por qué no se defendió cuando la estaban atacando?
—¿No te defendiste Samara? —preguntó Lizeth extrañada, Samara solo bajó la cabeza.
—No es momento de hablar de eso... —susurró. Era verdad que lo había hecho, pero... nunca quiso usar su poder, fue de las veces que este se salía de control.
—Bueno, el punto es que es capaz de hacer lo que sea cuando se enoja —dijo Lizeth, Alex solo miraba a Samara curioso.
—Bueno, vamos ya —Axel comenzó a caminar y Samara hizo señas de que lo siguieran, después de todo, si era verdad que Axel era un asesino, al menos le debía la vida.
Comenzaron a caminar, pero Axel se detuvo.
—¿Qué pasa? —preguntó Samara.
—Iba directo al auto —se burló Axel de sí mismo— Usa tu poder y trae a tu amiga.
—Axel... no se usarlo —se quejó Samara.
—Debemos ver a fondo ese punto —Axel miró a las chicas y extendió sus manos— tomen mi mano, vamos.
Ambas chicas tomaron la mano de Axel y en menos de un minuto estaban en la sala de su casa.
—Se siente genial, ¿esto sientes tú Samara? —preguntó emocionada Lizeth, ella solo rió.
—Cuando llegué utilicé mi poder, pero admito que se siente raro cuando alguien más lo hace.
—¿De qué hablas? —habló Axel.
—De teletransportarse —chilló emocionada Lizeth.
—Tal vez cuando uses tu poder podré saber si realmente no se siente igual —Se dirigió Axel a Samara con una Sonrisa, cosa que hizo incomodar a Samara.
—Si... supongo —Antes de que pudiese decir algo más el teléfono de Axel sonó. Era un mensaje de uno de sus contactos.
Richard. 2:17 pm
Jefe, ¿Dónde nos vemos para la formalización de trabajo?
Axel. 2:18 pm
En la oficina, ya sabes dónde queda
—Samara, tengo que entregar los contratos, vamos —habló el, Lizeth se mostraba confundida.
Samara tomó de la mano a Axel y se alejaron unos cuantos metros de su amiga.
—No puedo dejarla sola.
—Pues entonces tráela —dijo Axel.
—No puedo contarle, al menos no ahora —susurró Samara.
—¿Qué tiene de malo? —preguntó el tranquilo.
—¿Qué quieres que le diga Axel? Hey Lizeth, trabajo con un asesino profesional, vamos.
—¿Si? —alzó una ceja Axel.
—No sé ni siquiera cómo voy a ayudarte, nunca he matado a alguien.
—¿Y la vez que mencionó tu amiga?
—Eso... eso fue cuando mis poderes se salieron de control, me dio miedo ver de lo que era capaz Axel —seguía susurrando ella.
—Mira Samara —Suspiró el— Mi trabajo no es matar al azar, ¿No te dio gusto saber que tu amiga estaba a salvo?
—Pues... si pero...
—Es lo mismo, mi trabajo es matar a gente como ellos —dijo casi estresado él.
—Eso no te quita el título de asesino profesional —replicó Samara en un tono suave.
—Pues si tanto miedo te da, ¿Por qué firmaste el contrato? —soltó Axel tranquilo.
¿Cómo sabía que había firmado el contrato si apenas entró a la habitación habían tenido que salir?
— ¿Entonces eres el Jefe de mi amiga? —preguntó Lizeth para calmar el silencio, ni ella ni Samara sabían a donde se dirigían, solo caminaban siguiendo a Axel.
—Socio —respondió Axel sin interés alguno.
—¿Y en qué trabajan?
—Qué te lo diga ella —dijo Axel sin mostrar interés de nuevo. Lizeth volteó a ver a Samara, quien le devolvió una sonrisa.
—Te explicaré después Lizeth.
Los tres llegaron a un local abandonado pequeño pero extenso a lo largo, Axel tomó sus llaves y abrió la puerta.
—Pasen, rápido.
Ambas entraron y luego Axel cerró la puerta por dentro. Era un lugar muy limpio y ordenado, a pesar de que estaba oscuro, no parecía un lugar abandonado o clausurado como se veía por fuera.
Samara creía saber el porqué de la estancia e iluminación del lugar, pero Lizeth estaba muy confundida.
—¿Estás segura que es de confiar? —susurró Lizeth a su amiga. Ella asintió.
—No siento amenaza por parte de él, tranquila.
—Tal vez tu poder esté fallando, por la realidad... no confío en él —susurró su amiga.
—No hay amenaza con nosotras Lizeth, solo eso importa —dijo Samara abrazando a su amiga— ahora vamos.
Ambas siguieron caminando detrás de Axel, que se detuvo frente a una puerta de un cuarto. A lado había un botón y al presionarlo, se abrió la puerta, no era un cuarto, sino un elevador. Axel entró y las miró a ambas.
—Rápido entren —dijo serio y ambas entraron.
—¿Esta es la Oficina de trabajo?— preguntó Samara, Axel negó.
—Es abajo —dicho esto, el elevador comenzó a bajar, Samara se preguntó ¿cómo era posible si había piso? Parecía ser un elevador a un sótano.
—Si trabajas solo... ¿Quién te paga y cómo vas a pagarles? —preguntó curiosa Samara, Lizeth solo escuchaba, tratando de comprender algo.
—Bueno, cuando murieron mis padres me dejaron dinero y lo invertí en algo privado, algo que me genera más dinero y por lo tanto así mantengo mi vida —respondió Axel sin importancia.
—Bueno, entonces aparte de esto, no trabajas, ¿cierto? —cuestionó Samara.
—Correcto —dijo Axel, Samara no dijo una sola palabra más.
Lizeth estaba asombrada, cada que ella intentaba hablarle a Axel parecía desinteresado en seguir la conversación, y cuando Samara le hablaba parecía que quería contarle toda su vida.
Lo más interesante era que Samara no era tan curiosa y para nada era extrovertida, sin embargo le hablaba mucho a Axel. Parecían tener muchas similitudes, en eso, en los poderes y en el humor, sin embargo no se quejaba porque Samara era su amiga, y la quería muchísimo.
El elevador se detuvo y se abrió la puerta, daba a un cuarto muy iluminado y ordenado. De un lado había un escritorio y del otro lado había un librero con folders y libros.
—Bueno, voy a esperar aquí a los chicos, pueden sentarse ahí a platicar —dijo Axel señalando un sofá que estaba frente a ellos.
—¿Entonces para qué nos trajiste? —se quejó Lizeth.
—Yo no propuse que vinieras —dijo Axel con un semblante serio.
—Ya basta —habló Samara un tanto molesta— Lizeth, yo trabajo con Axel y debo acompañarlo, y no quise dejarte sola.
—Bueno, pero dile a tu Jefe que le baje a su carácter —susurró molesta.
—Ni tu ni ella me dicen que hacer —replicó Axel— y no soy su Jefe.
Axel no era tan mala persona, y odiaba que siguieran en un punto de vista cuando él ya lo había aclarado.
—Axel, basta, ya. Vamos Lizeth —Axel no dijo nada más y Samara tomó la mano de Lizeth llevándola a sentarse al sofá con ella.
—Ya viste como si te calmó —Siguió diciendo Lizeth burlona, Axel se teletransportó a ella amenazante, Samara iba a detenerlo cuando llegaron 3 hombres al lugar.
—Basta, Axel ya llegaron —Axel le aventó una mirada amenazante y se dirigió con los empleados sin decir nada a ambas.
—Quiera o no admitirlo, si le bajas el humor eh —susurró Lizeth para su amiga, Samara sólo rio.
—No lo provoques, que ahora mismo no siento amenaza pero no quiere decir que no la pueda haber si siguen siendo así ambos —habló Samara.
—Parece un loco psicópata, ¿cómo confías en él?
—Porque ese loco psicópata salvó mi vida sin conocerme —suspiró Samara.
—Si tú lo dices...
—Bueno, ya, basta de hablar de él — cambió el tema Samara— ¿por qué te seguían y por qué te animaste a venir?
—Pues... —suspiró Lizeth antes de comenzar a contar.
Holaaa
Dado que el capítulo anterior es muy corto decidí subir dos esta vez, y así será cada que lo determine necesario *sube la historia de golpe*
Espero puedan disfrutar de la lectura tanto como yo lo hice al escribirla.
Ahí disculpen el lugar de los banners y el espaciado JAJAJAJA no se acomodaron los rebeldes, pero se ven bonitos. :3
Me gustaría que habláramos sobre la historia, el capítulo, si tienen algo que comentar saben que con gusto serán leídos ❤😊
~Zuleidy Out.
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