Ryry
، ⌕ ' ryry.
ADVERTENCIA ! : el siguiente capítulo contiene escenas tratando el tema de la pedofilia, con esto no pretendo burlarme del tema ni nada por el estilo, así que si eres sensible a este tipo de cosas, te recomiendo saltar dichas escenas cuando las encuentres.
—No te queda mucho tiempo.
Avery se asustó al escuchar que le hablaban, ¿no que el teléfono no funcionaba?
— ¿De qué hablas? ¿Quién eres?
Avery estaba un tanto asustada, al notar que no le respondieron al segundo, empezó a pensar que estaba loca, tanto así que pellizco para comprobar que estaba despierta.
—No lo sé, cuando vienes aquí no usas nombres —la voz a través de la línea del teléfono se le hacía un tanto infantil y familiar a Avery, pero no lograba reconocer quien era.
— ¿Aquí? ¿Dónde es aquí? —Avery no entendía nada de lo que estaba sucediendo, eso la exasperaba.
—No te queda mucho tiempo —Avery rodó los ojos y se recostó en la pared del sótano.
—Oye, eso ya me lo dijiste.
—Tienes que jugar, es la única forma —Avery no entendía nada, frunció el ceño cuando de fondo a la llamada se empezaron a escuchar risas.
— ¿A qué debo jugar? ¿De qué hablas? —Avery miró al suelo fijándose en lo mucho que se habían ensuciado sus zapatos.
—Es el juego del niño travieso, hay distintos niveles —la voz del niño a través del teléfono comenzó a hacerse más lejana para Avery —tienes que jugarlos para poder salir.
Avery arrugó un poco la nariz, supuso más o menos de que podría tratarse ese "juego" y eso no le gustaba para nada.
— ¿Enserio no recuerdas nada sobre ti? —Avery trató de sacarle plática a lo que fuera sea lo que le estaba hablando, después de todo, era la única conversación que había tenido con alguien que parecía ser normal.
Silencio, eso era lo que había de nuevo, ni una sola palabra, Avery aguardó paciente negándose a colgar.
—Nadie me conocía, solo ella —Avery frunció un poco el ceño al escuchar al niño —y un día, todos conocían mi nombre, habían fotos de mí en todos lados.
— ¿Quién era ella? —Avery enredó su dedo en el clave del teléfono y empezó a darle vueltas jugando con él.
—No lo sé, pero recuerdo que escribí su nombre en la pared —el niño se quedó en silencio unos momentos —tenía miedo de olvidarla.
Avery sentía curiosidad por saber quién era esa chica de lo que hablaba el niño.
— ¿Recuerdas en que pared escribiste eso?
—En la pared de la izquierda, si te agachas, estará a la altura de tus hombros —Avery le dijo que no colgara, dejó el teléfono colgando y corrió hasta la pared.
Se agacho y empezó a buscar algo irregular en la pared, pero la pobre luz de la noche no ayudaba en nada. Con sus dedos empezó a escudriñar, pasando estos de manera lenta por la superficie de esta.
Al cabo de unos segundos, dio con unas rayas en la pared que parecían formar letras, como no podía leer por la falta de luz, empezó a seguir las formas de las letras para saber que decía.
—R... —Avery movió un poco más su dedo encontrarse con la siguiente letra —Y... —Avery se movió sobre sus rodillas y continuo —R... —relamió sus dedos por la última letra y la dijo en voz alta —Y...
Avery buscó por más letras pero ya no había nada, la castaña junto las letras en voz baja y de a poco sintió como sus pulmones eran cerrados por su caja torácica, no podía respirar.
Ryry, eso decía en la pared.
No, no, no, no puede ser él, él no por favor, Avery se levantó como pudo, con el corazón en la garganta, sus manos temblaban pero como pudo tomo el teléfono y llevo este a su oreja.
—Ryry, dice Ryry —Avery se intentó tragar las lágrimas mientras hablaba con la voz quebrada — ¿No recuerdas nada de ella?
Silencio absoluto, Avery tenía miedo de que ya hubiera colgado.
—Lo siento tanto Griffin, yo... —Avery sujetó el teléfono con fuerza, sentía que en cualquier momento se le caería de las manos —te busque por todos lados, lo juro. Estuve día y noche en las calles buscando señales de ti.
Aún no había respuesta, pero Avery igual iba a seguir hablando, necesitaba contarle todo.
—Es mi culpa todo lo que te pasó, tan solo si yo no te hubiera dicho que si —Avery suspiro y pauso su mano por su frente cerrando los ojos —ahora estuvieras en casa haciendo dibujos.
De nuevo, sin respuesta.
—Te extraño enano, te extraño mucho —Avery hizo una pausa para abrir sus ojos y mirar al techo para que así las lagrimas que tenía acumuladas en sus ojos no cayeran —y de veras lo siento tanto, prometí que te cuidaría y rompí mi promesa.
Avery estuvo a punto de colgar, pero la voz de Griffin al otro lado del teléfono la detuvo.
—Te amo Ryry —Avery limpio las lágrimas que salían de sus ojos y asintió.
—Yo también te amo, Enano —Griffin colgó la llamada, Avery hizo lo mismo y recostó su cuerpo en aquel sucio colchón.
Avery abrazó sus piernas a su pecho y se hizo más pequeña, sin esperar nada empezó a llorar, pero no lloraba de tristeza, lloraba del dolor, dolor de saber que todo este tiempo Griffin había estado muerto y aún así ella pensaba que él volvería a casa.
El dolor de saber que ya no volvería a ver a su único amigo, a su hermanito, a su enano, eso no era justo, Griffin no se merecía tal cosa.
Avery termino de llorar, estaba cansada y las bolsas de debajo de sus ojos estaban hinchadas, sus ojos estaban rojos e irritados al igual que nariz. Avery busco acomodo en ese colchón y decidió dormir al menos un poco.
Avery durmió al menos por unas dos horas, al despertar tuvo la esperanza de que todo eso hubiera sido una pesadilla, pero no fue así, seguía ahí abajo, seguía estando sola.
Avery se estiró, y al terminar de abrir bien sus ojos, se dio cuenta que una de las esquinas de esa habitación, ese hombre estaba sentado ahí, viéndola fijamente en silencio.
Avery se asustó al verlo ahí, tan callado y paciente. Pero lo que más le asustaba, era que la había estado observando mientras dormía.
— ¿Qué haces aquí? —Avery fue la primera en hablar. El hombre no respondió, simplemente se levantó del suelo —tengo hambre.
—No puedo darte de comer ahora —el Raptor abrió la puerta del sótano.
— ¿Hay alguien arriba que te vea traerme comida? —Avery se levantó del colchón — ¿Si no ibas a traerme de comer, para que bajaste?
—Solo quería verte... —Avery sintió ganas de vomitar de repente —nadie va a hacerte daño aquí abajo mi dulce Avery.
Avery notó como a aquel hombre se le llenaban los ojos de lágrimas, eso despertó la rabia dentro de ella.
—Eres la persona más mentirosa y despreciable que he conocido en mi vida —Avery dio unos pasos hacia él guardando una distancia de unos metros —tu mataste a mi hermano, le mentiste, ¿y tú eres el que está llorando? ¿Me estas jodiendo?
El Raptor guardó silencio, su mirada se dirigió hacia arriba, como si alguien le estuviera hablando. El hombre se dio la vuelta y cerró la puerta muy lentamente para luego ponerle seguro.
—Estás siendo una niña muy traviesa hora, mi dulce Avery —El hombre se acercó por completo a Avery y esta se tropezó un poco dando unos pasos hacia atrás— a las niñas traviesas hay que reprenderlas para que se comporten.
El Raptor acorralo a Avery contra la pared, su mano pasó por los mechones enredados del cabello de la chica, Avery sentía repugnancia e impotencia, pero sabía que no podía hacer nada en esos momentos, era muy probable que si intentaba algo, la mataría.
La mano áspera del hombre bajo por el brazo de Avery, haciendo figuras sobre la piel de la chica, Avery mordisqueó su labio inferior y miró en otra dirección, no era capaz de soportar aquello, ella solo quería ir a casa.
El hombre llevó su mano al abdomen de Avery, primero empezó con masajes suaves, tentando en subir hacia la zona del pecho de Avery, eso le preocupaba a la castaña.
—Por favor... ya basta —Avery pidió que el hombre parara con voz temblorosa, lagrimas de miedo amenazaban con salir de sus ojos.
El hombre acercó su rostro al oído de Avery para hablar.
—Solo por esta vez, te vas a salvar —el hombre tomo el cuello de la chica sin hacer presión, la obligo a mirarle —ya que fuiste una niña buena, y no me mentiste cuando te pregunte tu nombre, no eres como ellos.
El Raptor se alejó de Avery, sin mirar atrás salió de aquel sótano dejándola sola. Avery ahora ya no sentía hambre, ya no le crujía el estomago, ahora solo quería vomitar y de cierta forma, querría arrancarse la piel para olvidar el tacto de ese monstruo.
Avery como pudo se levantó y fue hasta ese intento de baño que había ahí abajo, se puso de rodillas frente al inodoro y empezó a vomitar la poca comida que le quedaba en el estomago, sentía asco y repulsión hacia sí misma.
Esa noche, Avery tardó mucho en dormirse, siempre que cerraba los ojos lo veía ahí, en frente de ella. Además, tenía miedo de que ella durmiera y el bajara de nuevo para observarla. Cuando por fin pudo quedarse dormida deseo olvidar todo.
Ojala despertar con amnesia.
© URGFRONNIE
ya estamos a pocos capítulos de acabar el fanfic y no saben lo emocionada y triste que estoy por eso.
este no es el recuentro que esperaban para avery y griffin, pero todos en el fondo sabíamos que iba a pasar.
griffin escribiendo ryry en la pared porque no quería olvidarla me rompe en mil, basta.
gracias por llorar conmigo mis amores, nos estamos leyendo.
xoxo, Alex.
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