El omega se sentía un poco triste.

Cuando llegó a su habitación para avisarle a Christopher que su desayuno estaba listo, se escucharon gemidos desde el baño.

La carita del omega se sonrojo y sintió como su lubricante quería empezar a salir.

Pero, se sintió un poco triste.

No complacía a su alfa.

Pero... le daba mucha vergüenza decirle a Christopher que quería empezar a tener relaciones sexuales, además contemos con el hecho de que el omega era virgen.

Tal vez le daba un poquito de miedo, pero sabía que Christopher era un buen alfa que lo cuidaría bien.

Los cachorros estaban felices viendo películas de marvel en la sala y el omega limpiaba los cuartos.

Estaba nervioso, le gustaba limpiar cuando estaba nervioso.

Christopher pasaba de un lado a otro checando al omega de vez en cuando, cuando estaba decidido a entrar a la habitación se retractaba con lo que quería decir y eso ponía nervioso a Minho.

El omega empezó a limpiar con más fuerza esa extraña mancha café en la alfombra del piso de Jaeyoon.

Las manos del omega tallaban fuerte y estaba empezando a sudar pero estaba preocupado y quería hablar con Christopher pero el alfa parecía muy nervioso.

¿Y si no lo complacía lo suficiente?

¿No le gustaba su olor?

¿Sus caderas?

¿Él?

"Minho." Christopher estaba en el marco de la puerta, se veía nervioso. El omega gimió bajito. "¿S-sucede algo?"

El omega se sentía agobiado y se levanto del piso para abrazar a Christopher.

El olor de Christopher siempre lo tranquilizaba.

"Christopher, ¿Yo te soy suficiente?"

El alfa lo separo un poco viéndolo directamente a los ojos.

"Claro que sí, Minho. D-de eso quería hablar contigo..."

"Es q-que yo quiero satisfacerte, alfa."

El alfa lo vio nervioso.

Minho estaba nervioso.

Minho nunca está nervioso.

"Minho, te amo, demasiado. Y me gustaría q-que... y-ya sabes... tú y yo..." el alfa se veía muy nervioso, sus mejillas estaban rojas y Minho lo veía un poco confundido. "Dios santo, voy a tener un ataque nervioso."

Minho lo abrazo.

"Quiero que hagamos el amor." susurró Minho.

El alfa abrazó más fuerte la cintura de su omega.

"Mi celo es el lunes..."

El omega lo vio sorprendido.

"¿Por eso estas tan..."

"Sí, por eso no puedo dejar de pensar en sexo." el alfa tenía los ojos cerrados y Minho rió. "Dios, esto es vergonzoso."

El omega negó.

"No lo creo, es tu sexualidad, no es nada vergonzoso." el omega dejo un beso en la mejilla del alfa. "De hecho me parece muy sexy que confíes en mi para hablarlo."

El alfa le dio una sonrisa coqueta pero siempre manteniendo esa mirada tímida que caracterizaba a Christopher.

"¿S-soy sexy para ti?"

El omega rió, aun encerrado entre los brazos del alfa.

"Demasiado, de hecho creo que eres el alfa más sexy en este mundo."

Le dio un beso en la mandíbula.

El alfa soltó una risita nerviosa que hizo a Minho sonreír.

Se escuchó el timbre de afuera llamando la atención de la pareja que se dio una mirada llena de diversión.

El alfa soltó lentamente al omega.

Bajaron a la planta baja viendo a Jaeyoon corriendo a la puerta.

"Ni te atrevas, Bang Jaeyoon." el cachorro se congelo al escuchar a su madre.

Jaeyoon sabía que no tenía permitido abrir la puerta él solo.

Minho llegó abajo y cargo al cachorro sintiendo que su cachorrito estaba creciendo mucho, dentro de poco ya no podría cargarlo.

Christopher abrió la puerta dejando ver a sus tíos Sohee y Hyunsung.

"¡Christopher!" el alfa le dio un fuerte abrazo.

Eran una pareja adorable, además adoraban a Christopher y su familia.

Les gustaba visitarlos y pasar tiempo con los cachorros.

"Hola, tío Hyunsung." el hombre con barba blanca y rostro dulce le dio un abrazo a Minho.

Amaron tanto a Minho que le dijeron a Christopher que si lo dejaba ir ellos mismos le patearían el trasero y aparte le presentarían a Minho a su hijo Jungmin.

"¿Cómo están, chicos?" Sohee le dio una cajita con galletas a Minho quien se emocionó.

"Triste." Jaeyoon hizo un puchero.

El tío Hyunsung se agacho a su altura.

"Dios mío, cachorro. ¿Por qué?"

"El lunes empiezo clases y no quiero." Jaeyoon hizo un puchero.

El tío Hyunsung hizo una cara como si estuviera reflexionando algo importante.

"¿Qué tal si éste fin de semana te llevamos a la cabaña para que juegues en el estanque y veas a los patos?" el niño se vio emocionado.

Christopher sonrió.

El cachorro adoraba esa cabaña.

"Nos iremos hoy y regresaremos el domingo en la noche." dijo Sohee viendo a Minho y Christopher quienes se vieron entre sí.

"Por mí no hay problema." dijo el alfa y volteo a ver a Minho quien asintió.

El cachorro salto emocionado y le dio un abrazo fuerte a sus padres.

Jaeyoon corrió escaleras arriba para poder ir a preparar su maleta.

Se quedaron hablando y el alfa les comento que su celo iba a ser el lunes y los tíos de Christopher amablemente se ofrecieron a cuidar a los alfas.

Minho preparo una mochila para Jeongin quien se veía feliz con su gorrito amarillo de pollito y sus gafas en forma de ranita.

Hyunjin se negó a ir al viaje pues tenía su fiesta y además debía prepararse para su regreso a la escuela.

El alfa en ese momento se despidió para salir hacía la casa de Jisung con la excusa de que le prometió estar ahí antes.

Los tíos de Christopher salieron con los dos cachorros en sus brazos y la casa se quedo en silencio.

"Estamos solos." dijo Minho.

El alfa rió y tomó la cintura del omega.

"¿Y qué quieres hacer?"

El omega rió bajito y dejo unos besos en el cuello del alfa.

"No lo sé, ¿A ti que te gustaría hacer?"

El alfa cargo al omega haciendo que enrolle sus piernas alrededor se su cadera mientras reía emocionado.

"¡Alfa!"

"Ambos lo necesitamos, vamos."

Minho asintió y fueron escaleras arriba, con el alfa teniendo mucho cuidado de no dejar caer a su bello omega.

Al llegar a la habitación el alfa dejó al omega despacio arriba de la cama.

El omega seguía usando su lindo vestido.

"¿Puedo quitarlo?"

El omega asintió y el alfa prosiguió a empezar a quitar el dulce vestido blanco del cuerpo del omega.

Él temblaba por la emoción.

Al quitar el vestido solo quedó un bello omega con unas lindas bragas color azul cielo.

El encaje era suave y abrazaba las suaves caderas del omega que se veían tan suaves y apretables, el alfa quería dejar sus manos marcadas en estas.

Se empezó a quitar la ropa, dejando solamente sus bóxers negros que dejaban ver una gran erección.

El alfa se acercó al omega y empezó a repartir besos en su cuello, acariciando su cuerpo con sus manos, mientras simulaba unas embestidas.

El omega jadeo despacio y se fue levantando para ponerse arriba del alfa.

Cuando se sentó arriba del regazo del alfa acariciaba su fuerte pecho y sus brazos, también acariciando su cuello y mandíbula.

"Christopher..." el omega jadeo cuando sintió al alfa empezando a acariciar su entrada por arriba de la ropa.

"Minho ... necesito que me digas que estás listo para esto." el alfa se alejó un momento.

Acariciaba los muslos de Minho y el omega lo veía atento.

Veía atento al guapo alfa que estaba con él, con sus dulces ojos claros y lindos hoyuelos, sabiendo que era el alfa de sus sueños.

Minho asintió.

"Estoy listo, Chris."

Minho volvió a besar a Christopher, mientras acariciaba el bulto en los bóxers del alfa.

El alfa gruñó.

Las manos de Christopher fueron a la ropa interior de Minho y la sacó.

Gozando de la sensación del suave trasero de Minho.

Empezó a acariciar la entrada de Minho sintiendo el lubricante resbaladizo.

Metió un dedo empezando a moverlo sacando suspiros del omega que disfrutaba de la sensación del alfa abriéndolo.

Cuando Christopher metió otro dedo empezó a abrirlo más haciendo al omega gemir y empezar a moverse contra los dedos intentando tener más.

"C-Chris... y-yo estoy listo." jadeó el omega esperando que el alfa lo tome.

El alfa se acercó a su mesita de noche y sacó un condón el cual puso en su duro miembro que estaba listo para tomar al omega.

Christopher acostó a Minho en la cama y puso una almohada debajo de sus caderas para levantarlas y dejar expuesta su entrada.

"Te amo, Minho." acaricio el rostro del omega que le dio una sonrisa llena de amor.

Christopher empezó a penetrar a Minho sintiendo sus estrechas paredes adaptarse al miembro del alfa.

Minho gimió.

Sentía un poco de dolor pero la sensación de estar lleno lo hizo gimotear un poco intentando adaptarse.

Estuvieron unos segundos esperando a que Minho se sintiera cómodo.

El omega empezó a mover sus caderas sintiendo placer y escuchando un gemido de su alfa.

"T-tan grande..." susurró Minho soltando un gemido.

El alfa empezó a moverse lento pero con un ritmo constante que hacía al omega retorcerse de placer y sentir sensible todo su cuerpo.

Las manos del alfa acariciaron lentamente los pezones del omega que gimió fuerte.

"Te ves tan hermoso, omega mío."

"Soy tuyo, alfa. Te amo." susurró sin voz por sus gemidos.

El alfa empezó a moverse más rápido poniendo una de las piernas de Minho en su hombro y dando directamente en su punto dulce haciéndolo cerrar los ojos fuertemente y abrir su boca dejando salir un jadeo fuerte.

"¡C-Chris!"

El omega sentía su próstata ser presionada dándole un placer inigualable y haciéndolo gemir fuerte.

La mano de Christopher tomó el pene del omega y empezó a masajearlo rápido.

Minho sin poder aguantar más se corrió no dejando de decir el nombre de Christopher como si esa fuera la única palabra que conociese.

Ante la imagen hermosa de su omega, el alfa se corrió con su nudo formándose dentro del condón y anudando a su omega.

El alfa respiraba fuertemente y se recostó sobre su omega.

Sentía el corazón de su omega latiendo fuerte y rápido.

Sonrió.

Al bajar el nudo el alfa se quitó el condón y lo deposito en el bote de basura.

Volvió a la cama y se acurrucó junto al omega que estaba despeinado, sus ojitos grandes brillaban y sus mejillas estaban rojas.

Christopher besó la frente del omega.

"Somos muy buenos en esto." susurró el omega feliz.

Christopher rió. "Somos excelentes en esto."

Minho dejó salir una carcajada.

"Creo que ahora querré hacerlo todo el tiempo. Demonios."

Christopher lo vio con una sonrisa coqueta y agarró una mejilla de su trasero.

"A mi no me molesta."

"Tienes trabajo."

"Puedo trabajar desde casa y follarte cada que acabe una junta.

Minho rió.

"¡Christopher! ¡No!"

La pareja rió y siguieron conversando con una de las manos de Christopher acariciando sus caderas y la otra jugando con los delicados dedos de Minho.

"Te amo, Minho."

"Te amo, Christopher."

Los dos se quedaron dormidos con una sonrisa en su rostro y sus manos entrelazadas.