El primer celo de Yunjin fue totalmente controlado por Eunchae y su veterinaria, tomó los supresores correctamente y su dueña se encargó de aminorar los cólicos y la fiebre cada que se arreciaban.

Por otro lado Kazuha no se asomó hasta asegurarse de que el celo de la menor haya acabado, y al ser el primero vaya que duró bastante. Por suerte Eunchae ya estaba de vacaciones para cuidar de la híbrida.

—¿Sigue en el celo? —Preguntó Leehan desde la ventana aprovechando la ausencia de adultos en la habitación.

—Así lo parece —Dijo en voz pasiva la única alfa de los tres híbridos en la casa. —¿Por qué no has ido a verla? Tú eres un omega también.

—¿Quieres que vaya por que tú no puedes ir? —Leehan arqueó una ceja burlón. Kazuha rodó los ojos.

—Lo decía porque creí que eran amigos, nadie te está obligando, rata tonta.

—¡Que no soy una rata! —Chilló el chiquitín.

La conversación fue interrumpida por el olor a nueces y canela que inundó las fosas nasales de Kazuha. Sin pensarlo dos veces tomó su forma humana y corrió hasta la cocina donde el aroma se sentía más fuerte.

La última vez que Kazuha miró a Yunjin en su forma humana de cuerpo completo estaba seguro de que no tenía un trasero tan realzado, sus curvas en la cintura en menos notorias y su altura era más pequeña, también recuerda haber visto su cabello el doble de largo y con más ondas. De espaldas, Yunjin parecía haber madurado mucho, pero solo habían pasado unos meses.

Yunjin se servía un poco de té para el dolor de cabeza, su celo ya era casi nulo y solo quedaba aprender a controlar sus feromonas en situaciones de mucha emoción. Estaba tan concentrada en vertir el agua tibia en la taza que no notó el momento en que Kazuha dejó caer su barbilla en el hueco de su cuello para aspirar con fuerza su olor. A Yunjin se le crisparon los nervios.

—¡Unnie! —Chilló la pelinegra.

—Hueles muy bien, Yunjin —Murmura con voz ronca aún con los ojos cerrados disfrutando de la fragancia, sin ser consciente del calor que estaba subiendo a la cara de la menor.

—U-unnie, me hace cosquillas —Intentó excusarse mientras se removía sacando a Kazuha de su trance.

—¿Sigues en tu celo? Si es así no deberías salir de la habitación.

Yunjin negó.

—No es el celo —Yunjin retomó su taza de té —Sólo que aún no sé controlar mis feromonas.

—Relajate, puedo sentir tus nervios hasta acá, solo respira —Kazuha soltó sus propias feromonas para que Yunjin pudiera sentirla y transmitirle tranquilidad. —¿A qué huelo yo, pequeña?

Yunjin inhaló ondo. —Hueles a... —Suspiró pensante deleitándose del rico aroma de la alfa. —A madera y tierra mojada.

Yunjin se sintió derretir con el nuevo sentimiento de alivio y Kazuha supo que se le había pasado un poco la mano. Divisó temblar las piernas de Yunjin y corrió a su lado para sostenerla entre sus brazos. La taza cayó sobre la alfombra salvándose de romperse y Kazuha solo la ignoró para caminar con la chica en brazos a la habitación donde se supone que debía estar. Por naturaleza Kazuha tenía fuerza suficiente para llevar a la omega hasta la cama. Lo que no esperó es que al dejar a la menor en cama esta se aferrara a su camisa con fuerza.

—Yunjin~ —Intentó despertarla en susurros.

—Quédate, alfa —Pidió Yunjin en súplica.

—Es peligroso cuando estás en este estado, pequeña.

—Sé mi alfa, así todo estará bien —Insistió Yunjin.

Kazuha no pudo evitar sonreír levemente mientras dejaba caricias en el cabello de la menor.

—Aún eres muy pequeña —Explicó la lora —Pero pídemelo el próximo año y aceptaré con gusto.

Había sido un arrebato, Kazuha creyó que Yunjin solo estaba actuando así por sus desniveles de feromonas y lo dijo. Aunque muy lejos de la verdad no estaba, a Kazuha no le molestaría ni un poco ser la alfa de la pequeña Yunjin, pero aún era pequeña, ella debía estar segura de sus decisiones, no entregarse al primer alfa que su celo detectara.

Yunjin asintió débilmente antes de caer dormida nuevamente. Kazuha sonrió a medias antes de ir a la cocina para limpiar la mancha de té en la alfombra.

Para cuándo el celo de Yunjin pasó por completo, las cosas regresaron a su normalidad, ahora podía pasear por toda la casa sin miedo a dejar sus feromonas impregnadas en algún lado, por el contrario ese día estaba sentada en la orilla de la ventana de la habitación de Eunchae admirando el paisaje ahora sin nada de nieve estorbando.

—¿Cómo te sientes después de tu primer celo, Yunjin-ssi? —Leehan se encontraba sentado en posición de indio sobre la cama de Eunchae con una sonrisa de oreja a oreja.

—Solo siento mis sentidos más despiertos, ahora puedo sentir los olores de los demás alfas y omegas —Inhaló ondo llenando sus pulmones de cientos de aromas nuevos que nunca antes había sentido las veces anteriores. —Es extraño, pero agradable.

—Bienvenida al mundo de los adultos —Se burló el chico y Yunjin sólo rodó los ojos.

—¿Y tú qué? —Atacó Yunjin. Leehan arqueó una ceja como una forma de decirle que no sabía de lo que hablaba. —Hasta aquí siento el olor a pino y café ¿Quién es el alfa con el que te estás viendo?

Leehan soltó una carcajada desvergonzada.

Por favor Yunjin, ¿Realmente crees que solo me estoy viendo con él? Pensó el ratón.

—Se llama Taesan, es un alfa del piso de arriba —Se encogió de hombros.

Yunjin intentó hacer memoria. ¿No era Taesan el nombre del conejo del compañero de clases de Eunchae? ¿Cómo se llamaba? ¿Woonhak?

—¿Hablas del conejo de Woonhak? —Yunjin boqueó sorprendida. —¿De verdad?

Leehan abrió los ojos sorprendido ante el conocimiento dee Yunjin por el alfa.

—¡¿Te estás metiendo con un conejo?! —Chilló Yunjin.

—¡Ah ni me juzgues, tú te metes con un loro! —Se defendió Leehan.

Yunjin le lanzó la almohada que tenía en las piernas a la cara.

—Yo no me meto con Kazuha unnie —Siseó la gata haciendo reír a su único amigo.

Sin aviso la puerta se abrió dejando ver a Kazuha recién salida del baño con la toalla enredada en la cabeza y ojos juzgadores.

—¿Qué tanto cuchichean?

Ambos chicos se miraron entre sí y luego a ma mayor al mismo tiempo.

—Cosas de omegas —Dijeron ambos al unísono haciendo a Kazuha rodar los ojos antes de cerrar la puerta detrás de ella.