Christopher miraba maravillado las estrellas brillantes en el cielo, pensando en los bellos ojos de Minho, en como centellaban, igual que aquellas estrellas en el espacio.

"¿En quién piensas, Chris?" uno de sus compañeros de cuarto llegó a él. El alfa se sonrojó, y miró nervioso a Minjun. "¿Es en ese omega del que me cuentas todos los días?"

"Sí, incluso en la lejanía, él sigue presente en mi día a día." Christopher sonrió sonrojado por sus palabras, y nuevamente miró al cielo.

"Debe de ser muy lindo, ¿no?." Minjun se acomodo a su lado, y lo miró. "Mi omega también espera en casa. Teníamos pensado casarnos en unos meses, pero entonces me llegó la notificación del servicio militar, y nuestros planes cambiaron."

"Él aún no es mi omega, pero desearía tanto que lo fuera~"

"Nosotros nos conocimos desde pequeños, y desde entonces, le prometí que cuando creciera, sería su alfa."

"Yo lo conocí cuando apenas era un adolescente de 15 años. Era tan lindo y chiquito. Su carita de bebé, su dulce olor..."

"¿Nunca le has preguntado si tú también le gustas?"

Christopher suspiró, y volteó a mirarlo. "Yo.., nunca lo hice. Cómo dije, lo conocí cuando era un niño. Apenas empezaba a vivir, y yo ya iba a la universidad. Él merecía conocer a nuevas personas, salir a divertirse. Cómo lo hace un adolescente. Yo solo hubiera sido una barrera en ese entonces. Cuando entró a la universidad, él debía de centrarse en sus estudios, en sus sueños, y no quise asfixiarlo con cosas del amor..."

"Lo quieres mucho." afirmó el mayor. "Mi madre solía decir que cuando amas a alguien, pones su bienestar y felicidad por encima de la tuya propia. Siempre que hablas de él, tus ojos brillan en admiración y amor. Incluso te has preocupado por él en cosas que no te tendrían que importar. Eres una maravillosa persona, Christopher. Si ese omega es tan bueno como dices, harían una hermosa pareja." el alfa palmeó su espalda, y salió de ahí.

Mientras tanto, Christopher sacaba la pequeña hoja del bolsillo interno de su uniforme. El rostro de Minho estaba en esta. Lo había dibujado su primer día en aquel lugar. Lo extrañaba tanto, a pesar de que solo habían pasado 3 meses desde la última vez que lo vió.

꒰⏳꒱

El castaño iba corriendo de un lugar al otro con varios folders en su mano. Buscando a sus compañeros para entregarles el guión que su profesor les había asignado.

Pronto sería su primera actuación para un público, y aunque solo fuera para sus demás compañeros, no importaba. Le podría mucho ánimo, y esfuerzo.

"Minho."

El omega volteó ante el llamado, y un alfa pelinegro y de atractivos rasgos se acercaba a él.

"Hyunjin hyung." dijo sorprendido.

No veía al mayor desde que se graduaron del colegio, y su plan de cortejo no había funcionado. Ambos habían quedado como amigos, y se separaron al tener estudios diferentes.

"¿Cómo has estado, Minho?"

"Muy bien, hyung, dando lo mejor. ¿Y usted?"

"Igual. Solo un poco cansado por los trabajos y eso." sonrió nervioso, y jugó con sus dedos. "¿Te gustaría salir a tomar un café más tarde?"

"Claro, solo tengo que terminar este ensayo, y estaré libre."

Hyunjin asintió, y se sentó en uno de los bancos del teatro, mirando como el omega ayudaba a sus compañeros, y pronto empezaron a ensayar.

Tiempo más tarde, Minho se despedía de sus compañeros y dirigía a él con sus cosas ya en manos.

"Ya podemos irnos, hyung."

El pelinegro lo esperó, y abrió la puerta para que saliera primero el omega, saliendo detrás de él, y cerrando a sus espaldas.

"Hay una cafetería muy buena a unos minutos de aquí. Sé que te gustará."

"Me parece bien." respondió con una sonrisa, siguiendo al mayor.

꒰⏳꒱

"Entonces, ¿cómo has estado todo este tiempo?"

Cuando llegaron al lugar, el alfa fue a hacer sus pedidos, y se sentó frente a Minho, esperando una respuesta por parte de este.

"He estado bien. Cómo ves, estoy siguiendo mis sueños." le agradeció a la señorita por su café, y empezó a beber de este, mirando al alfa curioso. "¿Y usted? Hace mucho que no nos hemos visto. ¿Ha sucedido algo interesante en su vida?"

Hyunjin soltó una risita y negó, bebiendo también de su café. "Solo trabajos, exámenes, prácticas, y luego más trabajos." suspiró, mirándolo son una sonrisita. "¿Y en el amor?, ¿cómo te ha ido?"

Minho se atoró con su bebida, y se puso nervioso.

"Pu-pues..."

"Tranquilo, no tienes que responderlo obligatoriamente." Hyunjin le acercó una servilleta, y Minho se lo agradeció. "En mi caso, no me ha ido nada bien. La primera, y única pareja que tuve, dijo que era demasiado joven como para tomar la vida en serio." gruño, frunciendo el entrecejo. "Ella solo era mi mayor por dos años, y aún así creía que era demasiado inmaduro."

El omega escuchaba curioso todo lo que el mayor le contaba. Haciendo todo tipo de expresiones cuando algo lo impresionaba o causaba gracia. Incluso soltó una exclamación cuando le dijo que había ido a Estados Unidos por una beca de seis meses.

Le preguntó cómo era salir fuera del país, y si la gente en América era amable y graciosa como en las películas se mostraba. También le contó que sus padres le habían dado un hermanito hace un año, añadiendo que no podía creer que sus padres aún fueran lo suficientemente jóvenes y activos como para poder crear un Hwang más. Minho rió, y también le contó cosas de su vida. Lo que hacía cuando salía de la universidad, y tenía tiempo libre. O lo ajetreado que estuvo en su primer siglo. Los dos se divirtieron con muchas anécdotas de cada uno, hasta que el alfa dijo algo que congeló la sangre de Minho.

"Te has vuelto aún mas hermoso desde la última vez que te vi."

Minho escondió un poco de cabello detrás de su oreja nervioso, mirando a cualquier parte menos al alfa.

"Gr-gracias, hyung. Con esto se nace." intentó aligerar el lugar, bebiendo más café. "Usted también ha cambiado mucho."

El alfa asintió, orgulloso de su cambio.

"Así es. Crecí un poco más, y me volví mucho más guapo." bromeó, lanzando un beso al aire. "Mis padres me pusieron empeño."

Los dos soltaron una risa, y siguieron con su amena conversación. Hasta que llegó la hora de despedirse, y acordaron verse pronto.

Cuando Minho iba en camino a su casa, pasó por el parque en el que solía encontrarse con Christopher para sus salidas. Sonrió nostálgico, y tocó su pecho, recordando todos los momentos que vivieron ahí.

"Prometo esperarlo, hyung. Solo no se tarde demasiado." pidió en un susurro, mirando el cielo estrellado.