Los días en la casa Bang siempre habían sido muy extraños, considerando que el alfa mayor era increíblemente manipulado por sus hijos para cumplir sus caprichos.

No eran chicos malos, pero seguían siendo grandes fanáticos de los videojuegos, comida chatarra y ver televisión hasta tarde, además de las interminables excusas de Hyunjin explicando porque reprobó cálculo.

La más usual era:

"El profesor tiene algo en mi contra, papá."

Y con el verano a la vuelta de la esquina, el alfa que estaba a un año de terminar la preparatoria estaba emocionado y al mismo tiempo aterrado del inicio del verano.

Emocionado por su nuevo trabajo, las fiestas y los omegas que conocería en estas. ¡Seguía siendo un adolescente!

Pero contrarrestando esta emoción, Hyunjin sabía que su perdición estaba cerca, especialmente por ese 4 final en Cálculo II.

"¡Dios mis padres me matarán!" bufo el alfa y arrugó el papel que estaba entre sus manos.

Aún arrugado, se podía ver la tinta roja con una carita triste y un cuatro decorando en la parte superior izquierda.

"Jinnie, no debe ser tan malo." Jisung acarició al espalda de Hyunjin quien se puso tenso ante el toque del omega.

Ese omega lo ponía muy nervioso.

Tal vez eran sus hermosos ojos cafés, profundos y más claros a veces, o su cabello color negro que se ve tan suave cuando lo mueve para ponerlo detrás de su oreja, su rostro es delicado y con unas adorables mejillas.

"No lo entiendes, Jisung. Mi padre es una especie de genio." bufa recordando los tantos cuadros en su casa con diplomas o con premios de su padre.

Jisung se puso frente a él y elevó su mirada, viéndose directamente a los ojos.

"Hyunjin, eres muy inteligente, deja de menospreciarte."

El alfa veía directamente a los ojos del omega de baja estatura y sonrió.

Sus pestañas eran tan bonitas.

"Gracias, Jisung.

꒰☕꒱

El alfa llegó a su casa en silencio, cerró la puerta con extrema delicadeza y empezó a pensar que podría pasar desapercibido por la sala y comedor hasta las escaleras sin que nadie lo notara, para poder pasar a su cuarto tomar sus cosas del trabajo y largarse para evitar su realidad por al menos unas horas.

"¡Feliz comienzo de verano, cachorro!" Minho estaba frente a él con un gorrito de fiesta color amarillo y le lanzó confeti a Hyunjin.

El omega se veía muy feliz y radiante con su lindo vestido celeste pastel y su gorrito en la cabeza.

"Hola, mamá." rió nervioso Hyunjin y vio atrás de él. "¿Y-ya llegó papá?" preguntó un poco aterrado.

Minho al notarlo lo vio con preocupación.

"¿Qué sucede, cachorro?" Minho se acercó a Hyunjin y deslizó la pesada mochila de los hombros del alfa para después abrazarlo delicadamente. "Haré lo que pueda para ayudarte."

Hyunjin ideó un plan en su cabeza, empezó a dramatizar.

"Mamá, e-es que mi maestro de cálculo me o-odia." empezó a soltar pucheros y unas cuantas lágrimas.

Minho lo vio preocupado y lo abrazó más fuerte.

"Bebé, ¿qué sucedió?"

"E-el me reprobó sin razón, me puso cuatro en mi examen aunque me esforcé mucho." esa parte era verdad, Hyunjin había repasado todo el libro, estudio miles de horas con Jisung y vio incontables vídeos de matemáticas intentando entender lo que hacía.

Pero simplemente, los números no eran lo suyo.

"Esto no es tan grave, cachorro, créeme, tu padre lo entenderá." Minho tenía sus ojos cerrados, acariciando la espalda del alfa qué lloraba en su pecho.

Los ojos de Hyunjin casi salen de su cara cuando escucho la última parte.

"¡Papá, me asesinara!" el alfa lloro más fuerte. "¡Mamá, tienes que ayudarme!"

Minho se preocupó y relamió sus labios nervioso.

"Puedo hablar con tu padre... ¡Y llegaremos a un arreglo con tu maestro!" el alfa le dio un puchero que el omega encontró adorable. "Confía en mi Jinnie." El omega se separó y puso su plan en marcha.

꒰☕꒱

Jaeyoon se encontraba en casa de su mejor amigo disfrutando de su primera pijamada del verano, y Hyunjin estaba escondido en la casa de Jisung.

Jeongin era el único en casa junto al omega que estaba en su armario buscando el atuendo perfecto.

"¿Qué opinas de este?" le enseñó al bebé un vestido rojo con la espalda descubierta. "¿Muy revelador, verdad?" lo puso otra vez en su armario.

"¡¿Qué tal rosa?!" vio al bebé que lo veía atentamente y Minho sostuvo la mirada con el bebé que lo veía intensamente. "¿Muy inocente, verdad?"

El plan del omega era simple.

Hacer que Christopher se sintiera feliz con una cena rica, unos cuantos besos y evitar que se enoje cuando se entere de lo de Hyunjin.

Su relación ha sido maravillosa.

Han tenido exactamente 30 citas.

31 con esta cita, y el omega está muy flechado por el tímido alfa de pequeños ojos y lindos hoyuelos.

Sonriendo encontró un lindo vestido color guinda, era ceñido al cuerpo y dejaba descubiertos sus hombros y marcaba su cintura, la tela era suave y se veía muy lindo en él.

La cena estaba puesta en la mesa, Innie estaba durmiendo y Minho esperaba al alfa.

Las luces estaban en modo tenue y Minho decoró el ambiente con unas cuantas velas que encontró.

El tintineo de las llaves se escuchó y la puerta se abrió dejando ver a un alfa con el ceño un poco fruncido y cansado.

Al ver al frente se encontró con la mesa servida y un Minho muy bonito viéndolo directamente.

Las mejillas del alfa se calentaron y aclaró su garganta.

"Hola, alfa." Minho se acercó suavemente y moviendo sus caderas con cada paso viendo al alfa que estaba nervioso en la puerta.

"H-hola, omega." el alfa tartamudeó.

Minho se acercó y le dio un beso en la mejilla para después pasar sus manos por el pecho del alfa, acariciando el saco de Christopher, quien sentía que su corazón explotaría de lo rápido que estaba palpitando.

"Preparé una cena para nosotros, por el comienzo del verano." le sonrió a Christopher quien asintió atontado.

Se sentaron a la mesa y empezaron a conversar felices, con mucho coqueteo y unos cuantos roces de piernas y manos que eran delicados.

Cuando terminaron la cena pasaron al sofá a seguir conversando.

"Me encanto la cena, Min. pero siento que esto significa que esta pasando algo." Christopher vio un poco serio a Minho pero le dio una sonrisa pequeña.

El omega se puso nervioso y acaricio el pecho de Christopher.

Los dos estaban muy cerca, con Minho en su regazo, siendo abrazado por la cintura.

Minho estaba muy sonrojado y algo apenado.

"Hyunjin reprobó calculo y me pidió que te dijera." dijo rápido. El alfa de inmediato lo vio con reproche. "¡Perdón, alfa! pero... Jinnie estaba muy nervioso y me pidió ayuda."

El alfa suspiró y siguió acariciando la cintura de Minho para después pasar una de sus manos a la pierna descubierta del mismo y acariciarla lentamente.

"No me molesta, Min. Solo que siento que toda esta cena fue solamente para conseguir algo." confesó el alfa un poco desilusionado.

El omega negó muchas y besó muchas veces los labios del alfa como piquitos.

"¡Yo te quiero mucho, alfa! Me gusta pasar tiempo contigo, nunca te usaría o algo por el estilo." chilló el omega.

Christopher le sonrió."Lo sé, omega." le dio un beso dulce.

Christopher apretó más la cintura de Minho y haciéndolo reír.

"¡Alfa!" el omega chilló feliz ya que el alfa lo movió y puso debajo de él, empezando a dejar besitos por todo su rostro.

El alfa llegó a la boca del omega que gustoso lo empezó a besar, dejando que el alfa se acomodara arriba de él, no dejando caer su peso por completo en él.

Minho acariciaba la parte de atrás del cuello de Christopher y unos cuantos mechones suaves.

El alfa gruñó bajito cuando Minho movió un poco sus caderas.

"Eres tan hermoso." Christopher le susurró al oído, empezando a besar su cuello y Minho soltaba unos gemidos suaves, mordiendo sus labios.

"A-alfa." el omega hizo que el alfa lo viera directamente a los ojos y al ver los profundos ojos de Christopher se perdió. "¿Podemos ir arriba?"

El alfa asintió y se levantó débilmente, al ver abajo veía a un Minho sonrojado, con su cabello despeinado y sus labios rojos.

El vestido dejaba ver sus hermosos hombros y su lubricante empezaba a salir.

El alfa tomó las muñecas de Minho y las besó, pasando a sus nudillos dejando un suave beso en cada dedo.

"C-Chris."

El alfa entendió el mensaje y se levantó, tomando a Minho por sus muslos y levantándolo.

El omega abrazó las caderas de su alfa con sus piernas y el alfa empezó a subir con extremo cuidado por miedo de dejar caer a su omega.

Al llegar a la habitación de Christopher, Minho se sintió un poco intimidado.

Pocas veces entraba a la habitación de Christopher, ¡Menos hacían lo que estaban haciendo en ese momento!

Tenían tres cachorros que cuidar y mucho trabajo.

Claro, salían.

Y había besos y unos cuantos toques fuera del límite en el auto del alfa, pero nunca hasta este nivel en el que él omega se sentía hipnotizado por los toques del alfa.

Y lo asustaba un poco, pero le gustaba.

Le gustaban las manos fuertes de Christopher acariciandolo y sus suaves labios dejando un camino suave por todo el cuerpo de Minho.

Pero le asustaba el hecho de que él nunca había hecho... eso.

Considera que la virginidad es un invento de la sociedad para oprimir y tachar a los omegas, pero aun así, quería que su primera vez fuera perfecta.

Y justo ahora no se sentía listo.

"Chris." Minho susurró.

El alfa dejó de tocar el suave cuerpo de su omega.

"¿Sucede algo, omega?"

"Y-yo, quiero detenernos, ahora."

El alfa se acostó junto a él en la cama.

Los dos se veían directamente a los ojos.

"Claro, hermoso." dejó un beso en los labios de Minho y lo abrazó, atrayéndolo a su cuerpo. "¿Hice algo malo? Q-que te incomodará."

Minho negó rápidamente.

"Y-yo nunca lo he hecho y no creo estar listo." la voz preocupada de Minho hizo temblar a Christopher con ansiedad.

El alfa asintió y dejó un beso en su frente.

"Siempre respetaré tus decisiones, Minho. No tienes porque preocuparte."

El omega se recostó en el pecho del alfa.

"Te amo, Christopher."

"Yo también te amo, Minho."

El silencio era cómodo y sus respiraciones eran calmadas.

Lo único que se escuchaban eran sus corazones palpitando con rapidez.

"¿Puedo dormir aquí, alfa?"

El alfa asintió y liberó al omega de su abrazo para dejarlo ir por su pijama.

Mientras el alfa se ponía su pijama se encerró en su gran armario.

Salto de alegría y sonrió enormemente.

"¡Me ama! ¡Me ama! ¡Me ama!"