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── 🪷 ⋆ ࣪ 26 ֶָ֢֪

Minho revisa varias veces su atuendo en cuanto pone un pie fuera del taxi. Resulta que la dirección del restaurante que le envió la madre de Christopher era el de uno de los hoteles más caros de la ciudad. Minho había cenado en el restaurante de dicho hotel en su último aniversario con Christopher, y realmente no le había gustado mucho el lugar.

A pesar de que estaba acostumbrado a una vida de comodidades, todo le resultó demasiado ostentoso, pero por supuesto que Bang Sooyeon no pensaba lo mismo. Ella lo espera en el lobby del hotel, saludándolo con una sonrisa y unas palmaditas suaves en el hombro. Minho intenta controlar todo su cuerpo durante el camino hasta el restaurante del hotel para que no delate su incomodidad y nerviosismo.

"Estás un poco tenso, tesoro." La voz de Sooyeon le dice, en un tono dulce que solo ha escuchado cuando la mujer habla con Christopher. "Sé que puede resultar muy incómodo para ti, teniendo en cuenta que nuestra relación siempre ha sido difícil." Sooyeon se encoge de hombros, deteniendo la conversación en lo que un camarero toma su orden y llena sus copas de vino. "Fui yo quien ofrecí este almuerzo y me encuentro igual de nerviosa, la verdad."

"Supongo que tiene razón en eso. No me siento para nada cómodo con usted." Admite, mirándola a los ojos. "Sigo pensando que esto es extraño, pero haré un esfuerzo para que...nos llevemos mejor. No me gusta que Christopher esté en el medio de esto. A pesar de que fue su madre quien lo provocó." La Omega sonríe y Minho no sabe que le resulta gracioso.

"Tienes razón y por eso me alegra mucho que hayas aceptado mi invitación a almorzar, Minho. Significa mucho para mí, realmente quiero resolver las cosas entre nosotros." Minho asiente ante las palabras ajenas, tomando un poco del vino que pidieron mientras esperaban que su comida llegara. "Y bien, cuéntame. ¿Cómo están las cosas en casa? Escuché de Chris que han hablado sobre tener bebés. Me haría muy feliz ser abuela." El Omega le dedica una sonrisa tensa.

"Eso tenemos pensado, pero todavía no es nada seguro." Añade y Sooyeon asiente con una sonrisa. El lenguaje corporal de la Omega es imposiblemente relajado y su propio cuerpo se relaja instintivamente ante ello. "La verdad me gustaría mucho compartir esa experiencia con Christopher."

"Te daré una advertencia: El embarazo, no es la peor parte. Creéme." Ella le dice, con una expresión de añoranza. "Mientras estás gestando, solo rezas para que el tiempo pase rápido y los puedas tener entre tus brazos. Pero cuando nacen, te preguntas por qué solo son nueve meses de gestación y cómo una cosita pequeña puede gritar tanto." Minho no puede evitar reír por sus palabras, relajándose un poco. "Christopher fue un bebé muy tranquilo, pero después comenzó a caminar y fue otra historia totalmente diferente. Me pregunto si sus cachorros serán iguales."

"¿Es así?" La mujer asintió. "Lo tendré en cuenta, gracias." Sooyeon asiente, desviando sutilmente su mirada hasta una de las mesas a distancia y sonríe ante lo que ve. "Bien, si este almuerzo es para llevarnos mejor supongo que debería disculparme por lo que le dije en la fiesta de los Park." Sooyeon lo mira sorprendida, por un momento pensó que Minho solo se sentaría ahí a esperar que ella comenzara a disparar disculpas. "No debí opinar acerca de su vida personal, sobre todo con un tema tan delicado como lo es su matrimonio."

"No te preocupes, lo hiciste como defensa propia. Si yo no te hubiera dicho todas esas cosas..." Sooyeon aprieta los labios, sintiéndose extrañamente culpable. Dios, incluso su pecho se aprieta al ver a Minho sonreírle mientras le da la espalda a la imagen de Jungwon y Christopher. "Es solo que no te quería para Chris, él siempre tuvo otros planes y que tu padre llegara y lo cambiara todo fue...molesto."

"Una madre siempre quiere lo mejor para sus hijos, y lo mejor para Christopher es Jungwon." Los ojos negros de Sooyeon se ampliaron, la frase es tan familiar para sus oídos que la llevan al día que dijo aquello. "Entiendo que quería lo mejor para Christopher, que para ambos mi hermano siempre fue la mejor opción, pero esa no era una excusa para que se comportara tan..."

"¿Bruja?" Ella cuestionó y Minho negó.

"Iba a decir hostil, pero sí, bruja también." El Omega se sinceró y Sooyeon rio disimuladamente, buscando no llamar la atención. "Sé que no es a quien esperaba ver al lado de Christopher, pero al igual que hizo su hijo, dese la oportunidad de conocerme. No juzgue al libro por la portada, ¿sí? Puedo resultar muy encantador."

"No dudo que lo seas." Admitió. "Y no tienes que disculparte por lo de la fiesta de los Park, me merecía aquello y además, no es como si hubieras dicho alguna mentira. El padre de Christopher y Byungchan lleva unos meses viéndose con...aquella chica. Ya no es un secreto para nadie." Minho asintió.

La mujer frente a él juega con el contenido de su copa, una sonrisa triste surca sus labios antes de mirar a Minho.

"Supongo que a veces uno aguanta demasiado por amor."

"No sabe lo mucho que entiendo sus palabras." Minho le dice y Sooyeon no duda que lo haga.

Nadie entendería mejor que se siente soportar estar al lado de una persona que es indiferente contigo solo por amor. Lee Minho había aguantado tantas cosas horribles por estar con Christopher, se reconoce a sí misma como una de ellas, hasta que por fin su relación parecía ir avanzando en buen rumbo. Entonces, venía ella con su odio sin fundamento y lo echaba todo a perder. Dios, tenía que sacar al muchacho de ahí.

"Muchas gracias." El tintineo de platos colocándose frente a ellos la saca de sus pensamientos y ve a Minho sonreírle al camarero que deja sus comidas con agilidad.

Y es una total estupidez como aquella pequeña libreta donde están sus órdenes anotadas se cae y jodido Lee Minho que es demasiado amable y noble para su propio bien. El Omega se gira, alcanzando la liberta para extendérsela al joven que los atendió, teniendo que girar su cuerpo en la silla para entregarla.

Los ojos de Sooyeon se abren amplios cuando, a pesar de haber cumplido su propósito, el Omega permanece girado, mirando algo a lo lejos.

Son Christopher y Jungwon.

El pensamiento azota su mente con violencia. ¿Qué hace Jungwon ahí? ¿Por qué Christopher está con él? ¿Por qué ninguno le dijo que se verían?

Están a unas mesas de la suya, sentados uno frente al otro. Christopher se acerca a apoyar la mano en la mejilla de su hermano, quien ladea la cabeza, apoyándose en el toque y el corazón de Minho se estruja cuando el Alfa sonríe a Jungwon.

"Minho, la comida no es de mi agrado. Paguemos la cuenta y..." Sooyeon le dice, mas su voz es un ruido sordo en los oídos del Omega.

Todo lo que captan sus sentidos es la interacción de aquel par. Ambos se levantan de sus respectivos asientos, las mejillas de Jungwon están algo rojas, la mano de Christopher se posa en su espalda y el lobo en Minho gruñe al presenciar aquello.

"Si me disculpa, Sooyeon. Olvidé que tenía algo que hacer, pospongamos el almuerzo para otro día." Minho se levanta del asiento con rapidez, bajo la mirada estupefacta de la Omega quien intenta agarrar su mano, pero que falla al no alcanzarla.
Sus pasos son rápidos mientras sigue la silueta de su esposo y hermano.

La mano de Christopher no abandona la espalda de Jungwon en ningún momento y cuando Minho se percata, están en el lobby del hotel. Se detiene brusco en el lugar, Jungwon y Christopher están tomando el ascensor que lleva hacia las habitaciones del hotel y realmente quiere creer que hay una buena explicación para todo lo que está viendo, mas su inseguridad le grita algo diferente al oído.

El elevador se cierra, cubriendo a ambas figuras entre las puertas de metal. Aprieta los ojos, negando a que sus lágrimas salgan. Quizás solo es un malentendido y él lo está exagerando todo.

Ni Christopher ni Jungwon serían capaces de hacerle algo así, pero una voz le recuerda sus últimas conversaciones con su hermano, esas en las que le cuenta que las cosas entre él y su Alfa no son las mejores en esos momentos, entonces el temor comienza a tener sentido en su mente.

Rebusca en los bolsillos de su pantalón, el celular casi cayéndosele de sus manos temblorosas y se apresura en buscar el nombre de Christopher entre sus contactos. Marca la opción de llamar, y contiene la respiración mientras espera que Christopher responda la llamada. No lo hace, y su corazón comienza a latir acelerado contra su caja torácica. Hay un nudo en su garganta cuando vuelve a pulsar la opción de llamar, esta vez, Christopher le responde al tercer timbre.

"¿Sucede algo, amor?" El Alfa jadea la pregunta, su voz se escucha sin aliento cuando añade. "Minho, ¿necesitabas algo?" El Omega parpadea, tragándose el nudo de angustia que provoca una sensación de pesantez en su pecho.

"¿Dónde estás?" Es la única pregunta que puede formular antes de que su voz comience a escucharse llorosa. Christopher permanece en silencio durante unos asfixiantes segundos y Minho espera que, cuando el Alfa hable, le diga la verdad.

"En la oficina." Recibe una mentira en su lugar y Minho se muerde el labio inferior hasta que el sabor metálico de la sangre inunda su paladar. "¿Por qué? ¿Vas a ir a verme?" Christopher no logra disfrazar el tono alarmado en su voz ante la idea, dejando ir un carraspeo luego, antes de murmurar algo más que Minho no escucha.

"Solo te echaba de menos." Se excusa, mas no es ninguna mentira. "Quería escuchar tu voz, hoy parece ser el peor día de mi vida, ¿sabes? Y yo sólo pensé en ti." Rió, sorbiendo un poco su nariz y limpiando con brusquedad las lágrimas que corrían por sus ojos, destruyendo su maquillaje en el proceso. "Es algo estúpido, ¿verdad?"

"No." El arrullo de la voz de Christopher es un trago de dagas filosas directas a su garganta. "No es para nada estúpido, ¿bien? En estos momentos estoy algo ocupado, pero intentaré llegar a casa temprano y hablaremos acerca de lo que te tiene tan triste hoy, ¿sí?"

"Solo vi algo que me rompió el corazón." Christopher se quedó en silencio. "Eso es lo que me tiene triste."

"De casualidad, ¿es por esa serie que empezaste a ver hace unos días? ¿La de la chica con cáncer?" Christopher cuestiona y Minho se abraza a sí mismo, caminando hasta una zona apartada del lobby cuando su estado llama la atención de unos cuantos turistas y trabajadores.

"Sí." Miente. Christopher suspira aliviado al saber y Minho se lo imagina sonriendo. "Tengo que colgar, no te robaré más tiempo. Pero antes..." Su voz se pierde antes de que diga la oración. Toma un poco de aire, sintiéndose masoquista cuando vuelve a hablar. "Antes de colgar, ¿puedes decirme que me amas?"

"Te amo, Minho." Christopher le dice y el Omega aprieta los labios, conteniendo el sollozo.

"De nuevo." Pide, Christopher ríe bonito al otro lado de la línea.

"Te amo mucho, mi amor." Lo complace, murmurando sus próximas palabras con voz suave. "Cuando llegue a casa te voy a dar muchos besos hasta que te sientas mejor, ¿bien?"

"Yo también te amo." Murmura, forzando sus cuerdas vocales para hablar una última vez. "Adiós, Christopher."

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