two
Su madre les inculcó desde cachorros, a él y a Changbin, que debían buscar un alfa fuerte, porque ellos tenían que ser protegidos. No al revés, pero muy al pesar de Soyeon, Jeongin no creía en esas palabras.
Muchas veces ella se burló de él por su "Tendencia a los alfas débiles", todo porque Jeongin admiraba a aquellos que no temían mostrar su lado vulnerable. Como Jisung, su primer amigo, que amaba los museos, el arte y la naturaleza. O Félix, el delta asustadizo del que no sabe nada hace algunos años. Lee Minho era otro de sus amigos, le gustaba cocinar, ver doramas y el color rosa.
Nunca le importó que su madre le dijera "Mírate, un defensor de los pobres, no haces más que acobijar a bebés llorones, ¿Por qué no te abres una guardería?" Solo la dejaba hablar. Changbin, al contrario, era el omega ideal, y buscaba alfas ideales.
ChanYeol, Mingyu, Wonsik, Hogjoong, San, eran solo algunos de los rudos y tan fuertes alfas que cortejaban a su hermano.
Seungmin apareció mucho después, primero fue amigo de Jeongin, cuando era apenas un cachorro de quince años que pedía en silencio ser protegido.
Yang lo defendía de aquellos que se le burlaban por su amor infinito a los cómics, o por su tan efusiva timidez.
Unos años más tarde, maso menos a los veinticinco años del alfa menor se volvieron a encontrar. En ese entonces ya era diferente a lo que había conocido, con músculos, tatuajes, piercings, cabello medianamente largo y actitud casi extrovertida.
Ahora el destino los unía de nuevo, ¿Quién lo diría? El omega cuidando al alfa.
Suspiró lento y se frotó los ojos medio adormecido. Seungmin seguía dormido sobre su pecho, levantó la mirada y vio a Hyunjin observándolo con un puchero en los labios.
Le sonrió sin decir nada y acomodó al alfa menor en la cama, dejándolo rodeado de almohadas como un bebé.
Lo arropó con los cobertores para evitarle frío y se acercó a Hyunjin.
Besó los labios del más alto en puntos de pie, para luego caminar con él hasta la cocina.
─ Se despertó en mitad de la noche y no podía dormir, hubieras visto como lloraba, me dolió el corazón ─ comentó Jeongin entre innumerables suspiros.
─ Me imagino, debe ser horrible que te abandonen así ─ respondió con la voz ronca por el sueño acumulado al recién despertar.
─ Si, ojalá que mejore pronto, aun no sé como contactar a Changbin, ni por donde empezar ─ suspiró molesto con su hermano.
─ Hagamos el desayuno, por ahora lo importante es contener a Seungmin y que tu madre no se involucre ni para burlarse ─ hizo una mueca de rechazo que logró sacarle una sonrisa al más bajo.
─ Lo sé, la gran señora alfa Soyeon diría algo como "Cuando mi omega me dejó yo ya estaba cortejando a la madre de Changbin, tu deberías hacer lo mismo." ─ dijo imitando los gestos y tonos de su madre.
Los dos rieron por unos minutos, Jeongin acarició el cabello revuelto de Hyunjin con cariño.
─ ¿Y tú cómo estas? Se que tuviste días estresantes últimamente ─ Jeongin dejó que el alfa lo abrazara por la cintura y se dedicó a recorrer la cocina.
─ Atascado, no he podido avanzar el trabajo ni un poco, creo que me anticipe demasiado al creer que podría con todo ─ bufó disconforme.
─ Hey, no digas eso, podrás hacerlo eventualmente, solo debes desatascar tu mente ─ dijo acariciando sus manos.
─ Gracias, eres lo máximo ─ respondió besando su cuello. Acción que hizo suspirar al omega.
Un rato después se dedicaron a poner la mesa, con todo listo, Jeongin iba a despertar al alfa cuando lo vio asomarse por la entrada.
─ Hey, miren quien despertó ─ sonrió tierno y se acercó a él.
─ Buenos días ─ dijo afónico.
─ Shh, buenos días, primero toma algo caliente, no esfuerces tu garganta Minnie ─ recomendó preocupado.
Kim asintió y se sentó a desayunar, no sin antes darle un apretón de manos a Hyunjin.
Los tres tomaron la primera comida del día en completa tranquilidad, sin querer tocar el tema que los tenía allí reunidos. Hyunjin fue el primero en irse, pues tenía que presentar un adelanto de su trabajo en la galería que esperaba su exhibición. Jeongin se había pedido el día libre en la biblioteca, pues tenía planes con Seungmin.
─ No quiero que estés encerrado deprimiéndote, así que saldremos, tengo cosas y compras que hacer en el centro ¿Te gustaría ayudarme? ─ ofreció mientras lavaba los platos.
─ Bueno, tal vez me haga bien salir, pero ¿Podríamos ver una película en la noche? De verdad quiero estar acostado ─ contestó y limpió su nariz con una servilleta.
─ Si, no te preocupes, prepararé algo rico y podrás comer en la cama, pero será el cuarto de huéspedes hasta que limpie la principal ¿Va?
Seungmin asintió, de acuerdo a sus palabras.
─ A ver, déjame ver tu rostro ─ pidió el omega.
Kim accedió, dejando así que su cuñado le tocara las mejillas y la frente.
─ Parece que no tienes fiebre, pero es mejor que tomes un paracetamol de un miligramo, para prevenir ─ recomendó.
Fue a buscar la pastilla, para lo cual tuvo que aguantar el extraño aroma que seguía intacto en la habitación. Cuando bajó a la cocina, escuchó la voz de Seungmin, se acercó pensando que tal vez había logrado localizar a Seo, pero no fue así, intentaba explicarse con su suegra mientras los ojos se le llenaban de lágrimas.
Jeongin suspiró y le quitó el teléfono.
─ Eres una mierda de alfa, con razón mi hijo te abandonó, sabía que no eras tan fuerte como decías ─ escuchó decir a su progenitora y gruñó.
─ Mamá, no te metas por favor, este no es tu asunto ─ la reprendió ─ Si no puedes ni siquiera ubicar a tu puto hijo entonces mantente al margen.
Las palabras salieron con dureza de su boca, pero ya no estaba dispuesto a ser cordial.
─ ¿Desde cuando el hombre de tu hermano es tu asunto? No me digas que planeas quitarle el marido ─opinó maliciosa.
─ Soyeon, estoy haciendo lo que nunca tuviste el valor de hacer por mi padre, puede que no tenga porque estar aquí parado, ni hacer todo esto, pero como tantas veces dijiste, soy el defensor de los inocentes ¿No? Al menos yo no vivo de chuparle la estabilidad emocional a los demás.
Respondió cansado y cortó la llamada dejando los gritos de su madre a medio oír.
─ Tranquilo ¿Si? No le hagas caso, no tengo idea de que haya pasado, pero sé que no es tu culpa, de seguro Changbin tenía sus razones y miedos ─ dijo tomando las manos del alfa, quien solo pudo reaccionar abrazando al omega.
"Los alfas no se rompen" le habían dicho a Jeongin cuando era niño.
Vaya mentira, a lo largo de su vida vio a dos alfas romperse en pedazos, su padre, y Seungmin.
No pudo hacer nada para ayudar a su padre, pero haría lo que fuera para reparar a Seungmin.
Buenas, gente hermosa que quiero mucho<3
Volví después de mucho tiempo, eaea.
En fin, espero que les haya gustado este capítulo, se me cuidan<3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro