Sheriff's Son
، ⌕ ' hijo del sheriff.
— ¡Auch! ¡Eso duele! — Avery se quejó cuando Blake había puesto el hielo en su frente para bajar la inflamación del moretón que tenía, Blake rodó los ojos suspirando.
— Necesito que te quedes quieta, o de otra forma solo te dolerá mas — Blake siguió sujetando el hielo sobre el moretón de Avery mientras esta se quejaba en voz baja — ¿Era necesario golpearlo con tu cabeza?
— Se lo tenía merecido.
— Lo sé niña linda — Blake quitó el hielo unos momentos dirigiendo sus azulados ojos a los de Avery — pero no creo que fuera la mejor idea.
— No me digas niña linda — Blake solamente sonrió un poco y volvió a poner el hielo sobre el moretón de Avery haciendo que esta brincara por el dolor.
— ¡Te dije que te quedes quieta!
...
Avery había cruzado en una calle tomando un atajo para ir a su casa más rápido, la castaña pasó frente a un callejón, antes de que siquiera tuviera tiempo de reaccionar, alguien con más fuerza que ella la había tirado de su bicicleta y la estaba arrastrando por el suelo hasta ese oscuro callejón.
— ¡Suéltame enfermo de mierda! — Avery comenzó a forcejear, cosa que fue inútil.
Fue tomada por el cuello de su camiseta y fue apoyada contra la pared de ladrillos con mucha fuerza, Avery gimoteo del dolor, ahora estaba frente a frente con su atacante.
— Ahora si no tienes oportunidad de escapar niña bonita — Avery entrecerró sus ojos y en medio de la oscuridad del lugar pudo ver quién era el que la tenía ahí.
— No vuelvas a llamarme niña bonita, estúpido — el chico al que Avery había golpeado por meterse con Griffin presionaba más a la espalda de Avery hacía la pared.
El chico miraba con enojo a Avery, se había quedado con las ganas de darle su "merecido" a la castaña desde ese lunes. Avery sentía un revoltijo en su estomago, solo quería irse.
— Ya no eres tan fuerte — Avery hizo una mueca de disgusto al oírle hablar de nuevo — voy a divertirme dándote tu merecido.
— Atrévete tan solo a ponerme una mano encima — Avery se acercó al rostro del chico penetrándole con sus ojos — y me las vas a pagar.
El chico solo soltó una larga carcajada como si de un buen chiste se tratará, Avery no entendía nada, pero aún así, estaba esperando el momento exacto para clavarle otra buena patada en la entrepierna. El contrario alzó su puño en el aire, estaba dispuesto a golpear a Avery, pero ella no bajó la mirada ni por un segundo, tenía miedo, si, pero no lo iba a demostrar.
— Suéltala, ahora.
En la entrada de ese callejón, estaba Blake, con un arma en la mano apuntando al chico, el cual solo rodó los ojos sin soltar a Avery, la cual intentaba adivinar quién era el otro chico que estaba ahí.
— No se pueden usar armas, Dixon — el chico solo bufó y apretó el cuello de la camiseta de Avery — ahora lárgate, este no es tu problema.
— Ser el hijo del sheriff tiene sus ventajas — Blake se encogió de hombros sin soltar el arma acercándose a ellos — ahora aléjate de ella si quieres seguir vivo para contarle al mundo lo bonita que es — Blake no estaba consciente de cómo había llamado a Avery, y Avery estaba muy ocupada intentando entender la situación como para siquiera pensar en eso.
Después de unos minutos, el chico simplemente rodó los ojos y bufo — Pff, como sea — el chico soltó a Avery y antes de que pudiera alejarse Avery le dio un cabezazo en la nariz, tanto el chico como Avery gimotearon del dolor, en la cabeza de Avery era una buena idea.
— Oye Gabe — Blake llamó al chico el cual se sujetaba la nariz mientras se quejaba del dolor — creo que tienes algo en la nariz — antes de que siquiera el otro pudiera responder, Blake tomó a Avery por el brazo suavemente y la sacó del lugar.
Una vez que estuvieron fuera de ahí, Blake la ayudó a levantar su bicicleta del suelo empezando a caminar juntos, a Avery ahora le salía un moretón en la frente, cosa que la hizo arrugar un poco la punta de su nariz en señal de disgusto por el dolor.
— Puedo cuidarme sola — Avery no había dicho ni una sola palabra desde que habían salido de ahí, pero escuchar la voz de Avery por primera vez para Blake fue como un sueño hecho realidad.
— Jamás dije que no pudieras hacerlo — Blake se encogió de hombros — solo te estaba ayudando.
Después de eso, ninguno de los dos dijo nada más, Blake no era de los que disfrutaba estar en silencio por mucho tiempo, pero por alguna razón el silencio que había entre él y Avery no le molestaba ni incomodaba.
...
— Y ya está — Blake terminó de pegar la bandita en brazo de Avery, Avery ni siquiera sonrió o hizo otra cosa más que mirar al ojiazul en silencio.
— Gracias — la castaña no esperó mucho y se levantó del asiento de la comisaria y emprendió marcha hasta la puerta, Blake se apresuró a seguirla dejando todo lo que estaba en el botiquín por fuera.
— ¡Hey! ¿A dónde vas? — Blake siguió los pasos de Avery hasta que esta se subió a su bici para irse.
— Ya te dije que dejes de seguirme — Avery acomodó las galletas que Maylea le había dado en el canasto de su bici.
— No te seguía.
...
— ¿Me estabas siguiendo? — la pregunta de Avery hizo que Blake se sonrojara levemente, pero para su suerte, Avery estaba tan concentrada en el cielo mientras caminaban que ni siquiera lo había notado.
— No te seguía — hizo una pequeña pausa para buscar una buena excusa — solo escuche unos gritos y fui a ver qué sucedía — Avery no dijo nada al respecto, y eso para Blake significaba que se había tragado su pequeña mentira.
Ambos adolescentes siguieron caminando en silencio, Avery no sabía porque se dejaba acompañar de ese chico, pero a simple vista no le había parecido un idiota como los demás, más aún así, no iba a bajar la guardia tan fácil.
— Deberíamos ir a curarte las heridas — Blake rompió el silencio entre ambos, Avery bajó su mirada del cielo para posarla sobre el chico, haciendo que una corriente eléctrica viajara por la espalda del chico.
— No — Avery negó con la cabeza, ya era bastante que estuviera hablando con un desconocido como para ir a quien sabe donde con él.
— Vamos, no seas terca — Blake se paró frente a Avery haciendo que esta se detuviera de golpe — hay que bajar la inflamación del moretón en tu frente.
La pequeña Beckmann no dijo nada, por su cabeza viajaban mil escenarios donde si iba con él, terminaría muerta en una zanja, pero, por otro lado, una pequeña voz en el fondo de su cabeza le decía, ve con él.
— Si quisiera hacerte daño, ya lo hubiera hecho — Blake parecía haber leído la mente de la chica — tengo un arma y no la he usado, y hemos estado solos todo este tiempo.
Avery solo guardo silencio.
— No voy a hacerte daño, lo prometo — Blake alzó su mano derecha en señal de promesa y Avery solamente suspiro asintiendo.
— Bien, pero ya deja de seguirme — dijo comenzando a adelantársele al castaño uno pasos, mientras este la seguía con una pequeña sonrisa.
...
— Iré contigo — Blake tomó a Avery de la muñeca suavemente deteniéndola.
— Te dije que dejaras de seguirme — Avery se soltó del agarre de Blake haciéndolo sentir una sensación de frialdad.
— No te estoy siguiendo — Blake paso una mano por su cabello — estoy yendo junto a ti, son dos cosas distintas.
Avery se quedó callada y sin más comenzó a andar en su bici pero a un ritmo lento, de esa forma Blake podría seguirle el paso sin problema. El atardecer comenzaba a bajar dando pasó al oscuro cielo de la noche.
— ¿Para qué insistes en acompañarme? — era la primera vez que Avery decía algo por voluntad propia, Blake miró a la castaña la cual seguía mirando al frente concentrada en su camino.
— Hace tan solo unas horas ibas sola, y casi te pasa algo — Blake se encogió de hombros metiendo sus manos en sus bolsillos — además un poco de compañía nunca hace mal.
— Ni siquiera te sabes mi nombre — Avery no entendía la preocupación del chico hacia ella, pero antes de poder pensar en eso, algo hizo clic en su cabeza — espera, ¿cómo sabías que iba sola? — Avery sonrió por primera vez para Blake, y él sintió como esa curva en los labios de Avery era de lo más bonito que había visto — ¡Me estabas siguiendo!
— Si me lo dices yo no tengo ningún problema — Blake salió de su trance y negó con la cabeza desesperadamente al oír lo segundo que dijo Avery — ¡Eso no es cierto!
...
Blake, Bruce, y sus demás amigos se habían dio a pasar el rato a la cancha de beisbol del pueblo, todos bromeaban y se hacían reír mutuamente, pero algo hizo que Blake tuviera ganas de irse a mucha prisa.
— Los dejo chicos, iré a hacer unas cosas — Blake tomó su mochila del suelo y se la colgó al hombro mientras se despedía de su grupo de amigos.
El castaño no tenía nada que hacer en realidad, pero, había visto a cierta chica pasar en bicicleta, en su cabeza tenía el plan perfecto, iría detrás de ella y "casualmente" cruzaría palabras con la chica para saber su nombre y que sus pensamientos dejaran de comerle la cabeza.
— ¿Te vas tan rápido? Pero si acabamos de llegar —Bruce se levantó del suelo yendo hasta donde Blake el cual se veía un poco ansioso.
— Si yo am, tengo que ayudar a papá en la comisaria — Blake era malísimo mintiendo, y Bruce siempre sabía cuando lo hacía.
— Claro... — asintió con la cabeza no muy convencido y sonrió un poco — recuerda que acosar a las personas es malo.
Blake no sabía a qué se refería Bruce, más no se detuvo a pensar en eso y a paso apresurado salió de la cancha de béisbol siguiéndole el "rastro" a esa linda chica castaña, aunque ni él sabia porque pensaba que era linda, solo la había visto una vez.
Blake siguió a toda prisa a Avery, la cual en cuanto dio una vuelta en una esquina la perdió de vista, pasó sus manos por su cabello y fue por ese mismo camino, y en medio del silencio escucho un fuerte grito.
Ella estaba gritando.
Sin dudarlo corrió hasta de donde provenían los gritos tomando en sus manos el arma que su padre le había autorizado usar en caso de emergencias, y lo que estaba sucediendo era una verdadera emergencia. Cuando estuvo en la entrada del callejón, pudo ver a uno de los más grandes idiotas del pueblo amenazando a aquella chica a punto de golpearla.
— Suéltala, ahora
...
— Papá dice que no debo de hablar con desconocidos — Avery dejó su bici el porche de su casa y tomó de la canasta de esta las galletas que le había dado May.
— Yo no soy un desconocido, solo, no me has preguntado mi nombre — Blake de encogió de hombros sonriéndole a Avery la cual por unos pequeños instantes le devolvió la sonrisa.
— Ya tengo que entrar, hasta luego acosador — Avery ni se había molestado en preguntar el nombre del chico y prefirió ponerle ese "apodo" en su lugar.
— Soy Blake niña linda, Blake Dixon — Blake negó divertido y bajó las escaleras del porche de la casa de los Beckmann.
— Avery, dime Avery — la castaña se metió a la casa cerrando la puerta detrás de ella.
Una extraña sensación invadió el estomago de Blake, pensó que era hambre, no había comido nada en toda la tarde, bajo la luz de la plateada luna empezó su camino a casa pensando en el nombre de la ya no misteriosa chica.
Avery, que lindo nombre para una chica tan linda. Pensó mientras una sonrisa tonta se dibujaba en su rostro.
Por otro lado, cuando Avery entró a la casa, no vio a su padre en la sala como de costumbre, en cambio, escucho unos ruidos provenientes de la cocina, con curiosidad se acercó a revisar, y la imagen que encontró la dejo impresionada, su padre estaba recostado contra la barra de la cocina, en su rostro se podía ver una leve expresión de enojo, frente a él, a centímetros de su rostro estaba otra persona, un hombre alto, de cabello negro, Avery sabía exactamente quién era.
— ¡Tío James! — Avery no pudo evitar emocionarse haciendo que su padre y su padrino se separaran de golpe.
© URGFRONNIE
Es viernes y Wattpad lo sabe, ahora si mis amores, agárrense las nalgas porque ya llegó James y se viene lo bueno.
Admito que tenía años sin escribir un capítulo con flashbacks al pasado, espero y se hayan entendido .🏃🏽♀️
No tengo mucho que acotar hoy, solamente que odio a mi profesor y que me esta haciendo odiar una de las materias que más amaba, pero bueno la vida es una.
Gracias por leer mis amores, recuerden que cada uno de ustedes vale mucho y que si necesitan hablar de algo con gusto pueden hablar conmigo.
Si me demuestran su apoyo con una estrellita o un comentario me los beso, no se, solo digo, JAJAJA.
Bien ya me dejo de pendejadas, ahora si, chaito y nos estamos leyendo.
xoxo, Alex.
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