꒰ 2 𑄝 ꒱ LADY KAZUHA
La pequeña Yunjin estuvo diez días en lo que Eunchae llamó Cuidados intensivos. Recibía la fórmula cada dos o tres horas y dormía todo el día como el gato recién nacido que era. A las dos semanas Yunjin comenzó a arrastrarse por la habitación logrando que Eunchae diera pequeños saltos de emoción. Su padre la felicitó por el buen cuidado que le estaba dando al animalito y su mamá le regaló su primer set gatuno que consistía en una cama para gato y un arenero, así que apenas Yunjin pareció comenzar a entender como avanzar sin temblar, la adolescente procedió a enseñarle cuál era su lugar para dormir y para desechar.
Durante el primer mes de la estancia de Yunjin en el departamento, realmente nadie podría notar que había un gato allí, en especial porque Yunjin no maullaba o chillaba, se mantenía echada en su cama con su juguete de ratón. Para Yunjin no había nada más allá de esas cuatro paredes que la hacían sentir segura. De igual manera darse cuenta que había un loro era complicado, Kazuha era incluso más callada que Yunjin, fingía dormir la mayor parte del tiempo para escuchar las conversaciones que se daban en la sala o en la oficina del señor Seongcheol, comía muy poco pero bebía mucha agua. Las únicas veces que hacía el intento de hablar era cuando Eunchae le daba las buenas noches, aunque igual no siempre contestaba. Kazuha se decía a sí misma que era la edad, con dos años ya era lo suficientemente anciana y ya no tenía tanta energía. Nunca entendió porque los humanos querían vivir tanto tiempo.
Para desgracia de ambos animales, el regreso de Eunchae a la escuela llegó, y con ello un nuevo mundo para Yunjin.
Eunchae se había ido a clases hace menos de una hora, dejó la puerta de su habitación abierta aunque realmente Yunjin no tenía ni la más mínima intención de salir, no hasta accidentalmente golpeó de más su pelota rebotona y está fue directamente a la salida. En seis semanas Yunjin había estirado lo suficiente para que sus largas patas alcanzarán a salir del cuarto a por su pelota. Tenía largas piernas pero seguía siendo torpe, lo que la llevó a estrellarse contra la puerta por no alcanzar a doblar a tiempo, aunque se recompuso rápido y siguió persiguiendo su pelota, con lo que no contó fue que la puerta debido al efecto rebote terminara por cerrarse dejándola fuera de su refugio.
Yunjin encontró su pelota en el pasillo atorada contra la pata de una de las mesitas decorativas. Con sigilo la tomó con sus colmillos apenas afilados y tomó el camino de regreso, aunque su sorpresa fue gigante al darse cuenta que la puerta estaba cerrada y ni arañandola iba a poder abrirla.
Estuvo un buen rato buscando otra entrada a la habitación de Eunchae pero solo encontró más puertas cerradas, excepto la del final del pasillo, esa que te llevaba a otra sala más grande y con más cosas decorándola.
Yunjin caminó lentamente y en silencio, observando todo lo que había allí, los sillones se veían tan cómodos que las ganas de subir fueron irresistibles, cuando una de sus pequeñas patitas delanteras hizo el amago de tocar el sillón, una voz femenina aunque grave se escuchó detrás de ella haciéndola soltar.
-Ni lo pienses, niña. Haneul se va a enojar si rompes ese carro sofá -Regañó Kazuha desde su jaula. Yunjin hizo bajó una oreja expresando confusión.
-¿Quién es Haneul? -Preguntó con esa voz aniñada e inocente.
-¿No sabes quién es la mamá de Eunchae? -Bufó incrédula la lora aún en su jaula.
-Pensé que se llamaba mamá -Murmuró Yunjin encogiéndose en su lugar casi haciéndose bolita sola. Kazuha soltó un bufido y logró llamar suficiente la atención de gatita porque esta se acercó un poco a los pies de la jaula aún abierta de Kazuha para poder verla mejor, aunque no es como que pudiera ver más allá de su cabeza, la jaula estaba muy alta y Yunjin a pesar de tener patas largas, seguía siendo una niña.
-Quédate allí -Chilló Kazuha cuando su instinto le alertó de la cercanía de un posible cazador. -Tú lugar es de la mitad para abajo y la mía la mitad para arriba, no puedes pasar ese límite.
Pero Yunjin no le hizo mucho caso, ella tenía otro problema.
-¿Dónde está Eunchae? La puerta de nuestro refugio se cerró y yo me quedé afuera.
-Eunchae está en la escuela -Explicó Kazuha aún con aires de superioridad. -Regresará en unas horas, solo espera -Pero volvió a pesar en sus palabras. -Espera muy lejos de mí, un gato y un ave no deben estar cerca.
-¿Por qué? -Yunjin ladeó la cabeza bajando una oreja dándole un aire tierno.
-Ley de la supervivencia.
-¿Por qué? -Repitió en el mismo tonó.
-Los gatos... -Nuevamente Kazuha lo pensó. -Olvídalo, si no lo sabes supongo que es mejor.
-¿Por qué?
Y Kazuha rodó los ojos exasperada.
-Solo no, niña, ahora aléjate.
-¡Pero me voy a aburrir! -Exclamó Yunjin colocándose boca abajo para agitar a gusto sus patitas y agregarle dramatismo a su exclamación.
-Pues abúrrete lejos.
Yunjin suspiró agotada, se hecho boca abajo en el mismo lugar con las patas encogidas y el mentón pegado al suelo entre ambas patitas delanteras sin dejar de mover la cola.
Luego de diez segundos en silencio, Kazuha realmente creyó que Yunjin se había alejado de ella y relajó los músculos para regresar a dormir.
-¡Oye! -Yunjin volvió a quejarse poniendo las plumas de punta a Kazuha. -No me has dicho tu nombre.
-Soy Kazuha, y soy más grande que tú así que háblame con respeto.
Yunjin asintió aunque la lora no podía verla. -Está bien, señora.
Kazuha abrió los ojos ofendida. -¿Me llamaste señora?
-Usted me ha llamado niña desde que me habló por primera vez, supongo que usted es más grande que yo. Es una señora. -La conclusión había sido rápida e inocente, sin ninguna intenciones de ofender
Para cuándo Eunchae llegó -esta vez sin pasar antes al consultorio de su padre para saber cómo estaba Yunjin- fue demasiado extraño encontrar a la pequeña gata negra maullandole a Kazuha como si quisiera comunicarle algo, a unos metros de la jaula ya que Kazuha había volcado su trasto con agua alrededor de toda la jaula con la intención de que Yunjin no se acercara a ella.
-¿Yunjin? ¿Qué haces afuera? -Yunjin corrió hacia Eunchae como si no la hubiera visto en años y la humana dejó mimos debajo de las orejas de esta haciéndola ronronear.
Kazuha vió la escena dejando salir un suspiro agotador. Ver a Eunchae le aseguraba que cuidaría a esa pequeña bestia para que no intentara comérsela el resto del día.
Eunchae llevó a su gata a su habitación y cerró la puerta para que no pudiera salir, luego regresó hasta donde Kazuha y relleno su trasto de agua para luego secar donde el agua había hecho estragos.
-¿Qué pasa contigo, Zuha? No eres tan descuidada para tirar tu comida o tú agua -Musitó confundida la chica. Kazuha hizo soniditos irreconocibles pero que sonaba tierno intentando comunicarse con Eunchae. Solo por eso la pelinegra ya no siguió investigando. -Ten cuidado por favor, ahora iré a hacer la tarea.
Y regresó a la habitación con Yunjin, le dejó un trasto con agua y algunas croquetas remojadas en ella y se tiró en su cama junto a su libro de filosofía lista para una tarde de estudios. Pero para Yunjin era una invitación a dormir así que se subió a la cama se acomodó sobre la espalda de Eunchae quién estaba recostada boca abajo leyendo, la Hong sólo rió y siguió leyendo.
꒰ kiki's note : actualización de esta pq hoy vi a mi lorita otra vez y mi gatita reaccionó súper raro JAJAJAJA
este fic está basado en mi gatita y mi lorita!! ^^
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