Promises
، ⌕ ' promesas.
Habían pasado horas desde lo ocurrido, Avery despertó con una jaqueca increíble, su cabeza daba vueltas. Cuando por fin pudo abrir bien los ojos se dio cuenta que seguía ahí, en ese horrible lugar.
Su plan había fallado, no pudo matar al Raptor.
Suspiró rendida y se levantó del suelo, acomodo su cabello y tomo aire, tenía que pensar en otro plan, no iba a rendirse, aún no.
—Ave, no esperaba verte tan pronto —esa voz... Avery sintió como su corazón se detuvo por un segundo, asustada se giró y lo vio ahí justo frente a ella.
Bruce Yamada, estaba ahí parado frente a ella, ya no se veía como el simpático joven del cual todo Denver estaba enamorado, de su frente goteaba un poco de sangre y más abajo de su pecho yacía una gran herida que traspasaba la tela de su camiseta verde.
Avery talló sus ojos con fuerza, ¿tanto tiempo ahí abajo la estaba haciendo tener alucinaciones?
—Creo que asustaste a la mocosa —Avery sintió como su corazón daba un vuelco, Vance Hopper, el mismo que había asustado a Griffin aquel día en el arcade estaba ahí también.
A diferencia de Bruce, él seguía teniendo ese aspecto de delincuente que lo caracterizaba tanto, solo que ahora daba más miedo que antes con toda esa sangre chorreando por su ropa y rostro.
Avery sentía que en cualquier momento se desmayaría, no podía ver a los muertos, ella no era médium o algo así. Definitivamente se estaba volviendo loca.
—Esto es una mala broma de mi cabeza, ustedes no son reales, ustedes están muertos —Avery negó con su cabeza muchas veces, Bruce y Vance se veían entre sí para luego regresar la mirada a Avery, al parecer la chica no estaba entendiendo nada.
— ¿Por qué me miran así? — la castaña no encontraba explicación lógica a lo que le estaba pasando en esos momentos.
—Oye niño perro, explícale tu — Vance hablo irrumpiendo en los pensamientos de la castaña.
—Deja de llamarme así —desde las sombras, Billy Showalter miró mal al rubio acercándose a ellos.
Avery abrió los ojos de par a par, esto no podía estar pasando.
— ¿Explicarme qué?
Los tres fantasmas se miraron entre sí de nuevo, Billy relamió sus labios mientras pasaba su mano por la mejilla que no tenía una gran herida.
—Avery tu... — hizo una pausa acercándose un poco a ella la cual se alejo, tenía miedo —tu... Bueno, tú estás muerta.
Quizás había sido muy directo, pero la noticia cayó como balde de agua fría sobre Avery.
¿Estaba muerta?
Sintió como su pecho subía y bajaba rápidamente, no le llegaba el aire a los pulmones, Bruce se apresuró a ir con ella y la tomo por las mejillas haciendo que se fijará en sus oscuros ojos. Vance los miró mal a ambos, con ciertos celos se podría decir.
—Hey, hey, Ave —la castaña fijo su atención en el chico —tranquila, oye, respira conmigo — el joven Yamada empezó a hacer un ejercicio de respiración que le había enseñado su mamá, lo usaba antes de entrar a los partidos cuando se sentía ansioso.
Avery seguía cada una de las indicaciones de Bruce, después de unos momentos pudo tranquilizarse un poco, Bruce soltó suavemente las mejillas de la joven y se alejo de ella yendo con los otros dos fantasmas.
Al verlos ahí, no pudo evitarlo más y se rompió a llorar, no podía creerlo aún, ¿había muerto? ¿Así sin más?
—Esto no es justo — negó con la cabeza mientras las lágrimas caían en cascada por sus mejillas, Vance era el más confundido de las tres, ¿que se supone que haces cuando alguien empieza a llorar de la nada? —yo no merecía esto.
—Ave... — comenzó Bruce pero la castaña lo cortó de golpe.
— ¡No! ¡Ni lo intentes! —Se acercó al chico, estaba enojada —no trates de consolarme, así no funciona, ¡yo tenía una vida! ¡Yo tenía una familia! ¡Él me lo arrebató todo! —Avery estaba dejando salir todo su dolor en aquellas palabras, nadie dijo nada.
—Nadie merecía esto, Ave, yo solo iba a casa después de un partido, iban a poner mi logró como mejor jugador en la tele —Bruce empezó a contar su historia — ¿Que fue lo que vieron mis padres? Un aviso de que estaba desaparecido.
Avery secaba sus lágrimas con el dorso de su mano mientras escuchaba con atención.
—Yo repartía periódicos con Harper, solo eso — Billy metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta, como si estuvieran sincronizados los tres voltearon a ver a Vance, el cuál enarco una ceja.
— ¿Qué? Ya todos sabemos que estaba haciendo.
— ¿Estabas en la comisaría por séptima vez en el mes? — comentó la castaña burlona mientras sonreía aún con pequeñas lágrimas en los ojos, el rubio frunció los labios mirándola de arriba a abajo.
—Para tu información, era la novena vez —corrigió el rubio —y no, salí del arcade algo tarde, al final de la calle venía su estúpida Van.
Avery estaba a punto de comentar algo más cuando una voz la detuvo, era su voz.
—Yo... Yo solo quería ver un truco de magia, yo amo la magia —Avery giro su rostro y noto como de una de las esquinas, su pequeño Griffin venía hacia ellos.
Ya no tenía ese aspecto tan dulce de siempre, sus ojos se veían cansados, tenía toda su ropa llena de sangre y estaba toda rota, en su cuello había una notable herida que aún goteaba. Griffin parecía haber creído, su cabello estaba más largo y era un poco más alto que la última vez que se habían visto.
A Avery le dolió verlo de esa forma, otros se asustarían, pero ni aunque lo intentará, Griffin jamás podría asustarla.
La castaña se abrió paso entre los chicos muertos y lo abrazó, abrazó a su pequeño mientras que nuevamente lágrimas traicioneras corrían por sus mejillas.
Griffin no dijo nada, solamente la abrazo, ninguno de los dos necesitaba comentar nada para saber lo que querían decir, ese abrazo no significaba nada más que un "te extrañe".
—Te busque Griffin, te juro que lo hice, pegue carteles con tu foto por todos lados, fui a la policía muchas veces y revise en tantos lugares como pude, lamento tanto no haberte encontrado antes.
Griffin no dijo nada, solo limpió con sus frías manos las lágrimas que corrían por las mejillas de Avery, ella solo sonrió enternecida, podía haber tenido un destino horrible, y aún así seguía siendo tan lindo como siempre.
—Te prometo, Griffin, que el próximo que venga aquí, va a escapar y va a hacer justicia por nosotros —Avery alzó su dedo meñique y lo entrelazo con el de Griffin.
— ¿Por nosotros?
—Por todos nosotros.
Avery se giró a ver los tres chicos que eran espectadores de la situación, la castaña pudo notar como al rubio se le escapó una pequeña lágrima, era todo un sentimental debajo de esa coraza.
Cinco semanas después.
Diciembre, 1979
Ya habían pasado cerca de 35 días desde que Avery había sido asesinada, y al igual que los demás, perdió la noción del tiempo, tanto así que olvidó hasta su propio nombre.
Como de costumbre, Vance irrumpió en los pensamientos de Avery.
—Oye mocosa.
—Ya te dije que no me digas así, pulgoso —la voz de Avery ya no era tan alegre como antes, ahora era apagada y triste.
—Cómo sea —el rubio se encogió de hombros —hay uno nuevo.
Uno nuevo, después de tantos días esperando, Avery por fin tendría la oportunidad de cumplir la promesa que le hizo a Griffin.
Vance dejó sola la chica de nuevo, quedaron en que ella sería la que haría la última llamada, por lo cual no tuvo que preocuparse por la nueva víctima del Raptor hasta dentro de unos días.
—Hey... — Bruce se acercó a Avery, en esas semanas se habían hecho más cercanos, aunque hubieran olvidado sus nombres desde de los primeros días con Avery ahí.
— ¿Que sucede beisbolista? —la castaña miró al chico, sus ojos lucían cansados pero como pudo le regalo una sonrisa, aunque parecía más una mueca.
—Te toca —al principio la chica no entendía de que le hablaba, entonces él continuó —ya sabes, es tu turno de hablar por el teléfono.
Sin más se alejó de ella dejándola sola de nuevo, su momento había llegado.
En medio de la oscuridad entró de nuevo a ese lugar, ese horrible lugar donde le habían arrebatado la vida y la inocencia de las manos como si fuera nada. Avery se paró justo al lado del teléfono, y de inmediato, este comenzó a sonar.
— ¿Qué? — el chico de rulos castaños apoyó su frente en el teléfono, habían sido unos días largos.
—Hey niño nuevo.
La voz de Avery se le hacía familiar al joven, frunció un poco el ceño al escuchar lo de "niño nuevo".
— ¿A qué te refieres con niño nuevo? —hizo una pausa pasando una de sus manos por su cabello — ¿Recuerdas tu nombre? ¿Sabes quién eres?
Avery hizo una pequeña mueca y dirigió su mirada a la ventana, esa pequeña ventana que aún le daba un vistazo de cómo era todo afuera.
—No lo sé, niño nuevo, es lo primero que olvidas cuando vienes aquí —Avery comenzó a pasear por el lugar, tal como solía hacer cuando estaba en su habitación en la casa de los Beckmann.
—Define aquí.
—No lo sé, exactamente, es decir, no estoy muerta pero tampoco estoy viva del todo, puedo verte pero tú no puedes verme a mí —hizo una pausa y se detuvo en medio de la habitación —creo que, eso ocupa más en mi cabeza que el definir que es aquí.
© URGFRONNIE
este capítulo de cierta forma me dolió, me quema, me lastima. Pero por otro lado, hay que verle lo positivo, Avery y Griffin están juntos de nuevo y ahora podrán ser los mejores hermanos por la eternidad.
los amo mucho mis amores, nos vemos en el último capítulo.
xoxo, Alex.
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