꒰ 6 𑄝 ꒱ END
Después de unas semana, Yunjin y Kazuha se hicieron extrañamente más cercanas, cuando Eunchae llegaba de la universidad se encontraba a ambas híbridas en la sala charlando cómodamente o en su habitación viendo películas en la tele. Cuando salía con Yunjin de compras gata se encargaba de comprarle algo a Kazuha siempre y cuando iba a darle las buenas noches a la lora esta le pedía que cuidara de Yunjin por las noches.
Eunchae era la más metida entre ellas dos y aún así no se daba cuenta de las cosas.
Cerca de medio año los acercamientos eran cada vez más obvios y todos en la casa podían notarlo excepto Eunchae, que por alguna razón se negaba a creer que su pequeña Yunjin tenía algún interés amoroso por la híbrida mayor.
—Pero Zuha —Llamó la chica, la híbrida solo giró a verla. —¿A tí te gusta Yunjin?
Kazuha pareció pensarlo ¿Le gustaba Yunjin? Nunca fue una pregunta que rondara en su mente, cuando se dió cuenta de lo mucho que le importaba la omega no se comió la cabeza pensando en si era atracción o no. Supo que la quería desde el momento en que su celo removió sus entrañas por primera vez, y siguió avanzando conforme convivían más, al principio fue extraño porque mientras Yunjin era una híbrida que se creció totalmente en casa con amor y cuidados, Kazuha pasó su primer año de vida siendo un centro de atracción por ser una híbrida de tipo aérea, la escasez de híbridos aves la hizo el blanco perfecto para acto de circo, allí recibió muchos golpes, regaños y otros maltratos.
Cuando Yunjin supo todo la historia de Kazuha fue la primera vez que ella la vió llorar tan amargamente, se disculpó muchas veces por preguntar lo que la había dejado ciega del ojo izquierdo y Kazuha estuvo muchas horas insistiendo en que todo estaba bien, en que ya no dolía ni física ni mentalmente, porque ahora vivía con los Hong, y con ella.
Sí, a Kazuha le gustaba Yunjin, pero no era solo eso.
—Sí —Le dijo a Eunchae. —Me gusta Yunjin y creo que también la amo —Aseguró después de unos segundos.
Eunchae parpadeó muchas veces en busca de procesar completamente la información y Kazuha se rió en su cara. Sí, Kazuha nunca a andado con rodeos.
—¿Y-y por qué no están saliendo si a ella le gustas también?
Kazuha se encogió de hombros despreocupada por el dato que le acababa de soltar la chica.
—Estoy esperando a su cumpleaños, si ella se acuerda para entonces yo aceptaré, esa fue mi promesa la noche de su primer celo.
Eunchae arqueó una ceja ante la nueva información.
—¿Por qué yo no sabía de eso?
Kazuha se encogió de hombros nuevamente.
—Es tu gata, deberías saberlo —Y Eunchae la fulminó con la mirada.
—Unnie~ —Yunjin salió dando brinquitos de su habitación, el invierno estaba por llegar y la gata estaba aprovechando todo el tiempo que le quedaba para disfrutar de toda la casa antes de encerrarse por un mes entero en la habitación de Eunchae.
—¿Qué pasa, niña? —Habló sin despegar la mirada de su lectura.
Kazuha estaba en el sofá a un lado de su jaula leyendo un libro como solía hacer en su tiempo libre. Cuando Yunjin notó que a su mayor le gustaba leer, se encargó de averiguar sobre sus gustos literarios y los libros que había leído, en una de esas salidas de compras que tuvo con Eunchae, le compró una trilogía de fantasía que parecía interesante, eso fue hace casi una semana pero la alfa ya iba por el tercer y último libro y últimamente le prestaba más atención al libro que a la propia Yunjin, y eso la ponía de mal humor, pero estaba por cambiar aquella jugada.
—¿Qué tal me veo, unnie?
Al escuchar esas palabras de la omega, Kazuha miró al frente donde descansaba la —ahora más alta que ella— omega. Y Kazuha creyó haber olvidado como hablar.
Yunjin llevaba un vestido blanco con estampado de girasoles y unas zapatillas plateadas que combinaban bien con el modelo del vestido, su nuevamente largo cabello gracias a una petición de la propia Kazuha estaba amarrado en una coleta baja desordenada con un lazo del mismo amarillo de las flores de su vestido y la alfa podría jurar que incluso se puso algo del maquillaje de Eunchae. La sonrisa de Yunjin era el último toque que la hacía seguir siendo la adorable Yunjin, su adorable omega.
—Te ves muy linda —Dijo sin dudar la mayor logrando que las mejillas de Yunjin se tomaran de un rosado más intenso.
—M-muchas gracias, unnie.
—¿A dónde irás vestida así? —Y esa era la alfa interior de Kazuha hablando con más curiosidad de la que debía.
—Iré a comprar rosas, Eunchae me dejó plantarlas ahora que se acerca el invierno —Respondió alegre.
—¿No crees que vas muy primaveral? Puedes pescar un resfriado antes de tiempo —Anunció Kazuha con advertencia. Y no era mentira, aún no había mucho frío pero habían leves brisas que de vez en cuando podían causar enfermedades debido al mal cuidado con la temperatura.
—Aun hay calor en la ciudad, además el sol está en su punto y no iré tan lejos.
Kazuha cerró le libro en seco sin siquiera usar un marca páginas y se puso de pie, Yunjin sonrió victoriosa, había logrado su cometido, claro que lo sabía.
—Iré a cambiarme, mientras ve por un abrigo, iremos juntas —Declaró la alfa.
—Pensé que íbamos a comprar rosas —Habló Kazuha cuando entraron a la librería.
—Oh, claro que vamos a comprar rosas —Yunjin obvió como si lo más normal fuera encontrar rosas en una librería. —La dueña de la librería fue quien me las ofreció.
—¿La dueña? —Preguntó Kazuha confundida. ¿Desde cuándo Yunjin es tan cercana con gente de fuera?
—Sip, se llama Sakura, pero le gusta que la llamen Kkura —Explicó Yunjin. —Tiene mi edad, solo es unos meses menor.
Las alertas de Kazuha se encendieron cuando sintió un aroma a libros viejos y cereza. Había otro alfa a su alrededor.
—Escuché mi nombre —Alguien dijo a sus espaldas, de la zona de libros de romance salía la mencionada, una chica alta y pelinegra con sonrisa brillante.
—¡Kkura! —Yunjin corrió a abrazarla y Kazuha solo fue expectadora de como la desconocida envolvía sus brazos alrededor de la pequeña cintura de su omega.
—Hola Yunjin, ¿Vienes por tus rosas? —Preguntó una vez se separaron, la omega asintió y solo entonces cuando Kazuha soltó intencionalmente alguna de sus feromonas fue que Sakura se dió cuenta de su presencia.
Cuando Yunjin sintió el agradable olor de la alfa mayor, giró solo para encontrarsela detrás de ella y con una mirada de pocos amigos.
—Pero que descuido de mi parte —Se queja Yunjin. —Kkura, ella es Kazuha unnie, es una hibrida de loro, unnie, ella es Sakura, es una híbrida de búho —Yunjin juega con sus dedos. —Creí que se llevarían bien porque ambas son híbridas de aves y son…
—Alfas —Hablaron las presentadas al mismo tiempo.
No fue hasta entonces que Yunjin se dio cuenta de la tensión para nada agradable que había entre ambas alfas, las dos soltaban feromonas bañadas en posesividad y Yunjin deseó salir corriendo de allí.
—Ahm, chicas —Ambas miraron a Yunjin. —¿Todo bien?
Ambas alfas cruzaron filosas miradas y Kazuha fue más rápida al tomar a Yunjin por la cintura y apegarse a ella.
—Sí Yunjin, todo bien —Le sonrió a la omega causando mil mariposas en el estómago de la felina. —¿Podemos tomar las rosas e irnos? —Le habló de manera dulce derritiendo a la omega en sus brazos. Sakura solo miró la escena impresionada, Yunjin era levemente más alta que Kazuha y aún así se veía pequeña e indefensa una vez la alfa la tuvo en brazos.
—S-sí —Yunjin se aclaró la garganta aún con las mejillas carmín. —K-kkura ¿Podría ver las rosas?
La alfa pelinegra asintió.
—Ya las traigo, quédate aquí con tu alfa —Y se adentró a la puerta que estaba detrás del escaparate de libros.
Yunjin proceso la información un minuto.
—Te llamó mi alfa —Murmuró como si Kazuha no lo hubiera escuchado, pero la alfa no podía estar más orgullosa de haber podido marcar su territorio.
—Mjm… que bueno que lo sabe —Se encogió de hombros. Yunjin la miró con los ojos muy abiertos.
—¿Eres mi alfa?
Pero Kazuha solo río y negó con la cabeza, confundiendo aún más a la omega.
—No ahora, pero en tu próximo cumpleaños puedo considerarlo.
Yunjin hizo un puchero.
—Peometiste que aceptarias, no que lo considerarías —Se quejó.
Entonces sí lo recordaba.
Kazuha se encontraba en la sala nuevamente con un libro en mano cuando escucho un estruendo en la cocina, sabiendo que Yunjin y ella eran las únicas en casa corrió para asegurarse de que la menor estuviera bien.
—¿Todo bien, Yun? —Preguntó la de mechones verdosos.
—Sí —Fue lo único que contestó Yunjin. Al parecer se le había caído uno de los tazones donde estaba revolviendo la masa y al ser de metal hizo mucho ruido pero estaba intacto junto a la masa que ya estaba hecha cuando también fue a parar al piso, por suerte no se salió del bowl.
La taza estaba bien, el ceño de Yunjin no. Parecía molesta, y Kazuha sabía la razón, pero decidió molestarla más.
—¿A qué se debe que estés en la cocina cuando prometiste estar en cama todo el invierno? Cuestionó Kazuha mientras se acercaba un poco más.
—Nada en especial, unnie —Dijo nuevamente de mala gana.
—¿Nada? —La mayor abrazó a Yunjin por la cintura desde atrás poniéndola tensa. —¿Ni siquiera tu cumpleaños? —Susurró al oído de la omega haciéndola olvidar lo que cocinaba.
—¿Si se acordó?
—Todo el día, niña —Aseguró la alfa.
Todo el día había fingido olvidar el cumpleaños de Yunjin, de paso casi no habían hablado en el día con la excusa de que estaba muy concentrada en terminar ese libro cuando claramente acaba de iniciarlo y le pidió a Leehan que no le dijera que ella lo recordaba cuando fue a felicitarla en persona.
Lo había hecho porque sabía que Yunjin actuaría de esa manera intentando parecer ruda cuando claramente solo se ve tierna y besable, pero había llegado la hora de desearle feliz cumpleaños.
—¿Y por qué fingió no hacerlo? —Yunjin dejó caer finas lágrimas de sus ojos alarmando a la peliverde.
—No llores, mi amor, perdóname —Le suplicó ahora la mayor secando el camino de lágrimas con sus pulgares, de repente las mejillas de Yunjin se calentaron.
—¿C-cómo me llamaste? —Titubeó en un suspiro.
Kazuha la tomó por las mejillas y se acercó a su rostro fingiendo decepción.
—Creí que lo recordarías —Hizo un puchero. —Es tu cumpleaños, significa que ahora soy tu alfa —Yunjin abrió los ojos sorprendida mientras una sonrisa vislumbraba su rostro. —¿O es que ya no quieres?
Yunjin asintió frenéticamente.
—Claro que sí unnie, por dios —Plantó un beso en la mejilla de la alfa haciéndola reír.
Antes de que se alejara, Kazuha dejó un beso corto en los labios de la contraria metendola en shock.
—Soy tu alfa y tú mi omega, dame las atenciones correctas —Alegó más en broma pero Yunjin asintió lentamente aún privada del habla. —¿Estás bien, omega?
Kazuha saboreó la palabra en su boca y Yunjin se derritió allí mismo por lo dulce y cálido que sonó.
—Estoy perfecta, alfa —Sonrió haciendo a su vez que Kazuha sonriera antes de compartir otro beso un poco más lento y profundo.
Sí, ese año de espera había valido totalmente la pena si ahora podían llamarse suyas.
꒰ kiki's note : hasta aquí llega esta adaptación !♡
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