Había sido demasiado. Y había sucedido demasiado rápido. 

Su tarde juntos, cantar en el auto, intentar escapar, hundir el auto, y gritar.

Harry ni siquiera recuerda la mayoría de las cosas que han gritado. Sólo sabía que por alguna razón —más allá de lo sucedido— Louis estaba enojado.

" No debería de verse tan bien enojado. "

Pero gritaba cosas hirientes así que el respondía igual. Y en algún otro momento, caminando con la ropa empapada y la piel manchada de lodo, su discusión dejó de tener sentido.

— ¡Sucede, maldición, que tu me confundes! — el había confesado. — ¡Me tratas tan bien y dices que lo merezco todo pero al segundo que puedes me apartas sin siquiera intentarlo!

La situación resultaba tan ridícula que, esas palabras que llevaban atoradas días completos, perdieron su significado al ser pronunciadas en voz alta.

— ¡Ahora yo te confundo! ¡Si eres tu el que no ha dejado de lanzar esas jodidas miraditas! ¿Acaso todo es un juego para ti? ¡Verme, el auto, mi puta libreta!

— ¿De que libre....?

— ¡Sorpresa, Harold! La vida tiene consecuencias y esta es una de ellas. — el gritó, deteniéndose a mitad del camino y alzando los brazos con desesperación.

Acusando con sus señas, ganando color en el rostro.

Su voz, incluso, de había comenzado a poner ronca debido a la irritación de los gritos.

" No debería de verse tan bien " se repite.

Pero hay algo en su mirada que no reconoce.

— ¡Y no te atrevas a dejar caer esto sobre mi, no te atrevas pequeña mierda, porque te juro que no tienes ni idea de como es la vida haya afuera! ¡No me hagas mostrartela!

Harry ya no escucha.

Louis se había acercado con premura, y en apenas un parpadeo le había tomado por el cuello de su camisa, jalando con violencia hacia el.

Le cortaba ligeramente el aliento, y no sabe si la presión del agarre o tal vez la cercanía.

Sus rostros están cerca y Harry puede ver a detalle su piel tan perfecta, el azul de sus ojos, como sus pómulos resaltan... Y sus labios que asemejan tanto el color de la fresa.

Ambos respiran agitados. Y los rasgos faciales de Louis no se relajan.

" No debería de verse tan bien "

No cubierto de lodo, con las pupilas dilatadas y un puño amenazado su cuello.

Pero lo hace.

Harry mira sus ojos y después a sus labios una vez más.

" No debería de verse tan bien " piensa casi con dolor.

Pero lo hace, realmente lo hace.

Harry se relame los labios. Otro parpadeo y Louis lo está besando.

Había sucedido tan rápido, y no importaba. Porque nunca antes había sido besado de esa manera.

Cierra los ojos y ya no hay más confusión.

Porque es un poco brusca la manera en que sus labios se juntan y como Louis usa la otra mano para asegurar el agarre en su cuello y acercarlo un poco más. La barba de pocos días de Louis le hace cosquillas en cuanto Harry abre un poco más sus labios para profundizar sus beso.

Es brusco, es vivaz, y no quiere que termine.

Sus labios se separan pero su respiración no baja de frecuencia. Sin separarse demasiado sus ojos hacen contacto creando esa intensidad que ya parece conocida.

Harry jura en ese momento, que podría ver esos ojos el resto de su vida.

Sus frentes se juntan sin dejar de mirarse, y es tras unos segundos que finalmente sonríen. Es lento, apenas una curvatura progresiva que se convierte en una risa sonora.

Louis suelta su cuello pero Harry permanece reclinado, las manos del castaño viajan hacia el rostro del más alto, sosteniendo con dulzura sus mejillas y disfrutando del tacto electrificante que su piel genera.

Tal vez Louis debería estar aterrado por la incertidumbre que sin duda a esa situación le espera, pero en ese momento, con los labios hinchados y las risas llegando a sus oídos, todo parece seguro.

— Estamos cubiertos de lodo — Harry dice aún riendo.

— Si lo estamos.

— Y peleamos como una vieja pareja de hombres casados.

— Si lo hicimos.

— Y me besaste.

— Lo hice.

Harry muerde su labio, su piel cosquillea y el rubor sobre su rostro no parece disminuir.

— Hazlo otra vez.

Louis amplifica su sonrisa y cede a su petición juntando sus labios de nuevo, esta vez con lentitud.

Cada sensación vuelve a repetirse, y es como vivirlo en cámara lenta. No hay pensamientos que perturben su mente, solo existe el bienestar que ese beso le transmite.

Hay algo en su estómago que logra ebullir su piel.

" Un beso no debería de sentirse tan bien "

Pero lo hace. Todo eso que no se debería, parece tener sentido y ser correcto cuando se trata de Louis.

Se separan nuevamente y al ver sus ojos, con las líneas de expresión marcadas por la sonrisa, realmente le hace pensar en cada experiencia antes de esa, y como no parecen hacerle justicia.

Carajo, podría escribir mil canciones solo sobre el como se siente besarlo.

— Otra vez.

Louis frunce los labios intentando contener una sonrisa.

— ¿Eres insaciable, no es cierto? — Harry pasa sus brazos por detrás del cuello de Louis, sin temor de abrazarlo.

— Solo si eres tu.

Sonrien antes de besarse de nuevo.

Los siguientes minutos de la tarde transcurren de esa manera. Con miradas que se encuentran, besos que no terminan y caricias perdidas.

Ni siquiera hay una noción del tiempo, no hasta que el sol parece molestar al estar de pie en el mismo lugar y comienzan a caminar.

No dicen gran cosa.

Solo intercambian miradas cargadas de adoración.

No es hasta que Harry ve un pequeño lago cubierto por la vegetación de la zona que un atisbo de diversión aparece en sus ojos.

Corre sin dar aviso, jalando a Louis con el.
Alzan la voz entre carcajadas, intentando entender el repentino cambio de actitud. Pero no pasa mucho hasta que Harry logra provocar la caída de ambos hacia el lago.

Sonidos de sorpresa se escapan de su boca en cuanto caen al agua. Se siente frío, pero resulta agradable dada la temperatura del lugar.

Las mejillas le duelen de tanto reír, pero es ahí sin que nadie más exista, que pueden darse el tiempo de jugar en el agua y nadar como no pudieron hacerlo en la playa.

El lodo simplemente desaparece, y para cuando se juntan de nuevo buscando un proximo beso, hay gotas en su rostro y el cabello se ha vuelto rebelde.

Las camisas blancas de ambos se han pegado a su cuerpo revelando la piel debajo de ellas.

Se besan de nuevo, aún en medio de aquel pequeño lago. Y es entonces que sucede lo inevitable.

Louis ha pasado las manos a la cintura de Harry, manteniendo el agarre que es tan sencillo de perder por estar flotando en el agua. Pero ese tacto es suficiente para desencadenar una serie de reacciones que ni siquiera el frío puede revertir.

Sus labios se separan, apenas unos centímetros, pero no hay duda cuando Harry pronuncia sus palabras.

— Quiero más de ti, lo quiero todo.