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── 🪷 ⋆ ࣪ 1O ֶָ֢֪

Lee Felix huele raro.

Su olfato y él llegaron a dicha conclusión cuando el Omega se inclinó sobre su escritorio para mostrarle el resumen de la reunión que suspendió el día anterior para ir a almorzar con Minho.

No era un olor malo, si tenía que admitir. Christopher tenía una nariz sensible a los olores y el aroma de su secretario nunca fue algo que le molestara.

Sin embargo, con el embarazo se había vuelto más dulce, casi empalagoso con ligeros tonos como a leche y fresas.

Y no hubiera sido un problema para nada, a él no le molesta aquel cambio. Pero sería más fácil de llevar si su Alfa no estuviera repitiéndole en su cabeza desde hace unas horas que ambos tienen un Omega al que pueden hacer oler de esa forma. Leche y chocolate, la combinación perfecta.

"Señor Bang, ¿debería usar supresores para venir a trabajar?" Su secretario le pregunta, incorporándose y Christopher lo ve dar unos pasos atrás para alejarse. "Le molesta mi aroma." No es una pregunta, el Alfa lo sabe.

"No me molesta." Le responde, a pesar de que tiene la nariz fruncida. "No debes tomar supresores. Eso dañaría a tu cachorro, ¿no?" Felix frente a él se sonroja por su pregunta y Christopher se cuestiona si había dicho algo malo.

"Sí, no debo usar supresores durante el embarazo." Admitió bajito.

"Entonces no los uses y ya. Tu aroma no me molesta." Su secretario le toma la palabra, alejándose en silencio y Christopher mira la hora en su reloj.

Faltan quince minutos para las siete y la idea de ir a casa a comer con Minho suena tentadora. Su lobo lo apoya feliz, demasiado dispuesto en todo lo que respecte cercanía al Omega y quizás deba quejarse con Minho por lavarle el cerebro a su lobo.

En menos de media hora está en la casa que comparte con el castaño y es la primera vez en cuatro años que Christopher llega temprano a su hogar, y casi la quinta en la que se queda a cenar con el Omega.

Desbloquea la puerta y el aroma suave a chocolate de Minho está por todo el lugar, su lobo se relaja en su pecho casi al instante y con él los músculos tensos de Christopher.

Observa con cautela una bolsa mediana que huele a bebé sobre el sofá y Christopher arruga las cejas, girándose a buscar al Omega por la casa y pronto sus ojos chocan con otros casi tan negros como los suyos.

Minho está de espaldas a él, sosteniendo a un pequeño cachorro que Christopher recuerda de algún lado y el bebé lo mira desde su lugar, apoyado en el hombro de Minho. Sus ojitos se vuelven llorosos, la pequeña nariz está roja, su labio inferior tiembla, un pequeño gemidito se escucha y el Alfa aprieta los labios cuando el cachorro estalla en llantos.

Christopher gruñe bajo, caminando hacia la cocina y el sonido de Minho arrullando suavemente al bebé se combina con los gritos de este en una melodía abrumadora. El Omega mece el bebé, dejando caricias en su espaldita para intentar calmarlo.

"¿Necesitas ayuda con eso?" Christopher pregunta y Minho se percata de su presencia una vez que lo tiene al frente. El Omega lo mira perplejo, casi estupefacto de verlo allí tan temprano, pero pronto su atención se desvía al bebé cuando lo escucha lloriquear bajito.

"Eso estaría bien. Gracias." El castaño le agradece y Christopher ve el campo de batalla que es la cocina de su casa con cejas fruncidas. "¿Sabes sostenerlo?" Le preguntó, con sus brazos acunando el bebé y solo es una cosita pequeña, que tan difícil puede ser cargarlo.

"Puedo intentarlo." Minho le sonríe aún con el bebé en brazos y su lobo le hace una presentación en Power Point en su cabeza acerca de lo maravilloso que se vería el Omega con su bebé.

Christopher prefiere ignorarlo, con su atención centrada en el castaño explicándole como sostener al cachorro. Dejan el pequeño cuerpecito sobre su pecho, Minho coloca una de sus manos en las nalgas del bebé y la otra la lleva a su espalda, indicándole que reparta caricias suaves y el cachorro se queja los primeros segundos, no reconociendo el aroma extraño del Alfa que lo carga y el lobo de Christopher se vuelve instinto puro.

"Sostenlo en lo que preparo su fórmula, ¿sí?." Minho dice antes de caminar hacia la cocina, no sin antes darle una corta mirada al Alfa que luce asustado, como si estuviera sosteniendo una pequeña bomba de tiempo. "Changbin hyung tiene su primer celo desde que nació Sohee, me pidió que cuidara al bebé unos días."

"¿Cuántos días?" Christopher le pregunta, acercándose a ver al Omega moverse de un lado a otro en la cocina.

"No lo sé, la verdad. Supongo que los celos se vuelvan irregulares tras un embarazo. Quizás no se comportan como normalmente eran antes." Minho detiene sus acciones, con el pequeño biberón en su mano. "¿Te molesta que el bebé esté aquí?"

"No." El Alfa no duda en responder y Minho deja ir un suspiro de alivio, que pronto es interrumpido por otro gimoteo. "Parece que va a llorar otra vez." Christopher advierte, viendo al castaño apuntar hacia la sala.

El Alfa lo sigue en silencio y pronto los lloriqueos del cachorrito se vuelven más altos recordándole el por qué no quiere hijos. Minho se sienta en el sofá, dejando el biberón sobre la pequeña mesa frente a él y extiende los brazos en dirección a Christopher para que le entregue el bebé.

El pelinegro lo hace, casi rígido y el Omega se ríe de él haciendo a Christopher fruncir las cejas. Le alcanza el biberón a Minho quien le agradece bajito y con una pequeña sonrisa, y pronto el bebé comienza a sorber el contenido con avidez, sus ojos fijos en el Omega que murmura elogios hacia él.

Christopher observa detenidamente la imagen del Omega alimentando al bebé y es como si el universo se empeñara en mostrarle lo precioso que Minho se vería con un cachorro. Se sienta a su lado en silencio, los ojos del bebé van a parar a él, mirándolo fijamente y Christopher arruga sus cejas al percatarse de algo.

"Se parece demasiado a Hwang Hyunjin." Se queja y todo lo que escucha es una risita de Minho. El cachorro tiene la nariz y las mejillas del amigo del Omega, más su cabello, ojos y boca son una copia exacta de aquel Alfa con él que ha interactuado en cortas ocasiones.

"Es su hijo, lo normal es que se parezca a él, ¿no crees?" Minho le dice, mientras mira al cachorro. "Cuando nació Sohee se parecía mucho más a Changbin hyung, pero ahora es casi idéntico a Hyunjin. Supongo que los genes Hwang no se pueden negar."

Christopher asiente hacia él, sin prestarle demasiada atención. Su mirada está perdida en el cachorro y Minho sonríe enternecido. Bien, Minho no se va a hacer la imagen mental de cómo sería si tuviera un bebé con el Alfa. El asunto de los cachorros es un tema no superado por su lobo y él no va a echarle más leña al fuego.

"Ya terminó. "La voz del Alfa lo atrae de nuevo a la realidad y se ocupa de alejar el biberón de la boca de Sohee, quien tiene una expresión tranquila y satisfecha.

"¿Quieres sacarle los gases?" Minho le pregunta y los ojos del Alfa brillan en miedo hacia él.

Acomoda el cachorro sobre su pecho, colocando una pequeña toallita en el hombro en el que se apoya Sohee y comienza a dejar palmaditas en su espalda con suavidad. La mirada del Alfa lo sigue atento en cada momento y si no supiera que la atención de Christopher en él se debe al cachorro ajeno, Minho se sonrojaría un poquito.

"¿Por qué no tomas un baño? Terminaré aquí e intentaré dormir a Sohee. Quizás me de el tiempo suficiente para preparar algo para cenar los dos." Christopher asiente, dándole una última mirada al Omega antes de alejarse de la sala y subir las escaleras al segundo piso.

Y se sorprende cuando ve la habitación que comparte con el Omega llena de juguetes sobre la cama, hay una pequeña cuna a uno de los costados y varias mantas con un aroma desconocido dentro de ellas. Christopher supone que es el aroma de los padres del cachorro y no puede evitar sentir que lo están invadiendo.

Intenta relajarse durante el baño, buscando borrar la imagen mental del Omega con cachorros porque parece ser lo único que a su lobo le interesa por el momento. Quince minutos después está fuera de la ducha y la odisea que luchó con su Alfa para intentar calmarlo pierde sentido cuando todo lo que sus ojos captan es a Minho acostando al cachorro en la cuna.

Acomoda las mantas a los costados de Sohee, sonriendo al ver como se aferra a la tela. Es la primera vez que se separa de sus padres, Minho sabe que el cachorro le dará una buena guerra durante la madrugada, así que agradece los minutos de tranquilidad y silencio.

"¿Se durmió?" Christopher se acerca a él, con el cabello húmedo y una toalla sobre sus hombros. Se inclina, mirando al cachorro dormitar. "Calladito te ves bonito, Hwang Sohee." Minho jadea ofendido, dándole una palmada en el brazo.

"Soo es precioso en todos los sentidos. No digas eso." Le reclama y Christopher alza las cejas en diversión. "Voy a preprarar algo ligero para comer, antes de que despierte. No sabía que venías a comer, de haber sabido yo..."

"Está bien, no te preocupes. Es normal que no esperaras que viniera. No suelo cenar mucho en casa." Reconoce y Minho asiente a sus palabras, dejando un monitor para bebés en una de las esquinas de la cuna mientras sostiene el otro en la mano.

"Para cuando despierte." Responde ante la mirada inquisitiva de Chrustopher. "Voy a preparar la comida. ¿Vas a bajar?" El Alfa se lo piensa unos segundos, asintiendo luego. Los ojos de Minho brillan en felicidad. "Tenía pensado hacer pasta. Es algo rápido. ¿Estaría bien para ti?"

"Cualquier cosa está bien." Le dice mientras bajan las escaleras.

Ambos se sumergen en una cómoda interacción que se basa en Minho preguntándole como le fue en el día o que comió. Christopher le cuenta los detalles, omitiendo la parte en la que su lobo quiere hacerlo oler a leche como su secretario.

Comen en silencio, Christopher se ofrece a lavar los platos una vez que terminan y Minho le agradece, yendo luego a tomar un baño. Sube las escaleras en cuanto termina y sus ojos chocan con la cuna al entrar a la habitación. El sonido del agua corriendo le hace saber que el Omega aún está en el baño y la curiosidad se refleja en él con un lobo inquieto en su pecho.

Se acerca en silencio, inclinándose en la cuna para ver al bebé. Hwang Sohee lo mira con pequeños ojos negros, luciendo adormecido. Mira alrededor antes de inclinarse donde el bebé y lo toma con cuidado por las axilas, levantándolo mientras ignora el olor de otro Alfa en la habitación y sobre el cachorro en sus brazos.

"No vas a llorar más, ¿verdad? Estás en una casa ajena, tienes que comportarte. No puedes armar berrinches." El cachorro apoya una mano sobre el pecho de Christopher, buscando incorporarse con algo de dificultad para mirar ese Alfa extraño.

El pelinegro sostiene la pequeña cabeza y Sohee lo mira con una curiosidad que hace a Christopher reír divertido.

"¿Qué sucede? ¿Acaso me parezco a tu papá?" Le dice, recordando aquella vez en la que en un confiado Changbin le había dicho que Christopher se daba un parecido a su Alfa y un ofendido Minho bufaba molesto diciendo que sus Alfas no se parecían en nada. "Yo soy más lindo que tu papá."

El cachorro le hace pucheros como si entendiera sus palabras y los ojos de Christopher se abren amplios cuando escucha un suave sollozo que para él es el inicio de una cuenta regresiva para un llanto estridente. La puerta del baño sigue cerrada y el pelinegro entra en pánico cuando los gimoteos se vuelven más seguidos. Se aproxima a la cuna, tomando una de las pequeñas mantas con dibujos de gatitos con una mano mientras sostiene al cachorro con la otra.

Se acerca a su cama, dejando al bebé a un lado para acostarse en el otro y acomoda la manta sobre su pecho antes de acostar al cachorro allí. Los lloriqueos se detienen y Christopher suspira aliviado, dejando caricias en la espalda del bebé que dormita sobre su pecho.

El peso extra sobre él de alguna manera se siente reconfortante y lucha varios minutos antes de que el cansancio lo venza, ignorando el sonido de la puerta del baño siendo abierta.

La imagen que se presenta ante Minho en cuanto pone un pie fuera del baño es simplemente preciosa. Su corazón se aprieta al ver al cachorro de su amigo dormir sobre el pecho del Alfa, con las manitas aferradas a la manta que cubre el pecho de Christopher. Una de las manos del pelinegro está en la espalda del cachorro sosteniéndolo y ambos duermen tranquilos ajenos a la mirada de Minho.

Se acerca en silencio, ignorando los gimoteos de felicidad de su lobo mientras toma su celular y fotografía la escena. No sabe si volverá a ver al Alfa así, con un pequeño bebé en el pecho, y Minho atesoraría esa imagen en su corazón y en su celular.

Camina hasta la cama, intentando tomar al bebé de los brazos de Christopher y el aludido se tensa, agarrando con más fuerzas al cachorro en su pecho y abriendo los ojos asustados. Se calma al ver a Minho sonreírle.

"Dámelo, voy a acostarlo en la cuna para que descanse." Le entrega el bebé, aún adormilado y Minho repite la acción, cubriendo al cachorro con las mantas con el aroma a sus padres antes de ir hacia la cama.

Se acuesta a un lado de Christopher, quien se gira hacia él en cuanto Minho coloca la cabeza en la almohada. Lo ve dudar en si hablar o no, por lo que permanece en silencio en lo que el Alfa se decide.

El pelinegro se traga las palabras cuando se da cuenta que es un poco cruel decirle al Omega que se ve precioso con un bebé en brazos cuando él no tiene el menor interés de darle uno. Suspira y en su lugar le da las "Buenas noches", girándose para darle la espalda.

El Omega deja un beso en uno de sus hombros, su aroma a chocolate envolviéndolo y lo último que escucha es un "Buenas noches a ti también, Chris" antes de que sus ojos se cierren por completo.

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