꒰six꒱
"What a feeling to be right here beside you now"
Los siguientes tres días fueron unos días muy buenos para ambos. Al parecer haber pasado todo ese domingo juntos les ayudó bastante, ahora Minho se interesaba más por el trabajo o las cosas que hacia el alfa y Christopher cada vez más disfrutaba de la compañía del omega y amaba escucharlo contar todas sus historias. Ambos ya se estaban acostumbrando a tener el olor del otro regado por toda la casa, los hacía sentir bien
El lunes, el rizado pensó que iba a ser incómodo verse con el omega debido a los cerca que estuvieron de besarse en el balcón. Pero fue todo lo contrario. Antes de irse al trabajo vio a Minho llegar de su rutina mañanera y pudieron conversar unos cinco minutos. Ese mismo día, en la noche se sorprendió al ver que el omega decidió esperarlo para que cenaran juntos.
El martes no se vieron en todo el día. No hasta que el alfa regreso del trabajo y se encontró con un Minho en un saco que le quedaba hasta más abajo de la mitad de los muslos y de puntitas pintando notas musicales en la pared de su "habitación musical". Para el alfa fue una escena muy tierna cuando entró en la habitación, y también se quedó maravillado al ver por primera vez el cuerpo de Minho sin tanta ropa encima. Ese día el olor de Christopher era más fuerte que antes y el omega interno de Minho se removió ante la sensación que éste le producía.
El miércoles, Minho se dedicó al jardín por unas horas y luego fue a tocar algunas melodías en su preciado piano. Fue un día bastante relajante para el omega. Christopher por su parte, conoció un nuevo compañero en el trabajo. Un alfa, australiano, rubio y bastante ruidoso. Al alfa le agradó desde el principio, pero no estaba acostumbrado a estar rodeado de personas tan alegres y ruidosas, por lo que al final del día estaba muy estresado y sólo buscaba la tranquilidad de su casa. Al llegar a ésta se encontró con Minho tumbado en el sofá de la sala, soltando ruidosas carcajadas mientras veía un programa de televisión, Christopher se unió a él y por alguna razón el sonido de la risa del omega y su olor hicieron esfumar cualquier rastro de estrés.
Ahora, era jueves y Minho había quedado con su hermana, Miyeon, en salir a almorzar y comprar algunas cosas que el omega necesitaba para terminar algunos detalles de su habitación. Mientras estaban por irse cada uno a sus casas, la beta recibió una llamada de su madre para que comprara algunas cosas en el supermercado, Minho por supuesto la acompañó. Al estar en el supermercado, Minho pensó que sería agradable llevar helado para él y Christopher como postre de la cena, por lo que tomó dos botes de helado y se dirigió a pagarlos.
Esperaba que a Christopher le gustara el helado, y también esperaba que el alfa tuviera ganas de pasar tiempo con él.
Al llegar a casa, se sorprendió al ver el auto de Christopher afuera, aún era un poco temprano, pero igual no pudo evitar sonreír un poco.
Abrió la puerta y la primera persona que lo recibió fue Yong-sun, con una gran sonrisa, como siempre.
"¡Joven! ¿Cómo le fue con su hermana?" preguntó ayudándole a Minho con las bolsas que traía.
"Muy bien, gracias por preguntar." Al cerrar la puerta no pudo evitar respirar profundo para sentir el olor del alfa.
"El joven Christopher está en la sala, con su mejor amigo." dijo Yong-sun antes de entrar a la cocina.
Minho se dirigió a la sala, y tal como lo había dicho la omega, allí estaba Christopher, con uno de sus muchos trajes que utilizaba para el trabajo. Pero no estaba sólo. A su lado estaba otro alfa, con unos ojos pequeños y rasgados y unas pestañas que larguísimas que los decoraban. El rostro de éste era un espectáculo, Minho nunca había visto un alfa tan hermoso y con una cara tan bien hecha.
"Minho." dijo Christopher llamando su atención. "Por fin llegas."
"Eh, s-si. Estaba con Miyeon." sonrió tímidamente. Por alguna razón la presencia de ambos alfas lo estaba haciendo sentir intimidado. Nunca se había sentido así con Christopher, pero ahora lo estaba.
"Bien." se quedaron mirándose por un rato hasta que el amigo del rizado se aclaró la garganta tratando de llamar la atención de ambos. "Oh, se me olvidaba. Minho, él es mi mejor amigo, Hyunjin. Hyunjin él es Minho."
"Así que tu eres Minho." dijo el otro alfa poniéndose de pie para apretar la mano de Minho. "Un placer conocerte al fin."
"Oh, igualmente." dijo simplemente y ahora se sentía más nervioso que hace un rato. "¿Interrumpí algo?"
"Para, nada. Hyunjin quería venir a conocer la casa y pensé en que traerlo sería buena idea. No te molesta, ¿verdad?"
"No, no. Ésta también es tu casa, Christopher." ambos se sonrieron y el omega de Minho cada vez estaba más inquieto. "Eh... yo los dejo que sigan haciendo lo que hacían. Fue un placer conocerte, hem..." Minho se quedó mirando al alfa sin poder recordar su nombre.
"Hyunjin." dijo el alfa con una sonrisa.
"Eso, sí, Hyunjn. Fue un placer." empezó a caminar hacia las escaleras. "Estaré en la habitación musical, por si me necesitas." le dijo a Harry antes de desaparecer de la vista de ambos alfas.
Al llegar a dicha habitación cerró la puerta y soltó un largo suspiro. No recordaba la última vez que se sintió así de intimidado, pero odiaba sentirse así.
Luego de lo que parecieron horas para Minho, Hyunjin por fin se fue de la casa y Christopher no dudó en subir a ver que hacía el omega.
"¿Puedo pasar?" dijo sonriendo, mostrando uno de sus hoyuelos.
"No tienes que preguntar." respondió el omega sonriéndole igual.
"Y... ¿Cómo fue todo con tu hermana?"
"Oh, bien. Ya sabes, nada fuera de lo normal." Christopher le sonrió de nuevo y tomó asiento en la silla del piano. "¿Ya se fue tu amigo?"
"Sip." respondió haciendo sonar la p al final. "¿Te agradó?"
"Si, me pareció simpático... y es muy guapo, también."
"Oh." Christopher sintió algo en el estómago, pero decidió ignorarlo. "Bien, si. Eh... Hyunjin es un alfa apuesto."
"Bastante apuesto." dijo Minho en voz baja. "Y a ti, ¿Cómo te fue en el trabajo?"
"Bien, ya estoy aprendiendo a convivir con mi compañero ruidoso."
"Me gustaría conocerlo, seguro es muy alegre. Me gustan las personas alegres."
"Bueno, tal vez algún día te lo presente." se sonrieron.
Luego de un rato, bajaron a cenar y Minho le ofreció del helado que le había comprado a Christopher.
Conversaron por mucho tiempo mientras ambos comían el postre, y por alguna razón, Minho estaba encantado viendo el movimiento de los labios de Christopher al hablar y tampoco podía evitar mirar cuando el alfa se llevaba la cuchara a su boca para probar el helado.
"¿Qué tanto le ves a mis labios, Minho?" dijo Christopher al notar la mirado del omega.
"Oh, es sólo que se me hacen bonitos."
"Eres la primera persona que halaga mis labios." sonrió y miro a los ojos al omega. "Gracias."
Después de acabar sus helados, Minho se paró para irse a dormir.
"Gracias por el helado, Minho."
"No hay de que. Gracias a ti por aguantar todas mis historias."
"Oh, no agradezcas. Me gusta pasar tiempo contigo, se siente bien."
"Bien... así que, buenas noches." dijo el omega, pero antes de ir hacía su habitación le dio un rápido beso en la mejilla derecha a Christopher, el cual lo tomó por sorpresa. "Descansa, Christopher."
"Igual tú." respondió Christopher aún sorprendido por la acción del omega.
Esa noche Christopher se fue a dormir con una gran sonrisa y Minho sentía que el corazón se le iba a salir del pecho.
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