Pinball Vance
، ⌕ ' pinball vance.
Septiembre 27, 1978
Un año ya, ¿cómo es que el tiempo pasa tan deprisa?
Un año, siete meses y veintitrés días, Avery llevaba la cuenta de todo el tiempo que llevaba sin Griffin, pese a que todas sus búsquedas junto a Harper no hubieran dado los resultados que esperaba, seguía teniendo fe, Griffin estaba vivo en algún lado, y ella lo encontraría.
El cumpleaños de Avery había sido hace unos meses. Su padre pensó que celebrar el cumpleaños de su hija le animaría un poco, pero no fue así, Avery no tenía ganas de vestirse para una fiesta y pretender que todo estaba bien. Nada estaba bien.
Era miércoles por la tarde, todos salían de la escuela directo a sus casas, Avery había conseguido aislarse por completo de las demás personas que la rodeaban en la escuela, eso incluía a Bruce y a Blake, no es que ellos eran malos con ella, solo que ella no quería que pensaran mal de ellos por andar con ella.
Avery pasó por el lado de los chicos tomando camino a su casa, Blake la siguió con la mirada y suspiro, cada día extrañaba más a Avery que el anterior, y Bruce, bueno Bruce extrañaba ver feliz del todo a Blake.
—La extraño —Blake se sacudió el cabello antes de ponerse su sombrero de alguacil, Bruce no dijo nada, él también extrañaba a Avery, extrañaba decirle Ave y que ella le mirara mal por el apodo.
Bruce y Blake tenían planes para esa tarde, uno de ellos era ir a divertirse, necesitaban aflojar el ambiente, las cosas iban demasiado tensas en el pueblo para ellos también unirse al grupo de gente paranoica que había puesto tablas en las puertas de sus hijos para que no se los llevaran.
Blake y Bruce se subieron a sus bicicletas y se dispusieron a andar a donde el camino los llevara, el sol empezaba a bajar y hermosos colores del atardecer se veían en el cielo. Mientras pasaban por una de las calles, Bruce vio como una cabellera rubia iba por la acera.
Llevaba su característico chaleco de jean, esos pantalones campana color azul, y esa gargantilla de que definitivamente hacia juego con sus ojos. Vance sintió que lo estaban observando y de inmediato movió su mirada de lugar hasta toparse con la de Bruce.
Por acto reflejo, Bruce miro al frente de nuevo, pero no reacciono lo suficiente rápido cuando había perdido el control del manubrio de la bici, cayó al suelo pero no se dio ningún golpe grave, Blake detuvo su bici y se bajo para ayudar a su mejor amigo.
Vance miro la escena con aburrimiento, sin expresión alguna se dio la vuelta y siguió su camino hasta el arcade, como todos los días, iba al arcade dispuesto a romper su récord en esa máquina de pinball.
— ¿Te sientes bien? —Blake tomo a Bruce del brazo y le ayudo a ponerse de pie, el chico de ojos rasgados limpio su ropa y suspiro un poco.
—Si, estoy bien.
— ¿Qué ha sido eso? ¡Poco más y vuelas! —Bruce dejó de escuchar lo que Blake le decía para ver a donde se había ido Vance, si antes el rubio podía pensar que Bruce era un tonto, Bruce le había dado una nueva razón para pensarlo.
—Nada, ya vámonos —Blake frunció el ceño, y mientras Bruce levantaba su bici del suelo, Blake se fijó que más adelante por la acera iba Vance Hopper.
— ¿Ese no es Vance Hopper? —Blake se subió de nuevo en su bici, Bruce dio una mirada rápida hacia al frente y asintió.
—Como sea, ya vámonos.
— ¿Ese no es el que te...? —Blake trato de buscar las palabras, aunque aun le costaba decirlo— ¿Ese no es el que te gustaba?
Bruce no respondió, no era el mayor fanático a la hora de hablar del tema.
—Bruce, ¿te sientes bien?
—Déjalo Blake, no lo entenderías —Bruce se subió en su bici y empezó a andar adelantándose un poco a Blake, el castaño bufo un poco y comenzó a pedalear para seguirle el paso.
—Claro que no lo entiendo, pero lo intento —Blake estaba muy confundido con respecto a la situación de Bruce, es decir, entendía que le gustara alguien pero no terminaba de entender el tema de porque le gustaba esa persona.
Entendía a las personas que le gustaban los hombres cuando eran chicas de quienes se hablaba, pero en este caso, no estábamos hablando de una chica gustando de un chico.
Pasaron las horas y en el pueblo de Denver ya se hacía de noche, lo que significaba que Avery esperaría unas cuantas horas antes de salir de nuevo en busca de Griffin, un año y seguía sin rendirse.
Avery jamás pensó que la pasaría mal hasta en navidad y en demás festividades que antes le encantaban, desde que Griffin no estaba, eso ya no le importaba más.
Harper había crecido un poco en ese último año, su pelaje estaba más largo y hasta se veía más lacio y claro que antes, Harper comenzaba a envejecer. La madre de Billy, Lucy, fue a visitar a la familia Beckmann, y se dio cuenta de que Harper era muy feliz con ellos, así que no tuvo el corazón para llevárselo a casa con ella.
—Hemos visitado tantas veces estas calles que ya no sé donde más buscar —Avery suspiro deteniéndose en medio de la casa mientras miraba a todos lados, no sabía a dónde ir.
Vance Hopper iba saliendo del arcade, estuvo toda la tarde intentando romper su récord, y mientras seguía intentándolo, los trabajadores del lugar le dijeron que ya iban a cerrar y que tenía que irse, eso no fue de agrado para el rubio.
Vance metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta y se dispuso a andar a casa, realmente no tenía prisa en llegar, sabía que lo primero que iba a encontrarse era a su padre gritando y su madre discutiendo con él, mientras más tiempo fuera de casa, mejor.
Mientras iba por la calle, escucho como un motor se apagaba, sin embargo no le prestó atención. A medida que más avanzaba, más se daba cuenta de que al final de la calle había una van negra, de ella bajó un hombre que le sacaba al menos una cabeza de altura, se vestía completamente de negro y llevaba un sombrero de copa.
Al rubio le pareció tonta la vestimenta del hombre, el hombre se puso justo en medio del camino de Vance, y con la poca paciencia que tenía el niño lo hizo a un lado empujándolo de hombro a hombro.
—Quítate de mi camino, anciano —Vance escupió sus palabras con disgusto y siguió caminando sin mirar atrás.
Grave error.
—Estás siendo un niño muy travieso... —el hombre susurro aquellas palabras antes de acercarse a Vance por detrás de su espalda.
Avery, por otro lado, estaba tomando un descanso, su mirada estaba fija en el suelo y en su cabeza millones de pensamientos iban en carrera, tan rápidos como autos de fórmula uno. Avery comenzaba a preocuparse de que su mayor miedo fuera cierto, y que Griffin estuviera muerto.
Mientras que los pensamientos consumían lentamente la paz interior de Avery, frente a ella a gran velocidad pasó una van negra, el humo que botaba la van hizo que Avery comenzara a toser, en cambio, Harper se puso en alerta y empezó a ladrarle a la Van.
—Shh, Harper, nos van a regañar —Avery rasco detrás de las orejas del animal, este de a poco se fue calmando, hasta que sus ojos oscuros se toparon los de Avery —tienes que dejar de hacer eso, hay personas durmiendo.
Luego de dar su tarea por hecha, Avery volvió a casa con Harper, como siempre, entraron en silencio y subieron a la habitación de la chica dispuestos a dormir, aunque Avery no hacia eso desde hace mucho.
Al día siguiente, Avery se levantó temprano aunque tampoco es que hubiera dormido mucho. Era jueves y realmente no tenía ganas de ir a la escuela, de hecho, jamás tenía ganas, desde hace un año era el bicho raro del curso.
Avery estuvo lista para irse cuando se puso sus zapatos, termino de atarse las trenzas y bajo a la planta baja de la casa, ahí estaba su padre y su padrino, James lavaba los platos sucios y Mason arreglaba la mesa.
Avery se sentó sin hacer mucho ruido en la mesa, mientras que Harper se sentaba a su lado en el suelo, Mason le sonrió a su hija y le puso el plato de comida, Avery trato de sonreír y tomo los cubiertos, no tenía el corazón para decirle a su papá que no quería comer.
El día pasó volando para los ciudadanos de Denver, todo parecía ser un día como cualquier otro para los demás, menos para Bruce, el joven Yamada sabía que algo andaba mal.
—Blake, siento que algo malo va a pasar —Bruce no se contuvo más —necesito saber que es.
— ¿Algo como qué? —Blake se llevó un trozo de galleta a la boca mientras veía la expresión de preocupación en el rostro de Bruce.
—No estoy seguro —la mirada oscura de Bruce fue a parar en uno de los casilleros que casualmente era del rubio que lo traía confundido, pero algo iba mal con ese casillero, no había sido abierto en todo el día.
Al salir de la escuela, Bruce fue inmediatamente hacia el arcade, necesitaba salir de dudas o no podría seguir viviendo en paz, Blake se ofreció a acompañarlo, pero él se negó, necesitaba ir solo.
Al llegar al arcade su corazón comenzó a latir con fuerza, Vance no estaba jugando con las maquinas de pinball, Bruce preguntó por él de forma discreta, los trabajadores del local le dijeron que la última vez que lo habían visto había sido la noche anterior.
El corazón de Bruce en cualquier momento se saldría de su pecho, con el miedo corriendo por sus venas, apresuro su paso hasta la estación de policía donde se encontró con Blake, el cual se sorprendió de lo rápido que se había vuelto a encontrar con su mejor amigo.
—Blake, Vance no estaba en el arcade —el tono de voz de Bruce era tembloroso y sus manos sudaban frío.
—Quizás solo está en otro lado, no te preocupes, es un tipo fuerte —lo último Blake lo decía literalmente, había visto a Vance pelear varias veces.
Después de cuatro días donde nadie se preocupo por la ausencia de Vance, además de Bruce y en parte Blake, se dio a conocer la noticia de que Vance Hopper, el "malandro" de Denver, era la siguiente víctima del ahora bien conocido, el raptor.
© URGFRONNIE
hoy fue sábado de gays como pueden ver, ¿yo actualizando dos veces en una misma semana? si, obvio, lo mejor de lo mejor.
amo a bruce enamorado, pero me duele verlo así por vance, mis disculpas.
por favor devuelvanme a la avery feliz, ya no soporto más esto.
hoy pusimos a lu, la mamá de billy en el fanfic de mi noviecita pq no hay mejor mami que el, la para billy sin dudas.
los amo mis amores, gracias por llorar y reír conmigo, los adoro.
xoxo, Alex.
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