Era la primera vez que Hyunjin le mentía a su mamá. Bueno, en su defensa no era exactamente una mentira, solo estaba ocultando una parte de la verdad.

Por qué si iría a pasar el rato con Felix, pero no iría a hacer tarea. Él tendria una cita con unos de sus mejores amigos. Así que cuando las clases se acabaron Hyunjin caminó hacía Felix, quien se encontraba sentado en una de las bancas que estaban en la entrada de la escuela. Hyunjin se sentó a su lado, ganando la atención del alfa.

— Hey— susurró Felix, se encontraba igual de nervioso que Hyunjin. Este sonrió antes de mirar al piso y susurrar un hola al alfa— ¿Seguro que tus padres te dieron permiso?—

Hyunjin asintió. Pero entendía por qué Felix preguntaba, sus padres juntos, siendo serios, ceños fruncidos, si daban un poco de miedo.

Felix se levantó y le extendió su mano a Hyunjin para que la tomara, cosa que hizo antes de levantarse y ambos empezaron a caminar. Oh tal vez Hyunjin debió pedir ayuda a su madre, ¿cómo se supone debía actuar en una cita?. No tenía idea de nada.

Solo sabía que Felix le había pedido muy amablemente si quería tener una cita con él y Hyunjin aceptó por que siempre pensó que Felix era malditamente adorable con su cabello rojo un poco ondulado, ojos cafés que con cierta luz parecían un poco rojizos y una sonrisa tan linda con esos labios rosados y mostrando sus dientes delanteros un poco separados, casi nada, solo se notaba si te concentrabas en eso y Hyunjin si que se concentraba en eso. También le gustaba contar sus pecas, Felix solía rescostar su cabeza en la mesa mientras el profesor entraba al aula y Hyunjin se dedicaba a unir las pecas creando constelaciones en las marcas cafés, azuladas, rojizas y rosadas.

— Oye tu, no quiero que nos volvamos raros por esto— dijo Felix cuando llegaron a la pequeña cafetería. Deteniéndose frente a Hyunjin para cerciorarse que todo estuviera bien.

— Creí que ya eramos raros desde antes— Felix rió— Dijiste que seríamos raros juntos, quiero que lo seamos— sonrió y arregló el flequillo del alfa.

Entraron y tomaron asiento en una de las mesas más lejanas a la entrada, escondidos en una esquina susurrando secretos, el olor a tierra húmeda de Felix rodeándolos, tomando un par de malteadas y compartiendo una rebanada de pastel. Tenían catorce, apenas y tenían dinero.

Hyunjin no podía dejar de sonreír cuando salieron de la pequeña cafetería. Iban caminando a la par, sus manos entrelazadas, se soltaron al entrar a la casa de Felix. Hyunjin le había dicho que le dijo a su madre que haría tarea en su casa, así que Felix respondió que era mejor para todos si hacían al menos una parte de la tarea.

Al entrar la madre de Felix los saludó y cómo usualmente los mandó al cuarto de Felix a hacer la tarea. Hyunjin estaba acostado en la cama y Felix sentado en el piso, uno haciendo tarea de física y el otro de literatura.

Cuando acabaron la tarea Hyunjin supo que debía de regresar a casa o estaría en problemas, guardó todas sus cosas, agradeció por el sándwich a la madre de Felix y salió corriendo. Fue detenido por el alfa a un par de cuadras de distancia. Hyunjin era demasiado rápido.

— Se supone debo acompañarte— dijo Felix— No huyas de mi, tonto— empezaron a caminar, el alfa tratando de igualar el paso de Hyunjin, quien caminaba muy rápido para llegar a casa antes.

— Para aquí— dijo Hyunjin a un par de casa de su hogar— Jamás me vienes a dejar, harán preguntas—

— Bien, pero me quedaré aquí para ver que entres— Hyunjin rió un poco, todo el asunto le parecía ridículo— ¿Qué es tan gracioso?-

— Tu me invitaste a una cita, aceptaste que fuera un secreto y ahora te estás comportando como alfa conmigo, es algo chistoso—

— No entiendo, ¿por qué es chistoso?— por qué no soy un omega. Pensó contestar, pero decidió callarse, solo negó con la cabeza antes de dejar un beso en la mejilla de Felix y salir corriendo gritando un adiós. Al entrar a su casa pudo escuchar a su padre preguntando por él. Gritó un ya llegue para tranquilizar a su familia.

〔🥣〕

Sentado en clase de matemáticas fue donde aceptó ser novio de Felix, después de una cita más. Hyunjin se sentaba al lado del alfa, este ahora recargaba su cabeza en el hombro de Hyunjin y tomaba su mano, incluso cuando escribían, afortunadamente Felix era zurdo y Hyunjin diestro, así que nada les impedía tomarse de la mano.

Hyunjin paseaba su dedo por el brazo de Felix, tratando de contar las pecas que cubrían la piel blanca. Escuchó murmullos y levantó la cabeza, era una omega, era nueva en la escuela, rubia, ojos grises, olor a malvaviscos, mejillas sonrosadas. Hyunjin bajó su mirada una vez más y volteó a ver a Felix. El alfa que estaba recostado en su hombro, sus ojos estaban cerrados. Eso le tranquilizó un poco.

Felix tenía una marca de nacimiento en su clavícula en la cual Hyunjin ponía toda su atención cuando el alfa pasaba a hablar frente a la clase. Había caído hasta el fondo sin saberlo.

〔🥣〕

Felix no había ido ese día a la escuela, Hyunjin se había sentado solo en el almuerzo, quería pensar, pero ella preguntó si el asiento estaba libre, así que aquí estaban.

— Soy Ryujin— dijo la omega, sonriéndole a Hyunjin. Este despegó la vista de su libro y le sonrió de regreso.

— Soy Hyunjin, mis amigos me dicen Hyun o Jinnie— regresó su mirada al libro al no obtener una respuesta inmediata. Pero dejó de leer al escuchar esa pregunta.

— ¿Tu novio no vino a la escuela?— Hyunjin levantó la cabeza— Perdón, enserio, es que a veces no sé cuando debo callarme y siempre hago las preguntas más incómodas, lo lamento— Hyunjin sonrió, colocó el separador en su libro y lo cerró.

— Está bien, él no vino—

— Ustedes son una linda pareja— Hyunjin se sonrojo, nadie le había dicho eso antes— Desde el primer día que los vi juntos me dije que ustedes debían ser la pareja más bonita en esta escuela, han pasado días y no he cambiado mi opinión—

— Eres algo rara— la omega hizo un puchero automáticamente— No, no, es algo bueno, lo digo de la mejor manera posible— ella sonrió.

— ¿Y desde cuándo están juntos?— Hyunjin rió antes de dar una respuesta. Ese fue el inicio de una rara y divertida amistad para ambos.

〔🥣〕

Tal vez empezó cuando Felix tuvo  que hacer un proyecto con uno de los omegas del salón con aroma a cerezas. Hyunjin tuvo que hacer el proyecto con Ryujin y estuvo distraído viendo a su novio que se encontraba al otro lado de la biblioteca sonriendo mientras hablaba con el omega.

Pero Hyunjin negó con su cabeza, ese era Felix, siempre le sonreía a todos esperando mejorar el día de alguien con esa simple acción. Debía dejar de pensar todas esas cosas, Felix lo quería igual que él quería a Felix.

¿Cierto?

Hyunjin no esperó a Felix a la salida de la escuela. Solo empezó a caminar a su casa, sólo, con sus pensamientos como compañia. Hasta que dos brazos lo rodearon.

— ¿Te olvidaste de mí?— Hyunjin sonrió, pero no contestó— Jinnie, ¿todo bien?—

— Si— susurró. Felix lo detuvo y le hizo darse media vuelta para verlo a la cara.

— Cuéntame que pasa— Hyunjin bajó la cabeza— ¿Jinnie?—

— ¿Qué pasa si me presento cómo alfa?—

— Serías mi alfa, ¿por qué preguntas eso?— Hyunjin cerró sus ojos cuando Felix le hizo levantar la cabeza— Hey, no quiero que estés triste— Hyunjin logró asentir antes de ser abrazado por Felix— Alfa, beta u omega te querré—

— ¿Si?—

— Claro que si, ¿dónde más encontraré a alguien que le gusten tanto mis pecas?— Hyunjin rió a su pesar y se separó del abrazo limpiando las pocas lágrimas que había caído— ¿Entonces te acompaño a casa, mi lindo novio?—

Hyunjin asintió, Felix le besó antes de empezar a caminar. Esta vez su brazo izquierdo sobre los hombros de Hyunjin y contándole chistes para hacerlo sonreír, diciéndole cuan lindo era para ver ese rosado en sus mejillas.

〔🥣〕

A veces se quedaba pensando en lo diferente que todo sería si tuviera una casta definida. ¿Algo cambiaría?. Su inseguridad acerca de no presentarse crecía con el pasar de los días hasta que simplemente dudó sobre todo. Solo compartiendo las dudas que cruzaban su mente con Ryujin en clase de literatura.

Desafortunadamente ese día Felix  había tomado todo el valor que poseía para preguntarle a Hyunjin algo realmente importante.

Mientras caminaban a casa, Felix tomó la mano de Hyunjin y lo hizo desviarse, hasta que llegaron al parque, haciendo que el castaño tomara asiento en una de las bancas. Felix se sentó a su lado.

— ¿Sabes cómo todos dicen que el cortejo es la forma más pura de mostrar tu amor?—

— Lix, tengo que llegar a casa a tiempo—

— Vamos, solo responde— Hyunjin rió suavemente.

— Okay, si, lo sé—

— Bueno, yo... yo te amo— Hyunjin sintió su corazón latir con más fuerza, mariposas en su estómago, antes de poder responder Felix continuó hablando— Y por eso, siento correcto hacer esto—

Sacó de su mochila un pequeño ramo de tulipanes morados, la flor de nacimiento de Hyunjin. Le sonrió tímidamente y tomó la mano de Hyunjin.

— Este es mi cortejo y sería un honor que lo aceptaras—

No pudo hacer nada. Solo se quedó ahí viendo las flores, él no era un omega, él no era un alfa, ni siquiera era un beta. Nada tenía sentido; oh su mente era un remolino. No sabía cómo pensó en Ryujin, cómo la imaginó aceptando el cortejo de Felix, eso tenía más sentido en su mente confundida.

— ¿Jinnie?— el ramo estaba en sus manos, pasando su dedo por los tallos de las flores, aún sin dar un respuesta.

— Te amo— dijo antes de levantar la mirada, encontrándose con esos ojos cafés— Por eso no puedo aceptarlo, perdón— dejó el ramo en la banca y se levantó, su plan era empezar a caminar pero Felix le tomó la mano para detenerlo.

— Espera, no entiendo, ¿fue muy pronto?— Hyunjin negó— ¿Es por qué no es primavera?— Hyunjin negó de nuevo— Entonces me amas pero no lo suficiente cómo para aceptar mi cortejo sin haberte presentado— Hyunjin no hizo ningún movimiento— ¿Esto qué significa?, ¿seguimos siendo novios?, ¿aún me dejarás recargar mi cabeza en tu hombro?, ¿te podré seguir besando y esperaremos a qué te presentes para que estés seguro?— Hyunjin no había contestado, ni siquiera él sabía— ¿Puedes hablarme?, me estoy volviendo loco aquí—

— No, no puedo hablarte, no sé que me pasa, no sé que hago, no entiendo nada— Felix se levantó de la banca y se puso frente a Hyunjin— No sé— dijo una vez más antes de ser abrazado por el alfa.

Pasaron unos segundos, dónde ambos lloraron en el hombro del otro, tratando de comprender lo que estaban viviendo. Hasta que Hyunjin decidió ser valiente y solo decir lo que sentía en el fondo de su ser.

— Te juro que te amo, pero... no creo que sea justo— se separó del abrazo y dio un paso hacía atrás— No es justo que tu estés esperando para que yo esté seguro de algo— Felix bajó la cabeza— Perdón, pero no sé quien soy, no tengo idea de que hacer y quiero que me beses y quiero que sigamos en esto, pero no es justo para ti, no es lindo que te rechacen un cortejo...—

— Hyunjin solo dime si estás terminando conmigo o no— pero ni siquiera Hyunjin sabía a que lugar lo llevaría todo lo que estaba diciendo. Aún con dudas en su mente solo pudo responder un sí.

Felix se volvió hacia la banca, se colgó su mochila y tomó el ramo, pese a todo lo que estaba pasando seguía sintiendo que su alfa le decía que no se fuera, que se quedara y hablara con Hyunjin hasta llegar al fondo de todo. Era su persona, no su alfa, su omega o su beta, era su persona y no lo quería cambiar por nada pero por lo mismo lo conocía. Sabía que esa duda seguiría hasta que se presentara, si lo llegaba a hacer, sabía que no lo debía apresurar a hacer nada.

— Ten— dijo dándole el ramo a Hyunjin.

— Felix, yo...—

— Yo no lo quiero, es tuyo, lo hice para ti, no me lo quedaré—

Al ver que Hyunjin no tomaba las flores las puso en la banca y se despidió antes de empezar a caminar sólo. El llanto de Hyunjin era incontrolable en este punto, sentía una presión en su pecho, empezó a caminar a casa, pero se detuvo, volteó sobre su hombro para ver el pequeño ramo que ahora representaba el momento más triste vivido con Felix. Decidió volver por el ramo.

Cuando llegó a casa se sintió completamente confundido al tener el ramo en sus manos. Hasta se sintió estúpido por haber tomado el ramo, dejó su mochila en el piso y corrió a la cocina a tirar el ramo en la basura. Debía controlarse antes de que su madre llegara con sus hermanos. Al menos eso intentó.

〔🥣〕

Había dormido menos de un par de horas, quedándose despierto pensando en lo que quería hacer, considerando lo que sus padres le dijeron. Pensando en la solución correcta y cada vez llegaba a la misma conclusión.

Él quería estar con Felix. No importaba lo que pasaría después, él quería estar con Felix, quería amarlo todo el tiempo que pudiera.

Por eso había salido temprano de su casa, quería hablar con Felix con sus pensamientos en orden. Lo encontró a mitad del camino. Se detuvieron frente al otro, Hyunjin sonrió y lo saludo agitando su mano, eso hizo a Felix sonreír.

— Por favor dime que ayer no pasó— dijo Hyunjin.

— Pasó, me dijiste que me amabas y quisiste cortejarme, no supe reaccionar— se acercó al alfa— Yo quiero seguir siendo tu novio, si eso es lo que también quieres—

— ¿Qué te hizo cambiar de opinión?—

— Darme cuenta que soy yo, no importa la casta que tendré, seguiré siendo yo— Felix sonrió un poco más— Y yo te amo—

— ¿Puedo saber por qué le dijiste a Ryujin todas tus dudas pero jamás me dijiste nada a mi?—

— Por que tu tratarías de hacerme sentir mejor, Ryujin siempre dice la verdad— metió sus manos en los bolsillo de su abrigo— Pensé que te cansarías de mi por todas mis dudas—

— Bien, te diré algo— dio un paso hacia Hyunjin, cerrando la distancia existente, metió sus manos en los bolsillos del abrigo de Hyunjin, para tomar las manos de este— Yo no me cansaría de ti ni por que me lo pidieras, sé lo que ocurre en esa cabecita tuya pero quiero que sientas la confianza para decirme que pasa—

— Lo haré—

— Así que... ¿Qué somos?—

—¿Podemos volver a ser novios?- Felix asintió— Solo que hacer las cosas bien y tal vez un poco más lento—

— De acuerdo—

— De acuerdo— repitió Hyunjin. Felix cerró la distancia entre ellos y le dio un beso.

〔🥣〕

Hyunjin sabía que su padre no estaba feliz con todo este asunto de él teniendo un novio, pero había pasado casi un año y debía de aceptarlo en poco tiempo. Al menos eso pensaba Hyunjin.

No se sentía muy bien ese día, pero debía ir a la escuela, tenía un exámen y debido a que era gran parte de su calificación no quería perdérselo. Así que al salir de casa, se quitó el abrigo, aunque estuviera haciendo mucho frío, él tenía calor. Felix frunció el ceño al ver eso.

— ¿Acaso quieres morir de frío?—

— No, solo no tengo frío— dijo antes de besar a su lindo alfa— Y un hola es la forma más popular de saludar a alguien—

Felix rió mientras empezaban a caminar a la escuela. Algo era diferente en Hyunjin ese día, ¿había crecido un poco más?, ¿había arreglado su cabello de diferente manera?, ¿por qué se veía con un aura completamente diferente?.

Cuando llegaron a la escuela de inmediato su tercer rueda se les unió, Hyunjin estaba tan distraído en la incomodidad que sentía ese día que ni siquiera había saludado a Ryujin.

— ¿Jinnie, estás bien?— preguntó Felix detendiendolo antes de entrar al aula— ¿Hyunjin, me escuchas?—

— ¿Estoy bien?-—Felix sonrió posando sus manos en las mejillas de Hyunjin.

— ¿Eso es una respuesta cielo?—

Hyunjin asintió, Felix preguntó un par de veces para cerciorarse y justo cuando sentía que obtenía algo el maestro les dijo que entrarán a la clase.

Se sentaron en sus lugares de siempre, el maestro pasó los exámenes y justo a las ocho y quince iniciaron a contestar el examen. En un punto Hyunjin dejó caer su lápiz, sintiéndose algo mareado, dejó caer su cabeza contra la mesa, Felix dejó de contestar su examen al igual que Ryujin, omega y alfa compartieron una mirada confusa.

— Lee, Bang, Shin, el examen es individual no en grupos—

Felix pudo ver a Ryujin levantarse de su asiento para alejarse un poco de Hyunjin, un nuevo aroma se expandía en el aire. Un aroma que llamó la atención de todos.

— Señor, creo que Hyunjin está entrando en celo— dijo Felix. El maestro salió del aula para ir en busca de un prefecto— Hey, Jinnie, sé que duele pero estarás bien—

— Lix, quiero ir a casa—

— Lo sé, debes respirar Jinnie, pronto te llevarán a casa, alfa—

El prefecto lo llevó a la enfermería hasta que su padre fue a recogerlo, Hyunjin sólo recuerda como su padre lo cargó hasta dejarlo en el auto y lo llevó a casa.

〔🥣〕

Habían pasado dos días, el celo de Hyunjin había terminado la noche anterior, Felix lo sabía por que Hyunjin le mandó un mensaje diciendo que todo había pasado. Así que aquí estaba Felix, parado frente a la puerta de la casa de Hyunjin, tocó el timbre y esperó.

— ¡Es Felix, mami!—

— Hola Yeon— dijo el alfa, la pequeña le sonrió antes de tomar su mano y hacerlo entrar a la casa. Felix cerró la puerta.

— Es Mi-yeon— dijo guiando a Felix a la cocina donde estaba su mamá— Mi nombre es Mi-yeon—

— Como digas Yeon— la niña bufo y dejó a Felix a solas con su madre, el alfa rió un poco viendo a la niña enojada salir— Buenas tardes señor Bang—

— Hola Felix, ¿a qué debo tu visita?—

— Hmm, vine a ver a Hyunjin, ¿puedo?—

— Supongo, debe estar despierto ahora, está en su cuarto, recuerda...—

— Puerta abierta, ambos pies en el piso y contenido apto para menores de 6 años—

Minho sonrió antes de asentir. Entonces Felix subió las escarelas encontrándose con Riki en el camino, el niño le quería enseñar lo que había construido con sus legos, así que después de ver la obra de Riki, Felix fue al cuarto de Hyunjin. Dejó la puerta abierta.

Tan pronto entró al cuarto, el aroma de Hyunjin llenó sus pulmones, era cómo la madera recién cortada pero con toque picante, a brisa de mar. El nuevo alfa estaba dormido cubierto con su edredón y podía llegar a notar la manga de la playera que usaba.

Se sentó en la orilla de la cama y movió un poco a Hyunjin, quien abrió sus ojos, se veía demasiado cansado, pero sonrió al ver a Felix.

— Hola— murmuró antes de darse la vuelta y cubrirse por completo con el edredón. Felix rió, y picó un costado de Hyunjin varias veces, Hyunjin se removió un poco.

— Anda tonto— Hyunjin se descubrió solo lo suficiente para que Felix viera sus ojos, acomodó un par de mechones de cabello que cubrían la frente de Hyunjin— ¿Cómo estás?—

— Cansado— Felix sonrió— Convierteme en beta, no quiero pasar por esto otra vez—

— Por más que quisiera cumplir tu deseo, me agrada tu aroma así que te dejaré como alfa— Hyunjin se sentó— ¿Volviste a tener frío?— Hyunjin asintió, tenía su pijama puesta— Tal vez es por que dejaste la venta abierta tonto—

— Me gusta... — enrolló su dedo en un mechón de pelo rojizo— Sentir la brisa del viento pasar por mi cuarto, mientras estoy cálido— Felix asintió, escuchando al alfa hablar enamorado del mundo— Ayer hubo un atardecer de algodón de azúcar, lo pude apreciar un poco antes de una ola de calor, ¿tu viste el cielo ayer?—

— Azul, rosa y morado, nubes difuminadas— Hyunjin sonrió— Claro que lo vi, sabía que me pedirías detalles—

— ¿Qué más viste?— preguntó doblando una de sus piernas para recargar ahí su cabeza y ver con atención a Felix.

— Vi como paso de ser un rosa salmón a un rosa pastel sucio, un morado vibrante a un lila suave, el mismo que ensuciaba el rosa, un tono azul grisáceo que seguro era una nube rebelde que no quería ser pintada de un azul suave como las otras—  Hyunjin sonrió— El resto del cielo era azul, algunas estrellas brillaban ya y la luna estaba lista para hacerse notar—

— Que hermoso— susurró. Quedándose viendo a Felix, con el tiempo aprendió que eran demasiadas pecas para contar.

Felix le hizo levantar su cabeza, se acercó en lo que se sintieron como minutos pero ni siquiera había sido un segundo, sus labios se juntaron con los ajenos en un beso suave y delicado. Tal vez Felix era su atardecer y por eso la mayoría de veces no podía hacer nada más que verlo y descubrir que tonalidad tenía cada peca. Inmerso en encontrar un atardecer en cada peca.

— Te amo— susurró al romper contacto, sus labios tenían pecas, las veía cada vez después de besarse.

— También te amo— respondió viendo las largas pestañas castañas aletear teniendo contacto con los pómulos de Hyunjin de vez en cuando.

Nadie sabía que pasaría entre esos dos, pero era lindo imaginarse el futuro, un futuro que no narraré por que nadie puede predecir el futuro de dos cachorros que apenas saldrían a conocer el mundo. Pero en definitiva este era el comienzo de su historia.