Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

duo

————————————————————————

𝗱 𝘂 𝗼

「𝖽𝗈𝗇𝖽𝖾 𝗅𝗈𝗎𝗂𝗌 𝗒 𝗁𝖺𝗋𝗋𝗒 𝖺𝗉𝗋𝖾𝗇𝖽𝖾𝗇 𝖺 𝗍𝗋𝖺𝖻𝖺𝗃𝖺𝗋 𝗃𝗎𝗇𝗍𝗈𝗌 」

˚ · • . ° . L

El construyó un nido.

Joder. Louis le hizo un nido a Harry y al omega le había gustado.

El castaño había pasado horas intentando crearlo, pero nunca parecía ser lo suficientemente bueno. Siempre había un cojín fuera de lugar, una superficie que no parecía tan cómoda o mullida para la seguridad de Harry y sus hijas, un peldaño de ropa desubicado o algo que no estaba doblado en perfección.

«más, más, más». Su lobo seguía susurrando al fondo de su cabeza. Un evento extraño por decir lo menos, pues Louis no recuerda haberlo escuchado antes; no antes de ser abandonado y empezar a escuchar la autocritica constante.

Incluso, el podría jurar que todo eso de los lobos había quedado atrás hace décadas, si no fuese porque bueno... Harry se había convertido a si mismo y a sus hijas en animales hace apenas unos pocos días. En frente de él.

Sin embargo, pese a ser tan desconocido decide escucharlo. Pues parece moverse por cuenta propia como un impulso que sale de la sangre. No se siente como algo separado o como una segunda voz, algo más como una extensión de él.

Una que, en partes, finalmente puede relucir. Y es extraño, porque entre más caso le hace más fuerte se siente.

Y no como fuerza física, no, no. Más como una voluntad creciente. Cómo el nido, ese nido, el nido de Harry, este omega hermoso que es madre de sus hijas y el —idiota, idiota, idiota Louis molesto tanto que ahora no está.... El nido es importante.

Y por alguna razón es todo lo que puede pensar.

«necesita ser más cómodo, mas grande. solo lo mejor para omega y las cachorras. Necesitamos más, alfa. omega necesita más.»

— Esto no va a funcionar, maldición. — y casi sin darse cuenta, minutos después y tras un viaje exprés a tiendas departamentales había regresado con los brazos llenos de más almohadas, cobijas y mantas. Las mejores, las más suaves y más grandes.

Ni siquiera se detuvo a cuestionarse por que  razón Harry querría estar en un nido que oliese como el. No sé detuvo a pensar porque el alfa le insistió en marcar con su olor aquellos productos antes de colocarlos.

Y así, cuando el nido tiene forma de fuerte y una extensión que abarca la mitad de su sala. Sonríe.

En comparación, ir a buscar a Harry es más difícil. ¿Decirle que le ha hecho un nido? Imposible. Su pulso se acelera, sus mejillas amenazan con sonrojarse y su lobo solo quiere esconder el hocico.  Termina por decir que debe mostrárselo en lugar de decirle.

Eso solo aumenta sus nervios.
Acercarse al departamento es tortura. Todo su cuerpo hierve en duda y cuando suben por el ascensor controlar sus feromonas asustadizas es cada vez más doloroso.

Está nervioso.

Louis no recuerda la última vez que estuvo tan nervioso.

Pero cuando entran y Harry finalmente lo ve, y el llora de lo mucho que le ha gustado... Entonces puede respirar.

Nunca nadie le hizo un nido a Harry, el dijo. Y pensar en eso provoca dos reacciones en el. Es un coraje inminente que nace en su pecho pues el sabe que los omegas necesitan un nido en su gestación; no tenerlo es físicamente doloroso para ellos y solo tener en mente la idea de lo que Harry tuvo que haber pasado solo le retuerce el alma. Pero también está la parte de que ese nido, su nido, es el primero que tiene.

Su alfa infla el pecho con orgullo murmurando un «mi nido, primero y único, alfa. nadie más»

Louis decide ignorar ese pensamiento.

Por el contrario, se dedica a perderse a cada segundo en la imagen que permanece frente a él.

Harry había estado tan tranquilo en el calor de su nido que simplemente cayó dormido. Acurrucándose cada vez un poco más cerca hasta que su cuerpo se enredo con el de Louis. Su cabeza descansa sobre el muslo de Louis, enredando uno de sus brazos para atraparlo cerca mientras que con el otro rodea a sus hijas.

Adora y Darcy permanecen hechas bolita acercándose a su madre, colgándose de su pecho y descansando con la misma tranquilidad.

Y aunque la noche comienza a caer enfriando con ello el departamento, ellos no tienen frío ni deben cubrirse con alguna manta extra. Pues Louis lo ha construido bien y no hay corrientes de aire que molesten, y su piel de alfa, caliente, logra proporcionarles todo el calor que necesitan.

Louis podría ronronear ante ello.

Los rizos de Harry caen sobre su frente, cubriendo sus ojos. Pero sus labios permanecen entreabiertos, rojos y gorditos dándole una apariencia casi angelical.

Su pecho sube y baja en una pausada respiración y Louis no puede hacer más que perderse en cada detalle de su rostro, sin siquiera pensarlo.

Descubre a la distancia que tiene una cicatriz pequeñita bajo su mentón, y un par de lunares que se reparten por su rostro. Sus pestañas son largas y como tiene algunos granitos en tonos rojizos esparcidos en su piel.

Tan bonito, que en algún momento Louis encuentra el valor de acariciar su cabello, jugando con sus rizos y más tarde atreviéndose a masajear con delicadeza su cuero cabelludo. A Harry parece gustarle pues solo reacciona entre sueños para acercarse un poco más.

Por esos instantes, todo se siente correcto. Cómo si todas las piezas encajaran y no existiese nada más por resolver. Nada más.

No sabe cuándo tiempo pasa observándolos, su pequeña familia que un parpadeó tuvo que crecer.  Pero luego Harry parece tener intención de despertar, se estira un poco sin llegar a lucir incómodo y luego restriega su mejilla sobre el muslo de Louis intentando quedar más cerca, abriendo sus ojos con lentitud.

— Bienvenido, Omega.

Las palabras salen de el sin siquiera pensarlo.

— Alfa. — Harry parece ronronear. Se queda así unos segundos, aún disfrutando de las caricias sobre su cabello.

Entonces parece darse cuenta de toda la situación, abre en demasía sus ojos para intentar levantarse sin molestar a sus hijas.

— ¡Lo siento Louis! Oh dios... — intenta sacar su brazo enredado en la pierna de Louis. — uh-uh entumecido, entumecido. — saca su brazo con una mueca de dolor, y aunque sus hijas recienten la repentina lejanía de su madre, Harry muestra una gran preocupación en sus ojos al mirar a Louis, tan asustado de haber caído sobre el al dormir. — yo sé en qué momento me dormí, estaba tan cómodo y yo... Lo siento por atraparte así. Soy un poco pegajoso.

— Harry está bien. Es tu nido. Se supone que puedes descansar, para eso es. No pidas perdón por eso.

— Oh. Lo siento. Soy nuevo en esto de los nidos.

— Yo también — el dice. Y comparten una sonrisa. Tímida, una que apenas nace y que sin embargo guardan entre ellos.

— Igual lamento atraparte así.

Louis niega.

— De haberme molestado me habría movido, cariño. — las mejillas de Harry se coloran un poco y entonces desvía su mirada. Nervioso, jugando con sus dedos mientras intenta contener una sonrisa apretada.

Pero tal vez Louis se da cuenta que no está listo para romper por completo aquel momento que tan especial le hizo sentir.

Así que no sabe de dónde sale la valentía para usar sus siguientes palabras.

— Además — mira hacia el gran ventanal de su sala, y como se ha empañado un poco a causa de las bajas temperaturas. La lluvia cayendo fuera. — Es una noche fría. Puedo traerte más sábanas si gustas, pero nada se compara al calor de la piel alfa.

Ambos se ríen, tal vez demasiado fuerte y Harry debe tapar su risa con su mano.

Pero como el frío hiela su piel, erizándola en aquellos lugares donde su ropa no es suficiente, es evidente. Una serie de escalofríos sacude a Harry al sentir el cambio de temperatura y con el sonrojo negándose a desaparecer mira a Louis. Dudoso de acercarse o no.

— Vamos, ven aquí. — sonríe. Paréntesis se marcan alrededor de sus labios y sus ojos se vuelven tan pequeños que el azul desaparece.

Entonces parece que algo se derrite en el pecho de Harry y entonces gatea con cuidado, adorando la suave superficie que permanece bajo el a cada movimiento, hasta posicionarse entre las piernas de Louis.

Mirar directo a los ojos a Harry por tanto tiempo en un intento de darle seguridad es intenso. Y es que se ve tan hermoso, con los rizos despeinados y el rosado cubriendo su rostro que Louis sólo puede sentir la antesala de lo que será sentirlo entre sus brazos.

Harry sonríe, tímido. Rompe el contacto visual para darse vuelta y acomodarse. Así si espalda queda sobre el pecho de Louis, logrando esconder su cabeza en el hueco de su cuello. Y Louis rodea el pecho de Harry sintiéndole más cerca.

En algún momento sus bebés parecen moverse para arrastrarse hasta estar mas cerca de ellos y recibir su calor, y es entonces que todo embona.

Si Louis puede sentir al omega inhalando fuerte en su glándula de olor, frotando con dulzura su nariz contra su cuello, decide entonces que no tiene porqué decir algo.

Estar así es lo más cerca del cielo que alguna vez estará. Y su corazón se siente lleno, completo. Sumido en un estado de tranquilidad que casi lo hace recordar a su hogar. Incluso se permite frotar su nariz contra los rizos esponjosos, y si bien no puede percibir su esencia, el olor de su shampoo es igual de agradable.

— ¿Louis? — Harry juega con sus dedos sobre su regazo.

— ¿Si? — el se inclina un poco. Apenas lo suficiente para poder verlo de frente sin romper su abrazo.

— Yo no... No fui un niño irresponsable jugando a ser adulto. ¿está bien? Se que piensas que si y todos lo hacen porque tenía 17 cuando quede embarazado. Pero tenía diecisiete y no sabía que era omega.

— Harry... No tienes que contarme. No me debes ninguna explicación. Al contrario , creo que te debo muchas disculpas por opinar sobre un tema que no me corresponde.

— Lo sé, lo sé. Pero quiero hacerlo. ¿Puedo? — pregunta con temor, Louis asiente y no sabe porque, pero se encarga de enlazar sus manos en un intento de calmarlo. — Yo si termine mi preparatoria. Estaba adelantado porque quería entrar a un programa de ciencias con una beca a la excelencia. Incluso hice los trámites a la universidad.
Pero ¿Has notado como las designaciones alfa/omega son una minoría hoy en día? La prevalencia beta es de 1:300, y tiende a concentrarse en unos pocos linajes. Es decir, ¿Cuántos compañeros alfas, además de ti, hay en tu trabajo?

Louis parece pensar un poco en ello. El lleva registros sobre eso y solo tiene, bueno. Tal vez su jefe y el. ¡Oh! Y la vicepresidente del sector de comunicaciones y el jefe de seguridad.

— Tres.

— ¿Y no has notado como la tolerancia de los betas hacia nuestra existencia es cada vez menor? No ven algo más que betas, así cuando hay un alfa o un omega es algo tan extraño y cargan consigo con una larga lista de prejuicios. — Louis piensa en todos los comentarios que recibe de sus colegas, de esos estándares inalcanzables que tienen sobre el y el daño que eso le ha hecho — Es un fenómeno social con un antecedente biológico. Ya nadie se transforma, los alfas que existen reprimen su naturaleza y las omegas ignoran su naturaleza y los omegas —omegas como yo, hombres... Son un accidente.

También piensa en él, y como parece nunca haber escuchado a sus instintos. Piensa en Danielle y como odio siempre cada parte de lo que su designación involucró.

— Harry, no te veas de esa manera — quiere intervenir.

— No. — le interrumpe. — Biológicamente lo es. ¿Creo que hay como diez registros en todo el mundo de omegas varones? Lo sé. Eso es lo que quería estudiar. Estaba aplicando a una licenciatura de biología lobuna porque siempre me pareció fascinante. De ese tipo de cosas a las que te sientes atraído sin saber porque, y esa es la razón también por la que se como transformar a las niñas.

Louis asiente, solo para que sepa que lo está escuchando. Y entonces aprieta su mano dando caricias con su pulgar.

Por un segundo Louis se permite maravillarse como sus manos encajan tan bien, y como su piel se siente tan suave ante su toque.

— Pero aunque mi mamá es omega y mi hermana es alfa. Yo tenía diecisiete, Louis. Y no me había presentado cuando se supone que es algo que sucede entre los once y los quince. Y es decir, mírame. No me veo como un omega.... Soy demasiado grande.
Así que tuve sexo sin protección con alguien de confianza, un compañero alfa del programa, porque se supone que yo era un beta. El estaba limpio y yo no tenía una vida sexual activa antes de eso. Después... Meses después me enferme. Excepto que no estaba enfermo, solo eran los síntomas del primer trimestre.
Cuándo le dije, bueno, el manifestó muy claramente su desagrado hacia los omegas. Luego hizo que me sacarán del programa y una cosa llevo a otra y cancelaron mi beca para la universidad... Pero no importaba porque ya había decidido continuar con mi embarazo. Y tal vez no muchos estuvieron de acuerdo con mi elección, pero fue mi decisión a fin de cuentas — el acaricia con dulzura la mejilla de Adora. Y luego pasa sus dedos sobre su abdomen, tal vez recordando lo que fue. — Y me gusta ser omega. Me gusta mucho. Aún así la manera en la que me di cuenta no fue la mejor.

— Gracias por contarme Harry. — el dice, comenzando a acariciar su cabello nuevamente. Harry se acurruca un poco más cerca de el. — Y si estamos en eso, yo tampoco fui muy responsable. Es decir, estaba casado y todo eso pero tener a Darcy fue un accidente. Danielle no quería tener bebés, ahora lo sé, y aunque ella nunca me dijo yo tampoco me di cuenta. Después ella solo continúo con eso porque ya era demasiado tarde para decidir y se fue apenas nació. No puedo culparla...

— No fue tu culpa tampoco, alfa — Harry dice.

— En eso, entonces, creo que somos iguales. — el dice. — Aún si los problemas que yo tengo son nada como los tuyos pero creo que podemos resolverlos juntos. No quiero que te preocupes por nada más, nunca. Quiero cuidarte, encargarme de ti y de nuestras cachorras.

— Louis no puedo dejarte hacer eso...

— Insisto. Quiero hacerlo, y no te digo que dejes de trabajar o mucho menos, puedes hacer lo que quieras. Pero me gustaría que guardes eso para ti, para tu familia. Por favor, ¿me dejarías cuidar de ustedes, omega?

Harry sonríe, muestra todos sus dientes y un par de hoyuelos se dibujan en sus mejillas. Tan pronto como el sonrojo aparece de nuevo el intenta esconderse en el cuello de Louis.

— Creo que si me gustaría eso — admite con nervios en su voz — Pero tenemos que hablar y establecer algunos acuerdos. Si vamos a criarlas juntos.

— Estoy de acuerdo con eso. Hay que dejarlas dormir en su habitación, compraré un segundo cunero para Darcy y pondremos ahí lo que quieras pero creo que es buen momento para comenzar con esa sana separación.

— Bien. Pero no más fórmula, voy a amamantarlas. Y creo que hasta que edad se corta la lactancia es algo que depende enteramente de bebé y mamá. Así que nada de quejarse si ellas tiene dos años y aún comen de mi leche. Y si necesitan alguna dosis en la noche las levantare de su cunero. No puedo dejarlas ahí sabiendo que tienen hambre.

— De acuerdo. Pero si las levantas de los cuneros por favor no apagues los monitores.

— Hecho.

— Te pondré una silla mecedora ahí para que les des de comer. ¿Te gustaría? — el Omega asiente emocionando.

— ¿Podemos dormir en el nido algunas veces?

— Creo que a nadie le haría daño eso. Te haré un nido más pequeño en su habitación, solo por si acaso. — hace una pausa. Pasa si lengua sobre sus labios para disimular su emoción y entonces habla de nuevo —  Citas para el doctor, fiestas de cumpleaños,  encontrar escuelas, todo eso. Tomaremos las decisiones juntos ¿está bien?

— ¿Escuela? Oh dios. En serio estamos haciendo esto, no se porque siento que es un acuerdo que durará apenas unos meses. — Louis comienza a negar apenas lo menciona.

— No. Juego a largo plazo. Aún si no nos conocemos de mucho; somos... familia. Y se siente bien tenerte cerca. — confiesa.

— Siento, uh- siento lo mismo también, Lou. Y me gusta tener con quien hablar de todo esto, repartir el peso.

— Seremos buenos padres, tu y yo. Lo prometo.

— Voy a creer en eso.

— Apuesta en mi, bebé. — Louis dice divertido, en un tono demasiado exagerado que hace a Harry reír en una carcajada.

— No hables así, por favor. Vas a traumar a nuestras hijas — dice aún con rastros de su sonrisa.

Y se envuelven en un silencio, sabiendo que por el momento, no hay más que decir. Sus respiraciones se regulan y Louis puede sentir contra su ser los rápidos latidos de Harry.

— ¿Lou?

El sonríe con el apodo, una extraña sensación surgiendo en su espina dorsal.

— ¿Si, Hazza?

— Ya dejo de llover, pero ¿puedo quedarme aquí un poco más? — se encoge entre los brazos del alfa. Louis sólo puede apretarlo contra si un poco más fuerte.

Aprovecha la valentía que su alfa le hace sentir todo ese día pues no sabe cuándo las volverá a surgir. Sonríe con el pecho alzado en orgullo y entonces besa la frente del omega que descansa en sus brazos.

— ¿Por qué no te quedas toda la vida?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro