11. consecuencias
secundarias.

            KEN SONRIÓ MIENTRAS QUE CON EL BOLÍGRAFO ESCRIBÍA EL NOMBRE DE LA FANÁTICA. si se sinceraba consigo mismo, había perdido ya la cuenta de las personas que había atendido ya durante ese día, pero por la hora podía asumir con certeza que no quedaban muchas ya.  los labios de esta admiradora se movían mientras hablaba, pero a él no le importaba realmente lo que comentaba, o al menos no hasta que dijo:

            ─realmente me gustó esta novela. . . se siente casi incandescente, como si estuviese describiendo la experiencia personal de alguien. ─ken se congeló en su sitio al oír aquello─. podría releerlo, una y otra vez, y cada vez acabaría con una percepción diferente. y algunas de esas percepciones son tan mórbidas y tristes que se sienten extrañas de considerar viniendo de mí. . . ¡pero gracias por escribir este libro, kaneki-sensei! ─una risa salió de sus labios y una sonrisa se curvó luego por parte del mayor. su cabello grisáceo caía sobre sus cejas y las hebras más gruesas de este se movían cuando, ocasionalmente, el aire acondicionado lo golpeaba. en comparación a antes, ya era todo un adulto. uno guapo y bien parecido.

            ─no, gracias a ti. por leerlo. ─su voz es estable y profunda. sonrió de nuevo con la misma sonrisa de hace un momento a la siguiente persona.

la chica no era rikako. ni siquiera un poco le recordaba a rikako.
eso no evitó que su pecho se encogiera con la vehemencia que solo ella traía.
sus pensamientos viajaron a lugares que su corazón dejó encerrados.

ese era su castigo por vivir así.

[ por favor, vuelve. como una sombra, como un sueño. ]

FIN ?